ABAJO LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA EN IRAK!
Declaración internacional ante la guerra imperialista contra Irak
Poder Obrero Colombia hace suya la siguiente declaracion politica sobre Irak.
Subscribimos plenamente su contenido y por ello la reproducimos integramente haciendola nuestra ya qye la misma refleja con exactitud nuestra posicion sobre la ocupacion imperialista de Irak
A un año de la guerra imperialista contra Irak, unir las fuerzas de los explotados del mundo por la derrota de la burguesía invasora
El próximo 20 de marzo se desarrollarán en todos los países del planeta movilizaciones de masas contra la guerra. Al cumplirse este primer aniversario, hasta el más sordo puede oir que las verdaderas causas de la brutal guerra genocida perpetrada por el Imperialismo anglo-yankee y sus socios menores poco tiene que ver con “...las armas de destrucción masiva”, o con el “...peligro terrorista”. Es la lógica del capitalismo en su fase imperialista lo que obliga a las diversas burguesías imperiales a la reconquista del planeta, disputándose territorios y riquezas, y profundizando la opresión nacional de los países pobres del mundo.
Esta verdad inocultable desnuda también el cinismo de las burguesías “contrarias a esta guerra” (Francia, Alemania), cuyas lágrimas por la paz son tan de cocodrilo como que están negociando con los invasores sus cuotas de poder en el propio Irak, tanto respecto al petróleo como a los gigantescos negocios de la reconstrucción de la tierra arrasada.
En este marco, las Naciones Unidas vuelven a demostrar ser una oficina del Imperialismo, una “cueva de bandidos” cuya función es administrar y legitimar lo que los opresores ya han concretado a punta de misiles y cañones.
Cada día que pasa no sólo crece la resistencia iraquí, sino que crece también la indignación de los pueblos del mundo (incluso al interior de los propios países imperialistas), contra esta guerra de rapiña. Desde antes de la propia invasión a Bagdad miles nos movilizamos (como lo haremos el próximo 20 de marzo), en las principales capitales del mundo. Sin embargo, todas estas demostraciones “por la paz” tuvieron el talón de Aquiles de no definir ningún plan de lucha que indicara cómo terminar con la guerra.
Para poner en pie tales acciones, hay que partir de la constatación científica que la guerra en curso responde a las mismas razones por las cuales crece la pobreza, el hambre y la desocupación en todo el planeta. No se trata de un “malvado Bush” enviado por Satanás, sino de la lógica inevitable de un sistema (el capitalismo), que no puede ser humanizado, que no puede ofrecer otra alternativa a los pueblos del mundo (¡incluídos los trabajadores de EEUU, Reino Unido, España o Italia!) que más y más explotación. Esta es también la razón básica por la cual el derrocado Gobierno burgués nacionalista de Sadam Hussein no ofreció resistencia alguna a los invasores: defensor de este sistema capitalista, ariete de los propios yankees en la guerra contra Irán en los 80, opresor de los kurdos y otras minorías en su propio territorio, y en fin, explotador de obreros y campesinos, su propio carácter de clase le impidió y le impide dirigir cualquier resistencia seria.
Como una expresión más del nacionalismo burgués, el terrorismo fundamentalista de Bin Laden expresa, de una manera trágica, su carácter antiobrero y contrario a una lucha de clases internacional contra el Imperialismo: el reciente atentado en Madrid así lo demuestra.
La verdadera resistencia viene de las masas (iraquíes y del resto del mundo), que sin una dirección revolucionaria, sin una perspectiva internacionalista opuesta al Imperialismo, pelean como pueden para echar a los invasores y para frenar su ofensiva reaccionaria.
Nuestra defensa de esta resistencia nos compromete a luchar contra los agentes de los explotadores en cada uno de nuestros propios territorios por la derrota del Imperialismo, sabiendo ligar la pelea cotidiana por las reivindicaciones inmediatas (salarios, trabajo, salud, educación, vivienda, tierra) al combate contra la guerra y contra todos los regímenes que la apoyan sosteniendo el sistema de explotación que la engendra.
Desde este lugar, clasista y revolucionario, combatimos también el pacifismo idealista e impotente, que proclama la utopía de la paz sin estar armados (ideológica, política, organizativa y militarmente) de una estrategia capaz de derrotar al Imperialismo opresor.
Las organizaciones que firmamos esta declaración (que estamos repartiendo en distintos idiomas y en distintos puntos del planeta), llamamos a la unidad de acción antimperialista, al tiempo que pretendemos avanzar en poner en pie el partido mundial de la Revolución Socialista, recogiendo las mejores tradiciones del Internacionalismo Proletario.
Fracción Trotskysta (Sección brasileña de la TCI) –
CC por un POR (Sección argentina de la TCI) –
Groupe CRI (Communiste Révolutionnaire Internationaliste-France) - Poder Obrero Colombia