Pimienta negra, 21 de enero de 2002

 

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Bush, “el Bueno”
por Sebastián
sebastianar2000@yahoo.com.ar

 

Argentina, postargentinazo. Todos creíamos que un modelo terminaba. Obviamente sabemos quiénes tomaron el gobierno... Don Bush nos recomendó profundizar el libre mercado (¿se puede más?) Don Duhalde ya está en contacto. Este artículo, pensado para un público mas amplio del que visita Indymedia, toma desde la ironía las recetas de manual del libre mercado y las contrapone con la realidad.

 

Y al fin pasó. La “convertibilidad”, el modelo del 1 a 1, explotó dejando tras de sí un reguero de destrucción de la industria nacional, servicios públicos privatizados, una deuda externa impagable y casi la mitad de los argentinos en la pobreza. La “dolarización” sólo conviene a importadores y empresas privatizadas, y sería la convertibilidad llevada al extremo, sólo que además perderíamos nuestro poder soberano de tener una política monetaria propia, y quedaríamos así atados a las políticas monetarias de la potencia económica más grande del mundo, que en base a vivir una realidad muy distinta tiene determinados intereses no necesariamente compatibles con nuestras necesidades.

Hoy, ya rotos los malvados espejitos de colores menemistas que deformaban ciertas percepciones, caemos por fin a la dura realidad de que nosotros somos una economía arrasada del Tercer Mundo (¿recuerdan haber sido en los noventas “los mejores alumnos”?, ¡por favor, no olvidar los espejitos!). Tenemos ante nuestros ojos otra realidad. La de siempre.

Y ahora que ya tomamos conciencia (que no es lo mismo que saberlo) de que no tenemos industria, que no tenemos dinero, que no tenemos nada, viene Mr. Bush, y nos dice que... EE.UU. nos querría ayudar, SIEMPRE Y CUANDO NUESTRAS POLÍTICAS TIENDAN A LA PROFUNDIZACIÓN DEL LIBRE MERCADO.

Vamos a los libros. En los libros, “libre mercado” implica libre circulación de productos. Ambos contratantes se venden mutuamente lo que producen sin ninguna interferencia, en base a la mutua conveniencia. El Mercado todo lo regularía, todo lo solucionaría, y todo lo optimizaría para el bien de todos. Todo esto, según los libros de la receta.

Ahora vamos al mundo real. En la realidad, “libre mercado” implica distintas cosas según el poder de los países que comercian. Para los países del Primer Mundo implica bastante comercio pero con medidas proteccionistas para determinados ramas de su producción que desean proteger de la competencia externa. (No siguen exactamente las lecciones del manual. ¡Qué malos alumnos!). Pero para los países del Tercer Mundo ¡sí implica realmente libre comercio! Estos países venden sus materias primas o sus bienes primarios extractivos y no renovables, y compran todo lo que no producen. Compramos manufacturas al Primer Mundo, las que llevan insumos, las que dan empleo en donde se fabrican, las que hacen que una economía realmente se mueva por la cantidad de recursos que implica la fabricación de cualquier cosa. O sea, manufacturas que tienen un poder reactivador de la economía que ninguna materia prima posee.

Argentina, nuestra querida Argentina, igual que el resto de América Latina, salvo algunas excepciones, no tiene una industria fuerte. Sería bueno tenerla para poder seguir mejor las lecciones del Manual del Libre Comercio, como Bush "el Bueno" quiere, e intercambiar de igual a igual. Pero para eso antes deberíamos, como han hecho TODOS los países del Primer Mundo en un pasado no muy lejano, tener fuertes medidas proteccionistas para levantar otra vez una estructura productiva que luego nos permita, ¡por fin!, comerciar con ellos tal como dice el Manual, y como quiere Bush "el Bueno"! Según el Manual del Libre Comercio, esto nos convendría a todos, ya que el Primer Mundo podría comprarnos manufacturas variadas mas barato y no tendrían que comprarles a sus industrias locales, que tal vez sean caras, y por ende no tan competitivas, "ineficientes" las llaman.

¡Todo esto está en el Manual del Libre Comercio! Pero no, Mr. Bush “el Bueno”, muy apurado por ayudarnos, quiere ahora, en esta situación arrasada, tener librecambio con Argentina. Quiere que profundicemos las medidas de libre comercio. (¿Más de lo que hicimos con Menem? ¿Sería posible?) “El Bueno”, tal como dice el Manual, quiere que compremos los bienes manufacturados de EE.UU., libremente, sin arancel alguno. Y que nosotros le vendamos... ¿qué?

Repito. El bueno de Bush, quiere que compremos los bienes manufacturados de EEUU, libremente, sin arancel alguno. Y que nosotros le vendamos... ¡¡¡¿que?!!!

Nosotros, hoy por hoy, necesitamos trabajo y generar recursos genuinos que se repartan en nuestro pueblo paupérrimo. ¿Habrá más trabajo con las medidas de don Bush? A mí me parece que esta película ya la vimos... ¡Hace poquito nomás! Los mejores alumnos, nos decían!... Boludos una vez, sí. Dos veces...

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