Qué sucede Cristal?
Es Gerardo, no lo he vuelto a ver
Mejor deberías olvidarlo.
Sí eso haré, pero primero quiero aclarar el mal entendido además la maestra Debora me dijo algo que me sorprendió
Qué te dijo? - preguntó Mariana comiendo su almuerzo.
Nada importante - respondió Cristal alejando cualquier pensamiento de su mente - y como les fue en el examen.
Ni hablar - dijo tristemente Karina. - creo que reprobé.
Espero que tu no Cristal me maté casi un mes explicándote toda la teoría y los problemas. - dijo Mariana.
Pues.... - respondió la chica con una gota en la frente mientras Hikaru sonreía. - y a ti como te fue Hikaru?
No creo reprobar. - respondió la chica.
Ya verán que nos irá bien, no fue tan difícil el examen. - dijo Mariana.
Hola chicas - saludó Sofía quien se acercó a ellas en ese momento - cómo les fue en el examen?
No muy buenas perspectivas - dijo Karina con tristeza.
Esperamos verte en el extraordinario - comentó sarcástica Cristal.
Entonces no estaré sola por lo visto - respondió en burla Sofía.
Tendrás a medio salón de compañía - agregó Cristal.
Tu ni lo sueñes Cristal, no echarás a perder todo mi esfuerzo - dijo Mariana.
Como diga Madre superiora.
Qué no me digas así!!! - respondió enojada la chica mientras las demás comenzaban a reír.
***
Pasaron dos días y Cristal todavía no recibía noticias de Gerardo.
- Por que no lo das por olvidado, tu sabes borrón y cuenta nueva. - dijo Karina mientras platicaban.
- Lo haré en cuanto pueda dejar por terminada la relación, ninguno de los dos la terminó, además no hice nada como para que me terminara.
- Bueno, entonces por que no vas al campo de tiro donde lo vimos por primera vez - dijo Hikaru.
- Tienes razón Hikaru, por qué no lo había pensado antes. - sonrió Cristal. - iré a verlo saliendo de la escuela.
- Te acompaño.
- Yo también. - dijeron Mariana y Karina.
- Quieres venir Hikaru? - preguntó Cristal.
- Lo siento pero tengo que ir a comprar unas cosas antes de regresar a casa.
- Bueno como quieras.
Las clases terminaron, las chicas se dirigieron rumbo al campo de tiro, pero al pasara junto a una cafetería Cristal se detuvo en seco, Mariana y Karina no comprendieron la reacción de la chica,
- Cristal estás bien? - preguntó Mariana al ver que Cristal se había detenido.
Cristal dio la vuelta y entró a la cafetería ante la mirada atónita de Mariana y Karina. Siguieron a Cristal, pero se quedaron en la entrada con cara de asombro y horror al ver a nada más y nada menos que a Gerardo no sólo acompañado, sino besándose apasionadamente con una chica.
- Cristal? - dijeron las chicas viendo a su amiga.
Cristal caminó lentamente hacia donde estaba Gerardo y se quedó solamente parada viéndolos con expresión seria, de pronto la pareja reaccionó y Gerardo volteó a verla
- Cristal
- Quién es ella amor? - dijo la chica, Cristal miró a la chica.
- Quién eres tu? - preguntó suavemente.
- La novia de Gerardo.
- Cristal... yo... bueno, yo... - trató de explicarse Gerardo, se puso de pie.
Cristal no le dio tiempo de explicarle nada lo cayó colocando un dedo en su boca, mantenía la mirada clavada en la de Gerardo, de momento sonrió.
- Gerardo, no quiero volver a saber mas de ti en toda mi vida, quedó claro. - dijo la chica con una voz dulce.
- Cristal...
- Quedó claro! - levantó un poco la voz. - Adiós.
Se volteó hacia la chica
- Si quieres un buen consejo: Aléjate de él antes que te haga algo.
Cristal salió rápidamente de la cafetería, Karina y Mariana se quedaron congeladas al ver a Cristal salir de la cafetería, pero una vez que esta salió corrieron trataron de alcanzarla. La chica se encaminó hacia el Centro Comercial.
- Cristal te encuentras bien? - preguntó Mariana.
- Odio que me ocurran cosas desagradables, no quiero volver a verlo, ahora sólo quiero despejar mi mente, no se merece un solo recuerdo de mi parte.
- Que te parece si vamos de compras al Centro Comercial, eso te levantará el ánimo. - dijo Karina sabiendo lo mucho que le agradaba a Cristal comprar ropa nueva.
- Buena idea Karina. - respondió Mariana.
- No chicas, no tengo ganas.
- Pues que lástima - Mariana la tomó del brazo jalándola para introducirla en una tienda.
***
La tarde pasó y Cristal a pesar de haberse probado mucha ropa no compró nada, Mariana y Karina no sabían que hacer para levantarle un poco el ánimo ya habían intentado todo lo que se le había ocurrido y ella aunque sonreía sabían que no estaba del todo bien.
- Es tarde creo que mejor nos vamos a nuestras casas. - dijo Cristal con una sonrisa. - Gracias por todo chicas nos veremos.
- Quieres que te acompañe? - preguntó Marina.
- Yo también te acompaño. - agregó Karina.
- Gracias pero... prefiero estar sola, no sé, quiero estar sola un momento y pensar.
- Háblame cuando llegues a tu casa si? - le dijo Mariana
- Claro, nos vemos mañana. - Cristal comenzó a correr sin darles tiempo a sus amigas de despedirse.
***
Después de separarse Cristal caminó mucho tiempo, inconscientemente se dirigió hacia su lugar favorito pensó de pronto que eso la alegraría, se dirigió rápidamente al lugar donde el enorme árbol se doblaba sobre el camino sus ramas caían sobre el lago aunque en esos momentos estaba casi totalmente seco, Cristal salió del camino dirigiéndose al árbol, una vez ahí, pudo ver como el sol comenzaba a ocultarse tras un bello paisaje de montañas nevadas, apoyó la mano en el tronco y suspiró.
- Vaya un ángel me honra con su presencia. - susurró una voz en lo alto del árbol.
- Cristóbal qué haces aquí? - dijo Cristal levantando la vista y encontrando al chico sentado en una rama.
- Sufrir por amor.
- Qué? Por qué? acaso terminaste con tu novia?
- De eso hace ya mucho tiempo, tanto que las posibles heridas ya se han cerrado.
- Bueno poeta y entonces por que sufres - dijo Cristal con una sonrisa al escuchar a Cristóbal.
- Por que el amor de mi vida no me corresponde - Cristóbal bajó el rostro mirando a Cristal, la chica se sonrojó al sentir la mirada esmeralda del chico.
Hubo un pequeño silencio
- No puedo dejar de pensar en ti. - terminó de decir el chico con seriedad, Cristal sintió sus mejillas sonrojadas y su corazón latir al mismo tiempo.
Cristóbal bajó del árbol y se sentó al pie de este.
- Es un bello atardecer ¿no lo crees?
- Sí, es hermoso sin duda - respondió Cristal observando el astro rey ocultarse lentamente, tranquilizándose para poder continuar hablando con el chico - Lo dices en serio.
- Claro, no crees que es hermoso.
- No me refería a eso
- Ah! Te refieres a lo que dije antes. - dijo Cristóbal jugando con una pequeña rama que había cortado.
- Sí.
- Pues si lo es, pero tienes novio. - terminó, arrojando la rama lejos y viendo como caía entre la nieve blanca.
Cristal guardó silencio y se sentó junto a Cristóbal, abrazó sus rodillas y ocultó su rostro entre sus brazos.
- Qué sucede Cristal? - preguntó el chico al ver la reacción de la joven.
- Nada - dijo Cristal con un suspiro. - rompí con mi novio.
- Por qué? Acaso te fue infiel?
Cristóbal se rió entre dientes bromeando con algo que sabía que disgustaba a la chica, Cristal estaba muy seria.
- Fue por eso? - Preguntó consternado al notar que la chica no se inmutaba con la broma.
- Sí. - dijo con seriedad la chica.
- Discúlpame, no creí que fuera eso, yo...
- No importa, de cualquier forma tenía pensado terminar con él, no creo que lo vuelva a ver - mientras decía eso una lágrima rodó por su rostro.
- Cristal, Angel, no llores - dijo y se acercó un poco indeciso pero terminó abrazándola mientras la chica se aferró a él y rompía en llanto. - no llores, por favor.
- Lo siento - dijo limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano - Aunque no entiendo por qué no me importa en lo más mínimo lo que le ocurra? sólo es que....
- Qué...
- Nunca esperé que me estuviera engañando. – Los ojos de Cristal se cubrieron de lágrimas nuevamente y bajó el rostro. – Me sentí tan ridícula siéndole fiel. – dijo ocultando el rostro en el pecho de Cristóbal este tomó su barbilla y le levantó el rostro, mirando las brillantes lágrimas de la chica.
- Nunca bajes la vista ante nada – Cristal se sorprendió. "La persona que te ama siempre buscará tu bienestar" "No te dejará sumergirte en la tristeza"
- Cristóbal yo...
- Ya no pienses en eso – le dijo Cristóbal.
- Es lo que más deseo en estos momentos...
Cristóbal se acercó al rostro de Cristal mientras la chica sollozaba, pero repentinamente los pensamientos que revoloteaba en su mente desaparecieron y por unos momentos se sintió libre de toda pena, su corazón latía a mil por hora al sentir los labios de Cristóbal rozando los suyos hasta fundirlos en un beso, todos sus pensamientos se centraron en Cristóbal, no podía seguir negándolo por más tiempo, era a él a quien siempre había amado no podía dejarlo ir ahora, no ahora que sentía que todo su mundo se dirigía hacia el después de haber vagado por miles de lugares en su búsqueda.
- Te amo. – dijo Cristal tan pronto como rompieron el beso.
- También te amo ángel. – respondió Cristóbal con una sonrisa.
- Lo sien.... – Cristal estaba apunto de pedirle perdón a Cristóbal por todo lo que lo había hecho sufrir con sus rechazos pero el chico lo impidió dándole otro beso.
- No tienes que decirme nada. - la miró a los ojos, la chica ahora sonreía, lo abrazó y dejó descansar su cabeza en el pecho de Cristóbal. La nieve cubría todo. - Por qué no me dijiste nunca lo que sentías? - le preguntó Cristóbal. - Te hubieras ahorrado muchos sufrimientos.
- Es que tenía miedo que mi hermano se peleara contigo. - dijo Cristal al recordar ese pensamiento. - No quiero que se peleen por mi culpa.
- Jhm - rió Cristóbal y abrazó a Cristal. - No te preocupes, tu hermano es mejor de lo que piensas.
- Lo conoces desde hace 10 años y me dices eso - se burló Cristal, Cristóbal comenzó a reír ante el comentario.
- Te veré en la cena de Navidad te parece? Le diremos a tu hermano lo que pasa y veremos como reacciona, qué dices?
Cristal asintió, faltaban sólo algunos días para eso. Cristóbal se levantó y ayudó a la chica.
- Quieres que te lleve a tu casa?
- Por favor - respondió la chica.
- Pues vamos. - comenzó a caminar con la chica a su lado y ambos salieron del parque, se dirigieron al estacionamiento y Cristóbal se acercó a una moto de color negro.
- Es tuya? - preguntó Cristal.
- Sí. - El chico volteó a verla - sucede algo?
- Eh? No nada - sonrió la chica y tomando el casco subió a la moto. "Debí saberlo, eras tu?"
Llegaron a casa de Cristal y antes que se marchara lo detuvo.
- Espera Cristóbal.
- Se te ofrece algo? - preguntó quitándose el casco.
- Quería decirte que escojo la roja. - dijo la chica y Cristóbal sonrió.
- Creí que no sabías quien era tu admirador?
- Soy demasiado lista para ti - sonrió Cristal.
- Está haciendo frío, entra o te enfermarás.
- Ya voy, ya voy - dijo Cristal sacando la llave del cancel, una vez que hubo cerrado la puerta se despidió del chico y este se alejó.
***
- AH!!!! - Cristal cayó con demasiada fuerza sobre la pista.
- Cristal estás bien? - preguntó Elena.
- Sí, sólo fue un pequeño golpe.
- Entonces no deberías gritar - la regañó Sara su entrenadora frenando junto a la chica con los patines de hielo - no ves que me asustas.
- Lo siento entrenadora, no volverá a pasar.
- Falta un mes para la competencia así que no quiero que te lastimes haciendo alguna tontería de acuerdo.
- Sí, lo siento, no volverá a pasar - dijo Cristal sacando la lengua.- sólo le puse demasiada fuerza al salto.
- Luces muy feliz, acaso estás estrenando novio. - Bromeó Elena y Cristal se sonrojó. - Eso parece indicar un Sí.
- Huuuuuuu - se escuchó en coro y Cristal se sonrojó más.
Hikaru Shidou
16 de Febrero del 2001