Pimienta negra, 24 de diciembre de 2001

 

Argentina: análisis de coyuntura
por el Profesor J [fragmento]


[...] En Argentina las masas derribaron el gobierno, pero mal harían de ceder la
iniciativa, que ahora debe acentuarse en las localidades para organizar y
partir para el combate a ese pueblo pobre que supo quebrar esquemas junto a
las persianas de las tiendas donde se subordina la alimentación al circuito
mercantil. Algunos diarios y algunos sueltos por ahí hablan de que no debía
haber habido saqueos a viviendas, escudándose en que se trataría de casas de
pobres, pero en realidad es necesario que esa furia se haya manifestado
libremente, que sea capaz de perder el respeto al orden establecido y a los
valores de la pequeña burguesía que son tan apreciados por la izquierda del
sistema, así cuando vuelven a sus casas o chozas, lo hacen con la sensación
de que se quiebran barreras y se produce el acercamiento natural entre los
desempleados organizados y la masa insatisfecha. No será la izquierda con
sus discursos de orden y disciplina la que va a capitalizar el espíritu de
rebeldía desatado, sino esos compas que llaman a enfrentar al sistema con lo
que se tenga a mano. Pero ese acercamiento sólo es posible si se hace con el
lenguaje local inmediato, coyuntural, reivindicativo, produciendo una
simbiosis donde la comprensión de algunos se fusiona con la explosión de
muchos, y así juntos aprenden a golpear desde la miseria contra la riqueza,
desde la marginalidad contra las instituciones, desde la realidad contra la
demagogia. Hoy es la oportunidad de que esos rebeldes puedan intercambiar
ideas y llegar a la conclusión de que así como derrumbaron al gobierno,
pueden hacerlo con cualquiera, y pueden pensar en la posibilidad de
establecer el poder local, el espacio territorial que debe ser defendido y
desde el cual puede salirse a la calle junto a otros. Es el momento ideal
para proponer el desarrollo de actividades colectivas que agrupen a la gente
y permitan crear comunidades que practiquen la solidaridad interna, el apoyo
mutuo, etc., mostrando que una nueva sociedad es posible codo a codo uno con
otro. Si no se forman esas comunidades, la gente continuará mirando hacia
afuera y hacia arriba buscando las soluciones. Es necesario acentuar la
confianza en la autoorganizacion y la fuerza de la unión en la localidad.
Así, el desarrollo de la situación en Argentina no estará determinado por la
composición del gobierno de transición, sus medidas, las próximas
elecciones, etc., como desea el sistema, que necesita recolocar dentro de la
institucionalidad todo el inconformismo que unos culpan a los otros: el FMI
culpa al gobierno, la izquierda culpa al FMI, De la Rúa culpa a los
peronistas, y así sucesivamente. Ni será el espurio Frente contra la
Pobreza. Será el crecimiento de la alternativa de organización y lucha
autónoma, libertaria y rebelde en las localidades, así como su capacidad de
coordinación en niveles regionales y nacional, lo que determinará los
próximos períodos y procesos por los que pasará el pueblo pobre argentino.
Llamamos al más firme apoyo internacional a esa alternativa. A acompañar la
organización y lucha de los sectores autónomos. A enviar e-mails y
declaraciones de apoyo a la CTD-AV [Coordinadora de Trabajadores Desocupados "Aníbal Verón"] y las Madres de Plaza de Mayo. A visitar
Argentina, a hacerse presentes en estas horas y llevar la solidaridad directa a los compas que estan dando nuevas esperanzas de crecimiento de la
lucha rebelde al igual que los cocaleros en Bolivia. A seguir la página web
de las Madres y de la CTD-AV, a sumarse a las listas de discusión en
Argentina. A reflexionar y producir ideas en torno a la organización y lucha
en las localidades. A seguir el ejemplo y preparar saqueos a supermercados y
camiones en muchas partes.
Abrazos.
Profesor J
Acompañe las actividades y discusiones en directo en la lista:
autonomiaArg-subscribe@yahoogroups.com

Vean la declaración de la Madres:
MADRES DE PLAZA DE MAYO
Editorial de "¡Ni un paso atrás!" [programa de radio semanal de las Madres de Plaza de Mayo], 20-12-2001

La insurrección popular en Argentina

El pueblo de este país al sur libró durante estos dos días y sus noches,
otro de sus combates de clase: la insurreción popular.
Los explotados, perseguidos, injuriados, reprimidos a balas y también a
hambre, tomaron las calles, las plazas y los supermercados del país, para
torcer el rumbo de la realidad impuesta por los poderosos.
Todavía arde el fuego en la piedra dura de la calle, persiste la picazón en
los ojos llenos de gas. A las Madres aún les duelen los bastonazos, las
balas de goma y las pisadas que la infantería montada a caballo les propinó
cobardemente, por la espalda, esta mañana en su Plaza de Mayo.
Sin embargo, ya hay una certeza y una contundente decisión en el pueblo
movilizado: que nadie, burgués, dirigente político o burócrata sindical, cura
o milico, empresario grande o más chico, pretenda sacar provecho de la
batalla popular más importante desde el fin de la dictadura para acá.
Nada terminó con la renuncia de la rata De la Rúa. Ahora se abre otro camino
duro, de más resistencia y más combate. Pero ese camino está, a partir de
hoy, definitivamente iluminado de sol: el sol del pueblo que vive, lucha,
sueña y mantiene caliente el costado izquierdo de la rebelión.

"¡NI UN PASO ATRÁS!"
EL PROGRAMA RADIAL DE LA ASOCIACION MADRES DE PLAZA DE MAYO
TODOS LOS JUEVES, DE 21 A 22 HS., POR FM "LA TRIBU", 88.7 Mhz.

Vean este e-mail llegado a la lista politicaenserio@yahoogroups.com:

De: "Sonia E. D."

En medio del estallido social yo envié a una compañera que está en Europa el
siguiente e-mail:

Es realmente impresionante lo que está ocurriendo: las principales arterias
cortadas espontáneamente, los puentes de acceso a la capital cerrados,
multitudes por todas partes con una sola consigna: juicio a los que nos
robaron. Pero, a pesar que las consignas indican la necesidad de un cambio
radical, el movimiento no está organizado. No hay quien lo dirija, de modo
que temo que lo coopte alguna fracción peronista porque son los únicos que
aparecen hablando por televisión desoyendo que la calle grita también en
contra de ellos.
Saludos, tu amiga Sonia.

Comentario actual:

La realidad confirmó mis sopechas porque la gente ayer le daba duro a Menem,
a los milicos, a Alfonsín, a De la Rúa y pedían investigación y juicio a
todos los que robaron, pero hoy la cosa cambió. Lo único que se escucha en la
plaza es las críticas al gobierno de De la Rúa y el pedido de su renuncia.
Por la T.V. comenzaron los análisis sesgados diciendo cosas como por ejemplo
que la gente salió para oponerse al estado de sitio. Ese fue solamente uno
de los detonantes. Los peronistas, en la mañana estuvieron cercanos a la
idea de formar un gobierno de coalición, pero cuando comenzó a circular la
versión que Washington apoyaría previa renuncia de De la Rúa, se pusieron
firmes y comenzaron a confabular en San Luis.
Es una lástima, porque con una dirigencia lúcida esto podría haber sido algo muy distinto. Sin embargo espero que la gente, que aprendió que puede presionar, no se deje engañar.
Sonia

Vean qué interesantes estas notas llegadas a la lista de Autonomía en Argentina:
autonomiaArg@yahoogroups.com

La situación aquí en Buenos Aires está un poco menos tensa, pero todos
estamos tratando de seguir organizados para construir una salida desde abajo
que no obedezca a las transas de los políticos y demás dirigentes.
Las imágenes de la represión se han visto en todo el mundo, estamos
indignados por las muertes y los arrestos. Hubo una ocultación de la
información permanente. Recién hoy se conoce la cantidad de detenidos
(serían unos 3.000) y aseguran que están siendo liberados (al levantarse el
estado de sitio, serían liberados inmediatamente) pero al no haber sido
denunciadas las detenciones desconfiamos de la justicia y del Estado en
general. Muchos de los muertos no fueron necesariamente en enfrentamientos
con la policía, sino que las fuerzas represivas actuaron como lo saben hacer
y como lo hicieron tradicionalmente: matando y arrestando gente en las
imediaciones, sembrando el terror. Los enfrentamientos fueron constantes y
con ellos se logró defender las posiciones en el Congreso, en el Obelisco y
en la Plaza de Mayo. Ante el avance de la represión retrocedíamos muchas
veces en un desbante total y nos volvíamos a reagrupar en el Obelisco para
volver a avanzar hacia la Plaza de Mayo. Esto sucedió durante todo el día
hasta las 18:30 de ayer, cuando la [Policía] Montada tomó el Obelisco y tuvimos que
replegarnos sobre avenida Corrientes. Ya no quedó mucha gente a esa altura,
pero diferentes grupos seguían defendiendo posiciones e incendiando autos y
locales (como el McDonalds del Obelisco y otros negocios). La policía
disparó balas de goma y de plomo sin ningún problema. Todos tuvimos miedo,
pero sabíamos que mantenernos en la calle era la única forma de expresar
nuestro poder y de lograr imponernos. Más allá de los enfrentramientos fue
maravilloso ver a todo el pueblo en la calle: arrancaron los más pobres
pidiendo y consiguiendo comida en los supermercados (algunos salidos de la
vaina también destrozaron y saquearon pequeños autoservicios, además de las
grandes cadenas de supermercados) y atrás de ellos salió la clase media y
los estudiantes, desde donde surgió la iniciativa más política. Miles y
miles en la calle el miércoles a la noche pedíamos que se vayan ¡todos! y por
primera vez después de mucho tiempo el cántico "A ver, a ver, quién dirige
la batuta: el pueblo unido o el gobierno hijo de puta" tuvo un verdadero
sentido y la respuesta era y es sin dudarlo: el pueblo unido.
Hoy, viernes al mediodía, la euforia no se acaba, pero también nos invade la
tristeza por los compañeros muertos o detenidos que fueron violentamente
golpeados y torturados (la policía de civil estaba usando unos palos que
funcionan como picanas: sueltan corrientes eléctricas para inmovilizarte),
además de que existe una gran desconfianza sobre el futuro gobierno. Pero
hoy por hoy no existe una alternativa del pueblo, hoy por hoy no podemos
autogobernarnos aunque muchos lo deseemos, aún no estamos en condiciones, no
existe la suficiente organización. Lo que pasó fue una explosión desesperada
que sirvió para saber que estamos vivos, que el pueblo si sale a la calle
consigue lo que sea y que el futuro está en nuestras manos. No es poco. Por
los micrófonos de los medios puede escucharse gente de todas las clases y
edades decir que salimos esta vez y vamos a volver a salir, así que el
gobierno que asuma va a tener que atender a nuestros intereses porque ahora
sabemos que somos fuertes y que no nos van a volver a pasar por encima.
Ahora queda la lucha por la liberación de los presos de estos días y de las
luchas anteriores y la construcción de una alternativa propia desde la base,
tarea ardua si las hay.
Trataré de mantenerlos informados en la medida en que pueda sentarme en una
computadora (estamos en la calle todo el día). La solidaridad internacional
nunca viene mal, me he enterado que hay movilizaciones en algunas embajadas
argentinas de diferentes países. Esa información nos hace bien para
sentirnos apoyados, pero me parece algo central que todos sigamos
construyendo autonomía en donde estemos, ya que sólo una autoorganización
generalizada va a permitir que exista la autoorganización en estas y todas
partes del mundo. En estos días en Argentina se supo que no se puede ni se
quiere delegar más en dirigentes que no representan a nadie, aunque todavía
se piensa en dirigentes corruptos y no se cuestiona el lugar de dirigente en
sí mismo. De todas formas esto no va a arreglarse con un cambio de partido
en el gobierno, por lo que queda una gran expectativa sobre el futuro en nuestro país.
Sin más, me despido.
Salud y autonomía.
Karla

A continuación copio un artículo de [la revista] Retruco que me llegó y me gustó:

Desajuste popular

¿Cuáles son los límites del ajuste?, discutíamos hace algunos meses con algunos amigos.
Y pensamos en Bolivia donde el 80% de la población vive con menos de 100
dólares mensuales, y pensamos en la India donde millones de personas viven
en la calle. "Los que pone el pueblo", fue la conclusión. De eso se trata. Los límites que puso el pueblo al ajuste, es la mejor explicación de lo ocurrido entre el 18 y el 20 de setiembre del 2001 en la
Argentina.
Los argentinos estamos convencidos que somos un pueblo manso. Lo escuchamos
y repetimos durante generaciones, pero la historia lo desmiente.
En la Argentina las minorías impusieron siempre sus designios sobre la base
de la fuerza y el asesinato político. La Argentina moderna y organizada de
la segunda mitad del siglo XIX se asentó en el aplastamiento de las masas
federales del interior y el genocidio de los pueblos originarios. La oreja
de indio se cotizaba en la Patagonia como el cuero de zorro o de vicuña. Y
la proliferación de indios sin orejas obligó a cambiar la ley para asegurar
el deceso de la "pieza", se empezó a pagar por los testículos de indio.
A principios del siglo cientos de obreros fueron asesinados durante la
Semana Trágica y las huelgas de la Patagonia y la Forestal.
En la Argentina tuvimos 30.000 desaparecidos, miles de asesinados y cientos
de miles de exilados.
Tanta barbarie, que hoy continúa De la Rúa que se despide con mas de 30
muertes, en 24 meses, solo se explica en la obstinación de un pueblo en no
dejarse avasallar.
Los argentinos no somos un pueblo manso. Tuvimos las huelgas y los caños
anarquistas, 17 de Octubre, resistencia peronista, Cordobazo, organizaciones
armadas, récords históricos de luchas sindicales con bajas programadas de
producción, Madres de Plaza de Mayo, huelgas y movilizaciones de docentes y
estatales, escraches, paros generales, piquetes, carpas de resistencia en el
campo, ocupación de Facultades, saqueos, cacerolazos.
La pueblada de Mosconi [provincia de Salta], en abril de este año, fue un anticipo.
La fragmentación que impone una economía devastada y la prédica permanente
de enfrentar pobres contra pobres se rompe cuando la causa de todos los
padecimientos y el enemigo común aparecen corporizados en un punto. Y allí
se juntan las víctimas. Todos juntos, con lo que tienen a mano.
La caída estrepitosa de Cavallo y De la Rúa sólo puede explicarse por una
combinación formidable de concentraciones gremiales como las que se dieron en
La Plata y Córdoba el día miércoles, saqueos que empezaron en Concordia y
Quilmes el martes y se extendieron a los principales centros urbanos del
país, cacerolazos y movilizaciones que confluyeron el miércoles en Plaza de
Mayo y terminaron en una batalla campal que se prolongó en la Capital
durante el jueves.
Desarrollada la lucha en distintos frentes y escenarios, éstas no fueron
coordinadas por las Centrales Sindicales, ni por los partidos políticos de
izquierda. Lo dominante fue el espontaneísmo y en cada escenario actuaron
las organizaciones naturales.
En el caso de los saqueos, podemos distinguir reclamos organizados a
hipermercados como los que realizó el MTD de Solano-CTD Aníbal Verón, y en el
otro extremo el asalto a pequeños supermercados de barrio, liderados por una
banda de jóvenes que es el único (y el último) nivel organizativo en
algunas villas o asentamientos.
En las concentraciones realizadas en el interior (Rosario, Neuquén, Mendoza,
Córdoba), expresiones organizadas: agrupaciones estudiantiles,
organizaciones populares y gremios combativos acompañaron la movilización
espontánea de miles de personas que se convocaron en las plazas.
Con mínima presencia de expresiones organizadas, el cacerolazo porteño y la
gran movilización popular que juntó mas de 20.000 personas a Plaza de Mayo
-el miércoles por la noche- expresó a sectores medios y bajos urbanos que
alguna vez se convocaron para defender la democracia y fueron defraudados
por las "Felices Pascuas" de Alfonsín. La represión indiscriminada contra esa
movilización pacífica y bulliciosa, desnuda la esencia reaccionaria de un
partido como la UCR, que centró su discurso político en "la participación de
la gente".
Como en toda lucha de masas, y más precisamente como en toda lucha de clases
donde el componente espontáneo es dominante, hubo excesos, luchas de pobres
contra pobres, muertes absurdas, etc.
Pero estas situaciones no modifican el balance. Tampoco el cambio del color
político del gobierno: al fin y al cabo, justicialistas y radicales vienen
cogobernando desde 1983.
En jornadas históricas, el pueblo argentino ha vuelto a poner límites al
ajuste y a las políticas de hambre y marginación. Para los que se fueron y
para los que vienen.
Alguna vez, además de poner los sacrificios, los despedidos, los exilados y
los muertos, también tendría que tener derecho a tomar todas las decisiones
políticas. Pero esa es otra decisión, que se va gestando en las catacumbas, en
una estrategia cuyos tiempos sólo el pueblo conoce.
Guillermo Cieza
Retruco

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