Del caparazón salen, por delante, la cabeza y las patas anteriores, y por detrás, las patas posteriores y la cola. Hay tortugas que la tienen dividida en dos partes, una dorsal o superior y otra ventral, unidas entre ellas.

La característica más importante del esqueleto de las tortugas es que la columna vertebral está soldada a la parte dorsal del caparazón. El esqueleto hace que la respiración sea imposible por movimiento de la caja torácica, y se lleva a cabo, principalmente, por la acción de las extremidades.

El cráneo presenta características de un gran primitivismo. No tienen dientes, pero sí una mandíbula afilada, parecida a un pico.

La reproducción es ovípara y la incubación se realiza gracias a la irradiación solar.

Es proverbial la extrema longevidad de las tortugas. Diversas especies pueden llegar a vivir 100 años o más.

Hay tortugas de hábitats terrestres, acuáticos, marinos o de agua dulce. Las de hábitat terrestre presentan dedos libres, mientras que las de los hábitats acuáticos tienen las extremidades transformadas en aletas o bien los dedos unidos por una membrana.

TORTUGA DE AGUA
El macho y la hembra se pueden diferenciar por las uñas y el tamaño. Los machos tienen las uñas más largas y las hembras acostumbran a ser más grandes.

Hay de darles de comer dos veces al día. La dieta fundamental consta de gambitas, pienso especial para tortugas, fruta, carne cruda, jamón york...

Cuando se hacen adultas pueden llegar a medir entre 25-30 cm.

Viven entre 30-45 años.