¡ADVERTENCIA!

¡Esto es un lemonade! Contiene escenas que no se recomiendan sean leídas por menores de 13 años, a menos de que se cuente con la supervisión de un adulto. Se habla sobre sexo entre hombre / mujer. Si les ofenden las historias de este tipo, ¡no lo lean!

 

Una noche

(Alejandro Sanz y de Corrs)

Después de pensar

después de ver a mi dolor andar

sobre el agua del mar

te vi por mi calle pasar

sin saber que hacer

Una solitaria lágrima se deslizo por la suave mejilla de una hermosa mujer de unos 20 años. Sus largos cabellos azules estaban sujetos en una sencilla cola de caballo. Era una mujer muy hermosa, y eran varios chicos los que se le quedaban viendo.

Ella solo se quedó recargada en el barandal a orillas del río Sena. Cada vez que una lágrima nacía, la limpiaba con un rápido movimiento. Parecía que todo el mar de sus ojos azules quería liberarse.

Lentamente vio la rosa blanca que llevaba en su mano, y suavemente, casi por accidente, la dejo caer al río.

Mientras la rosa se iba hundiendo en el río, solo un nombre escapo de los labios de Umi Ryuuzaki.

-- "Clef"

si sentir o pensar

solo que aun hoy

sigo aun hoy

sigo atándome a ti.

Una sombra pasó por los pasadizos del castillo, evitando cualquier contacto con las personas. Lentamente, entró a un estudio y cerró la puerta tras de él. El jóven de cabellos lilas pasó una mano por sus cabellos, y su mirada se dirigió hacia el escritorio lleno de papeles por revisar. Pero en lugar de irse a sentar, fue hacia el balcón.

Madoushi Clef... el mago más poderoso de Céfiro, y probablemente de muchos otros mundos, y sin embargo, su poder no le servía para aliviar la angustia de su corazón.

Lentamente se sentó en un banco en el balcón, y observó el campo de Céfiro, brillante, alegre y hermoso... tan contrario a como se sentía.

Lentamente, algo cayó del cielo directamente hasta sus manos...

Una rosa blanca...

Madoushi Clef sonrió melancólicamente. En una maceta, plantó la flor extranjera de Céfiro, y rápidamente, la rosa se convirtió en un rosal.

Solo una lágrima, y solo un suspiro escaparon de los labios de él.

-- "Umi..."

 

Aun hoy mi amor te doy

mi cuerpo con alma

se esconde del sol

de noche se escapa,

aun hoy te doy mi cuerpo con alma

aun hoy, aun hoy, aun hay.

-- "Si Hikaru..."

-- "Umi, ¡es que te extrañamos mucho!"

-- "Si, yo también las extraño amigas."

-- "No debiste de haberte ido hasta París. ¿Por que no vuelves?"

-- "Si, lo sé, pero, el semestre acaba de empezar, además, aquí esta la mejor escuela de modas del mundo y..."

-- "Nos haces mucha falta Umi"

-- "si, lo sé.... Hikaru, les prometo que iré a verlas a ti y a Fuu-chan en las vacaciones..."

-- "¿¿En las vacaciones?? ¡Pero falta casi un año para eso!"

-- "Si, sé que falta casi un año para las vacaciones... Ustedes pueden venir"

-- "Aunque me gustaría no puedo. Desde que Maciel y Cameo se casaron y se fueron, hay más trabajo en el dojo... y Fuu esta muy ocupada con su carrera de informática."

-- "....Bueno, entonces, tendremos que conformarnos".

-- "Creo que si... Umi, ¿te puedo preguntar algo?"

-- "Claro, pregunta lo que quieras."

-- "... ¿Sigues pensando en Céfiro?"

-- "...en Cé....Céfiro... claro que sigo pensando en Céfiro..."

-- "Umi.... perdona si la pregunta te incomodo.."

-- "no, no te preocupes amiga... Céfiro tiene una parte de nosotras.... y por eso siempre pensaremos en Céfiro y en sus habitantes, ¿o me equivoco?"

-- "No... es solo que estaba pensando... en..."

-- "¿Otra vez estas pensando en volver a Céfiro?"

-- "Si..."

-- "Hikaru... sabes que durante 5 años hicimos hasta lo imposible por volver... lo único que podemos hacer es... -la voz se le cortó unos momentos, pero trató de seguir sonando firme - es recordar los buenos amigos y los buenos recuerdos que tenemos de esa maravillosa tierra... - las lágrimas empezaron a caer por el rostro de Umi, y pudo escuchar por el teléfono como Hikaru también trataba de contener sus lágrimas- ¿No es así?"

-- "Si... Umi... tienes razón... Umi, tengo que colgar..."

-- "Si, yo también tengo que colgar... Hikaru... cuídate mucho, y dile a Fuu-chan que se separé un poco de la computadora y me hable, ¿de acuerdo?"

-- "Si Umi... hasta luego."

-- "Adiós..."

Umi se quedó viendo el auricular antes de colgar suavemente. Paseo la vista por su habitación. Era hermosa. Su departamento era hermoso. Y sin embargo, se sentía vació. Se quitó la ropa y se puso un camisón de seda blanca. Luego se sentó en el grueso marco de la ventana Veía fijamente el cielo, nuevamente tratando de encontrar el lugar donde se encontraba Céfiro, y dónde se encontraba él.

-- "Si tan solo tuviera una noche para poder decirte lo que siento Clef..." Umi abrazó sus rodillas y escondió el rostro entre sus brazos, y falló en notar el resplandor que la rodeaba.

Que esconder la noche va a guardar

entre nosotros dos

de sentir o pensar

si me lleno de dudas la noche

Clef abrió los ojos al sentir una presencia extraña, pero a la vez conocida en su habitación. Se levantó de su cama, y tomó su báculo como precaución. Levemente hizo que las luces se prendieran, y en un rincón, había una persona, abrazando sus rodillas.

El corazón de Clef se detuvo por unos segundos, al ver el largo y sedoso cabello azul de la persona. Dejó su báculo y se acercó lentamente a la figura, temiendo que fuera un sueño más.

-- "¿Umi?"

Umi levantó la vista, y se encontró en una habitación que no conocía, pero que le traía un sentimiento cálido a su corazón. Además, la voz que le había hablado... parecía la de Clef.

Pero no estaba a quien ella conocía.

En lugar del mago de apariencia de niño 10 años, había un joven que parecía tener unos 25 años. Por un momento Umi sintió deseos de gritar, pero entonces, la profundidad de los ojos azules del joven la embriagaron. Solo había habido alguien que tenía esos ojos azules...

-- "¿¡Clef?!"

Antes de darse cuenta de lo que hacía, Umi se levantó del suelo, y abrazó fuertemente a Clef. El estaba tan sorprendido que no pudo hacer más que corresponder al abrazo. Pero una vez la tuvo en sus brazos, se dio cuenta de que nunca quería soltarla. Abrazó fuertemente a Umi contra él, acariciando suavemente el sedoso cabello de Umi, curando sus heridas con el aroma de miel de Umi. De repente, Umi se separó de él, tan bruscamente, que un escalofrío corrió por la piel de Clef. Su cuerpo se había acostumbrado muy rápido al calor proveniente al de Umi, y de repente, sin ese calor, todo su ser se sentía frío.

-- "¿Que pasa Umi?"

-- "¡Se cumplió mi deseo!"

-- "¿Deseo?"

-- "¡Quisé poder tener una noche para decirte..." Umi guardó silencio, y un leve rubor tiño sus mejillas. Bajó la mirada algo avergonzada. Clef dulcemente levantó con una mano el rostro de Umi, y dejo su mano descansando en la mejilla de ella.

-- "¿Decirme que Umi?" dijo con una leve sonrisa.

Umi se acercó a Clef, y levantándose de puntillas, lo besó suavemente en los labios. Clef abrió los ojos sorprendido. Ya cuando pensaba corresponder al beso, Umi se separó de él, y murmuró en voz baja.

-- "Decirte que te amo Clef."

es por que yo vi nadar delfines en tu voz

y sentir sin pensar

solo que aun hoy sigo aun

aun hoy, sigo amándote a ti.

Clef, por primera vez en su vida, ignoró la lógica que le decía que ella se iría de nuevo, y le hizo caso ciego a su corazón, y la besó desesperadamente. Umi, se quedó unos momentos sorprendida, antes de de responder al beso, sin importarle que fuera inexperta, sin importar que solo fuera a estar una noche. Lo abrazó por el cuello tratando de fundirse en su abrazo.

Sus cuerpos se unieron, atraídos por un magnetismo mágico, y sus bocas se buscaron la una a la otra, y una vez juntas empezaron a bailar un vals al ritmo de sus corazones.

La ropa cayó al piso, estorbando para las caricias, y para sentir el calor proveniente de sus cuerpos. Era tanto el amor que se tenían, y que necesitaban demostrar y recibir, que cualquier cosa les estorbaba.

Necesitaban sentir la piel del uno y del otro, romper de una vez todas las cadenas que los apresaban; ser libres aunque fuera unos momentos. No les importaba nada en ese mundo, nada que no fueran ellos estaba de más.

Poco a poco, él la fue recostando en la cama, sus bocas solo separándose lo suficiente para respirar y nuevamente reiniciar sus besos, con nuevo amor y nueva pasión.

Cuando la boca de Clef dejo los labios de Umi, ella iba a quejarse, hasta que sintió sus besos bailando por su cuello, y con un suspiro dejo que continuara.

Los labios de Clef no dejaban más que por segundos el cuerpo de Umi. Era tanto el tiempo que había esperado para poder tenerla así, que sus labios eran insuficientes. Quería tocarla, sentirla, acariciarla; hacerla suya por siempre y para siempre.

Umi acarició con sus uñas la espalda de Clef, lenta y suavemente, como si creyera que todo era uno más de sus sueños, y por si acaso, todo resultaba ser solo eso, poder recordar lo más posible de él, y de la forma en que sus labios besaban cada rincón de su piel.

No hubo palabras, no eran necesarias. Las palabras solo hubieran entorpecido su hermosa realidad. Además, no hicieron falta. Sus actos gemidas y caricias gritaban 'te quiero' en silencio. Sus miradas fijas en el uno y en el otro mientras sus cuerpos se unían les decían cuantos se amaban, y cuanto se habían extrañado. Los besos que habían quedado en las pieles de los dos eran promesas de esperanza. El suave vaiven de sus cuerpos era un baile que prometía sería continuado. Su amor no quedaría en esa sola noche.

Incluso cuando se volvieran a separar de nuevo, ya no estarían completamente solos, pues ahora, siempre llevarían un pedazo del alma del otro.

Por que mientras sus cuerpos se reencontraban y mientras una parte de él la llenaba, se formaba un lazo por siempre.

Y así, sus cuerpos se rompieron...

Para renacer juntos de nuevo.

Aun hoy, mi amor, aun hay,

dos cuerpos con alma se esconden del sol

de noche se escapan

de noche se dan, los cuerpos las almas,

aun hoy, aun hoy, aun hay...

Clef acarició suavemente el hombro de Umi, mientras aspiraba el aroma de sus cabellos. umi dormía en su pecho, tranquilamente, y Clef deseo poder quedarse así para siempre... aunque sabía que era imposible... en cuanto amaneciera, el estaría solo de nuevo, solo con el recuerdo de ella y de su piel de seda. Una lágrima cayó en su torso, y un leve sollozo escapó de los labios de Umi.

-- "Umi..."

-- "Lo siento, no quería despertarte..."

-- "Ya estaba despierto..."

-- "Yo... de todas maneras... lo siento..."

-- "Umi, te esperaré."

-- "¿Qué?" preguntó Umi, levantando el rostro por primera vez, viendo a Clef. Él le sonrió y limpió las lágrimas de sus mejillas, y le sonrió dulcemente.

-- "Te esperaré. Y sé que volveremos a estar juntos."

-- "Pero... ¿y si pasa mucho tiempo?"

-- "Así pase un siglo. Te esperaré."

-- "Es fácil para ti decirlo." dijo Umi, sentándose en la cama, cubriéndose con las sábanas. Clef se sentó también, y suavemente tomó su rostro, haciendo que lo viera a los ojos, y le sonrió como solo le sonreía a ella.

-- "Escucha Umi. Pase lo que pase, así tenga que esperar hasta la otra vida para verte de nuevo, te esperaré." Mientras hablaba, Clef se había quitado su anillo, y lo había puesto en el dedo de Umi. Ella vio el anillo con cariño, antes de abrazar a Clef por el cuello.

-- "Yo también te esperaré Clef. Por siempre y para siempre."

Clef abrazó fuertemente a Umi, mientras por la ventana podía observar como el alba empezaba a salir. Podía sentir lágrimas amenazando con salir de sus ojos, y trató de unirse a ella aunque sabía que no podía. Le quedaba algo por hacer. Lo último que podría hacer hasta volverla a ver.

-- "Umi... te amo".

Una luz rodeo a Umi, y vagamente Clef pudo escuchar un 'y yo a ti'. Al desaparecer la luz, Clef estaba solo, en una habitación que de repente se sentía demasiado grande y fría.

Umi abrió los ojos, nuevamente en su habitación. Llorando se abrazó a si misma, tratando de evitar el frío que sentía su piel desnuda. ¡Se había sentido tan a gusto en los brazos de Clef! ¿Cómo era posible que ahora tuviera tanto frío? Se puso una bata blanca, tratando de escapar del frío que amenazaba con engullirla por completo. Se recostó en su cama, dispuesta a llorar hasta quedarse dormida. Mientras sollozaba, una y otra vez repetía.

-- "Te lo prometo Clef... te lo prometo."

Solo que aun hoy, sigo aun hoy, sigo amándote a ti...

Una solitaria lágrima se deslizo por la suave mejilla de una hermosa mujer de unos 25 años. Sus largos cabellos azules estaban sujetos en una sencilla cola de caballo. Era una mujer muy hermosa, y eran varios hombres se le quedaban viendo. Ella los ignoró a todos, y se limpió las lágrimas antes que Hana pudiera ver sus lágrimas. Al ver su mano, acarició suavemente un anillo. Levemente, dejó caer una rosa por un mirador de la torre de Tokio.

-- "Te lo prometo Clef..."

-- "¡¡¡Mamí, mamí!!!"

Umi Ryuuzaki volteo hacia donde una pequeña niña de unos 5 años la llamaba. La pequeña tenía largo cabello color lila sujeto con una diadema, y grandes ojos azules.

-- "¿Que pasa Hana?" preguntó Umi, levantando a la pequeña en sus brazos. Le sonrió dulcemente y le besó en la mejilla. La niña le sonrió a su madre, antes de mostrarle un hermoso ramo de varias flores. En su mayoría eran amapolas, orquídeas y rosas blancas.

-- "Dios... son hermosas... ¿de donde las sacaste hija?"

-- "Un señor me las regaló."

-- "¿Un señor? pues llévame con ese Sr. para agradecerle"

-- "Si mamí, además, el Sr. también quiere verte."

Hana tomó la mano de su madre, y la empezó a jalar. Umi sonrió levemente, viendo a su hija. El único recuerdo de su noche de amor con Clef.

Hana llevó a Umi hacia un observador donde estaba un hombre de cabellos lilas dándoles la espalda. Umi se quedó parada, sintiendo como si el aliento se le congelará en su pecho. ¿Sería posible?

-- "¡Mira mamí, es él!"

La pequeña soltó la mano de Umi, y corrió hacia donde estaba el hombre.

-- "¡Señor, señor! ¡Ella es mi mamí!" dijo Hana. El hombre se volvió y le sonrió a la niña...

-- "Clef..." dijo Umi suavemente, sintiendo como las lágrimas empezaban a caer por su rostro.

Clef le sonrió a Hana y acarició suavemente su cabeza, antes de levantarse y empezó a ir hacia Umi, sonriendo un poco más, sus ojos con una mirada nostálgica.

-- "Te extrañe mucho Umi..."

-- "¿Pe... pe... pero como?"

-- "Durante años desee con todas mis fuerzas verte de nuevo... cuando Latis y Ferio se unieron a mi, logramos venir aquí. No sabíamos donde buscarlas, así que todos los días venimos aquí... sabíamos que tarde o temprano, tu o Hikaru o Fuu vendrían."

-- "Por eso Hikaru me dijo que regresará..."

-- "Si"

-- "¿Y Hana? ¿Como fue que tu..."

-- "Cuando la vi... te pude ver a ti... le hable, y me dijo que tu eras su madre... quise creer que..."

Umi cerró los labios de Clef con un roce de sus dedos, y luego lo abrazo fuertemente por el cuello, tratando de llenar el hueco de los 5 años pasados. Clef también la abrazó, y mientras escondía su rostro en el hueco del cuello de Umi, deposito suaves besos de mariposa, mientras trataba de ahogar sus ganas de llorar en el aroma de Umi.

-- "Es tuya Clef... es nuestra hija" dijo entre lágrimas Umi. Clef se separó de ella y la miró con sorpresa y amor. Luego, se agacho y levantó a la muy feliz Hana.

-- "Él es mi papí, ¿verdad mamí?" La pregunta de la pequeña sorprendió a sus padres. Pero finalmente, Umi, más acostumbrada, le sonrió a su hija.

-- "Si hija, el es tu papá"

Hana abrazó fuertemente a Clef por el cuello, Clef pasó un brazo por la cintura de Umi, y ella se recargó en su pecho.

Al final, todas las lágrimas derramadas por una sola noche, valieron la pena.

Ahora no solo estarían juntos por siempre, si no que ahora también tenían una hija.

 

Aun hoy, mi amor, aun hay, aun hay,

dos cuerpos un alma se esconden del sol,

de noche se escapan, de noche se dan,

los cuerpos las almas, aun hoy, aun hay, aun hay, aun hay...

 

FIN

Las mejores lágrimas son las que luego de haber sido derramadas, se convierten en sonrisas.

(Anónimo)

Notas de Autor.

Hola a todos!!! si, lo se, hacía tiempo que no escribía. Gomen a todos, pero he estado algo ocupada. ^^UU pero prometo que pronto mandaré capítulos de mis demás fics.

Sobre esta historia, no puedo decirles mucho. La canción es la de Una Noche, de the Corrs y Alejandro Sanz, y es una canción bellísima, y desde que la escuche me dije que escribiría una historia con ella... ^^U solo que nunca pensé que esa canción fuera a inspirarme un lime...

De hecho, ahorita estoy escondida, por que si mi tío se llega a enterar de que escribí esto, usando su nombre y el de mi tía Umi, ahora si que se acabo Kali. Ahi quede. Me manda a la dimensión más horrible del mundo... la dimension de donde provienen la amorfa y el hijo gay de Godzilla..

CLEF: KAAAAAAAAAALIIIIIIIIIIIII, DOOOOONDE ESTAAAAAAS????

Kali: O_O... gulp...... este....... preguntas, comentarios, sugerencias, bishounen perdidos, formas de terminar con la amorfa, dulces, chocolates, críticas constructivas, mándenmelos a hechizera_kali_cefiro@hotmail.com, para todo lo demás mándenselo a mi tío....

CLEF: KAAAAAAAAALIIIIIII!!!!!

Kali: MAMÁAAAAAAA!!!!!!

(Kali sale corriendo, tratando de escapar de su tío)

 

SI ES QUE SOBREVIVO, NOS VEREMOS LUEGO.

JA NE

XO

Hechicera Kali