Cada día que te veo,
eres más bella mujer.
Y entre suspiro y suspiro,
sueño llegarte a tener.
Y de reojo te admiro,
cuando pasa a mi lado,
aunque me dejas helado,
prefiero mirar callado.
Te veo de lejos surgir,
como brotando en la nada.
Un angel engalanada,
tan hermosa, tan sutil.
Te pierdes vertiginosamente,
confundida entre la gente.
Surgiendo por otro lado,
como de cuento encantado.
Eres hermosa mujer,
tan bella como el amor,
tan dulce como el placer,
que siento al besar la flor.
Cada vez que yo te veo,
me atrevo a soñar contigo.
Y siento que puedo amar,
sin preocuparme el pecar.
Me transformo en ser humano
y vuelvo a soñar despierto.
Cuando al mirarte un momento,
me absorves el pensamiento.
No me puedo sustraer,
de tu figura mujer.
Tan sublime como bella,
tan perfecta como estrella.
Volver a setir tu roce,
como lo hiciera una vez,
puede brindarme quizás,
la sensación que olvidé.
Eres aquello perfecto,
de la creación del Señor.
Si tiene algún defecto,
puedo ignorarlo amor.
Mujer:
divina pasión del hombre,
que en experiencia sublime,
se transforma el contemplate.
Y en éxito inigualable,
el pretender alcanzarte.
9/Abril/1996
