Corresponsal: Betty Vergara
Gratitud
Te queria contar una Historia sobre la Gratitud :
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba la
calle distraídamente.
Una niñita se aproximó al negocio y apretó la
naricita contra el vidrio de la vitrina. Los ojos de
color del cielo brillaban cuando vio un determinado
objeto. Entró en el negocio y pidió para ver el
collar de turquesa azul.
- "Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien
bonito?".- dice ella.
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y
le preguntó:
- ¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un
pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos.
Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:
-"¿Eso
da?".
Eran apenas algunas monedas que ella exhibía
orgullosa.
- "Sabe, quiero dar este regalo a mi hermana mayor.
Desde que murió nuestra madre, ella cuida de
nosotros y no tiene tiempo para ella. Es el
cumpleaños de ella y tengo el convencimiento que
quedará feliz con el collar que es del color de sus
ojos".
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar
en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e
hizo un trabajado lazo con una cinta verde.
- "Tome, dijo a la niña. Lleve con cuidado".
Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo.
Aún no acababa el día, cuando una linda joven de
cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en
el negocio.
Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio
deshecho e indagó:
- "¿Este collar fue comprado aquí?
- "Si señora".
- "¿Y cuánto costó?
- "Ah!", - habló el dueño del negocio.
"El precio
de cualquier producto de mi tienda es siempre un
asunto confidencial entre el vendedor y el
cliente".
La joven continuó:
- "Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas.
El collar es verdadero, ¿no? Ella no tendría dinero
para pagarlo".
El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con
extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la
joven.
- "Ella pagó el precio más alto que cualquier
persona puede pagar, ELLA DIO TODO LO QUE TENÍA".
El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas
rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto
sus manos tomaban el pequeño envoltorio.
Moraleja
La verdadera donación es darse por entero, sin
restricciones.
La gratitud de quien ama no coloca límites para los
gestos de ternura.
Sed siempre agradecido pero no esperes el
reconocimiento de nadie.
Gratitud con amor no sólo reanima a quien recibe,
como reconforta a quien ofrece.
"La vida mejora con cada día que pasa cuando
demuestras una actitud positiva"
BV
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