Biblioteca Marxista
Obras de LENIN
Las tareas del proletariado en la presente revolución (TESIS DE ABRIL)
El original del texto digitalizado fue extraido de la red roja vasca
Este artículo Las tareas del proletariado en la presente revolución. (texto conocido universalmente como "las Tesis de abril") fue escrito en ruso en Petrogrado el 4 y 5 de abril de 1917. Apareció publicado en el número 26 de PRAVDA con la firma de N.Lenin el 7 de abril de 1917. Por fallos en la imprenta, dos dias después de la fecha -el 5- en que Lenin había ordenado que se publicaran las tesis. Los periódicos bolcheviques de Moscú, Járkov, Krasnoyarsk, Ufá, Bakú, Tiflis y otros sitios reprodujeron el artículo.
Reproducimos la traducción al español por la Editorial Progreso contenida en: Lenin: Obras escogidas tomo II, Editorial Progreso, Moscú, 1981, páginas 33-37. Se halla también en: Lenin: Obras Completas, tomo 31, Editorial Progreso, Moscú, 1985, páginas 120-137. En este último tomo figura tambien -páginas 105-107- el manuscrito (y su transcripción) del primer borrador de las Tesis de Abril, probablemente escrito en el tren hacia Rusia el día 3 de abril de 1917, y dado ya a conocer en un discurso a los funcionarios del partido en la noche del 3 al 4 en una reunión celebrada en su honor a la llegada al palacio de Kshesínskaya ocupado por el Comité Central y el Comité de Petersburgo del Partido bolchevique.
Las dos reuniones en las que Lenin dice en el texto que leyó las tesis se celebraron el 4 de abril -recuérdese el retraso del calendario ruso, ese 4 era el 17 del calendario occidental- en el Palacio de Táurida, una de bolcheviques y otra conjunta de delegados bolcheviques y mencheviques a la Conferencia de los Soviets de diputados obreros y soldados de toda Rusia.
El texto del discurso de Lenin en la primera de esas reuniones, imperfectamente transcrito por el secretario de actas se publicó por primera vez el 7 de noviembre de 1924 en el diario PRAVDA y figura en las Obras completas tomo 31. páginas 109-119.)
Habiendo llegado a Petrogrado únicamente el 3 de abril por la
noche, es natural que sólo en nombre propio y con las consiguientes
reservas, debidas a mi insuficiente preparación, pude pronunciar
en la asamblea del 4 de abril un informe acerca de las tareas del proletariado
revolucionario.
Lo único que podía hacer para facilitarme la labor -y
facilitársela también a los opositores de buena fe-
era preparar unas tesis por escrito. Las leí y entregué
el texto al camarada Tsereteli. Las leí muy despacio y por dos
veces: primero en la reunión de bolcheviques y después
en la de bolcheviques y mencheviques.
Publico estas tesis personales mías acompañadas únicamente
de brevísimas notas explicativas, que en mi informe fueron desarrolladas
con mucha mayor amplitud.
TESIS
El proletariado consciente sólo puede dar su asentimiento a una
guerra revolucionaria, que justifique verdaderamente el defensismo revolucionario,
bajo las siguientes condiciones: a) paso del poder a manos del proletariado
y de los sectores más pobres del campesinado a él adheridos;
b) renuncia de hecho y no de palabra, a todas las anexiones; c) ruptura
completa de hecho con todos los intereses del capital.
Dada la indudable buena fe de grandes sectores de defensistas revolucionarios
de filas, que admiten la guerra sólo como una necesidad y no para
fines de conquista, y dado su engaño por la burguesía, es
preciso aclararles su error de un modo singularmente minucioso, paciente
y perseverante, explicarles la ligazón indisoluble del capital con
la guerra imperialista y demostrarles que sin derrocar el capital es
imposible poner fin a la guerra con una paz verdaderamente democrática
y no con una paz impuesta por la violencia.
Organizar la propaganda más amplia de este punto de vista en
el ejército de operaciones.
Confraternización en el frente.
Este tránsito se caracteriza, de una parte, por el máximo
de legalidad (Rusia es hoy el más libre de todos los países
beligerantes); de otra parte, por la ausencia de violencia contra las masas
y, finalmente, por la confianza inconsciente de éstas en el gobierno
de los capitalistas, los peores enemigos de la paz y del socialismo.
Esta peculiaridad exige de nosotros habilidad para adaptarnos a las
condiciones especiales de la labor del partido entre masas inusitadamente
amplias del proletariado que acaban de despertar a la vida política.
Explicar a las masas que los Soviets de diputados obreros son la
única forma posible de gobierno revolucionario y que,
por ello, mientras este gobierno se someta a la influencia de la
burguesía, nuestra misión sólo puede consistir en
explicar los errores de su táctica de un modo paciente, sistemático,
tenaz y adaptado especialmente a las necesidades prácticas de las
masas.
Mientras estemos en minoría, desarrollaremos una labor de crítica
y esclarecimiento de los errores, propugnando al mismo tiempo, la necesidad
de que todo el poder del Estado pase a los Soviets de diputados obreros,
a fin de que, sobre la base de la experiencia, las masas corrijan sus errores.
Supresión de la policía, del ejército y de la burocracia.
(Nota 1 de Lenin: Es decir, sustitución del ejército permanente
con el armamento general del pueblo)
La remuneración de los funcionarios, todos ellos elegibles y
amovibles en cualquier momento, no deberá exceder del salario medio
de un obrero calificado.
Confiscación de todas las tierras de los latifundios.
Nacionalización de todas las tierras del país,
de las que dispondrán los Soviets locales de diputados braceros
y campesinos. Creación de Soviets especiales de diputados campesinos
pobres. Hacer de cada gran finca (con una extensión de 100 a 300
deciatinas, según las condiciones locales y de otro género
y a juicio de las instituciones locales) una hacienda modelo bajo el control
de diputados braceros y a cuenta de la administración local.
a) celebración inmediata de un congreso del partido;
b) modificación del programa del partido, principalmente:
1) sobre el imperialismo y la guerra imperialista,
2) sobre la posición ante el Estado y nuestra reivindicación de un "Estado-Comuna" (Nota 2 de Lenin: Es decir, de un Estado cuyo prototipo dio la Comuna de Paris)
3) reforma del programa mínimo, ya anticuado;
c) cambio de denominación del partido (Nota 3 de Lenin: En
lugar de "socialdemocracia", cuyos líderes oficiales han
traicionado al socialismo en el mundo entero, pasándose a
la burguesía (lo mismo los "defensistas" que los vacilantes
"kautskianos"), debemos denominarnos Partido Comunista)
Iniciativa de constituir una Internacional revolucionaria, una Internacional
contra los socialchovinistas y contra el "centro". (Nota
4 de Lenin: En la socialdemocracia internacional se llama "centro"
a la tendencia que vacila entre los chovinistas (o "defensistas")
y los internacionalistas, es decir: Kautsky y Cía. en Alemania,
Longuet y Cía. en Francia, Chjeídze y Cía. en Rusia,
Turati y Cía. en Italia, McDonald y Cía. en Inglaterra, etc.)
Para que el lector comprenda por qué hube de resaltar de manera
especial, como rara excepción, el "caso" de opositores
de buena fe, le invito a comparar estas tesis con la siguiente objeción
del señor Goldenberg: Lenin -dice- "ha enarbolado la bandera
de la guerra civil en el seno de la democracia revolucionaria". (Citado
en el periódico Edinstvo, del señor Pléjanov,
núm.5)
Una perla, ¿verdad?
Escribo, leo y machaco: "Dada la indudable buena fe de grandes
sectores de defensistas revolucionarios de filas..., dado su engaño
por la burguesía, es preciso aclararles su error de un modo singularmente
minucioso, paciente y perseverante..."
Y esos señores de la burguesía, que se llaman socialdemócratas,
que no pertenecen ni a los grandes sectores ni a los defensistas
revolucionarios de filas, tienen la osadía de reproducir
sin escrúpulos mis opiniones, interpretándolas así:
"ha enarbolado (!) la bandera (!) de la guerra civil" (¡ni
en las tesis ni en el informe se habla de ella para nada!) "en el
seno (!!) de la democracia revolucionaria..."
¿Qué significa eso? ¿En qué se distingue
de una incitación al pogromo?, ¿en qué se diferencia
de Rússkaya Volia?
Escribo, leo y machaco: "Los Soviets de diputados obreros son la
única forma posible de gobierno revolucionario y, por
ello, nuestra misión sólo puede consistir en explicar
los errores de su táctica de un modo paciente, sistemático,
tenaz y adaptado especialmente a las necesidades prácticas de las
masas..."
Pero cierta clase de opositores exponen mis puntos de vista ¡¡como
un llamamiento a la "guerra civil en el seno de la democracia revolucionaria"!!
He atacado al Gobierno Provisional por no señalar un plazo,
ni próximo ni remoto, para la convocatoria de la Asamblea Constituyente
y limitarse a simples promesas. Y he demostrado que sin los Soviets
de diputados obreros y soldados no está garantizada la convocatoria
de la Asamblea Constituyente ni es posible su éxito.
¡¡¡Y se me imputa que soy contrario a la convocatoria
inmediata de la Asamblea Constituyente!!!
Calificaría todo eso de expresiones "delirantes" si
decenas de años de lucha política no me hubiesen enseñado
a considerar una rara excepción la buena fe de los opositores.
En su periódico, el señor Pléjanov ha calificado
mi discurso de "delirante". ¡Muy bien, señor Pléjanov!
Pero fíjese cuán torpón, inhábil y poco perspicaz
es usted en su polémica. Si me pasé dos horas delirando,
¿por qué aguantaron cientos de oyentes ese "delirio"?
¿Y para qué dedica su periódico toda una columna a
reseñar un "delirio"? Mal liga eso, señor Pléjanov,
muy mal.
Es mucho más fácil, naturalmente, gritar, insultar y vociferar
que intentar exponer, explicar y recordar cómo enjuiciaban
Marx y Engels en 1871, 1872 y 1875 las experiencias de la Comuna de París
y qué decían acerca del tipo de Estado que necesita
el proletariado.
Por lo visto, el ex marxista señor Pléjanov no desea recordar
el marxismo.
He citado las palabras de Rosa Luxemburgo, que el 4 de agosto de 1914
denominó a la socialdemocracia alemana "cadáver
maloliente". Y los señores Pléjanov, Goldenberg y Cía.
se sienten "ofendidos" ... ¿en nombre de quién?
¡En nombre de los chovinistas alemanes, calificados de chovinistas!
Los pobres socialchovinistas rusos, socialistas de palabra y chovinistas de hecho, se han armado un lío.
V.I.Lenin