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Autor: Javier Iguiñiz Echevarría

Instituto Bartolomé de Las Casas
Belisario Flores 687 Lima 14, Perú
Fax: 51-1-4725853.
Febrero de 1996

Javier Iguiñiz es Profesor principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú e Investigador en el Instituto Bartolomé de Las Casas - Rímac, Lima - Perú.  Ph.D. en Economía, The New School for Social Research, EE.UU., 1979; Master of Science, Iowa State University, 1972; Bachiller en Ingeniería, Universidad Nacional de Ingeniería, Perú, 1968.
En América Latina es una de las personas que introducen el pensamiento y la obra de Amartya Sen.
Iguiñiz fue alumno libre en las clases que dictaba Sen en Harvard en el año 1992.

Para obtener mayor información acerca de esta separata y otras investigaciones del Dr. Iguiñiz, escriba al correo electrónico:  jiguini@pucp.edu.pe

La intención es reflexionar sobre definiciones de desarrollo que se dan por sentadas, como obvias, a tal grado que llevan a perder campos de maniobra para avanzar en nuestro objetivo central, que podemos especificar como "desarrollo". Como acabamos de indicar, no pretendemos por el momento, ni la exhaustividad ni la erudición. Deseamos simplemente estimular la motivación para buscar nuevos ángulos de un problema como el del desarrollo para así abrir nuestras opciones como países subdesarrollados, como clases, regiones y razas pobres, como género discriminado. Tampoco pretendemos aterrizar en aspectos vinculados a la medición estadística y evaluación de la eficiencia de políticas en base a dichos conceptos.

En la historia, se ha demostrado muchas veces que las concepciones sólidas y las voluntades persistentes se abren paso entre estructuras a primera vista inexpugnables.  La concepción misma de desarrollo es una misma de desarrollo es una de las estructuras más solidas en el camino del cambio social, la racionalización conformista de las indudables asimetrías en las relaciones entre géneros es otra.

En este trabajo pretendemos, pues, cuatro cosas:
a) resumir diversas definiciones de desarrollo para introducir lo que nos parece más original, la que entiende el desarrollo como "expansión de capacidades";
b) redefinir o precisar mejor, con la ayuda de esa visión del desarrollo, el rol que la sociedad ha asignado tradicionalmente a la mujer y al varón;
c) reformular el estatus, justamente por su aporte al desarrollo redefinido, de toda actividad biológica, intelectual y moralmente formadora de personas y
d) reflexionar sobre las limitaciones del mundo históricamente asignado al varón.

Las oportunidades de mejorar las condiciones de vida de los pueblos de países subdesarrollados no son ni muchas, ni son fáciles de detectar, y generalmente las descubrimos tarde, pero esas oportunidades que pueden abrirse en determinadas circunstancias se aprovecharán mejor si es que se sabe bien la dirección básica a la que apuntamos. El aporte de Sen a esa redefinición de objetivos es clave. La naturaleza de las reivindicaciones de todos los sectores empobrecidos  u oprimidos se enriquece y, como consecuencia de ello, creemos que también la búsqueda de opciones alternativas de desarrollo en la que los países subdesarrollados puedan poner en mayor medida sus propias condiciones y reivindicar su originalidad cultural.

En la primera parte haremos un resumen de las acepciones centrales sobre el desarrollo, y en la segunda añadiremos algunas extensiones, varias de ellas estrictamente personales, pero generalmente derivadas de trabajos del propio Sen, desde una preocupación por precisar la división social del trabajo según géneros."

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