CANCIONES DE SIEMPRE PARA SIEMPRE

 

LAS TRES OVEJAS

Tengo, tengo, tengo,
tú no tienes nada,
tengo tres ovejas
en una cabaña.
Una me da leche,
otra me da lana,
y otra mantequilla
para toda la semana.

(Caballito blanco, reblanco,
llévame de aquí,
llévame a mi pueblo,
donde yo nací.

Que una, que dos, que tres,
Salta niña bonita que vas 
a perder
y si sigues hasta ocho,
te daré un bizcocho.)

 

PASIMISÍ

Pasimisí, pasimisá,
por la puerta de Alcalá
las de alante corren mucho,
las de atrás se quedarán.

EL PATIO DE MI CASA

El patio de mi casa
es particular,
cuando llueve se moja
como los demás.
Agáchate
y vuélvete a agachar,
que los agachaditos
no saben bailar.
Hache, i
jota, Ka,
ele, elle,
eme, a.
Que si tú no me quieres,
otro amante me querrá.
Chocolate, molinillo,
corre corre,
que te pillo.
Achupé, achupé
sentadita me quedé.

 

 

AL JARDÍN DE LA ALEGRÍA

Al jardín de la alegría
quiere mi madre que vaya
para ver si me sale un novio
el más bonito de España.
Vamos los dos, los dos,
los dos,
vamos los dos en compañía
vamos los dos, los dos,
los dos,
al jardín de la alegría.


Han puesto una librería
con los libros muy baratos,
con los libros muy baratos.
Con un letrero que dice:
-Aquí se vende barato.-
Madre déme usted la capa,
que me voy a torear,
que me voy a torear;
que me han dicho los toreros
que el toro me va a matar,
que el toro me va a matar.
A mí no me mata el toro,
ni tampoco los toreros,
ni tampoco los toreros.
A mí me mata una niña
que tenga los ojos negros,
que tenga los ojos negros.
Y tú como no los tienes,
morena, yo no te quiero;
y tú como si los tienes,
morena, yo si te quiero,
morena yo si te quiero.

SAN PEDRO

San Pedro, como era calvo,
le picaban los mosquitos,
y su madre le decía:
-Ponte el gorro Periquito-
La seña María,
ha entrado en el baile,
que lo baile, que lo baile,
que lo baile,
y si no lo baila,
medio cuartito vale,
que lo baile, que lo baile,
que lo baile.
Que salga usted,
que la quiero ver bailar,
saltar y brincar.

 

EL PANADERO

A la una, a las dos,
a las tres de la mañana
se levanta el panadero
con calzones de badana.

Apareja su borrico
y le echa el alforjón
y se marcha a Zaragoza
a vender pan de Aragón.

Al buen pan de Aragón
muchachas acudid,
que lo vendo barato
y me tengo que ir.