Pimienta negra, 4 de marzo de 2002
Cacerolazo, viernes 1 marzo
La Plaza de Mayo, a oscuras
Primero fueron los ataques a los compañeros de Merlo, despues nos quisieron amedrentar con la Plaza del chori y el tetra brik [la "plaza del sí", del oficialismo, frente al Congreso], a la noche nos apagaron las luces de la plaza, pero ahí estuvimos como desde el 20 para decirles bien fuerte "¡váyanse todos!", ellos y su sucio sistema de miseria y muerte.
Mas de 10.000 personas llegamos a la plaza desde los diferentes barrios de Capital y Gran Buenos Aires. Algunos a pie, otros en bondi, todo sirve para llegar a la Plaza. La columna proveniente del Oeste (más de 1.000 personas que coparon un tren entero del Sarmiento), con los compañeros de Merlo agredidos por las patotas duhaldistas, recibió un impresionante apoyo de las demás asambleas, que en su mayoría enviaron representantes hacia el Oeste para marchar unificadamente en muestra de solidaridad.
Para sorpresa de todos la plaza estaba, novedosamente, a oscuras. Si con esa movida quisieron intimidar a alguien, no lo lograron. El pueblo ya no les teme. El pueblo se mantuvo firme en la plaza, cantando, golpeando las cacerolas, demostrando su voluntad de lucha. El gobierno, como siempre, rodeado por miles de policías armados hasta los dientes.
¿Quién tendrá la razón?