Poco se sabe
acerca del origen de este amuleto, que consiste en un pequeño muñeco
hecho de porcelana, barro cocido, yeso o metal. Se presume su origen en
tiempos de la Conquista, cuando vendedores españoles portaban sacos con
mercadería. Posiblemente se pensó que aquellos señores en cierto modo
traían la suerte. De allí que nació este pequeño personaje cubierto de
pequeños sacos con mercadería, granos, tabaco, billetes y en general
todo lo que el hombre ansía, pero en miniatura. Un Ekeko es un amuleto
que concentra energía constantemente. NUNCA debe comprarse. Al igual que
los elefantes que se ponen en la mesa del living (orientados hacia
adentro) los Ekekos deben llegar "Regalados". Según como sean
las indicaciones que reciba su dueño, este debe ponerle un cigarro en la
boca, que es un orificio que tiene, para que el Ekeko "Fume". Si
el cigarro se consume hasta el final y sale humo, los favores solicitados
serán concedidos. Existen muchas historias que dan cuenta de las
desgracias acontecidas a quienes olvidaron su voto de hacer fumar al Ekeko
el día indicado. Se comenta que este amuleto es de gran efectividad pero
para ello, su dueño no deberá fallarle jamás cuidando siempre que nunca
le falte su cigarro. El Ekeko representa los deseos de su dueño y como
tal existirán unos más cargados que otros. Mientras más carga lleve,
mayor serán las atenciones que su dueño deberá tener hacia él. Si es
una dueña y desea contraer matrimonio, colgará un anillo al cuello del
Ekeko, si desea una casa, colgará una casa en miniatura de su cuello y
así sucesivamente. Generalmente su vestimenta es multicolor representando
los colores fuertes de la cultura Andina, en Chile se usa de la misma
forma, su uso está más extendido para la zonas del interior de la
primera y segunda Región. |