Si no hubiéramos estado juntas.
Capítulo 8: ¿Marina debe matar a Lucy?
Cuando Marina, Anais, Lira, Esmeralda,
Clef, Paris, Ascot y Ráfaga llegaron al lugar donde estaban los visitantes de
otros planetas, se encontraron con una gran sorpresa, la pequeña princesa que regía
Céfiro, es ahora una joven de 17 años que se acerca a ellos.
Lucy: Hola chicas, ¿qué están haciendo
aquí?
Marina: Nosotras venimos a...
Lira: ¿De verdad eres tú Lucy?
Lucy: Por supuesto, ¿por qué lo preguntas
Lira?
Lira: Si te pareces, pero entonces, ¿por
qué creciste?
Lucy se da cuenta de su estado, y se
sorprende, pero finge naturalidad.
Lucy: No te preocupes Lira, solo crecí.
Lira: ¿Y por qué creciste?
Lucy: Yo crecí por que... -Por la misma
razón que Esmeralda.- Por que así es mejor por el momento, me parece que es
mejor que reciba a los embajadores de nuestros planetas vecinos con mi
verdadera edad.
Lira: ¿Estás segura Lucy?
Lucy: Por supuesto. Ven, te presentaré a
las princesas de otros planetas.
Marina: ¿Y nosotras nos quedaremos aquí ó
que?
Lucy: Lo siento, lo había olvidado, vengan
también por favor, las presentaré.
Latis: -Lucy.- Muy bien, ustedes ya pueden
irse.
Paris: Pero...
Lucy: Espera Latis, será mejor que también
nos acompañen, ellos son importantes en Céfiro, y también pueden conocer a los
embajadores.
Latis: Pero princesa...
Lucy: Vamos Latis, aunque sea solo hoy.
Latis: Está bien princesa.
Marina: -¿Qué pasa, por qué Lucy está con
Latis, de esa forma?, no parece que lo ame.-
Esmeralda: ¿Pasa algo Marina?
Marina: No, no es nada Esmeralda, solo
pensaba que parece que nos preocupamos de más.
Esmeralda: Yo no lo sé, no es necesario que
ella demuestre su amor para estar completamente seguros.
Marina: Es cierto, pero Céfiro todavía está
normal, tal vez en este mundo sea diferente su relación.
Esmeralda: Tal vez tienes razón Marina,
pero no hay que descuidarnos.
Marina: Ya no hay que cuidar Esmeralda,
ellos ya se vieron.
Esmeralda: Tienes razón Marina.
Lucy: ¿Qué pasa?, ¿Ustedes no van a venir?
Marina: Sí, vamos.
Marina y Esmeralda alcanzan a los demás que
ya estaban un poco lejos, por que ellas se habían
quedado platicando.
Lira: Marina, no parece que vaya a pasar
nada malo, ¡que bueno!
Marina: Tienes razón Lira, tal vez nos
preocupamos de más.
Esmeralda: Ya llegamos.
Todos estaban frente a las naves de los
otros planetas, estas eran las mismas de la segunda temporada.
Lucy: Es un honor conocerlos, me da mucho
gusto que hayan podido venir tan pronto.
Águila: Fue un placer, no todos los días te
invitan a un planeta con fines pacíficos.
Lucy: Mi nombre es Lucy, yo soy el actual
pilar de Céfiro, y en nombre de todos les doy la bienvenida.
Águila: Mucho gusto, yo soy Ojos de Águila,
pero puede llamarme Águila, soy el comandante de la nave NSX. Vengo del planeta
Autosam, y ellos son Geo y Zas
Aska: Yo soy la princesa Aska, vengo del
planeta Faren, y este es mi acompañante Sang Yon.
Tatra: Mucho gusto, nosotras somos las
princesas Tata y Tatra, y venimos del planeta Ciceta.
Caldina: Y yo soy Caldina, soy amiga
personal de las princesas.
Marina: -¡Caldina!, es cierto, ella viene
de Ciceta-.
Águila: Ya que nos hemos presentado, nos
agradaría que lo hicieran ustedes también.
Anais: Disculpen mi educación. Mi nombre es
Anais, yo soy parte de la gente de Céfiro.
Paris: Yo soy Paris, soy el hermano del
anterior pilar de Céfiro.
Lira: Mucho gusto, yo soy Lira, y soy amiga
de la princesa Lucy.
Ráfaga: Mi nombre es Ráfaga, soy
espadachín, y subcomandante del ejército de Céfiro.
Caldina: -Que guapo.-
Ascot: Yo soy Ascot, soy aprendiz de mago.
Clef: Yo soy Clef, soy el maestro de Ascot.
Aeserp: Mi nombre es Aeserp, soy la
espadachina del bosque del silencio.
Esmeralda: Mi nombre es Esmeralda, yo soy
el anterior pilar de Céfiro. Es un honor conocerlos.
Latis: Yo soy Latis, soy el guardian
personal de la princesa Lucy, espadachín mágico, y comandante del ejército de
Céfiro.
Águila: Vaya, es toda una corte princesa,
¿pero quién es esa jovencita de cabello azul?
Aska: Sus ropas son muy raras, nunca antes
las había visto.
Marina: Yo, yo vengo de...
Esmeralda: Ella viene de un lugar muy
apartado de Céfiro, por eso es que sus ropas son tan extrañas.
Marina: Sí, así es. -Gracias Esmeralda.-
Lucy: ¿Gustan dar un paseo por Céfiro?
Águila: Me encantaría, este es un planeta
muy hermoso, hace mucho tiempo que no veía tanta naturaleza en un mismo lugar.
Tatra: Es un gran y hermoso planeta
princesa.
Aska: Además, es regido por la fuerza del
corazón, es un mundo lleno de magia y fantasía.
Lucy: Se los agradezco, pero sus planetas
también son muy hermosos. El planeta de Águila es muy avanzado, además de que
es un planeta muy grande.
Águila: Sí, pero por culpa de nuestros
avances, el planeta está muriendo.
Lucy: Pero eso tiene remedio, si gustas,
antes de irte puedes preguntarle a Clef qué se puede hacer para ayudar a
recuperar la naturaleza del planeta.
Águila: Dudo que sea posible.
Lucy: Puede que haya un hechizo que ayude a
combinar la naturaleza con la tegnología, formando nuevas máquinas y plantas.
Clef: Es verdad, me parece que hay un
hechizo que forma plantas especiales, combinándolas con la tegnología del
planeta, estas ayudan a limpiar la atmósfera de un planeta, además de que no
crecen mucho.
Águila: Vaya, realmente este es un mundo
sorprendente. Si pudiera haceros ese favor, se lo agedeceríamos.
Lucy: Es cuestión de convencer a Clef, yo
no puedo dejar Céfiro.
Aska: ¿Por qué no?, según se, no importa en
que lugar en que esté el pilar, mientras su fuerza de voluntad sea la
suficiente, además de que puede hacer lo que quiera.
Lucy: -No quiero arriesgarme.- Así es
princesa, pero de vez en cuando hay problemas, y a diferencia de ustedes, yo no
puedo dejar a nadie encargado de cuidar Céfiro.
Tata: Pero es un planeta muy grande, y no
tiene demasiados habitantes, dudo que causen muchos
problemas.
Lucy: Es cierto que es un planeta grande,
pero si me descuido, tanto la gente como el planeta pueden perder su
estabilidad.
Tata: Parece ser que el planeta depende
directamente de usted princesa.
Lucy: De cierta forma, pero eso no importa,
mejor demos un paseo, no hay por que pensar en algo que por el momento no es de
mayor importancia.
Aska: Está bien princesa, si es lo que
usted quiere.
Cuando empiezan a caminar, Lucy se detiene.
Lucy: Acabo de recordar algo, disculpen,
pero no puedo acompañarlos, pero si quieren ver Céfiro, alguien más puede acompañarlos.
Esmeralda: Si gustan Paris y yo podemos
acompañarlos.
Aska: Me parece bien, ya nos acompañará en
otro momento.
Lucy: Muchas gracias princesa.
En cuanto se fueron, de los arbustos salió
un monstruo tipo flor gigantesca. Apareció el guante de Marina en su mano, y
esta sacó su espada, derrotando al monstruo con facilidad, actuando solo por
reflejo.
Marina: ¿Qué está pasando, por qué hay
monstruos aquí?
Lucy: No te preocupes, yo lo traje.
Marina: Entonces no debería de haberlo
matado.
Lucy: No te preocupes, si no lo hubieras
hecho tú, tal vez lo hubiera hecho yo.
Marina: Pero acaba de decir que usted lo
trajo.
Lucy: Te lo explicaré es el salón del
trono, acompáñame por favor.
Marina: Como guste princesa.
Lira: Princesa, ¿puedo ir?
Lucy: Será mejor que regreses a tu casa, ya
es muy tarde, y no quiero que tus papás se preocupen.
Lira: Está bien Lucy.
Lucy: Anais, llévala por favor.
Anais: Como guste princesa.
Marina: ¿De qué quiere hablar conmigo
princesa?
Lucy: Ya te lo diré cuando lleguemos.
Latis: Ráfaga, Ascot, Clef, será mejor que
acompañen a los embajadores de los otros planetas.
Clef: Esta bién Latis, parece que nuestras
preocupaciones ya pasaron.
Latis: ¿Preocupaciones?
Clef: Si... De que...
Ráfaga: De que los otros planetas quisieran
atacarnos.
Ascot: Sí, eso.
Latis: Bien. -Estos se traen algo.-
Clef: Bueno, ya nos vamos.
Latis: Muy bien, pero recuerden que no
quiero volver a verlos en el castillo.
Ascot: Lo intentaremos.
Latis: Ya saben que no los dejaré entrar.
Clef: Está bien Latis.
Después de esto, Lucy y Marina no tardaron
mucho en llegar al salón del trono, en cuanto llegaron, Lucy cerró la puerta.
Lucy: Marina, ¿tú sabes la verdadera
leyenda de las guerreras mágicas?
Marina: ¿Yo?, ¿por qué lo pregunta
princesa?
Lucy: Dime; sí ó no.
Marina: Sí.
Lucy: Muy bien, ¿sabes por qué tienes tu
guante en tu mano?
Marina: ¿Mi guante? Cierto, no me había
dado cuenta, hace unos momentos actué solo por reflejo.
Lucy: La verdad, solo traje a ese monstruo
para combrobar algo.
Marina: ¿Qué es lo que quería comprobar?
Lucy: Que tú eres una de las guerreras
mágicas.
Marina: -Se dió cuenta.- ¿Qué está diciendo
princesa?, no sé de que me habla.
Lucy: Es inútil que finjas, solo tú puedes
usar ese guante.
Marina: Tal vez sea una coincidencia.
Lucy: Es imposible.
Marina: Usted podría cambiar eso.
Lucy: No, yo no tengo influencia sobre casi
nada relacionado con las guerreras mágicas, más que para poder llamarlas.
Marina: ¿Para qué me trajo aquí?
Lucy: Para que Latis no te haga daño.
Marina: ¿Latis?
Lucy: Si se entera de que eres una de las
guerreras mágicas, te matará.
Marina: Pero... Yo puedo combatirlo.
Lucy: Pero no derrotarlo, y menos si eres
tú sola.
Marina: ¿A qué se refiere?
Lucy: A que para poder derrotarlo,
necesitarías tener otras dos guerreras mágicas que te ayudaran, para que
pudieran fusionar a los tres genios.
Marina: ¿Acaso Latis también tiene un
genio?
Lucy: No, pero su poder es suficiente para
derrotar a uno.
Marina: Pero princesa, usted no me llamó.
Lucy: Tal vez no, pero aún así, eso no
cambia tu deber como guerrera mágica.
Marina: ¿A qué se refiere?
Lucy: A que... Tienes que matarme.
Marina: ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?
Lucy: Por que yo... Amo a Latis.
Marina: Pero si usted nunca antes lo había
visto, ¿cómo sabe que lo ama?
Lucy: No necesito verlo para amarlo. Me
enamoré de su caracter, de su fuerza, de su soledad,
ahora que lo ví, solo se reforzaron mis
sentimientos.
Marina: Por eso creció.
Lucy: Así es.
Marina: Es lo mismo que pasó con la
princesa Esmeralda.
Lucy: No exactamente, con Esmeralda, yo fui
nombrada antes de que ella tuviera que morir, aunque no recuerdo como pasó,
tengo recuerdos muy borrosos, que Esmeralda me ha ayudado a completar.
Marina: -Entonces es verdad, ella no lo
recuerda.- ¿Por qué no trata de recuperar esos recuerdos?
Lucy: Por que por algo los borré, tal vez
eso haría que yo ya no deseara el bienestar de Céfiro, ó me harían sentir
triste, y eso infuiría en Céfiro.
Marina: Pero, es su vida, renuncia a ella
para proteger a este mundo.
Lucy: Lo he hecho desde que acepté ser el
pilar de Céfiro.
Marina: Pero, yo no quiero lastimarla.
Lucy: Tendrás que hacerlo.
Marina: Pero Céfiro todavía está estable.
Lucy: Pero no por mucho tiempo, invité a
los otros planetas a venir, para ver si alguno de ellos puede ser el próximo
pilar.
Marina: ¿Entonces quiere que ellos pasen lo
que usted?
Lucy: No quiero, pero es inevitable.
Marina: Yo no lo haré.
Lucy: Tendrás que hacerlo, tú ú otra de las
guerreras mágicas.
Marina: No, esto se puede evitar.
Lucy: Si no quieres, puedo pedírselo a otra
de las guerreras mágicas, dime, ¿quiénes son las
otras dos guerreras mágicas?
Marina: Ellas... Ellas son...
Continuará...
Nota: Cuando un diálogo está entre guiones
(--). es que es un pensamiento.