LOS HEROES SON RECORDADOS PERO...

Por:

Anais.

Email: alix2cool@hotmail.com

 


 

La luz de los primeros rayos matutinos atravesaba por la ventana dando justo en su rostro.

El calor sobre su faz la hizo abrir los ojos y entrecerrarlos rápidamente para evitar los brillantes rayos.

Recorrió la habitación con la vista. La ventana de madera frente a su cama, un tocador al lado de dicha ventana, una pequeña mesa de noche con una jarra llena de agua y un vaso por si le daba sed en las noches, y por supuesto un pequeño florero siempre con algunas flores. Maat cuidaba de ello desde que se había dado cuenta de que a ella le fascinaban.

Se levanto lentamente de la cama y se dirigió al ropero que antes había pertenecido a Maat, y cambio su camisón sin mangas por la ropa que recién había adquirido.

Casi cuando había terminado de vestirse, la puerta se abrió.

- Buenos días Maat.- Le dijo, con una encantadora sonrisa.

El chico estaba asombrado, como si estuviera visto a un muerto resucitado.

- ¡ESTAS BIEN!.- La abrazo.

- ¿Qué ocurre Maat?, ¡Parece que no me habías visto en días!.-

- ¡EXACTAMENTE! ¡TENIA DIAS QUE NO DESPERTABAS!, ¿Qué no recuerdas nada?.- Dijo la ultima frase entre preocupado y sorprendido.

Aura se quedó callada, solo mirándolo, ¿Qué tendría que recordar?. Parecía que su memoria en vez de mejorar, estaba empeorando.

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- Jajajajaja.- Reía Caldina al observar como Helia intentaba levantar a Cori de la cama para que comenzara con sus labores de día. La gran inconveniencia era que Cori si dominaba algo de magia, y ahora se lo demostraba a Heli haciendo que las sabanas se enredaran en su cabeza.

Esa chica realmente le agradaba, sin embargo estaba un tanto recelosa. No por Heli, sabía que no tenía nada que temer de ella, por la cual sentía un cariño casi fraternal. Sin embargo, una mujer de Mundo Místico en Céfiro solo podía significar una nueva batalla, una nueva tragedia...

Caldina tuvo un escalofrío, era como una señal de que sus pensamientos no estaban muy errados...

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- ¿Por qué tenias que morir?.-

Una pregunta sin respuesta. No la había tenido durante los últimos diez años, no la tendría ahora. Como había luchado por olvidarla, por enterrarla, pero ¿como enterrar un cadáver sin cuerpo? Tal vez por ello, su fantasma en forma de recuerdos, aparecía ante él, cada vez que creía que había logrado olvidarla.

Inclusive por eso había vuelto a Céfiro, penso que después de estar ausente durante seis años, había olvidado. Volvió para recomenzar su vida, se sintió listo para ello. Pero desde hacia unos días la sentía tan cerca como si estuviera viva, los recuerdos de su ultima noche juntos lo atormentaban y perseguían desde cada rincón de su mente.

Ahora veía la verdad, su destino era seguir solo...

Vivir con un fantasma a su lado, recordando que hubo un corto tiempo en el que había conocido la verdadera felicidad...

- ¿Y sabes algo Marina?, Con eso me basta para vivir, la felicidad que tu me diste fue tan grande y plena, aun en el corto tiempo que estuvimos juntos, que no necesito nada más para seguir viviendo.-

A pesar de ello, y de que no lo quería reconocer, la soledad era una carga demasiado pesada de sobrellevar.

***

Dentro del castillo todo ocurría normalmente. Después del desayuno como ya era costumbre, Latis paso revista a los guardias del castillo. Iris y Paris daban un paseo matutino antes de que este ultimo comenzara a ocuparse de los asuntos de Céfiro.

Por debajo de las muralla, salió un curioso animalito, parecido a un pequeño ratón y se dirigió a toda prisa al castillo. Corrió por los interminables pasillos y se introdujo, por fin debajo de una puerta.

Ya dentro del cuarto, dejo caer una roca que llevaba atada al cuello. Al romperse el diminuto cristal creo una gran nube de humo tras la cual apareció un guerrero rubio de cabello corto y ojos azules. Examino cuidadosamente el cuarto y por un momento dudo, dentro de él no había absolutamente nada. Solo era una habitación que ni siquiera estaba amueblada, maldijo en su cabeza, se había equivocado.

Se dio la vuelta y saco un pequeño frasco, estaba apunto de tomar su contenido cuando observo un relieve del escudo de Autosam en la puerta. Sonrío para sí y lo toco. Inmediatamente la habitación cambió, las paredes se convirtieron en monitores y frente a ellas aparecieron varias burbujas de colores diferentes que mostraban diversos lugares del castillo, al centro de la habitación, en medio de un rayo de luz, había una formación de cristales resplandecientes. Definitivamente era enorme el potencial que había desarrollado la magia de Céfiro con la tecnología de Autosam.

El guerrero se acerco al cristal, este estaba protegido por una barrera mágica. Su deber era destruirlo, como fuera... y solo hay una forma de destruir una barrera mágica, con el arma más poderosa de todo Céfiro: La Voluntad.

EL guerrero tomo su espada en sus manos y en un ataque casi suicida, ataco la barrera que protegía el cristal. Inmediatamente sintió como la energía de la barrera intentaba alejarlo y hacía temblar su cuerpo, pero él podía más. Empuño su espada aun con más fuerza soltando una gran cantidad de energía, la barrera comenzó a ceder hasta que desapareció. La concentración de cristales cayo al piso haciéndose añicos. Inmediatamente una gran oleada de energía se dejo sentir por todo el castillo y sus alrededores.

- ¡¡¡¡¡ATAQUEEEENNNN!!!!.-

La orden salió desde los bosques aledaños. En un abrir y cerrar de ojos cientos de guerreros rodearon el castillo y se dispusieron a asaltarlo. Los soldados que se encontraban de guardia fueron tomados por sorpresa. La estratagema había sido absolutamente perfecta, nadie hubiera sospechado jamas que se atreverían a atacar el castillo.

***

Ascot sintió la oleada de energía y corrió a toda prisa dentro del castillo, no tenía idea de lo que estaba pasando hasta que escucho a lo lejos la batalla. Dentro, todo estaba vuelto de cabeza, todos corrían de un lado a otro, los guerreros y guerreras se apresuraban a defender la fortaleza, los magos trabajaban a toda prisa para poder levantar una barrera, aunque ya era tarde. La gran mayoría de sus enemigos ya estaban en el interior del castillo.

Latis daba ordenes a sus segundos mientras corría por todo el lugar tratando de localizar a Paris y su prometida, la prioridad era mantenerlos a salvo. Sintió la presencia del Rey cerca de donde se desarrollaba gran parte de la batalla.

Mientras tanto, el mago pelirrojo combatía hombro con hombro al lado de los soldados que defendían el castillo. A lo lejos le pareció distinguir a Paris también combatiendo por mantener a los intrusos a raya.

Un hombre moreno de cabellos anaranjados se abrió paso rápidamente hasta llegar frente al soberano de Céfiro. Inmediatamente el guerrero que combatía con él, se hizo a un lado para dejarlo frente a Osiris.

Ambos solo se miraron, no tenían nada que decirse. El combate comenzó. Osiris trataba por todos los medios de hacerle alguna herida profunda a Paris pero solo lograba hacerle arañazos, su contrincante era muy ágil y parecía adivinar sus movimientos mucho antes de que él los hiciera. Paris era un gran espadachín, esa había sido su única ocupación gran parte de su adolescencia. El combate seguía y ni uno ni otro cedía ni un solo centímetro.

Latis alcanzo a ver este combate desde lejos e inmediatamente espada en mano corrió a hasta ellos. Pero fue detenido por otro guerrero que le dio pelea para dejarlo avanzar. Ascot se dio cuenta de lo que Latis quería hacer y después de acabar con su enemigo corrió al lado de Paris y le hizo frente a Osiris en su lugar.

- Tu, debes irte.-

- ¿Quieres que huya como un cobarde?.-

- Toda esta gente esta arriesgando su vida para que tu estés a salvo por que creen en ti. Si tu te quedas y algo te pasa, todo esto sería en vano.-

Paris recordó cual era su mas importante misión, servir al pueblo de Céfiro así que no podía quedarse y pelear como desearía, el castillo estaba a punto de caer y si el se quedaba el gobierno de Céfiro caería con él. Latis logro deshacerse de su enemigo y lo siguió dentro.

- Nos reuniremos en casa de Caldina, es el lugar más seguro que conozco.- Le dijo el jefe de los soldados de Céfiro mientras impedía que los guerreros entraran utilizando resplandor para derribar la puerta. Eso no los detendría por mucho tiempo, así que el se quedó haciendo guardia.

Paris siguió su camino para buscar a Albis, quien ayudaba a mantener la barrera y al resto de sus enemigos a raya. Ambos tomaron un deslizador y se introdujeron por el bosque para poder escapar. El soberano de Céfiro sentía como se corroía por dentro, jamas había tenido que huir de nadie y ese hecho lo estaba destrozando mientras dejaba tras de sí, el castillo.

Iris miraba impotente como su futuro esposo mascullaba maldiciones por lo bajo y sentía todo su cuerpo temblar por la rabia que lo invadía. Nunca, en todo el tiempo que llevaban juntos, lo había visto así.

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Lejos en el bosque, lo que quedaba del ejercito de Osiris se había quedado en el campamento. Mirash caminaba pro ahí refunfuñando. No lograba entender por que Osiris había preferido llevarse a Tueris para combatir que ha ella. Horus regresaba al campamento en ese momento.

- Así que a pesar de todo, Osiris prosiguió con su locura. Las profecías se están cumpliendo.-

- ¿De que hablas mago? – Pregunto Mirash con cierta hosquedad.

- De nada Mirash. ¿Qué haces tu aquí?, creí que estarías en lo más crudo del ataque.-

- Así sería, pero Osiris no confía en ti, y creo que por añadidura en mi tampoco.-

- ¿Dices que hubieras ido gustosa a pelear por el Sistema del Pilar?.-

- Por supuesto que sí, ese niño bobo del rey esta llevando al planeta a su destrucción.-

Horus sonrió para si. Le parecía una ironía que Mirash defendiera el Sistema del Pilar.

El grito ahogado de un hombre interrumpió su platica. Al voltear ninguno de los dos creía lo que estaba viendo. El hombre flotaba en el aire y poco a poco desfallecía como si algo lo estuviera chupando hasta dejarlo en los huesos. El fenómeno se repitió con otro guerrero que intento ayudarlo. Se trataba de algún tipo de criatura que absorbía la energía vital.

Mirash tomo su espada y Horus comenzó a atacar a la criatura con su poder mágico. La criatura se estremeció cuando los rayos morados dieron sobre él. Soltó a uno de los soldados mientras se transfiguraba en una mancha morada gracias a la magia de Horus. Pero estaba furiosa. Mirash se estaba desesperando, no era capaz de atacar al moustro, inmediatamente que se acercaba, sentía que sus fuerzas se iban y se veía forzada a retirarse.

La fuerza del criatura la domino y la hizo acercarse ha ella, hasta ser casi tragada como el resto de sus compañeros. Al ver esto Horus corrió hasta ella y la empujo, siendo él, tragado por el moustro.

Mirash vio horrorizada como el mago era deglutido por la mancha y empezaba a ser absorbido lentamente.

Ella estaba tirada muy cerca del rio, el pánico había logrado apoderase de ella muy a su pesar, no podía moverse y la mancha morada se acercaba cada vez más a ella. Se cubrió con poniendo una mano frente a su rostro...

Algo extraordinario paso en ese momento, el agua del lago se revolvió creando un remolino que ganaba cada vez más altura y rodeándola apareció una espada en su mano. Su mirada cambio a una sin emoción alguna. Se levanto y blandiendo la espada dio una sola estocada a la criatura morada que la partió en dos. El mago y otros guerreros cayeron al suelo liberados pero a un débiles.

Horus alcanzo a ver como la joven desfallecía y su espada desaparecía dentro de la joya de un guante que no recordaba que tuviera.

- Todo se esta cumpliendo...- Dijo mientras se dirigía a ayudarla.

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La batalla en el castillo estaba a punto de terminar, los guerreros de Osiris había logrado por fin librarse de la guardia y entraban libremente por los corredores del castillo buscando a el soberano.

Latis ayudado por las sombras, conducía a un grupo de los sobrevivientes por el bosque para alejarlos del peligro de ser prisioneros de Osiris. Sus guerreros eran realmente duros por lo que se podían haber dado cuenta en las sangrientas batallas. Su orgullo como guerreros estaba duramente herido, pero ya habría tiempo en el futuro de repararlo, lo importante era poder reunirse con el Rey.

Increíblemente, Ascot y Osiris aun peleaban, su batalla parecía no tener fin. Osiris estaba fascinado de tener un adversario tan bueno con la espada, y pensar que él creyó que era un simple mago y que como la mayoría no sabría ni tomarla.

El pelirrojo miró a su alrededor, la imagen lo devasto. La mayoría de los soldados de Céfiro yacían muertos en el piso en charcos de su propia sangre. Evidentemente el castillo había caído. En su cabeza no alcanzaba a entender eso. Innumerables batallas del pasado para defender ese castillo, para que ahora, gente del mismo Céfiro lo atacara. Miró a Osiris con rabia infinita, ese hombre era la causa de todo esto. Decidió, que aunque el muriera, lo mataría, por Latis, por Paris, por Céfiro... por ella, por que ella había dado su vida para defender lo que ahora este hombre frente a él, intentaba destruir.

Tomando impulso, ataco a su adversario con el pecho descubierto, era un suicidio, pero no fallaría, le daría una estocada mortal. Como lo esperaba, Osiris fue tomado por sorpresa y sostuvo su espada al igual que su oponente, si el quería morir, le iba a dar el gusto.

Las dos espadas chocaron, Ascot dando un grito de guerra, empujo con todas sus fuerzas a Osiris y lo hizo caer al piso. Sostuvo su espada a la altura de su garganta, la retiro un poco para tomar fuerza, pero esta vez apunto a su corazón...

El mago pelirrojo se desvaneció de pronto cayendo al lado de Osiris. Tueris le había salvado la vida en el ultimo momento.

 

Continuara...


¡Hola =)!

Siento tardar tanto en dar nuevos capitulos pero realmente espero poder darles la serie completa como regalo de año nuevo.

Si es que alguien todavía se molesta en leer mis desvarios ;).

Hasta pronto.