Últimamente se ha
hablado mucho (tal vez demasiado) sobre el hecho, ya aprobado, de que
el Congreso va a "rehabilitar" moral y económicamente (algo así como
una aluminosis social) a los gays represaliados por el franquismo. Y
yo que fui uno de ellos no me lo creo. No hay más que ver los siglos
que han pasado tras la quema de brujas y maricones por parte de la Inquisición
para percatarse que ni el gobierno de turno ni la Miserable Madrastra
Iglesia han entonado un "mea culpa". Es más, vemos cómo Alemania (y
su mala conciencia) ha subvencionado el terrorismo de Estado israelí,
uno de los más criminales de la historia, mientras ha negado sistemáticamente
la "rehabilitación" de todos los homosexuales que acabaron sus vidas
en campos de exterminio nazi… un régimen, recordemos, votado en las
urnas como el del señor Bush, tan dado a firmar sentencias de muerte
y a llamar histriónicamente "efectos colaterales" a lo que son bombardeos
masivos, mientras mantiene unas leyes homófobas que ni el más crápula
de los dictadores, entre ellos Stalin, hubiera osado llevar a cabo.
Y nos hablan de
terrorismo quienes desde el poder ejecutan en directo e impunemente
a Carlo Giuliani en Génova y a tres millones de seres anónimos en Ruanda
(por ser negros; si fueran anglosajones tendrían nombres y apellidos)
y disparan contra los que arrojan piedras o rompen cristales en señal
de protesta y hartos de miserabilidad en una Argentina cuyos militares
se desmandibulan de la risa ante esta farsa que, de ser una película,
tendría todas las posibilidades de llevarse tantos "oscars" como bombas
arrojan sobre la población civil.
Olvidamos muy pronto que terrorismo y Estado son sinónimos y tienen,
como gemelos, los mismos genes e idéntica fecha de nacimiento. Retomando
el hilo, en relación a los que nos aplicaron la ley de Peligrosidad
Social (y anteriormente la llamada "de vagos y maleantes") una, a pesar
de todo, no pierde el norte.
Quien ha sobrevivido a un cáncer y posteriormente a dos infartos agudos
de miocardio, con todas sus secuelas y efectos secundarios, con un cuadro
depresivo y de ansiedad tan mortífero, puesto que las lobotomías, no
es mi caso, electrochoques, etc. no eran un juego Nintendo -Ni comprendo-,
una decía, en su ingenuidad, presenta todos los trámites burocráticos
que se precisan para una pensión no contributiva, y me conceden una
fecha donde se establecerá qué grado de invalidez ostento para tener
derecho a ella.
Mientras tanto, a los apoltronados, no les duelen prendas (de Armani
para arriba, no vaya usted a creer) en pagar miles de millones de euros
en unas guerras decididas por el macarra de turno (llámese Clinton o
Bush) donde se masacra a gusto y a beneficio del Banco Mundial, la Organización
mundial de Comercio y el FMI, mientras ningunean al enfermo tratándole
con indignidad. ¿Rehabilitación homosexual? Den la desorbitante millonada
de dólares que cuestan las bombas racimo a sus víctimas, y a un movimiento
gay que luche porque todo esto no se vuelva a repetir.
Pienso que la pensión no contributiva de 250 € es la que deberían obtener
los George Bush de este mundo para que lo gasten en hemorroidales, ya
que van muy bélicamente estreñidos. Por cierto, ¿ya no interesa hablar
de las supuestas cuentas congeladas a Bin Laden, a ETA, al IRA, etc.
porque hay inversores (que no invertidos) que han impuesto una ley del
silencio? En contrapartida, ¿por qué nunca se plantea congelar las cuentas
bancarias del nazi Haider o de los fascistas Le Pen o Ynestrillas, por
poner dos ejemplos? Se ilegaliza Egin y se autorizan libelos que niegan
el holocausto, se pide la ilegalización de Batasuna y los que folklóricamente
se autodenominan Gesto por la Paz y se maquillan las manos de blanco
nunca son vistos cuando la hidra, el huevo de la serpiente, mata a Lucrecia
por ser negra, a Sonia por ser transexual, a Guillem Agulló por ser
nacionalista, etc.
Señores: vuestra "paz" es tan selectiva, tan excluyente, tan sesgada
y elitista, que no me cabe la menor duda de que con gente como ustedes
morirá el último maquis (genuino baluarte de la lucha por la libertad)
y el último gay represaliado por el fascismo sin que vean una indemnización
no ya sólo económica sino de dignidad.
Y a estas alturas de este nuevo milenio, no me extrañaría que volvieran
leyes retrógradas que creíamos abolidas tiempos ha.
Salut i força al parrús.
Rampova (más represaliada que nunca) …
VALÈNCIA. 1 Marzo
2002
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