IDEOLOGÍA Y CAMBIO SOCIAL
1 IDEOLOGÍA
En épocas de
severas crisis surge la imperiosa necesidad de establecer cambios en la
sociedad. Disponemos de la posibilidad de establecer nuevas leyes, promulgadas
por el Estado, para que, exteriormente al individuo, permitan lograr un mejor
ordenamiento social, o bien debemos encontrar la información básica que nos
permita establecer una mejora ética generalizada.
A esta información
podemos denominarla “ideología”, ya que ha de estar materializada por un
conjunto ordenado de ideas que deberá ser aceptado y comprendido por la mayoría
de las personas, para que se produzcan los efectos deseados.
Si bien se emplea
generalmente la palabra “ideología” para denominar a un conjunto de ideas con
poco o ningún fundamento científico, en este caso adoptamos un término cuyo
significado se asocia a lo que podríamos denominar “la ciencia de las ideas”.
En lugar de
esperar que el lector “crea” en el mensaje recibido, o “esté de acuerdo” con el
mismo, es deseable que pueda decir finalmente si la información recibida es
“verdadera”, o no.
Para tener éxito
en esta empresa, debe disponerse de información que sea accesible a la
verificación directa por parte de cualquier observador. Previamente a tal
verificación, su contenido deberá ser accesible a personas con niveles
intelectuales aceptables, y no sólo a especialistas en temas sociales.
2 REFERENCIA ESENCIAL
En la mayoría de
las discusiones respecto de cómo el hombre debería actuar en sociedad, se
olvida una referencia esencial, y es la existencia de un criterio exterior a la
humanidad que constituye la “voluntad del Creador”, o la voluntad de la
Naturaleza.
Es evidente que
existen leyes naturales que rigen a todas y cada una de las partes
constitutivas de nuestro cuerpo y de nuestra mente, incluso a los procesos
asociados a nuestros sentimientos y a nuestro comportamiento social. De ahí que
resulta esencial tener en cuenta esas leyes; de lo contrario toda discusión
carecerá de seriedad y de significado.
Nótese que la idea
de adaptarnos a un conjunto de leyes preestablecidas, es una idea cercana
a la religión. Tales leyes, las leyes de
Dios, no son otra cosa que las leyes naturales que estudia la ciencia
experimental. De ahí que, al adoptar como referencia al orden natural
existente, estamos adoptando una postura que se identifica con el planteamiento
básico de la religión natural, que es compatible con la ciencia experimental.
Si todo lo
existente está regido por leyes naturales, podemos hablar de la existencia de
cierto orden, ya que toda ley se establece para crear un orden. Si aceptamos la
existencia de leyes naturales, estamos también aceptando la existencia de un
orden natural.
3 TENDENCIA DEL UNIVERSO
La influencia de
las leyes naturales se manifiesta como un conjunto de fuerzas, o presiones, que
nos impulsan, a través de “premios” y “castigos”, a seguir determinados rumbos
en lugar de otros. Es esencial poder describir tales tendencias para poder
adaptarnos de la mejor manera posible a ese orden natural.
La ciencia actual
nos sugiere que hubo un inicio del universo en el cual existían partículas simples, luego se fueron formando los
núcleos, átomos, moléculas, células, organismos, y así hasta llegar,
finalmente, a la vida inteligente. Podemos decir que existe una tendencia a la
formación de niveles de mayor complejidad y, a la vez, con un mayor grado de
conciencia, como fue sugerido por Teilhard de Chardin y otros autores.
Los últimos
peldaños de la complejidad se han ido formando a través del proceso evolutivo,
siendo la evolución cultural el proceso por el cual el hombre, al adquirir
información adicional sobre las leyes que rigen al universo y a nosotros
mismos, logra aceptables niveles de adaptación al orden natural.
Además del sentido
aparente del universo, podemos hablar de un sentido de la humanidad, que se ha
de ir estableciendo a través de una toma de conciencia que habrá de constituir
la conciencia colectiva de la humanidad. Este proceso se ha de establecer
mediante una especie de introspección sociológica que favorecerá el
establecimiento de la misma.
Una ideología,
para ser efectiva, deberá llegar a ser una parte integrante de la mentalidad
generalizada de la sociedad. Para ello, no basta sólo con la veracidad de su
contenido, sino que deberá ser transmitida con la misma eficacia que permite
que una canción trascienda las épocas y se incorpore a la tradición de un
pueblo.
4 CIENCIA
Debido a las
divisiones y antagonismos que se producen entre los seguidores de las distintas
religiones, junto a la falta de rigor mostrado por las distintas posturas
filosóficas, todas nuestras esperanzas recaen en la ciencia experimental, como
el medio más confiable para establecer el conocimiento básico que orientará
nuestras decisiones. Y ello es posible por cuanto, lo que es necesario conocer
con certeza, que es lo simple y lo evidente, es justamente lo que resulta
observable y cuantificable, es decir, lo que puede entrar en el marco de la
ciencia experimental.
La postura
expuesta no implica un rechazo a la religión o a la filosofía, sino un
fortalecimiento de aquella religión, o de aquella filosofía, que mejor
resultado produce en el hombre (admitiendo que la verdad favorece el Bien).
Mediante el presente escrito, no se busca el establecimiento de un orden social
basado en criterios puramente humanos, sino que se busca llegar a un orden
social compatible con las leyes naturales existentes, y que son independientes
de nuestros deseos y de nuestras creencias personales.
En nuestra época,
pareciera, es posible disponer del conocimiento básico necesario para lograr
mejoras sensibles en el nivel de felicidad de los seres humanos, sólo que ese
conocimiento necesita ser organizado, resumido y transmitido en forma eficaz a
la mayor parte de los seres humanos.
5 DIMENSIONES DEL HOMBRE
Una idea muy
simple es la que permite considerar al hombre en base a tres aspectos básicos
de su conformación. Es evidente que tenemos cuerpo, mente y sentimientos y que nuestra
vida consiste esencialmente en tratar de satisfacer a todos ellos. Sin embargo,
en épocas de crisis aparece el “hombre mutilado” que sólo busca la satisfacción
de uno de ellos, o de ninguno.
Hay quienes eligen
satisfacer al cuerpo, buscando comodidad y placeres, como meta para sus vidas.
Otros eligen al conocimiento y al intelecto como objetivos principales de su
búsqueda, mientras que otros encuentran en las satisfacciones morales, o
éticas, la principal causa de felicidad.
El comportamiento
ético está basado, justamente, en la búsqueda de satisfacciones asociadas a
nuestros sentimientos, mientras que una exclusiva búsqueda de la felicidad en
lo material o en lo intelectual, alejará al hombre del comportamiento deseable.
De ahí que deba sugerirse una búsqueda equilibrada de felicidad, priorizando
los aspectos éticos y afectivos sobre los restantes.
Nótese que el
consumismo y el masivo derroche tienden a producir un serio deterioro ambiental
que habrá de corregirse adoptando una distinta meta para nuestras vidas. En el
centro de todo problema ambiental, y social, existen actitudes personales
inadecuadas.
Según sea el
camino elegido para llegar a la felicidad, así será la escala de valores
adoptada y de ahí surgirán tanto el nivel ético, como el intelectual y el
estético resultantes.
6 EL BIEN Y EL MAL
Una vez que hemos
adoptado una meta para nuestra vida, decimos que “bueno” es lo que favorece su
logro, mientras que “malo” es lo que lo impide.
Ya sea que
elijamos la búsqueda de lo ético, de lo intelectual o de lo estético, el camino
para su logro no depende tan sólo de nosotros mismos, sino de las leyes
naturales que rigen nuestra conducta. Así, para llegar al logro de
satisfacciones morales deberemos adoptar la actitud predominante del amor.
Una de las formas
de describir la historia de la humanidad es a través de los intentos que hemos
realizado para lograr la felicidad, tratando de impedir, simultáneamente, las
causas que producen sufrimiento. Esta es la “lucha entre el Bien y el Mal”, que
se resume en la “lucha entre el conocimiento y la ignorancia”, o entre “la
verdad y la mentira”.
Podemos decir que
la felicidad será lograda en cuanto dispongamos de una acertada descripción del
comportamiento humano y de una adecuada difusión de esa información y de ese
conocimiento.
7 TENDENCIAS
Otras de las
tendencias asociadas a nuestro comportamiento social están constituidas por la
búsqueda de la competencia, o bien por la búsqueda de la cooperación.
Competimos cuando nos entristecemos por la felicidad ajena (y nos alegramos por
su tristeza), con lo cual favorecemos la disminución del nivel de felicidad
promedio de la sociedad.
Por el contrario,
cuando compartimos las penas y las alegrías de los demás, tratando de ser felices
(mostrando una actitud cooperativa), estamos elevando el nivel de felicidad
promedio de la sociedad.
Podemos acentuar
esta tendencia a partir de la siguiente sugerencia: Trata de compartir las penas
y alegrías de los demás como si fuesen propias. Esta sugerencia no es otra
cosa que el mandamiento cristiano del amor al prójimo: “Amarás al prójimo como
a ti mismo”.
8 CIUDADANOS DEL MUNDO
Cuando hablamos de
leyes naturales, hacemos referencia a leyes de validez general, que se cumplen
para todos los seres humanos. También la palabra “prójimo” hace referencia a
todo ser humano. De ahí que, adoptando el punto de vista de la ciencia, hacemos
referencia al “ciudadano del mundo”, antes que al ciudadano de tal o cual
Nación.
De ahí que se
sugiere abandonar la tendencia competitiva que nos hace ver a los demás como
integrantes de otro grupo social, de otra nacionalidad, o de otra etnia. En su
lugar debemos observar a todo ser humano como un ciudadano del mundo, que
pertenece a nuestro propio grupo social, que es el grupo humano.
9 RELATIVISMO
Especialmente en
el ámbito de la filosofía especulativa, han aparecido posturas que rechazan
tanto la existencia de la Verdad objetiva como del Bien objetivo (o de las
causas que lo producen). Si se considera que no existe la Verdad ni el Bien, no
habría motivos para buscarlos. Y sin la Verdad ni el Bien, raramente podremos
solucionar cualquier tipo de crisis que se presente.
Tanto la Verdad
objetiva como el Bien objetivo son aspectos que entran, o pueden entrar, en el
marco de las descripciones científicas. Incluso podemos decir que la ciencia es
el proceso que busca la verdad mediante el método de ensayo y error, mientras
que, al considerar los vínculos invariantes entre causas y efectos (leyes
naturales), decimos que algunas causas producen el Bien (felicidad) y otras el
Mal (sufrimiento), siendo este proceso independiente de la época, de los
pueblos y de las creencias particulares.
De todas formas,
tanto desde la ciencia, como desde la religión y la filosofía científica (la
que es compatible con la ciencia), se excluye tanto el relativismo cognitivo
como el moral, considerándose que esta postura lleva al hombre y a la sociedad,
necesariamente, a crisis individuales y sociales.
10 LIBERTAD E IGUALDAD
En nuestra época
todavía observamos la lucha ideológica entre posturas que promueven con
preponderancia la libertad, por una parte, y la igualdad, por la otra.
La postura liberal
aboga por un Estado mínimo que garantice las “reglas del juego” para que
favorezca la actividad de los productores, para el posterior libre intercambio
en el mercado. Se supone que, luego de la mejora económica, habrá una mejora
generalizada en los otros aspectos de la sociedad.
Se busca, con la
división de poderes y la democracia, evitar el excesivo poder que algunos
hombres pueden ejercer a través del Estado. Se busca que los hombres sean
regidos por las leyes antes que por la voluntad de otros hombres.
La postura
socialista, por el contrario, aboga por la eliminación de la propiedad privada
para que favorezca la eliminación de todo tipo de desigualdad social, aún a
costa de la pérdida de la libertad. Al igual que en la postura liberal, se
supone que, luego de la mejora del método productivo, habrá una mejora
generalizada de la sociedad.
El total monopolio
estatal crea una situación de gran riesgo social por cuanto toda una Nación
queda supeditada a las decisiones de una sola persona, o de un grupo reducido.
Recordemos que las mayores catástrofes humanas, producidas por el nazismo y por
el comunismo, se produjeron bajo circunstancias en que predominaba una gran
concentración de poder estatal.
Tanto el
liberalismo como el socialismo tienen inconvenientes, ya que, a mayor libertad,
menor seguridad, y a mayor seguridad, menor libertad, por lo que resulta conveniente
adoptar una postura intermedia. Ninguna sociedad puede darse el lujo de
prescindir de la actividad del Estado o de la actividad privada.
Además, la
búsqueda de la igualdad no será necesaria cuando predomine la cooperación, ya
que con tal actitud desaparecerá la envidia y ya no será necesario establecer
una sociedad igualitaria que satisfaga a quienes todavía mantienen tal actitud.
11 MERCADO
El mercado es un
proceso económico constituido por un sistema autorregulado. Para describirlo
adecuadamente, debemos considerar incluso el aspecto ético, sin el cual cualquier
actividad libre no asociará la correspondiente responsabilidad que debe
acompañar a esa libertad. Así como un padre da libertad a sus hijos a medida
que adquieren responsabilidad, el Estado debe dar libertad en función de la
responsabilidad mostrada por los integrantes de la sociedad. Por lo que podemos
sintetizar la idea como:
Mercado = Trabajo
+ Ahorro Productivo + Ética
En este caso, la ética
estaría asociada a la actitud cooperativa, ya que no es imprescindible, como
muchos creen, la actitud competitiva, como algo esencial para que el proceso
funcione exitosamente. La actitud competitiva lleva, tarde o temprano, a la
especulación, o a la búsqueda de poder,
y de ahí a las severas crisis financieras que han ocurrido.
Nótese que la
actitud del ahorro implica una tendencia a sacrificar el presente en la
búsqueda de cierta seguridad futura, mientras que la actitud del consumo y del
crédito implica una tendencia a sacrificar el futuro buscando cierto bienestar
presente. Con el ahorro se busca la seguridad, con el crédito se busca el
bienestar.
12 SUBDESARROLLO
Existen algunas
actitudes generalizadas que favorecen el subdesarrollo de los países e impiden
su crecimiento. Así, se culpa a otros países por todos los males padecidos,
siendo la actitud que favorece el fracaso. Se anula, de esa forma, todo intento
por mejorar la situación.
Se combate al
empresario y a todo el que realiza actividades productivas, mientras que se
considera al negligente y al irresponsable como víctimas de aquéllos. Se
muestra públicamente la pobreza culpando a los sectores productivos por no
“repartir las riquezas”, pero pocas veces se critica al que no produce, o al
burócrata estatal que tiene elevados sueldos por realizar tareas de dudosa
validez.
El ciudadano común
se muestra “generoso” con sus semejantes por cuanto trata de repartir los
bienes ajenos, pero casi nunca los propios. Transfiere toda responsabilidad
social al Estado y al sector productivo. Como el porcentaje de empresarios no
resulta suficiente para que la economía funcione aceptablemente, se los culpa
con exclusividad por la situación de crisis.
Los políticos,
para no perder votos, nunca se atreverán a criticar al que no produce, o al que
le roba a la sociedad a través del sueldo estatal que recibe por su
pseudo-trabajo. Por el contrario, se ubicarán como defensores de los débiles
ante los “poderosos y perversos empresarios”. El populismo va cambiando de
rostro y de partido, pero nunca pierde su esencia.
13 VIRTUD, HIPOCRESÍA Y CINISMO
Podemos decir que
la virtud consiste en adoptar una actitud cooperativa. Mediante la misma el
individuo obtiene un elevado grado de felicidad siendo capaz de compartir ese
estado anímico con las personas que le rodean.
Cuando en el
individuo quedan todavía resabios de la actitud competitiva, no queda del todo
convencido que la cooperación es el mejor camino. En ese caso, reconoce la
virtud, pero no actúa conforme a ella, por lo que decimos que tal persona es
hipócrita.
De tanto criticar
la hipocresía y de tanto escuchar opiniones favorables al relativismo moral, el
individuo puede llegar hasta el cinismo, ya que ni siquiera admite la existencia
de la virtud, y actúa según le viene en ganas, ignorando cualquier tipo de
norma moral aceptada por la sociedad.
14 DERECHOS Y DEBERES
En los ámbitos
educativos predomina la tendencia a promover derechos en los niños y en los
adolescentes, sin la búsqueda simultánea de los deberes correspondientes, que
son, justamente, los derechos de los demás. De esa manera se va induciendo una
actitud similar a la de los “nobles déspotas” de otras épocas.
Luego, al
considerar inimputables a los menores, por delitos
cometidos, la ley favorece en forma directa a la delincuencia, lo que
constituye un serio perjuicio para ellos y para sus víctimas, aunque se
predique lo contrario.
15 ACTITUD
Todo hombre
responde de igual manera en iguales circunstancias, de lo contrario, sería
imposible conocerlo. Tampoco podríamos predecir su comportamiento, al menos con
cierto margen de error. A tal respuesta podemos denominarla “actitud
característica”, que es distinta en cada persona y que puede modificarse
mediante la influencia social y la educación.
Las distintas
actitudes posibles, desde el punto de vista afectivo, responden esencialmente a
las dos tendencias mencionadas; cooperación y competencia. Así, el amor es la
actitud cooperativa esencial mientras que el odio es la actitud representativa
de la competencia. También debemos considerar al egoísmo y a la negligencia
para cubrir prácticamente todo el espectro de las posibles actitudes. Toda
persona tendrá en forma simultánea varias de ellas, predominando alguna de las
mencionadas. Podemos expresar la fórmula básica de este concepto derivado de la
psicología social:
Respuesta =
Actitud característica x Estímulo
16 ÉTICA NATURAL
Respecto de las
normas que deben ordenar la sociedad, debemos considerar prioritariamente a las
leyes naturales que rigen al individuo. De ahí surgirán las normas éticas y se
establecerá el gobierno directo del orden natural sobre el individuo, algo que
contrasta notablemente con el gobierno del hombre sobre el hombre. Nótese que
el concepto bíblico del Reino de Dios puede interpretarse como el ejercicio directo
de las leyes naturales sobre el individuo.
Podemos establecer
una versión de la ética natural considerando la actitud del amor como la causa
principal del Bien y de la felicidad, mientras que el odio, el egoísmo y la
negligencia serían las causas del Mal y de la infelicidad.
Nótese que estos conceptos
básicos tienen igualdad validez para las distintas épocas y para los distintos
pueblos, por lo que podemos decir que se trata de una ética objetiva.
Si bien las leyes
naturales nunca han dejado de presionarnos para que nos decidamos por nuestra
adaptación a las mismas, el gobierno directo de tales leyes se ejercerá desde
el momento en que seamos conscientes de las mismas.
La tarea final de
las ciencias sociales ha de ser el establecimiento de una ética natural
objetiva que deberá fundamentarse, en un futuro no muy lejano, en la información
suministrada por las neurociencias. De esa forma será posible lograr objetivos
comunes para todos los hombres y para todos los pueblos.
Pompilio Zigrino