LOS HEROES SON RECORDADOS PERO...

 

Por: Anais.

Email: alix2cool@hotmail.com

 


 

La misma distancia...

Otra ciudad lejana

Otra gente ajena

Una misma ausencia

En cada lugar voy dejando

pedazos de mi corazón.

sueños.....la razón

y un poco de olvido

Sentado sobre mi distancia

y mi propio recuerdo

voy cifrando lo ajeno

y lo absurdo de mí sin razón.

b a

 

- ¿Qué es lo que quieres?.- Él era un hombre joven, alto, musculosos y de piel morena que contrastaba con su cabello anaranjado claro. Vestía completamente de negro con una playera ajustada sin mangas y un pantalón del mismo estilo. Estaba sentado dentro de una tienda sobre unos grandes cojines.

- ¡Oye!, no seas tan agresivo conmigo. Se que hace algunas semanas que llegue pero creo que ya deberías tenerme algo de confianza.-

- Solo confío en la gente que no tienen secretos para mi. Y tu tienes uno... y muy grande.-

- ¿No se a que te refieres?.- Los ojos azules de la chica se clavaron en él de manera escudriñadora.

- Olvídalo son cosas mías...- le sonrío burlonamente y luego cavilo por un segundo. -...son cosas de Horus más bien...¿Quién eres en realidad guerrera misteriosa?...si no fuera por él ahora serias mi prisionera y no uno más de mis soldados...- Recordó que la mujer aun seguía ahí.- Y bien, ¿qué necesitas?, si puedo ayudarte lo haré.-

- Si, si puedes ayudarme. Lo que necesito es un poco de entrenamiento. Creo que me he vuelto un tanto perezosa. Quiero que tengamos un "duelo amistoso"- La chica sonrió, inclino ligeramente su cuerpo de manera que su boca quedara a la misma altura que la de él y con voz seductora continuo hablando.- tu y yo...solos...en el bosque...-

Sus ojos marrones estudiaron con detenimiento la bien formada y cadenciosa figura de la mujer frente a él. Portaba una armadura de batalla gris metálico sobre un sencillo vestido lila claro. La armadura constaba de un pectoral que cubría su bien dotado busto, dejando al descubierto su delgada cintura, de sus caderas se sostenía una especie de cinturón del cual colgaba una protección en forma de pico adornado por una joya morada, sus botas eran lilas y adornadas por una piedra morada, su largo cabello azul lo sujetaba en una cola alta. Definitivamente sabía como sacarse provecho, y por el momento Osiris no tenía ningún inconveniente en dejarse engatusar. Tomo la espada junto a él y la siguió hasta un claro cercano del campamento.

Ella lo atacó primero, pero no lo tomo por sorpresa, era fácil darse cuenta de lo impulsiva que era. La detuvo con su espada un momento y luego la empujo para hacerla retroceder, lo cual hizo dando un salto.

Ahora fue él quien tomó la iniciativa y se lanzo contra ella en un ataque frontal, ella solo se hizo a un lado para esquivarlo. Cuando paso enfrente de ella le hizo una rasgadura en un costado, dejando al descubierto parte del marcado tórax del hombre, rió con malicia y seducción, él volvió a atacar.

El combate duro bastante tiempo, ambos eran excelentes espadachines y el juego resultaba deliciosamente excitante. Cada toque con la espada era dirigido a desgarrar la ropa del otro. El lance termino cuando "accidentalmente" Osiris hirió a su contrincante en el pecho izquierdo, dejando la mitad al descubierto. Ella se apoyó en una rodilla y se llevo la mano a la herida que sangraba. El hombre se apresuro a ayudarla, la herida no parecía muy grave pero no lo sabía realmente. Se arrodillo junto a ella y por reflejo puso la mano sobre la herida, ella suspiro y le lanzo una mirada seductora. Osiris sintió una corriente eléctrica correr por su espalda, la mujer realmente le atraía. La miró a los ojos, se acerco para besarla...

- ¡¡¡¡¡¡Osiris!!!!.-

No alcanzo siquiera a rozar sus labios. Una hermosa mujer con traje de batalla, cabellos rubios, rizados y ojos azules, se aproximaba a ellos junto con un hombre de apariencia madura, de ojos de color azul-morado claro y cabellos negros, vestía un manto blanco de mago con adornos negros y morado-oscuro, se apoyaba con un báculo, tan alto como él, con una piedra redonda y negra en la punta.

- Tueris, Horus, ¿qué ocurre?.-

- Mi hermano a vuelto, trae noticias muy importantes.- Dijo la mujer rubia.

- Vamos Horus, acompáñame. Tueris, ayúdala.- Señalo a la mujer que seguía en el piso.

Los dos hombres se alejaron. Tueris se acerco a la mujer en el piso con cara de fastidio, le dio la mano para ayudarla a levantarse, ella la rechazó y se puso de pie rápidamente quedando a la misma altura que la rubia, frente a frente. Si las miradas mataran, ambas mujeres hubieran caído fulminadas en ese momento.

La rubia sonrío satisfecha, apenas había llegado a tiempo. Su rival paso junto a ella caminando rápidamente al campamento, estaba más que furiosa. Tueris siguió sonriendo burlonamente mientras la veía alejarse.

- No te lo permitiré, no te saldrás con la tuya Mirash.-

 

b a

 

-¡¡¡¡¡¡¡¡¿QUÉ PASO AQUÍ?!!!!!!!!!!.-

La cocina era un verdadero desastre, había platos y tazas por todos lados, algunos rotos y comida regada por todo el lugar. Una mujer pelirroja y una niña estaban paradas en medio del desastre.

- Lo siento Caldina. Yo lo limpiare.- Dijo la mujer mientras clavaba la mirada en el piso.

- ¡Por supuesto que lo harás querida!.-

Una pequeña ráfaga color rosa paso por su costado, pero ella la detuvo antes que desapareciera.

- ¡Tu le vas a ayudar Corina!- Le dijo mirando con severidad a la pequeña morena de ojos azules y cabello rosado lacio. Si que estaba enfada, siempre la llamaba solo Cori.- No se porque sospecho que tu iniciaste esto.-

- No mami.- Dijo la pequeña de aproximadamente 7 años.- Fue Myra, en serio.- La chiquilla señaló a un rincón de la cocina.

Caldina vio a su rubia bebita de dos años, chapoteando en lo que se suponía debía de haber sido su comida ^-^!, la bebe sonreía contenta. A Caldina le salió una gota en la cabeza.

Un rato después la cocina ya casi quedaba limpia.

- Helia, lamento haber ensuciado tu ropa, era lo ultimo que tenias de tu casa.- Se disculpo la niña mientras acababa de limpiar la mesa.

- No me llames Helia, solo Heli, en eso habíamos quedado ¿no?. Además yo también coopere en este desastre, así que no tienes nada de que disculparte y por otro lado solo hay que lavarla.- La pelirroja le cerro un ojo.

- Heli, eres muy buena- La chiquilla la abrazo.

Después de limpiar, ambas fueron a bañarse al río. En el camino se encontraron a Caldina que ya venía de regreso después de haber bañado a Myra.

Al llegar a la orilla del lago Cori se quito toda su ropa y se metió a la orilla del río. Heli se metió con todo y ropa, después de todo tenía que lavarla. Ya dentro se despojo de ella, lanzándola a la orilla, estorbaban demasiado para nadar. Cori vio las prendas en la orilla, como aun estaban sucias pensó que le haría un gran favor a su amiga si las dejaba limpias, la niña tomó ambas prendas y las sumergió, desgraciadamente la corriente se las arranco. Heli, que estaba sumergida, salió en ese momento del agua. Cori le señalo las ropas que eran arrastradas por la corriente y ella nadó para intentar alcanzarlas, cosa que no logro. Helia había perdido lo único que le quedaba de su casa.

Cori se disculpo, se sentía muy mal. Helia le quito importancia al incidente, después de todo solo era ropa. El problema era como iba a regresar a la aldea así. Con solo su ropa interior. Cori se ofreció a ir por su madre y contarle lo que había pasado.

Al escuchar la historia Caldina se destornillo de risa ^-^, pero luego recordó que Helia estaba sola en el lago, además de estar casi desnuda.

De rato. Heli vio acercarse a Caldina con su bebe en brazos y a Cori llevando algo en las manos. Justo a tiempo, empezaba a creer que se convertiría en un pez si pasaba más tiempo ahí.

- ¿Esto es todo?.- Pregunto la pelirroja mientras sostenía dos prendas en sus manos.

- ¿A que te refieres?.- Dijo Caldina parpadeando sorprendida.- Esa ropa es la que yo usaba cuando era soltera.-

- Ya entiendo por que tu esposo ya no deja que la uses.- Masculló Heli por lo bajo mientras se ponía una especie de sostén negro con dorado que le quedaba un poco estrecho y unas como pantaletas negras, para cubrirse solo le dieron una vaporosa túnica roja, semitransparente que era ceñida por un cinturón dorado con una piedra roja y le llegaba más debajo de las rodillas, a los lados tenia dos aberturas. Por ultimo para combinar con su nuevo atuendo (demasiado atrevido para su gusto pero no había otro ;P) Caldina le obsequio unas zapatillas rojas.

Ahora si parecía completamente una habitante más de Ziceta II, primera colonia de aquel planeta en Céfiro.

b a

- ¿Esta muy lejos el centro comercial?.- Pregunto con curiosidad la joven mujer, aunque no tenía mucho animo de salir. Le dio la espalda al muchacho que la acompañaba y cubrió con su mirada todo aquello que podía verse de lo alto de la montaña, donde se encontraba el observatorio. Era una vista hermosa, pero no alcanzaba a distinguir ninguna ciudad desde ahí.

- Esta en la ciudad, como a unos 500 Km de aquí.-

- ¡500 Km!, ¿Cómo vamos a llegar hasta ahí?.- Dijo sorprendida

- En esto.- El chico saco una especie de motocicleta sin ruedas de un lado de la casa.

- No estarás pensando que subiré a esa cosa.-

- ...................................................-

- AAAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.- La mujer se abraza fuertemente del joven, lo dos llevan casco, por lo cual no se ve su mirada aterrorizada. El vehículo se detiene.

-¿Por qué nos detuvimos?.-

- Ya llegamos.- Dijo el chico bajando del vehículo y quitase el casco, que cubría su cabello negro y corto.

- ¿Tan rápido?, Pero tu dijiste que eran 500 Km.- La mujer agitó su cabeza para liberar su cabello rubio.

- Es que viajamos a la velocidad del sonido. Es un deslizador sonico, tu deberías saberlo. ¿Qué no se supone que vienes de Autosam?.-

- Si Maat, pero recuerda que mi nave se estrello y hay muchas cosas que no puedo recordar, tengo alguna especie de amnesia.- Le sonrió la joven mujer, el chico pensó que definitivamente era la sonrisa más hermosa que jamas hubiera visto.

La mujer abría grandemente los ojos mientras caminaba a la entrada del centro comercial. No había alcanzado a ver nada cuando llegaron, por que iba aterrorizada, pero ahora que podía observar todo con calma era impresionante. La ciudad mezclaba alta tecnología con algo así como arte medieval, algunas cosas que parecían chinas o hindúes y muchas otras que parecían ser una combinación de todas. Especialmente la ropa era extraña, bueno, probablemente la ropa más extraña que había por ahí era la de ella, ya que todos la miraban. Con razón Vada (la madre de Maat) la había mandado a comprarse ropa.

- ¿Te sorprende?.-

Ella afirmó con la cabeza.

- ¿En donde has estado viviendo?, todo esto es producto de el intercambio de los planetas. A mi me sorprende que tu te sorprendas, ya que muchas cosas vienen de tu planeta.-

- Ya te he dicho que hay muchas cosas que no recuerdo.-

Siguieron andando hasta entrar al conglomerado comercial. Era un edificio impresionante, era altísimo y sobresalía de todas las construcciones del rededor. Por dentro cada tienda era algo lleno de curiosidades para ver, plantas curativas de Faaren, maquinas que hacían todo de Autosam, genios embotellados de Ziceta(estaban de moda, por lo que había muchos ^-^) y medicina alternativa de Céfiro. Por fin llegaron a las tiendas de ropa, que eran muchas y de muy diversos estilos, era difícil que alguien no encontrara algo que le gustara ahí. Mientras ella miraba la ropa y escogía lo que iba a probarse él le hacia platica para no aburrirse.

- Cuando yo era un niño, esta ciudad era mucho más pequeña, no había drenaje y todos iban a traer agua del río. Tampoco teníamos deslizadores.- El chico rió de su comentario.

- Muy gracioso. ¿Cómo es posible que haya crecido tanto esta ciudad en tan poco tiempo?.-

- ¿Eso te impresiona?. Imagínate que hace como diez años, nadie sabía que existían más planetas a parte de Céfiro. –

- Ya estoy lista.- La mujer salió del probador con un vestido blanco de corte recto que era sujetado por dos hebras doradas a sus hombros, en el pecho llevaba una piedra verde en forma de triángulo que estaba incrustada en una placa dorada también en forma de triángulo invertido. De las dos puntas de arriba salían las tiras doradas que se sujetaban a sus hombros y de la punta de abajo salía una tela gris que envolvía el vestido blanco ciñéndolo a su cuerpo, y dejando una abertura de más de media pierna a un costado. Para completar el atuendo llevaba unas botas blancas. El chico se quedó boquiabierto.

Aun compraron algunas cosas más y cuando estaban a punto de salir Maat recordó que su madre le había pedido que comprara algunas cosas de la tienda de magia de Ziceta y tuvo que regresar a buscarlas.

***

En ese momento una pareja entraba al centro comercial, la mujer se veía algo nerviosa y el hombre muy divertido. Entraron en un negocio que traía joyas de muy variados lugares. Un chico les mostraba un hermoso brazalete cuando el dueño de la tienda los reconoció...

- ¡Su majestad!, ¡Es un honor tenerlo aquí!.-

Inmediatamente se armo un barullo, el rey de Céfiro y su compañera corrieron para perderse entre la gente.

- ¡¡¡Paris detente!!!.- Le grito la mujer, momentos antes de soltarle la mano.

Paris no escuchó la advertencia y siguió su carrera. Lo siguiente que vio fue el piso del centro comercial frente a sus narices. Se levantó sobre sus manos y descubrió que debajo de él había una asustada mujer rubia que aun tenía los ojos cerrados por la impresión. Se quito y se arrodillo aun lado de ella.

- ¿Estas bien?.- Dijo apenado.

La mujer abrió sus hermosos ojos verdes y lo miró con espanto, no reconocía el rostro que se encontraba frente a ella. Pero esos ojos... esa mirada...

En su cabeza sintió una punzada, el dolor que le causo fue tanto que se desvaneció...

***

Un rato después despertó en una cama dentro de un hospital cercano a el conglomerado comercial.

- Ya te sientes mejor.- Le dijo él chico de enormes ojos azul-morado.

- ¿Maat?...¿Qué ocurrió?.- Hizo un esfuerzo por recordar...no había nada, no recordaba nada después de que el chico la dejara para regresar a la tienda.

- Fue mi culpa, choque contigo y te desmayaste, creo que te golpeaste la cabeza. Lo siento mucho.- Paris se había acercado a la cama donde estaba al verla despertar.

- ¿Quién es usted?.- Su cabeza le dolió terriblemente, otra punzada. Se llevo una mano a la sien y perdió el equilibrio, Maat la sostuvo antes de que cayera de la cama.

- Voy a llamar a un medico.- Dijo Paris mientras se apresuraba a salir.

- Espera...- Dijo la chica con voz apenas audible.- ¿Quién eres tu?.-

El rey de Céfiro se quedó parado frente a la puerta...

Esa voz era tan familiar...

Sus ojos verdes...

Otra vez...

Igual que un millón de veces antes...

Podía tener sus ojos...

O su sonrisa...

O su voz...

Incluso parecerse físicamente a ella...

Pero al final...

Nunca era ella...

No podía ser ella...

Por que ella había muerto...

Hace años...

Y hace años...

Decidió dejar que descansara en paz...

Y seguir con su vida...

Se dio la vuelta y volvió a acercarse a la cama.

- Soy Paris. ¿Cuál es tu nombre?.-

- Mi nombre es Aura.-

- Es un nombre muy hermoso, como su dueña.- Le dijo con su acostumbrada galanura para con las damas.

Aura de sonrojo un poco, él la ponía nerviosa. Paris sonrió con ironía, tal vez Anais sería así, si aun viviera, era muy parecida, pero ya se había engañado tantas veces con un parecido en su juventud...

Ambos volvieron a la realidad cuando la puerta se abrió y por ella entro una mujer de largo cabello castaño y ojos color miel. Llevaba puesto una túnica blanca que le llegaba hasta los muslos y era ceñida por un ancho cinturón dorado con joyas rojas. En su antebrazo tenía un brazalete del mismo estilo, sus zapatos eran algo extraños, eran un par de sandalias que se abrochaban con unas tiras doradas que se cruzaban y subían por sus piernas.

- El doctor ha dicho que todo esta bien. Solo fue una impresión muy fuerte, por eso se desmayo.-

- Me da mucho gusto. Ven Iris, déjame presentarte a la mujer que tuvo la desgracia de estar en mi camino. Ella es Aura.-

- Mucho gusto.-

- El gusto es mío Aura. Disculpa a este tonto, trate de advertirle pero como siempre no me escucho.-

-Disculpen, creo que debemos irnos.- Dijo Maat.

- ¿Quieren que los acompañemos?.- Ofreció Paris.

- No se moleste majestad, estaremos bien.- Dijo Maat con frialdad mientras ayudaba a ponerse de pie a Aura.

***

Desde el observatorio de la ciudad de Ayax se alcanza perfectamente a dominar, con la vista, todo el valle. Aura estaba sentada en un barranco observando como el sol desaparecía lentamente, el sol color ámbar...

Maat salió del observatorio y se sentó junto a ella.

- ¿En que piensas?.-

- En que últimamente me han pasado demasiadas cosas extrañas. Y sin embargo me sigo sintiendo igual....-"Sola", hubiera podido agregar.

- ¿Te refieres a que tu nave se estrellara cerca de aquí y mi madre te rescatara antes de que cayera a un barranco?, ¿A que no recuerdes nada de tu pasado? o ¿A que chocaras con un rey hoy en un centro comercial?.-

- ¿Un rey?.-

- Paris, el rey de Céfiro.-

Aura se sorprendió y se quedo callada.

- Èl te gusto, ¿verdad?.-

- ¡No digas tonterías, apenas si nos vimos!- Dijo ella molesta y giro su cabeza. Matt la ignoro y siguió hablando.

- No creo que sea bueno que te ilusiones con él. Esta comprometido con la señorita Iris, desafío a toda la corte para que aprobaran su unión, y la ceremonia será muy pronto.-

b a

 

No muy lejos del observatorio, pasando el valle y las montañas que lo rodean, se alza un hermoso castillo. En otro tiempo fue una fortaleza de cristal, destinado a albergar a todos los seres habitantes de Céfiro de una guerra que no entendieron nunca.

Hoy, ya no tiene más barrera que sus hermosas murallas rodeadas de enredaderas de flores. Ya no es una fortaleza, solo sirven de morada para el hermano de una princesa que dio todo por un planeta que parece haberla olvidado.

- Ya había olvidado lo hermoso y tranquilo que es este lugar.-

Ascot miraba ponerse el sol, recargado en uno de los pilares del jardín.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡TE DIEJE QUE NO HICIERAS CORRER AL CABALLO!!!!!, ¡¡¡¡¡¡¡¡PERO COMO SIEMPRE EL SEÑOR TENÍA QUE HACER LO QUE EL QUERIA!!!!!!!- Iris apareció por el corredor que salía del castillo, completamente llena de lodo.

- Lo siento Iris, como iba a saber que el caballo iba a salir desbocado directamente a un pantano.- Paris la seguía de cerca en las mismas condiciones. Iris se paro justo frente a donde estaba recargado Ascot, pero ni siquiera lo noto. Paris le dio alcance.

- ¡¡¡¡¡¡NO SE COMO TE SOPORTO!!!!!!.-

Una chispa de furia paso por los ojos de Paris, pero después su expresión cambio a una de picardía, sujeto a Iris de la cintura y viéndola a los ojos le dijo:

- Por que me amas.- Él la acerco y le dio un beso que ella correspondió.

- Aveces me pregunto como es que seguimos juntos.-

- Por que estamos un poco locos, y por que eres la mujer más linda del mundo y me vas a perdonar lo del pantano.-

- No estés tan seguro.- Le guiño un ojo- Voy a bañarme.- Iris desapareció por el siguiente corredor.

- Así que sigues haciendo lo que se te pega la gana. Latis va a enojarse mucho cuando se entere se que saliste del castillo sin guardia.-

Fue hasta ese momento que Paris se percato de que Ascot estaba ahí, le sonrió con complicidad. Al mismo tiempo Latis se acercaba por el corredor por donde Iris acababa de marcharse, justamente para escuchar lo que acababa de decir el hechicero.

- ¿Es cierto?, ¿Saliste del palacio sin guardias?.- Le pregunto a Paris de frente, algo molesto.

- Si.-

- ¿Tuvieron algún incidente?-

- No.-

- Esta bien, se que sabes cuidarte solo Paris, la próxima vez sólo avíseme, así sabré donde estas.- Le dijo poniendo una mano sobre su hombro, después volvió a cambiar su tono a uno más formal.- Su majestad, Guru Clef acaba de comunicarse con nosotros. La princesa Aska de Faaren a aceptado gustosa la invitación. Estarán aquí justo en la fecha planeada si no hay ningún inconveniente con los otros invitados.- Latis hizo una pequeña reverencia y se fue.

-¿Qué le pasa a Latis?.- Dijo el pelirrojo sorprendido.

No lo se. Se comporta así desde que regresó a Céfiro, al mismo tiempo que tu. Al principio pense que era por su separación y que estaba preocupado por Alina. Pero creo que más bien ha cambiado, a pasado mucho tiempo desde que estuvo aquí, lo hemos visto cada año pero no es lo mismo que tenerlo de vuelta. Todo a cambiado Ascot, Céfiro, la gente, las ciudades...

Incluso tu y yo ya no somos los mismos de antes.-

- Tienes mucha razón. Tu e Iris me han sorprendido, jamas pense que ustedes terminarían juntos.-

- Bueno, creo que yo tampoco me lo imagine.-

- ¿Estas seguro de esto?, tu e Iris tienen muy pocas cosas en común. Sinceramente yo no apostaría mucho a su unión.-

- Se a lo que te refieres, a mi me encanta montar y ella lo detesta, a ella le encanta platicar horas con Guru Clef sobre magia mientras yo me duermo, le fascinan los asuntos de estado y yo los odio y un millón más de pequeñas diferencias, pero nos queremos y creo que saldremos adelante.-

- Paris, ¿lo has notado no es cierto?.-

- ¿Qué?.-

- No te hagas el tonto, que Iris se parece un poco a Anais en su forma de ser.-

- Si, si lo había notado, pero a la vez son muy diferentes, nunca abra nadie como Anais. No la he olvidado, pero ella murió y nadie vive de recuerdos.- Miró a los ojos al hombre frente a él.- Dime la verdad Ascot, ¿A un esperas que Marina vuelva?-

- No, el tiempo a acabado con mis esperanzas. Ella no va a regresar, esta muerta. Pero si no hubiera creído eso hace diez años me abría vuelto loco Ahora solo quisiera reunirme muy pronto con ella.-

- ¡¡¡¡¿Que rayos estas pensando hacer?!!!!.-

- No te preocupes Paris, si quisiera suicidarme lo abría hecho hace años. Ahora...

solo sigo con mi vida.- Sonrío el mago.

b a

 

Paz y luz...

Luz y paz...

Más halla de donde un ser humano puede llegar...

Muchos nombres se le han dado, cielo, Avalon, paraíso...

Pero solo hay una verdad: Es ahí donde descansan las almas de quienes ya no comparten nuestra mortalidad.

Ahí sobre la alfombra de flores blancas, duerme una linda niña de cabellos rosados claros, soñando con un pasado que le pertenece y a la vez no, un pasado lejano, muchos años antes de que ella naciera y sin embargo en el cual vivió...

- No, no quiero que pase de nuevo, no, no, no...- La niña da varias vueltas antes de despertar llorando.

- Pequeña Nina, todo esta bien, todo estará bien.- Una misteriosa mujer la acurrucó contra su pecho, tratando de protegerla, ahora que aun podía hacerlo.

- Mama, mama. No dejes que ocurra de nuevo.- Solloza contra el pecho de la mujer.

- Nena, yo no tengo el poder para hacer eso, aun que quisiera ayudarlas yo ya no puedo intervenir, ya no pertenezco a Céfiro. Pero ellas si pueden y tu deber es ayudarles. Las Guerreras Mágicas ya han sido convocadas. -

***

Flashback.

 

De otra dimensión,

de un mundo lejano,

tres niñas llegaran,

y por nuestro mundo lucharan.

Despertaran a los genios

y con sus poderes mágicos,

acabaran con el peligro

que amenazaba a Céfiro.

Pequeñas guerreras de otra dimensión,

inocencia sacrificada por una nación.

Como niñas fueron enviadas,

como niñas fueron regresadas.

En mujeres convertidas,

serán convocadas.

El reloj del destino comenzara

su cuenta atrás.

- Eso es lo que dice la profecía de las Guerreras Mágicas, la sacerdotisa guardiana del libro sagrado de Céfiro no me ha querido decir más princesa.-

- Muchas gracias Guru Clef, puedes irte.-

 

Continuara...


¡Hola ^-^!

Siento mucho hacerlos esperara tanto pero he estado algo ocupada.

Veanlo por el lado bueno, he mandado varias cosas esta vez.

Espero sus comentarios, sobre todo de que les parecen los personajes nuevos.

Y por si no quedo muy claro, Iris es la unica de las Arpías(personajes de mi fic anterior) y actual prometida de Paris.

Bueno, nos escribimos luego.