Guerreros Legendarios
(Fan fict de la serie Magic Knight Rayearth)
por Lady Jade
Capítulo 5: El legendario mineral Escudo.
- ¡Zagato, por favor! Dame una nueva oportunidad. Esta vez destruiré a esos
Guerreros Legendarios... ¡¡Te lo juro!!
- Alanis, ya no puedo creer en tus juramentos.
- Pero Zagato...
- ¡Silencio Alanis! Ya me has fallado dos veces. ¡No mereces una nueva
oportunidad!
- Zagato, tal parece que los Guerreros Legendarios se dirigen hacia la Fuente
de la Eternidad- informó Nova repentinamente
- Entonces van en busca del Escudo...
- ¡Zagato! Tengo una idea brillante. Terminaré con ellos para siempre. Es un
juramento.
- Alanis... Espero que no me defraudes nuevamente.
- No será así. Te desmotraré mi eterna lealtad.
- Espero que recuerdes tus palabras cuando regreses Alanis- Zagato salió de
la habitación seguido por Nova.
Alanis los miró alejarse con un rostro que mostraba su rabia. Sus pensamientos
tomaron forma en palabras...
- Muchachos estúpidos. Este día seré el último en que tengan oportunidad de
ver la luz del día. Voy a destruirlos y no van burlarse nunca más de Alanis.
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Un hermoso y cristalino pequeño lago apareció frente a los ojos de los tres
muchachos como si de un espejismo se tratara.
- ¡Muchachos! ¡Miren!
- ¡Que paisaje tan hermoso!
- Es que acaso esto es...
- ¡¡La Legendaria Fuente de la Eternidad!! ¡Si! ¡Llegamos!
- ¡Detente Paris! ¿Cómo estás tan seguro de que es la Fuente de la Eternidad?-
advirtió Clef
- Pero... Nicona nos trajo hasta aquí
- Nicona ¿Es esto la Fuente de la Eternidad?
- Pupu pupu- la criatura sacudió negativamente la cabeza
- ¡¿Entonces por qué nos trajiste en esta dirección?!
- Oigan, allí hay un bote...
- ¿En dónde Latis?
- Allí...
- ¿Qué piensan?
- Creen que sea buena idea.
- Vamos sólo iremos hasta la otra orilla.
Los tres muchachos junto a Nicona subieron al pequeño bote y comenzaron a
remar. Todo estaba extrañamente calmo...
- Que extraño...
- Oigan, miren allá- señaló Clef
Una extraña ola comenzó a formarse cerca de ellos y comenzó a tomar altura.
La ola creció hasta ser enorme, provocando que el bote se diera vuelta y que
los muchachos terminaran en la orilla nuevamente.
- ¡¿Qué es esto?!
El agua comenzó a moverse contra cualquier principio de la gravedad y tomó la
forma de un extraño mounstro que comenzó a atacar a los muchachos. Ellos
convocaron sus espadas y atacaron, aunque cualquier movimiento era inutil, ya
que el mounstro se reconstruía fácilmente.
- Esa fuente era solamente una trampa que preparó ese mounstro.
- ¡Voy a darte una lección mounstro tramposo!- gritó Paris- ¡Remolino
terrenal!
El ataque golpeó al mounstro directamente y lo destruyó. Lo que quedó de él
comenzó a caer como si de lluvia se tratara sobre los muchachos que quedaban
empapados y brillando.
- Vean cómo quedamos...
- Parecemos fantasmas...
- No hay de que preocuparnos. Cuando nos sequemos, seguramente esto se irá.
- Pupupu pupupu- un rayo de luz salió disparado desde la joya de la criatura
hacia un camino apenas distinguible entre los árboles- Pupu pupupu
- ¡Nicona!
- ¡Vamos! La Fuente de la Eternidad está en esa dirección.
- ¡Si!
Los tres Guerreros recomenzaron su camino sin notar que desde arriba de un
árbol Alanis los observaba con una maléfica sonrisa.
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- Pupu pupu
- ¿En dónde estamos?
- Nicona... ¿Estás segura de que este era el camino a la Fuente de la
Eternidad?
- No puede ser. Si aquí no hay nada.
- Yo no veo ninguna fuente en este lugar.
- Pero sin embargo... Nicona está muy contenta... como si quisiera decirnos
algo...
- Oigan... allí arriba hay algo...
- ¿En dónde?
- Allí... es una... ¿línea?
- Latis, estás delirado.
- No, es verdad. Hay una línea aquí.
- ¿Pero que podría estar haciendo una línea en este lugar?
- No lo se...
- ¿Qué eso?
- No se lo que pueda ser. Es tan solo una línea que está allí.
- No entiendo nada. Nada, nada.
- Céfiro es un lugar demasiado extraño.
- Oigan, ¿que tal si exploramos los alrededores? Quizás la fuente no este
aquí, si no en los alrededores.
- Estoy de acuerdo.
- Vamos.
Los tres muchachos se separaron. Latis comenzó a caminar cuando Nicona
intentó hacer que la siguiera.
- Pupu pupu pupupu
- Nicona, ya basta.
- Pupuuuu- la pequeña criatura lo tomó de la ropa
- De acuerdo, de acuerdo. Voy a seguirte. No puedo creer lo que estoy
haciendo.
Nicona lo guió hacia arriba de un pequeño acantilado que estaba a un costado
de la línea que los muchachos había visto. Al lograr alcanzar la cima de esta
se sorprendio.
- ¡Clef! ¡Paris! ¡Vengan aquí! ¡Vean esto!
Sus amigos acudieron rápidamente a ver lo que sucedía. Cuando lo alcanzaron,
también la sorpresa acudió a ellos.
- ¡Una fuente!
- Pero... ¿De dónde salio?
- ¿esta será... la legendaria Fuente de la Eternidad?
- ¡Pero hace un momento aquí no había nada!
- ¡Es esa línea! ¡Sólo si se mira por arriba puedes ver la fuente! ¡Si no
solo se ve una línea!
- Latis ¿qué estas diciendo?
- Él tiene razón. La línea es la fuente. Es como una fuente secreta.
Los muchachos meditaron unos segundos.
- ¿Alguno de ustedes puede decirme cómo vamos a encontrar el Escudo en este
lugar?
- Pupu pupu- Nicona apareció súbitamente y salto hacia la fuente dejándose
caer dentro de ella
- ¡Nicona!
- ¿Pero qué está haciendo?
- Quizás... lo que Nicona quiere decirnos es que... el Escudo está dentro de
la fuente.
- Pero ninguno de nosotros sabe cuan profundo es ni si podemos aguantar la
respiración.
- No lo sabremos hasta que entremos.
- Clef no comienzes a dar ideas.
- Voy a ir tras Nicona.
- ¡¿Qué?! ¡Latis es una locura!
- Estoy seguro de que lo que Nicona quizo decirnos es que el mineral Escudo
está en este lugar. Si queremos convertirnos en Guerreros Legendarios debemos
conseguir ese mineral... Y yo he decidido convertirme en un Guerrero
Legendario.
- Estoy de acuerdo contigo Latis.
- Paris ¿Vienes con nosotros?
- Vamos, no creo que sirva de nada que nos quedemos aquí.
- ¡Bien!
Los tres muchachos se alistaron para saltar.
- ¿Listos? ¡¡YA!!
Cayeron rápidamente y se sumergieron en las aguas oscuras de la fuente. Pero
en ese momento apareció Alanis en el lugar en donde ellos habían estado
segundos antes.
- Muy bien Guerreros Legendarios, ya los tengo. Esta será su hora final.
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Latis, Clef y Paris iban sumergiéndose cada vez más profundamente en las
aguas de la Fuente de la Eternidad. Cada uno de ellos mantenía sus ojos
cerrados, por lo que ninguno se dio cuenta de la desaparición de los otros
dos.
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Latis se despertó en un extraño lugar sin forma definida. Lo que se podría
llamar paredes y piso era de una extraña mezcla de colores blanco, azul, gris
y negro; mientras que el techo se perdía en la oscuridad.
- ¡Clef! ¡Paris! ¿En dónde están?
Un extraño sonido llamó la atención del muchacho que se dió vuelta. Al
observar que había unas sombras que lo observaban, Latis convocó
inmediatamente su espada y la mantuvo al frente atento a lo que pudiera
pasar. Algo familiar llamó la atención del muchacho cuando pudo distinguir
mejor la figura que las sombras tenían.
- ¿Hermanos? ¿Cómo llegaron hasta aquí?
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- ¡Paris! ¡Latis! Parece que los he perdido.
Clef se hallaba caminando por un espacio parecido al que rodeaba a Latis,
solo que los colores de este eran solo blanco, violeta y negro. Un sonido
apenas perceptible alertó al muchacho, que convocó a su báculo de la joya de
su guante y esperó. Una sombra se formó algunos metros delante de él.
- ¿Papá? ¿Mamá?
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- ¿Estaré acaso en el centro de la Fuente de la Eternidad?
Paris observaba el espacio a su alrededor. Era muy parecido a los lugares en
donde se hallaban sus compañeros, solo que allí los colores que predominaban
eran marrón, naranja y negro. Una sombra se hizo presente frente al muchacho,
lo que le advirtió que debería convocar a sus armas. Cuando las dagas
estuvieron en sus manos, él pudo observar mejor la forma de la sombra; lo que
hizo que se asombrara profundamente.
- No puede ser ¡Soy yo mismo!
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- Hermanos... ¿Qué están haciendo en este lugar?- preguntó Latis bajando la
guardia
Los tres muchachos a los que Latis llamaba hermanos no respondieron; sino que
lo atacaron.
- ¡Hermanos! ¿Qué pasa? ¿Por qué me están atacando? ¿Qué es lo que les
sucede?
Los tres muchachos no respondieron nuevamente y dirigieron fuertes ataques
hacia Latis. Lo golpeaban cruelmente, como si no pudieran reconocerlo.
- Ayudenme hermanos ¿Es que no me reconocen? Maciel, Cameo, Saturno, soy yo...
Latis... ¿Qué les está sucediendo?
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- Papa, mamá... ¿Por qué están aquí? Esto debe ser un sueño...
Las palabras del muchacho se vieron interrumpidas por un rayo que surgio del
lugar en que estaban sus padres y que se dirigió hacia el, golpeándolo
fuertemente.
- Papá, mamá ¿Por qué me atacan? Esto no puede ser un sueño... es más bien
una horrible pesadilla...
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Paris estaba con su vista fija en lo que parecía ser su reflejo, listo para
atacar si era necesario. Pero de repente bajo su guardia.
- No puede ser. Esto no es un espejo.
En ese momento de distracción, la imagen comenzó a correr hacia él con sus
armas listas. Paris pudo esquivarlo, aunque en su brazo se formó una delgada
línea roja, producto de el roce de una de las dagas de su enemigo. Pero al
mismo tiempo, una idéntica cortadura se formó en el brazo de la imagen. Un
nuevo ataque de la imagen fue advertido por Paris a tiempo, que pudo
esquivarlo y, a su vez, alcanzó a producir una cortadura leve en la pierna
derecha de su adversario. Pero la misma herida se formó en su pierna.
- ¿Cómo puede ser? La herida... la misma herida
La imagen volvio a atacar produciendo con su daga una ligera cortadura en la
mejilla izquierda de Paris. Pero en ese momento, la misma herida se produjo
en la mejilla izquierda de la imagen.
- Cuando uno de los dos se hiere, el otro también. Eso significa... que somos
una misma persona... Esto no es posible...
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- ¡AHHHHHHHH!
Latis cayó nuevamente bajo el ataque de sus hermanos.
- Saturno... Maciel... Cameo... ¿Qué sucede? ¿Por qué estan atacandome? ¿No
lo entienden? No puedo pelear contra ustedes, son mis hermanos.
Ajenos a estas palabras los tres muchachos volvieron a atacar en conjunto,
dejando a Latis nuevamente en el suelo.
- Hermanos...
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- Papá, mamá... Por favor basta... ¡ahhhhh!
Este nuevo ataque había dejado a Clef en muy malas condiciones.
"¿Qué voy a hacer? No puedo atacar a mis propios padres"
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"No puedo creerlo... Yo mismo estoy atacándome. Es una batalla perdida. Si
lo ataco yo mismo me lastimaré. ¿Qué debo hacer?" pensaba Paris mientras
esquivaba los ataques de su imagen.
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- Guerreros Legendarios...- una dulce voz fue escuchada por los tres
muchachos, independientemente del lugar en que estuviera cada uno de ellos.
- Esa voz...
- ¿Quién habló?
- ¿Quién dijo eso?
Ahora además, aunque no pudieran verse, los tres muchacho podían escuchar las
voces de los demás.
- Mis valientes Guerreros Legendarios...
- Esa voz... es la misma que oí en la Torre de Tokyo.
- ¿Acaso tu eres... la que nos trajo a Céfiro?
- Es... ¡la Princesa Esmeralda!
- Así es. Yo soy la Princesa Esmeralda- una transparente imagen de la
princesa se formó frente a cada uno de los muchachos- Guerreros Legendarios,
no dejen que la tristeza se adueñe de sus corazones.
- Princesa Esmeralda, ¿Por qué estás aquí?
- Mis valientes Guerreros... Estoy aquí para enseñarle que deben ser
constantes y pensar con claridad cada paso que dan.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Guerreros, lo que estan viendo ahora frente a ustedes son solo imágenes de
cosas muy importantes en sus vidas.
- Mis hermanos... que tanto amor me han dado... desde pequeños hemos
aprendido a cuidar unos de otros. Siempre compartimos todo, sin discutir. A
pesar de las bromas, a pesar de las dificultades nosotros siempre hemos
estado juntos. Somos muy unidos y ellos nunca pelearían en mi contra...-
reflexionó Latis
- Mis padres... siempre me han dado todo su amor. Ellos son las personas que
más se preocupan por mi y siempre estan pendientes de que nada me falte. Su
amor es incomparable y nunca harían nada para lastimarme. No es posible que
ellos hicieran nada en mi contra. ¡Estos no son mis padres!
- Yo estoy viendome a mi mismo. Si algo me sucediera mis padres, mi hermana y
aquellos que me quieren sufrían mucho. Aun soy incapaz de hacer algo por las
personas que amo. Lo único que puedo hacer por ellos es ser feliz. Si yo soy
feliz, ellos también lo serán. Por eso debo de cuidar de mi mismo...
- Ahora piensen y díganme: ¿Creen que aquellas personas que más las quieren
les harían daño? ¿Creen que les gustaría verlos tristes o sufriendo por algo?
Piensenlo bien. Y no olviden que su objetivo es conseguir el Escudo- dijo la
princesa mientras desaparecía
- Mis hermanos serían incapaces de atacarme...
- Tiene razón. Mis padres jamás tratarían de herirme.
- Voy a derrotarte. Mis heridas pueden ser curadas después.
Los tres muchachos atacaron a sus oponentes con gran determinación. Después
de vencerlos con las armas, cada uno de ellos buscó en su interior e invocó
un nuevo poder.
- ¡Tormenta!- una esfera luminosa surgió entre las manos de Latis
desprendiendo destellos. Latis la contuvo hasta que la esfera alcanzó un
cierto nivel de poder y entonces la lanzó hacia su oponente.
- ¡Ataque luminoso!- las manos de Clef se iluminaron. Al unirlas al frente
la luz se hizo más poderosa hasta que salió explusada hacia su oponente.
- ¡Temblor!- un destello se formó en la mano derecha de Paris, quien lo
dirigió hacia el suelo. Una esfera luminosa se hundió en el suelo y se
dirigió rumbo a su oponente marcando su camino bajo el suelo hasta llegar al
lugar adecuado. Allí la imagen oponente de Paris se vio rodeada por un
circulo luminoso que luego estalló.
Las imágenes quedaron destruidas. El espacio que rodeaba a cada uno de los
muchachos desapareció dejandolos frente a tres grandes cristales que flotaban
a cierta altura del suelo. Cada uno de los cristales tenía un color
diferente: gris, marrón y blanco.
- ¿Qué fue todo eso?
- Fue como una prueba...
- Quizás quieren ver si en verdad tenemos el valor que se necesita para ser
un Guerrero Legendario.
- ¿Entonces quieres decir que esto es...?
- ¿El Escudo? ¿Será que es el legendario mineral?
- ¡He estado esperando por este momento! Los únicos capaces de conseguir el
Escudo son aquellos que pasan la prueba de la Fuente de la Eternidad. Han
hecho un trabajo excelente, Guerreros Legendarios- dijo una voz
- ¡¿Tu?! ¡¿Otra vez?!
- Asi es- dijo Alanis apareciendo
- ¿Qué estas haciendo aquí?
- He venido para llevarme el escudo y terminar con ustedes de una vez. Será
como matar dos pájaros de un tiro.
- ¡No vas a llevártelo!
- ¿Y quién va a interponerse en mi camino? ¿Tu?
- Nosotros seremos quienes... ¡Ahhh!
- ¿Qué... suce...de?
Latis, Paris y Clef se encontraban repentinamente debilitados, como si algo
les robara su energía.
- Bien. Tal parece que al fin el veneno del mounstro de agua está haciendo
efecto.
- ¿Veneno?
- ¿Esas cosas brillantes?
- Exacto. Los efectos de ese tipo de veneno no se hacen presentes
inmediatamente. Calculé perfectamente la dosis para que hiciera efecto
después de que encontraran el Escudo.
- Fue todo obra tuya.
- Así es, Guerreros Legendarios. Hoy por fin será su día final. ¡Huracan de
hielo!
Ráfagas heladas se dirigieron a los tres muchachos que estaban en el suelo
sin poder moverse. El hielo iba cubriéndolos poco a poco.
- ¡Al fin los he vencido! ¡Mueran!
- No... no vamos a rendirnos...
- ¿Qué?
- Prometimos a Presea que llevaríamos el Esudo...
- Y le prometimos a Marina que salvaríamos Céfiro...
- ¡Jamás nos verás rendirnos!
Con mucho esfuerzo los muchachos lograron levantarse mientras Alanis los veía
sorprendida. En ese momento el Escudo comenzó a brillar deteniendo el ataque
de Alanis, y luego se introdujo en la joya de los guantes que los muchachos
tenían.
- ¡¿Qué esta sucediendo?! ¡¿Cómo puede estar pasando esto?!- gritaba Alanis
desesperada
- El Escudo esta...
- ...entrando a...
- ...nuestras medallas...
En ese momento las joyas brillaron y las armaduras de los muchachos
comenzaron a cambiar misteriosamente. Ahora eran más grandes, el pectoral
cubría todo el torax y tenían dos hombreras que los protegían mucho más.
- Las armaduras que nos dio Marina han cambiado.
- Ahora parecen más poderosas.
- ¡No van a salirse con la suya Guerreros! ¡Dagas de hielo!
- ¡Clef! ¡Paris!
- ¡Si!
- ¡Temblor!
- ¡Ataque luminoso!
- ¡Tormenta!
Los tres ataque se dirigieron hacia la hechicera golpeandola directamente. Su
grito se escuchó por todo el lugar y luego ella desapareció dejando solo la
gema violeta que adornaba su frente.
- ¡Lo logramos!
Los muchachos no pudieron festejar mucho más. Una luz salió del suelo
envolviéndolos y los dirigió hacia la salida de la Fuente de la Eternidad.
Nicona, que estaba esperando a los Guerreros fuera vio como la luz salía del
centro de la fuente y se dirigía hacia el cielo. Los muchachos ascendieron
lentamente por ella hasta quedar flotando a centímetros de la superficie. Una
vez allí abrieron sus ojos.
- Regresamos.
- ¡Pupu pupu!
- ¡Nicona!
- Pero... ¡Ahhh!
- ¡Estamos flotandoooo!
Momentos después los muchachos descendieron lentamente hacia el suelo.
- El Escudo está aquí dentro...- dijo Latis mirando su guante
- Realmente es increible.
- Ahora Presea podrá forjar nuestras armas de Guerreros Legendarios.
- Debemos apresurarnos. Presea está esperándonos.
- ¡Vamos!
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- Honorable Zagato. Nunca imaginé que los Guerreros Legendarios tuvieran
tanto poder. Perodóname. Sólo necesito una oportunidad más...
Alanis se encontraba frente a Zagato en el salón de las cascadas. Zagato le
dirigía una mirada de desprecio.
- Alanis, por favor hazte a un lado- dijo Nova, quien se hallaba unos pasos
detras de Zagato
- ¡Que escena tan conmovedora!- se burló una voz de niño desde atrás de una
de las caídas de agua
- La magia no funciona en el Bosque del Silencio. No importa a quien envíes,
yo soy quien más conoce a esos muchachos.
- El hechizo del Bosque del Silencio se rompio- informó Nova mientras Zagato
mantenía su silencio
- Mayor razón para enviarme, porque soy una hechicera. Zagato por favor.
- Lo siento Alanis, pero quiero que recuerdes tus palabras. Tus fracasos han
sido demasiados- dijo por fin Zagato con voz neutra
- ¡No Zagato! ¡Por favor! ¡¡NOOO!!- gritó Alanis cuando un viento comenzó a
arrastrarla hacia atras. Una esfera de brillo dorado se formó a su alrededor
y la lanzó hacia las casacadas. Detras de estas, sus súplicas ya no pudieron
oirse.
- Al parecer esos Guerreros han adquirido poder- comentó Nova
- La única que parece olvidarlo es esa tonta de Alanis- dijo la misma voz
anterior- Oye Zagato, déjame ocuparme. Tengo muchos deseos de divertirme con
esos muchachos- la cascada se abrió mostrando a un niño de cabellos castaños
que cubrían sus ojos verdes.
- De acuerdos Ascot. Ve y encárgate.
- Será un honor...
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Notas de la autora:
¡¡¡Hola!!!!! Aqui estoy nuevamente. ¿Qué les parece el giro que está tomando
la historia? ¿Les gusta?
La verdad es que en un principio había pensado en hacer una historia algo
diferente a la de "Guerreras Mágicas", pero ahora me doy cuenta de que la
historia está saliéndome casi idéntica. Espero que eso no moleste a nadie.
La verdad es que me gustaría saber que es lo que ustedes opinan acerca de esta
historia, para así estar segura de que estoy escribiendo algo que a todos va
a gustarle. Si quieren escribirme ya saben que tienen que hacerlo a
lady_jade_chan@yahoo.com
Espero que nos veamos en el próximo capítulo, que va a llamarse "El sacrificio
de Presea". Creo que ya saben porque....
Muchísima suerte para todos.
Nos vemos pronto.
Lady Jade