Como detesto la ignominia de un fulano inmisericorde que con furia patológica
ejerce la misoginia rastrera y borde contra la razón y la lógica, pues
el desalmado misógino también pisotea con la bota excluyente la belleza,
la intolerancia contra la pluma, y la elegancia del andrógino.
Exclusión del gueto dentro del gueto,
Atléticus versus excéntricos,
Padre Nuestro que estás escondido,
No en los armarios celestiales, sino en los sótanos del Vaticano
Donde tu representante en la tierra nos denosta envilecido,
Olvidando que vistió el uniforme criminal y tirano,
Pensando que por pedir perdón a Varsovia ya está bendecido,
¿Y los que llevaron el triángulo rosa
en campos de exterminio no oirán tu perdón?
Cuarenta millones de portadores del virus esperarán en vano que pasen
otros 60 años, para que alguien tan miserable como tú, beatifique los
50 millones de muertos que obedecieron al Vaticano, honradas familias
católicas con deslices de jeringas y de parrús. El mal aliento en el
altar, en las sotanas, el estreñimiento tiránico de los hábitos pontificios,
que salen a la calle a criminalizar libertades alcanzadas con prepotencia
inquisitorial, convirtiendo al libre albedrío en el más abyecto de los
vicios. ¡Qué religión de casquerío! Con el sagrado corazón y las siete
puñaladas traperas.
¿Dónde estás Padre Nuestro?
¿Porqué no sacas a latigazos a estos nuevos fariseos?
Envía al Ángel Exterminador no para fulminar ateos, que para serlo han
de creer en ti, más bien para los que "creyendo", han convertido en
vil metal de mercaderías tus templos sacros profanados por la C.I.A.,
de Papas, Obispos, Cardenales, con su logia del F.B.I. Miles de violaciones
paidófilas por curas nunca condenados, más bien encumbrados en su pedestal
bíblico que sí condena a los desarrapados, que en lugar de mejilla ponen
la otra almejilla, para provocar que el poder unitrino esté por la faena
de salir del armario en Sevilla, en el Paraíso, o en el río Sena, enfangados
de pies a cabeza, condenando la villanía sacerdotal gritando con injusta
firmeza: ¡El Mesías es homosexual!
Y al que no le guste, las sagradas leyes le recuerdan: predicad con
el ejemplo y si no podéis cumplirlo, callad para siempre e iros a la
mierda.
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