La poesía y canciones de Bertolt Brecht, tan ninguneado últimamente
en favor de "su" músico, Kurt Weill, está plagada de heroínas o villanas,
rompedoras y perdedoras, desde María Sanders, a la que dan aceite de
ricino y rapan el cabello por encamarse con hombres no arios, o Jenny,
que recibe a cañonazos a los piratas para liberarse de su miserable
y enajenada cotidianidad, o Bárbara, que dijo NO a todos los hombres
más deseables, menos a uno que no lo era en absoluto. Toda cantante
debería saber que sin esas letras no se podría cantar a Kurt Weill y
que están en un contexto histórico casi análogo al actual, en el arribismo
de una ideología (por ejemplo, la del PP) que se podría resumir en cuatro
líneas de una sinopsis de película barata de serie Z, pero que fascina
a las masas por ser simplemente eso: masas.
Si extrapoláramos una poesía suya, añadiéndole un rumor de abanicos,
se diría que primero vinieron a por Batasuna, pero como Amparo era fallera
no le importó; más tarde involucraron al movimiento gay en una trama
más criminalizada que la del caso Arny, pero como Amparo era hetero
no le importó. Más tarde volvió la Inquisición, pero como Amparo era
Católica, Apostólica y Romana, tampoco le importó. Cuando ya sólo quedaron
ratas y cucarachas, Amparo optó por la locura o estar muda: sólo quedaba
ella.
Todo esto viene a cuento por la tan cacareada ley de partidos, en la
que el PP y sus aliados plantean la ilegalización de Batasuna con el
argumento de que exculpan, justifican y minimizan el terrorismo. ¿El
PP ha condenado... o exculpa, justifica y minimiza un alzamiento Nazi-onal,
responsable de una guerra civil y decenas de miles de muertos con "paseíllos",
ejecuciones sumarias o garrote vil? Para justificar la ilegalización,
el PP añade que el silencio y la no condena es complicidad. ¿Existe
la misma complicidad en el silencio de los corderos de los casos de
Montejurra, Vitoria, Atocha o Almería, por poner unos casos? Hay quien
tiene patente de corso para asesinar, como los diez agresores fascistas
de la Villa Olímpica, en Barcelona, que asesinaron a Juan Carlos Javier
y uno de ellos se fue de "chinitas", porque le faltaban tres horas para
la mayoría de edad y quien con sólo tocar los cojones del Kapital (con
K de ku klux-klan) son decapitados. ¿Sutilezas de un lenguaje homofóbico?
Nos han inculcado la esquizotipia, que se caracteriza por la pérdida
o lapsus de memoria (en este caso histórica) y nos comportamos como
un espectador enfermizo que al ver en un escenario "Terror y miserias
del tercer Reich" y conocer la sintomatología del fascismo, neuróticamente
la psicosomatizamos. Ahí está la Asociación para la Investigación de
la Memoria Histórica, que tras descubrir varias fosas con cadáveres
asesinados en extrañas circunstancias durante el franquismo, se han
dirigido a la O.N.U. para que se abra una investigación sobre los 30.000
desaparecidos en ese período de terrorismo de Estado del criminal de
los pantanos. ¿Habrá luz y taquígrafos par parte del PP?
La irresistible ascensión del alter ego de Arturo Ui, José Mª Aznar,
muy metido en el papel de Santa Juana de los Mataderos, puede ser un
lastre para esos 25 años de lucha del movimiento gay en el estado español,
haciendo que a los hijos de Madre Coraje, rotas las normas y fuera del
círculo de tiza caucasiano, se les vuelva a aplicar la ley de Peligrosidad
Social, o aún peor, la de Vagos y Maleantes. Motivos no los hay, pero
ya se encontrarán tramas que nos harán recordar lo que dijo (o dicen
que dijo) Cristo, sobre el camello y la aguja... y no se refería a los
yonquis: que es más fácil que una empresa criminal estadounidense (Baxter),
por la que han muerto varias personas, en España y en Croacia, con sus
diálisis asesinas, escape a las garras de la presunta justicia, que
un hilo mariconil y fucsia entre por el orificio de una aguja de hacer
calceta.
El poema brechtiano riza el rizo, con el ilegalizador que lo ilegalice,
buen ilegalizador será, preguntando: ¿quién va a ilegalizar al PP antes
de que el PP nos ilegalice a todos? Contra la pérdida de memoria, en
este año han asesinado a 40 personas los skin-heads (en el mes de agosto
hubo 8 asesinatos) y ningún partido, presuntamente democrático, ha dicho
"esta boca es mía". Parafraseando a Brecht, se diría que "primero destruyeron
el pensamiento, luego enlodaron los adjetivos, a continuación secuestraron
los verbos... y al final, vinieron a por el sujeto. Porque el pensamiento
único genera un partido único revestido de bipartidismo, que son apéndices
de una misma ideología. Todo lo demás se criminaliza ilegalizándose
y el estado policial se camaleoniza en "lucha antiterrorista".
Rampova, Lux in
Tenebris
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