Vivo en Melbourne, Australia y acostumbro viajar mucho, especialmente manejando. Una vez que regresaba de Sydney manejando, era de noche y estaba solo en la carretera justo por una zona donde habían solo dos carriles en la pista... uno de ida y otro de vuelta. En esa zona habían letreros advirtiéndote que tengas cuidado con los canguros, ya que se metían a la carretera. Yo manejaba a 110 km/hora cuando de repente un canguro se aparece en la carretera y parandose en medio de ella, se queda mirandome. No quise atropellar al animal, así que giré el timón para la izquierda para evitar al canguro... pero rápidamente lo volví a girar hacia la derecha para regresar a la pista y no desbarrancarme. Debido a la velocidad que tenía y a los dos giros bruscos del timón, el carro se puso en dos ruedas... y así en dos ruedas manejé como 100 metros hasta que como fui perdiendo velocidad porque quité mi pie del acelerador, el carro otra vez volvió a su posición normal con las 4 ruedas. Mi ex compañera estaba conmigo en el asiento del costado, y yo sin detener el carro sólo atiné a decirle que ahora ya sabía como hacían en las películas para poner el carro en dos ruedas. Desde ese día me dije que si otra vez se me aparece un canguro en la pista, con mucha pena lo tendré que atropellar, ya que primero está mi vida.