¿De
goleados a goleadores?
De continuar en el grupo de coleros en la competitividad, según
revela el más influyente estudio mundial, Colombia no tendría crecimiento económico en
la próxima década. Al
tiempo que nuestra selección de fútbol fue
eliminada de la Copa América, se conoció que la economía colombiana quedaba en los
últimos cinco lugares de la copa mundial de la competitividad de acuerdo con el World
Competitiveness Report 99.
¿Qué le pasa a Colombia? ¿Por qué el país no está
dando la talla competitiva para ser el campeón? En el fútbol, todos los analistas
coinciden en que se han dado grandes avances, que la selección de Javier Alvarez tiene
cosas positivas, talento, mentalidad triunfadora y ha construido sobre los logros de los
últimos diez años cuando el fútbol colombiano llegó a tres mundiales.
Pero ¿y el premio mayor? Para alcanzarlo, al fútbol y a
la economía les falta pensar en grande. No se logra ocupar los primeros lugares sin un
proyecto estratégico de gran alcance. El fútbol carece de mentalidad empresarial, de
clubes deportivos pensados como empresas que formen su materia prima desde el principio
(los jugadores) y tampoco existe una visión del fútbol como el gran negocio del
entretenimiento con perspectivas de acceso al mercado internacional.
El ranking de la
competitividad |
R |
País |
Indice de competitividad |
1 |
Singapur |
2.12 |
2 |
Estados Unidos |
1.58 |
3 |
Hong Kong |
1.41 |
4 |
Taiwan |
1.38 |
5 |
Canadá |
1.33 |
6 |
Suiza |
1.27 |
7 |
Luxemburgo |
1.25 |
8 |
Reino Unido |
1.17 |
9 |
Holanda |
1.13 |
10 |
Irlanda |
1.11 |
11 |
Finlandia |
1.11 |
12 |
Australia |
1.04 |
13 |
Nueva Zelanda |
1.01 |
14 |
Japón |
1.0 |
15 |
Noruega |
0.92 |
16 |
Malasia |
0.86 |
17 |
Dinamarca |
0.85 |
18 |
Islandia |
0.59 |
19 |
Suecia |
0.58 |
20 |
Austria |
0.58 |
21 |
Chile |
0.57 |
22 |
Corea |
0.46 |
23 |
Francia |
0.44 |
24 |
Bélgica |
0.39 |
25 |
Alemania |
0.39 |
26 |
España |
0.37 |
27 |
Portugal |
0.16 |
28 |
Israel |
0.15 |
29 |
Mauricio |
-0.09 |
30 |
Tailandia |
-0.1 |
31 |
México |
-0.2 |
32 |
China |
-0.27 |
33 |
Filipinas |
-0.31 |
34 |
Costa Rica |
-0.33 |
35 |
Italia |
-0.36 |
36 |
Perú |
-0.37 |
37 |
Indonesia |
-0.39 |
38 |
Hungría |
-0.39 |
39 |
República Checa |
-0.4 |
40 |
Jordania |
-0.51 |
41 |
Grecia |
-0.6 |
42 |
Argentina |
-0.65 |
43 |
Polonia |
-0.67 |
44 |
Turquía |
-0.7 |
45 |
República Eslovaca |
-0.72 |
46 |
El Salvador |
-0.72 |
47 |
Sudáfrica |
-0.74 |
48 |
Vietnam |
-0.85 |
49 |
Egipto |
-0.86 |
50 |
Venezuela |
-1.09 |
51 |
Brasil |
-1.2 |
52 |
India |
-1.3 |
53 |
Ecuador |
-1.34 |
54 |
Colombia |
-1.48 |
55 |
Bolivia |
-1.5 |
56 |
Bulgaria |
-1.5 |
57 |
Zimbabwe |
-1.65 |
58 |
Ucrania |
-1.94 |
59 |
Rusia |
-2.02 |
A la misma conclusión sobre la economía
colombiana se llega después de analizar el World Competitiveness Report (WCR). El país
no tiene un modelo en el que se puedan crear empresas con facilidad, en el que se forme el
capital humano, se estimule el desarrollo tecnológico y exista una visión concreta y
compartida de cómo se quiere generar riqueza y salir de la crisis. Según el ranking,
Colombia es uno de los países del mundo donde es más difícil crear empresa por falta de
capital de riesgo, por inexistencia de mercados de capitales desarrollados y es también
uno de los países con una menor inversión en investigación y desarrollo.
Los resultados del WCR, liderado por los profesores de
Harvard Jeffrey Sachs y Michael Porter, que se lanza al mundo esta semana y que Dinero ha
conseguido en exclusiva, son contundentes.
El WCR ha logrado medir la competitividad de las
naciones y sus conexiones con el crecimiento económico. Las noticias que trae para
Colombia no son buenas. Entre las 59 economías más importantes del mundo, la
competitividad de Colombia está entre las cinco más frágiles y el crecimiento
económico que ello anticiparía para el período 2000/2008 en nuestro país apenas
superaría al de Rusia. Para jugar el complejo partido global y aspirar a ser un equipo
ganador, Colombia tendrá que mejorar sus condiciones de jugador internacional de alto
desempeño. |
El gobierno presentó en Cartagena, ante 500 empresarios, su estrategia
de competitividad. |
En una economía globalizada, el crecimiento del PIB y de
las empresas refleja cada vez más su competitividad en los mercados mundiales. Parece
obvio decirlo, pero la competencia mundial la ganan los países e industrias más
competitivos. Hoy en día, el crecimiento económico de un país, más allá de los
recursos naturales, del crecimiento del capital y del trabajo, depende cada vez más de
los ocho grandes criterios: el nivel de apertura al mundo global, el gobierno, el mercado
de capitales, la infraestructura, la tecnología, la calidad del management, el mercado
laboral y las instituciones.
Lo que ha vivido el país en los últimos años, esa
catástrofe económica que se traducido en el deterioro económico y social más fuerte de
su historia moderna, no es sólo el resultado de la crisis internacional o de grandes
equivocaciones en el manejo macroeconómico de éste o de los anteriores gobiernos.
Detrás del problema hay causas más profundas que afectan el crecimiento de largo plazo
de la economía. "En materia de competitividad, entre los últimos de la lista
notamos cuatro países que de manera consistente aparecen con una baja calificación en
nuestros rankings: Zimbabwe, Colombia, Ucrania y Rusia. Todos ellos se caracterizan por
altos niveles de inseguridad jurídica, endebles derechos de propiedad y pobre
infraestructura", dice Jeffrey Sachs en su informe.
La goleada de la competitividad en el 99 fue histórica.
Colombia perdió siete casillas en el ranking, pues tuvo el puesto 47 en el 98 y apenas el
54 en el 99. En el último año nos dejamos ganar el partido de la isla Mauricio, Costa
Rica, Polonia, Eslovaquia y la India, y hasta de El Salvador. Hoy sólo superamos a
Bolivia, Bulgaria, Zimbabwe, Ucrania y Rusia. Perdimos cuatro puestos frente a Chile -el
puntero de América Latina- ocho frente a Perú y diez frente a México. Hasta Venezuela
nos metió un gol al quedar cuatro casillas por encima en materia de competitividad.
Los índices de competitividad de la economía colombiana
son resultado de una mirada sistémica a los ocho criterios que Sachs y Porter han
encontrado empíricamente que hacen a un país mejor o peor jugador en el campo
internacional. Allí se encuentran algunos hechos polémicos, otros aceptados y otros
francamente sorprendentes.
Mientras en Colombia algunos ministros, muchos
empresarios y uno que otro académico culpan de la crisis colombiana a la apertura
-bobalicona, muy rápida o excesiva-, el WCR encuentra que el proceso de apertura
colombiana en realidad apenas va a mitad del camino y está bastante atrás del resto de
países: los niveles arancelarios colombianos están más altos que en 52 de las 59
economías, el compromiso con la promoción de exportaciones está en el puesto 50 y hasta
la primera semana de julio nos encontrábamos en el puesto 51 en cuanto a competitividad
de la tasa de cambio. Mientras muchos todavía dudan de la necesidad de redimensionar el
aparato estatal, el informe revela que sólo Suecia, Israel, Dinamarca, Hungría y Francia
tienen un gasto público mayor que Colombia y que sólo Alemania y Francia tienen mayores
tasas de impuestos empresariales que Colombia.
Con la excepción de la calidad del management de las
empresas, donde Colombia se ubica en una posición similar (45) a la de otros países de
la región como Argentina, Chile o México, en el resto de los grandes indicadores, la
situación es precaria.
Ver
Gráfico
En los países donde el capital de riesgo (venture
capital)
es abundante, el nivel de competitividad es muy alto. |
Sorpresas de la competitividad
Quizá el WCR coincida con las intuiciones de muchos
sobre el rezago de Colombia en el campeonato mundial de la competitividad. Lo que resulta
nuevo son las razones por las cuales el país está en los últimos lugares, es decir, lo
están goleando. A nadie debería sorprender encontrar en el informe que el país ha
tenido una tasa de cambio desalineada y ha dado insuficiente prioridad a la promoción de
exportaciones, que está atrasado en infraestructura, que sus instituciones públicas no
son ágiles ni independientes a las presiones y que el clientelismo y la corrupción son
rampantes y que, como si todo esto fuera poco, el país tiene graves problemas frente al
crimen organizado y la inseguridad. Todos estos elementos que capturan la imaginación de
los colombianos y del nuevo gobierno son definitivos en la competitividad. Pero según los
cálculos del WCR, apenas explican el 45% del pobre desempeño de la competitividad
colombiana.
Creación
de empresas |
Indicador |
Posición
Colombia |
País
líder |
Colombia
frente al promedio de América Latina está |
Existencia de capital de riesgo |
58 |
Estados Unidos |
20% peor |
Arranque de empresa con plan de negocios |
57 |
Finlandia |
20% peor |
¿Es fácil empezar un nuevo negocio? |
57 |
Hong Kong |
30% peor |
Tecnología
y educación |
Indicador |
Posición
Colombia |
País
líder |
Colombia
frente al promedio de América Latina está |
Gasto en investigación y desarrollo como % del PIB |
56 |
Suecia |
30% peor |
Tasa de participación en educación secundaria |
41 |
Canadá |
30% mejor |
El país es líder en tecnología |
56 |
Estados Unidos |
20% peor |
Las empresas son agresivas en absorción de tecnología |
57 |
Estados Unidos |
12% peor |
Las instituciones de investigación son de primer nivel |
50 |
Estados Unidos |
Igual |
Colaboración entre universidades y empressas |
54 |
Finlandia |
7% peor |
Páginas web por cada 1.000 habitantes |
43 |
Finlandia |
8% peor |
El uso de los computadores es alto y sofisticado |
47 |
Estados Unidos |
7% mejor |
La mayor parte de la débil competitividad
de Colombia radica, más bien, en lo que podríamos llamar la fragilidad de su
microeconomía empresarial. Paradójicamente, el WCR revela que más que en
infraestructura, orden público y calidad de las instituciones del Estado, Colombia se
encuentra verdaderamente rezagado en materia de tecnología, mercados laborales y mercados
financieros y de capitales. Y sobre todo en los factores que facilitan las nuevas ideas
productivas y la creación de nuevas aventuras empresariales.
En tecnología, Colombia está más atrás que cualquier
país de importancia. Aunque en el número de computadores, teléfonos y conexiones a
internet está en el promedio de América Latina, tiene los peores indicadores del mundo
por inversión y compromiso con la investigación y el desarrollo tecnológico y en la
pobre conexión entre universidades y empresas a ese respecto.
La calidad de los mercados laborales sólo supera a la de
Sudáfrica. El desempleo escandalosamente alto esconde -vista por los empresarios- una de
las tres más altas insuficiencias educativas del mundo y una inflexibilidad para
contratar, despedir trabajadores y ajustar sus jornadas de trabajo sólo superior a
Sudáfrica, Francia e Italia. Una vez ajustados por su productividad y poder de compra,
los salarios del promedio de trabajadores colombianos están muy por encima de los países
en desarrollo y los de la alta gerencia se encuentran entre los cinco más altos del
mundo. En este último mercado, casi ningún otro país tiene tan poco vinculados los
pagos de los altos ejecutivos a los resultados de las empresas.
Comenzar nuevos negocios en Colombia resulta hoy en día,
de acuerdo con el WCR, más difícil que en casi todos los demás países. En ningún otro
país, excepto Ucrania o Bulgaria, las condiciones económicas y financieras para ello son
menos fáciles. En ningún otro país, hay menos mercados accionarios y de bonos
disponibles para empresas nuevas ni tampoco menos capital de riesgo disponible para
desarrollar nuevos negocios. Colombia es uno de los pocos países del mundo donde aunque
se tenga un excelente business plan que demuestre la viabilidad del negocio si no se
tienen garantías es imposible obtener un préstamo. Y es uno de los cinco países cuya
política antimonopolios promueve menos la competencia en forma efectiva.
Proyecciones de crecimiento 2000 - 2008 |
5,0 |
Singapur |
4,0-4,5 |
Taiwan, Malasia, Hong Kong, Estados Unidos, Canadá |
3,5-3,9 |
Suiza, Holanda, Filipinas, Australia, Vietnam, China, Chile, Japón |
3,0-3,4 |
Jordania, Corea, Perú, Tailandia, Salvador, Noruega, Luxemburgo,
Dinamarca, Egipto, Suecia, India |
2,5-2,9 |
España, Costa Rica, Austria, México, Islandia, Mauricio, Portugal,
Hungría, Francia, Alemania, Bélgica, Israel |
2,0-2,4 |
Polonia, Turquía, Sudáfrica, República Checa, Bolivia, Eslovaquia,
Zimbabwe |
1,5-1,9 |
Argentina, Ecuador, Ucrania, Grecia, Brasil, Bulgaria, Italia, Venezuela |
1.2 |
Colombia |
0.9 |
Rusia |
Fuente: Informe Mundial de Competitividad, 1999 |
Ver Gráfico
Para prevenir otra goleada
Como en el fútbol, no se puede seguir esperando que el
futuro dependa de las tradicionales figuras o de la buena suerte. O que los cambios puedan
ocurrir de la noche a la mañana sin persistir en el esfuerzo. De acuerdo con las
sofisticadas proyecciones del WCR, teniendo en cuenta los recursos naturales, el capital y
la educación, la competitividad del país apenas alcanzaría para un crecimiento
económico anual del 1,2% en el período 2000-2008, el cual, después de la emigración,
no sería mayor al crecimiento poblacional.
Como en el fútbol, la competitividad de la economía
depende de las estrategias, de la gente y de los procesos. La economía colombiana
también necesita cambios de fondo.
El país requiere un verdadero cambio en la estrategia.
Mientras el primer año de gobierno se fue en intentos de dudoso éxito de ajuste macro y
reforma política, y en la preparación de planes para dialogar apenas con los
congresistas y la guerrilla, en los siguientes tres años las autoridades deberán poner
toda la batería de instrumentos de política económica y social al servicio de la
conquista de la competitividad de nuestro aparato productivo. Posiblemente, la meta no
debería ser duplicar las exportaciones en cuatro años, sino cuadruplicarlas en diez
años. Una meta más ambiciosa en el mediano plazo.
El cambio de estrategia también requiere un cambio de
liderazgo y de conformación de nuevos actores para las grandes decisiones. La lucha por
la competitividad no puede ser la meta de un ministerio aislado en los tiempos que dejan
libres las negociaciones internacionales, sino del conjunto del gobierno bajo la batuta
del Presidente y el apoyo decisivo de los ministerios de Planeación y Hacienda. El
diálogo para la conformación de verdaderas políticas empresariales hacia la
productividad no puede seguir dominado por las viejas actividades de los gremios y de unos
pocos empresarios con acceso al Presidente y a los ministros extraviados, sino por el más
amplio abanico empresarial que logre conformar el mejor equipo de ministros posible. La
reunión de Cartagena organizada por el Presidente y todos sus ministros con más de 500
empresarios, bajo el lema de Colombia Compite, entre este 16 y 17 de julio puede ser
interpretada como el principio de una nueva etapa.
La búsqueda de la competitividad también requiere
nuevos procesos que permitan nuevos actores en acción. La economía necesita goleadores,
industrias que vayan a la delantera abriendo el camino, volantes que se estén preparando
y defensas que eviten las goleadas. Las reglas del juego, las instituciones, los árbitros
y los jueces de línea deben evolucionar sustancialmente. La competitividad del país no
podrá avanzar si el Estado no logra crear un ambiente de regulación propicio y creíble
para la innovación empresarial.
Ver
Gráfico
Los países que han logrado avanzar en ciencia y tecnología están
liderando el ranking de competitividad. La tecnología es uno de los puntos claves que
Colombia tendrá que abordar.Salarios de la alta gerencia ajustados por productividad |
Los elementos más importantes para elevar
la competitividad podrían ser seis. Primero, una reforma laboral que busque
simultáneamente mayor protección social al generalizar la seguridad social y los
subsidios temporales al nuevo empleo, con mayor flexibilidad para la contratación y pago
de trabajadores, con posibilidades más rápidas para las zonas de exportación o las
regiones más deprimidas.
Salarios de la alta
gerencia ajustados por productividad |
Ranking de los más altos e improductivos a los
más bajos o productivos |
R |
País |
Indicador |
1 |
Filipinas |
1.12 |
2 |
México |
1.1 |
3 |
Bolivia |
0.91 |
4 |
Brasil |
0.9 |
5 |
Chile |
0.84 |
6 |
Argentina |
0.78 |
7 |
Colombia |
0.74 |
21 |
Estados Unidos |
0.3 |
55 |
China |
-1.49 |
58 |
Rusia |
-2.34 |
Segundo, una reorientación sustancial del
Sena, que permita competencia en la prestación de servicios y la asignación sustancial
de los recursos al desarrollo tecnológico y a la contratación de aprendices.
Calidad gerencial |
Indicador |
Posición Colombia |
País líder |
Colombia frente al promedio de América Latina está |
La
gerencia es de alto nivel |
40 |
Estados
Unidos |
Igual |
Los
gerentes desarrollan y motivan a su gente |
37 |
Dinamarca |
3,0%
mejor |
Los
gerentes están dispuestos a delegar |
38 |
Suecia |
Igual |
El
salario del gerente está ligado al desempeño |
53 |
Estados
Unidos |
10%
peor |
Hay
oferta de educación gerencial en el país |
31 |
Estados
Unidos |
Igual |
La
alta gerencia es sólo para los mejores |
39 |
Suecia |
3,0%
peor |
Los
gerentes hablan un idioma extranjero |
38 |
Luxemburgo |
6,0
% peor |
Tercero, una regulación financiera y de
los mercados de capitales que permita canalizar muchos recursos frescos hacia nuevas y
diversas empresas. Cuarto, una reorientación de la tributación empresarial para
estimular el ahorro e inversión del sector privado, que reduzca los impuestos sobre las
ganancias reinvertidas.
Quinto, una ley de promoción de la competencia y de
defensa del consumidor que genere mayores oportunidades para los nuevos negocios. Sexto,
una buena regulación para la diseminación masiva de la tecnología informática y un
estímulo enorme a la inversión en ciencia y tecnología por parte del gobierno
reversando el infortunio del Plan de Desarrollo a este respecto y de las empresas.
El país empresarial, no obstante, no puede quedarse
cruzado de brazos esperando nuevas normas y debe promover su participación más activa en
las decisiones públicas para que el gobierno fortalezca su orientación de apoyo a los
negocios. Al tiempo con ello, los empresarios podrían seguir el ejemplo de numerosas
empresas que, como Noel, Leonisa y Acesco, han logrado capear el temporal del mercado
nacional reorientando sustancialmente sus acciones hacia la mejora de su competitividad y
la conquista de los mercados.
Si el país sigue añorando los buenos tiempos del Pibe,
si sigue celebrando la indisciplina del Tino, si sigue embelesado con la filosofía del
toque-toque sin goles, o si continúa dominado por el síndrome de desastre que hoy lo
aqueja, no llegaremos muy lejos. Con direcciones creativas como la de Alvarez, más
atención al marcapuntas izquierdo y un medio campo más industrioso, entusiasmo infinito
como el de jugadores cuyos nombres apenas aprendemos a pronunciar, mucha disciplina,
persistencia y nuevo espíritu de equipo, y una opinión pública que no exija milagros en
períodos muy cortos, el país podrá más bien concentrar su energía en ganar los
partidos por la competitividad, llenar los estadios y golear al mercado mundial.
Apertura
Colombia aún es una economía relativamente cerrada, si
se compara con Chile que está en el puesto 32 o México en el 28.
Gobierno
Colombia está entre los últimos del ranking por la
eficiencia de sus instituciones gubernamentales, por el gasto del gobierno.
Finanzas
No existe un mercado de capitales desarrollado y la
creación de empresas es difícil. Países como Perú (40) y Chile (28) nos llevan
ventaja.
Infraestructura
El país tiene mejor infraestructura que Venezuela (52) o
Ecuador (54), pero frente a Chile (18), la diferencia es grande.
Tecnología
En ciencia y tecnología estamos en la cola apenas por
encima de Ecuador (58) y Bolivia (59).
Management
La calidad de la gerencia es uno de los fuertes.
Superamos a Venezuela (47) y a Perú (49) . Pero estamos lejos de Chile (20) y México
(28).
Mercados laborales
En mercados laborales, Colombia está de penúltimo,
apenas logró superar a Sudáfrica y todos los países de América Latina están mejor.
Instituciones
En materia de seguridad jurídica y de todo orden,
Colombia no sale muy bien. Apenas superamos a Venezuela (57) y Ecuador (54).
Las lecciones del fútbol
La historia del fútbol deja varias enseñanzas.
En la década de los 50, el fútbol colombiano tuvo una edad de oro, con un brillo que
dependió de jugadores europeos de renombre. En 1962, Colombia logró clasificar
en el Mundial de Chile y alcanzó el recordado empate 4-4 con Rusia. Después de ese
triunfo, el fútbol entró en una etapa de "recesión" hasta los años 80. ¿La
razón? Colombia estuvo demasiado tiempo con el fútbol prestado, los equipos que
se llamaban profesionales eran verdaderamente amateur y la transferencia de conocimientos
fue muy limitada. Cualquier jugador o entrenador del Cono Sur nos descrestaba.
Faltaba dar un paso más allá, había que generar un fútbol local, era necesario
desarrollar tecnología propia, tener mejores jugadores, mejores directores y mejores
equipos. El fútbol logró avanzar en esa etapa desde los años 80, pero la economía no.
Y ahí hay una gran primera lección. Colombia se quedó en la mitad del proceso
de transferencia de tecnología y no pudo salir a los mercados internacionales con una
tecnología de talla mundial.
Maturana y Marroquín descubrieron que era necesario
dejar que el talento local se desarrollara y que era definitivo adquirir una técnica y un
estilo propios en el campo de juego. El progreso fue en ascenso hasta el 94, cuando nos
creímos campeones mundiales. No sólo en el fútbol, sino en la economía. El
triunfalismo temprano se acompañó de exceso de gasto e indisciplina generalizada. El
narcotráfico penetró casi todos los equipos. La economía y el fútbol entraron en una
burbuja que obnubiló a los dirigentes para construir en tecnología, en educación, en
infraestructura, en mejores reglas de juego para que mejores jugadores, entrenadores y
equipos le dieran al país tiempos mejores. La derrota en el Mundial del 94 en
Estados Unidos desinfló la burbuja, que condujo a un sentimiento generalizado de derrota
e impotencia. El síndrome de perdedores se apoderó del país.
La agenda oficial
El Gobierno lanzó una estrategia de
competitividad y productividad con tres ejes: las exportaciones, la promoción de clusters
o zonas especializadas que encadenan industrias y el Fondo Nacional de Productividad.
*El Gobierno apunta a una política comercial en la que
se cumplan los acuerdos y se aprovechen las ventajas que otorga el sistema de la
Organización Mundial del Comercio. El Gobierno mantiene una misión permanente en Ginebra
para estos efectos.
*La promoción de los clusters es otro de los
puntales de la política. El cluster es el agrupamiento de industrias que tienen sinergias
entre sí para lograr la integración de todos los procesos. Los clusters son
locales y se cree que son una herramienta clave de competitividad. Medellín, por ejemplo,
es un cluster del sector textil y de confecciones.
Se tratará de promover la conformación de clusters que
tengan ventajas comparativas, que sean definitivos en el desarrollo de una región y cuyos
productos tengan mercado externo con potencial.
*La tercera estrategia es el Fondo Nacional de
Productividad. El fondo dispondrá inicialmente de recursos por cerca de $50.000 millones
para fomentar la competitividad empresarial. Las empresas podrán acceder a los
recursos para iniciar planes de mejoramiento, nuevos procesos y nuevas tecnologías con
enfoque exportador. |
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