Ser criticado es parte de la vida. Nadie consigue agradar a todo el mundo al mismo tiempo. Estas son verdades bastante conocidas, que ya son parte de nuestro sentido común. Pero no se puede negar que es muy doloroso ser el blanco de juicios negativos. En realidad, pocos saben como encarar este problema y resolverlo. Si usted intenta estar a la defensiva, evitando confrontaciones, igualmente tendrá que tomar decisiones, quizás menos importantes, pero puede estar seguro que no todo el mundo estará de acuerdo con ellas. Hasta en las pequeñas cosas, tales como escoger nuestra vestimenta o nuestras comidas, siempre existe alguien cerca para "bombardearnos". La próxima vez que reciba una crítica, no se desespere y pase a reflexionar sobre los siguientes puntos:

Generalmente, los comentarios de esa naturaleza traen consigo algo de verdad, pero sus colores estarán siempre sobrecargados. Es su tarea saber distinguir esa pequeña porción de verdad de la cual sacar provecho, para modificar aquellos aspectos suyos que realmente se encuentran errados. Por ejemplo, digamos que su jefe lo acusa de "nunca" llegar a la hora. Aunque esa afirmación pueda ser exagerada, tome precauciones para mejorar su puntualidad.

Muchas veces, ellas no son nada más que el reflejo de preferencias personales. Al final de mis charlas, siempre aparecen dos o tres ejecutivos afirmando estar insatisfechos con el corto tiempo de mis presentaciones. Otros dos o tres, en la misma presentación, me dicen que les gustaría gastar menos tiempo en la dinámica de grupo. Por ende, ni siquiera intente complacer a todo el mundo. Es una pérdida de tiempo.

Acepte que existen muchos individuos que se enfocan constantemente en los aspectos negativos de cualquier cosa, pues son personas infelices consigo mismas.

Ese tipo de gente tiende a extrapolar su odio y frustración hacia cualquier persona. Y aquel día, esa persona es usted. En este tipo de situación, no critique la crítica, no se ponga a la defensiva. Resista la tentación de discutir con su detractor, pues generalmente no le llevará a ningún lado cuando se trata de personas negativas. Haga apenas algunas excepciones en instancias que, según su juicio, exijan actitudes más firmes. Eso si, deje bien claro que usted exige ser tratado con respeto.

Evítese problemas, huya de los "vampiros de la energía".

Además de este, existe otro recurso que podría ser llamado preventivo: es mejor evitar problemas que empeñarse en su solución. Por eso, huya de aquellas personas que succionan su energía, "los vampiros de la energía", definición del psicólogo Jack Canfield. Esta especie de "vampiro" tiene el hábito de lamentar eternamente una "terrible situación económica", los problemas de sus vidas -que en breve serán los suyos– y las tenebrosas perspectivas para el futuro. Si usted tiene suerte, escuchará apenas un ligero resumen sobre sus dolores y enfermedades recientes.

Enfrente el espíritu crítico con inteligencia, procurando evitarlo. Asóciese con personas positivas, o sea, individuos motivados por objetivos, movidos por el gusto de la acción y dispuestos a prestar servicios. Conviviendo en ese universo, usted se desenvolverá en las mismas críticas de aquellos que lo rodean y podrá utilizarlas en su beneficio. Usted mismo irá tornándose más positivo en sus actitudes, un tipo de criatura siempre amada por sus semejantes. Usted puede escoger. Hágalo ahora mismo, júntese con personas positivas y bien dispuestas. Ellas lo empujarán en la espectacular escalada de esa montaña llamada "Exito".

Márcio Miranda

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