La adjudicación del Premio Nobel de Economía 1998 a Amartya Sen fue saludada unánimemente en el mundo económico y político. El economista indio se ha convertido a sus 65 años en una figura venerable para tirios y troyanos con sus intentos de dar un brillo humano a la economía sin violentar las reglas del mercado. Un periodista del Financial Times, Edward Luce, buscó al premio Nobel en el célebre Trinity College, en Cambridge, Inglaterra, y preparó el siguiente retrato.

Perfil del Premio Nobel de Economía 1998

Amartya Sen: Conciliando el rigor científico con el humanismo
Por Edward Luce

El profesor, un hombre de 65 años con el rostro de un académico, le quita grandeza al premio Nobel con su comentario. "Oh, todo tiene que ver mucho con la suerte", dice, mientras me lleva a un pasaje que conecta la pequeña casa del maestro con el comedor del college.

"Cada año hay rumores; además", dice él, "ya tenemos cuatro ganadores del premio Nobel en Trinity".

Pero esto en un contexto diferente. Sen, quien me conduce gentilmente hacia el comedor, es sólo el cuarto indio en ganar el premio.

Le pregunté por la cena en la que, según la mayoría de colleges de Oxbridge, aún se insiste en trajes y en usos especiales antes de servirse los alimentos. No siendo un cristiano, ¿le molestaba tener que recitar oraciones en latín cada noche? "Para nada. Lo hago con facilidad", responde Sen.

Los inicios

Sen había sido un estudiante universitario en Trinity a inicios de los años 50 y dividía la mayoría del período intermedio entre Delhi, Oxford y Harvard, desde donde regresó a Cambridge el año pasado.

Le pregunté cuánto había cambiado. El profesor pensó por un momento: "No hay cambios dramáticos", respondió. "Supongo que la comida es mejor y, por supuesto, tenemos mujeres ahora". Me atemorizaba pensar cómo era la comida entonces. Pasamos al plato principal. El mío consistía en cerdo en una salsa espesa y vegetales.

Yo quería saber lo que él pensaba sobre la reacción a su recibimiento del premio Nobel en octubre. El premio llegaba poco después de la casi bancarrota del Long Term Capital Management, el fondo de alto riesgo asentado en Connecticut. Aunque el fondo fue mantenido a flote, fue duramente criticado por el exceso de riesgo en que incurrió en sus operaciones.

Paradójicamente, el fondo había nombrado a Robert Merton y a Myron Scholes - dos premios Nobel de Economía - a su junta, ambos distinguidos por la medición del riesgo financiero.

EXCULPANDO A LOS FLUJOS DE CAPITAL

Siendo este un ambiente relativamente sagrado, la conversación también tocó la religión. Aunque con antepasados hindúes, Sen negó cualquier predilección con el espiritualismo. De hecho, uno de los documentos que más tarde me mostró Sen se titulaba "Interpretando el pasado de la India", gran parte del cual criticaba la tendencia de algunos académicos hindúes de dar demasiada importancia al pasado espiritualista del país y de descartar la ciencia como un concepto "occidental".

Sin embargo, no toda la religión era mala. "Debo decir que la gran marca de redención del cristianismo es su enfoque del alcohol", sostuvo.

Era momento, sin embargo de tomar nuestro café y pasar a las suntuosas oficinas del maestro para una entrevista más formal.

Allí había retratos impresionantes de destacados alumnos de Trinity, así como la imagen de Sir Isaac Newton.

Sen habló dando algunos detalles sobre el trabajo de su vida, enfatizando el vínculo entre libertad y la prevención de la hambruna y sobre la importancia de establecer un equilibrio entre los derechos del individuo y el grupo social. Sen habló sobre una enorme variedad de temas económicos.

Sus opiniones sobre la reciente crisis financiera en Asia, sien embargo fueron sorprendentemente ortodoxas. Habría sido lógico que él culpe del alboroto a los mercados financieros. En vez de ello, dijo "No culparía por la crisis a los flujos libres de capital. Los problemas tenían que ver mayormente con la manera en que países como Corea del Sur eran manejados".

Sen me acompañó al patio para despedirme. Este cortés economista no era una madre Teresa, pensé. Pero entonces descubrí que también me era imposible imaginarlo en la junta de un fondo de riesgos estadounidense.

Contrastes

Publicaciones como Le Monde y Newsweek interpretaron el premio de Sen como un golpe a las más misteriosas ramas de la economía moderna. Después de todo, sólo aquellos empapados en álgebra pueden descifrar la mayoría de lo que Scholes y Merton tienen que decir.

Sen, por el contrario, ha sido retratado como un economista humanitario con gran parte de su trabajo dedicado a la economía de la pobreza y la hambruna. Sen baja la mirada cuando hago mención de sus habilidades matemáticas "Bueno, como presidente de la Sociedad de Econometría hace 10 años, creo que puedo mantenerme firme en matemáticas", dice él.

Más tarde, después de una discusión de 90 minutos en la sala del maestro, Sen me muestra una gran cantidad de documentos que ha escrito recientemente, incluyendo dos con suficiente álgebra para arruinar una facultad matemática.

Comprendí lo que sucedía. Sen claramente se había fastidiado con las versiones incorrectas de sus logros académicos. "Una publicación - no diré cual - me llamó 'La Madre Teresa de la economía'", añadió. Muy poca gente en realidad lee la declaración del comité Nobel, los primeros tres cuartos de la cual habla de mi trabajo sobre teoría de la elección social".

Midiendo la pobreza

Sin embargo, su trabajo más cautivador y accesible de Sen es sobre la medición de la pobreza. Lo que Sen ha escrito sobre el tema inspiró a la ONU para introducir la nueva medida del desarrollo (pasando así de una medida basada en una cruda división de población por ingreso nacional - PBI por habitante - a una basada en indicadores no monetarios como expectativa de vida, alfabetismo y tasas de mortandad infantil).

El nuevo método brinda resultados sorprendentemente diferentes. Los países como Vietnam y Sri Lanka tienen buen puntaje bajo el enfoque inspirado por Sen, mientras que lugares como México y Sudáfrica caen abruptamente.

Pasamos al postre y a temas inconexos. El profesor se animó un poco al hablar de las raíces de las palabras, en especial aquellas que derivan del sánscrito y pali, que han sido incorporadas al idioma inglés. Le dije que mi esposa, quien como Sen, es de la India, podía citar docenas de palabra de India usadas en el inglés diario: chutney, juggernaut, bungalow y verandah.

"¿Docenas?" me dice. "Yo podría mencionar unas 2000". Empezó con unas pocas y se detuvo en "punch", ese inimitable cocktail inglés que aparentemente deriva de la palabra del sánscrito que significa "cinco", supuestamente porqué está compuesto por cinco ingredientes.


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