Un Retorno a Céfiro
Cap 10. “Un sueño o es mi cruel realidad”
Ya eran media noche en el maravilloso mundo de Céfiro. La mayoría de sus habitantes se encontraban durmiendo, algunos tenían todavía asuntos que arreglar, otros insomnio, y otros tantos más... ¿hambre?
Ascot estaba en la cocina del Palacio, acompañado de Caldina. Había permanecido ahí desde hace hora, o quizás más. Ella había llegado hace unos 20 o 30 minutos, para poder comer algo y descansar de cuidar a la joven Mirra. Estaban los dos tomando Té, y algo de galletas para poder soportar el sueño.
-¿La dejaste dormida?- volvió a preguntar el joven mago, al tiempo que colocaba su taza sobra la barra de la cocina
-Por enésima vez Si... –le contesto una desesperada Ilusionista- Ya deja de preocuparte tanto, esta dormida, por lo menos no despertará hasta dentro de 2 horas si bien me va... –sonrío para sí-
-Perdón Caldina, pero es que me tiene preocupado su salud... No es favorable para ella que se ande desmayando a cada rato y en el momento menos preciso. Imagínate que en algún momento ocurra cuando este en medio de un hechizo, eso sería catastrófico con el potencial mágico que posee
-Si, si, Tu no sabes mentir Ascot- volvió a sorber un poco de Té
-¿A que te refieres?- pregunto intrigado, al tiempo que imitaba a Caldina
-Te gusta – ahora tomo un poco de galleta
El joven mago tardo en reaccionar, al parecer no tragaba esas palabras. “Te gusta” “te gusta” Sonaba en su cabeza. Un momento después comprendió aquel significado.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿QUE DICES????????!!!!!!!!
-Todo indica que es así, pero no te avergüences... no tiene nada de malo... Excepto quizás por un detalle-
Muy cerca de ahí, la mencionada Mirra, caminaba por los pasillos del gran lugar. Se había por fin librado de Caldina haciéndose pasar por dormida y ahora podría dirigirse fácilmente a su aldea, con sus abuelos, que era el lugar donde debería de estar.
Paso por ese corredor tres veces y parecía estar perdida. No sabía como era posible que se perdiera en este lugar, si ya lo conocía. Llego a la conclusión de que el efecto del sueño la estaba haciendo errar.
De nuevo y para variar se decidió a dar vuelta en ese lugar, llevándola muy cerca de la cocina. Mientras más se acercaba, parecía escuchar mejor lo que ahí se conversaba. Hasta que en un momento reconoció claramente la voz de Caldina y luego, comenzó a alejarse, intentan no importunar a su “carcelera”. Pero de pronto, todo eso dejo de importarle.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ME GUSTA MARINA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
De una recoció también esa voz y lo que escucho decir, fue el duró golpe que la devasto.
-Ya Ascot, yo ya lo sé... –rió la Ilusionista-
Eso fue lo último que escucho, salió corriendo por el mismo corredor por donde vino y desapareció entre aquellos oscuros lugar, sin que nadie se hubiese siquiera percatado de su presencia.
Pero lo que la joven ignoraba, era que aquello, al parecer a sus oídos una confesión, era más bien una pregunta, hecha por Ascot. Y todo ocurrió así.
-Flash Back-
-Todo indica que es así, pero no te avergüences... no tiene nada de malo... Excepto quizás por un detalle- comento la ilusionista, intrigando más a Ascot
-¿Cuál detalle?- preguntó el ya perturbado mago
-Que a ti te gusta Marina- sonrió –Y no lo niegues, no tienes por que negarlo... yo lo he sabido desde que ella te cambió de parecer en su primera llegada a Céfiro
Ascot no reaccionaba.
-¿Ascot?
La Ilusionista Caldina comenzaba a preocuparse. ÉL se había mantenido así por unos 3 o 4 minutos y no daba señales de intentar reaccionar pronto
-Pero que payaso eres... jajaja- Pero de una, Ascot reacciono como pudo.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿ME GUSTA MARINA???!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Eso fue a lo que Mirra no prestó atención. Era una pregunta y no una afirmación. Pero la conversación no termino ahí, y si ella se hubiera quedado un poco más, quizás habría descubierto algo muy importante.
-Ya Ascot, yo ya lo sé... –rió la Ilusionista-
-¡¡¡¿Estas loca?!!!- Le pregunto Ascot a su amiga, con ya mucho énfasis en sus palabras
-Más respeto... soy tu mayor, por tres años... jajaja-
-Si tu, ándale- De una Ascot regreso a su perturbación- Pero como se te ocurre que a mí me siga gustando Marina... Si ella es mi mejor amiga y si la aprecio mucho pero no, repito para ti No me gusta
-Como tu digas- sonrío Caldina- Entonces Mirra es la dueña de tu corazón
-Otra vez- repuso Ascot ya cansado- Mira Marina no... espera- reacciono- ¿dijiste Mirra?
-Si, y por lo que veo eso no te incomodo mucho ¿verdad?
-Ya antes lo habías mencionado y no lo había pensado... Aunque
-¿que ocurrió?- Ahora era Caldina la intrigada
-Hoy en la mañana, Guru Clef menciono que el ya tenía conocimiento de los raros sueños de Mirra, pues ella misma hace una semana se lo había comentado... Eso, pues, me molesto
-¿Piensas que ella le tiene más aprecio a Guru Clef que a ti?
-No lo creo, es que yo pensé que confiaba en mi, que era su amigo y con eso sentí una puñalada en la espalda.
-Quizás lo hizo por otra razón... por ejemplo el no preocuparte –tomo de su té una vez más- Las mujeres hacen cosas extrañas cuando están enamora... ups.. dijo nada
-¿que dijiste? ¿Enamorada?
-Yo dije que... que las mujeres hacen cosas extrañas cuando están, están “chavas” si eso fue lo que dije...
-¿Está enamorada? ¿De quien? –de una, la respuesta que buscaba llego a su mente- ¿Guru Clef? Si, el debe ser
-Pero que cosas dices Ascot- lo regaño Caldina- ¿Cómo enamorada de Guru Clef? Mira, tu olvídate de eso, Ya después decidirás con más cabeza quien esta enamorado de quien. Déjalo a un lado y ahora ayúdame a ver que vestido me pondré mañana...
-no soy buen asesor de modas- rió el joven, pero en su interior, la pregunta lo seguía comiendo.
-Fin del Flash back-
Mirra seguía corriendo, sin importarle mucho en lo que había continuado la conversación. Lo que ella había escuchado había sido suficiente para destrozarle el corazón.
Con el cansancio encima de ella, se detuvo en un corredor. La perturbación la hizo estar escuchando esa frase una y otra vez. Sin más poder, se recargo en uno de los pilares y se dejo llevar hasta el piso. Coloco sus piernas enfrente de ella, y sobre ellas sus brazos, encima, su rostro todavía consternado.
Paso ahí, de esa manera unos 10 o 15 minutos, aún con aquella dolorosa frase en su mente. Una figura se acercaba, con una paso lento y tranquilo. Usaba una delicada bata de seda color beigh con mangas cortas abombadas, una tira de tela cubriéndole la parte superior con un pequeño listón al frente del mismo color y por último, unas pantuflas, también beighs. En sus manos una toalla y un cepillo
Aquella persona se percato de Mirra y un tanto curiosa se acerco hasta ella. Llamándola hasta obtener resultado
-¿Mirra?
La aludida levantó la vista y pudo notar unos grandes ojos color azul observándola. Marina noto que Mirra tenía sus ojos negros llenos de lágrimas y volvió a llamar su atención.
-¿te encuentras bien?
-Eh? Si, disculpa si te preocupe –dijo la joven, mientras se levantaba y sacudía un poco su atuendo blanco.
-Tu no estas bien... ¿por qué tienes los ojos llorosos?- volvió a insistir Marina
Mirra la observó. Ella era todo una persona muy cariñosa, pese a su mal genio que a veces se cargaba. Mirra aún le estaba agradecida por cuidarla y por eso y muchas cosas más no podía odiarla.
Mirra también era una buena persona. Su carácter alegre y bondadoso le impedía enojarse con las personas, y mucho menos hacerlas sufrir. Tenía que admitir que le había dolido mucho la confesión de Ascot, pero eso era algo que Marina no sabía y no tenía por que enojarse con ella, ni siquiera le tenia algo de rencor, es más la apreciaba demasiado como para dejar que los sentimientos de dolor la invadieran y fueran contra ella. Marina no tenía nada que ver en esto, ni siquiera Mirra. La decisión dependería de Ascot. Ella siempre lo vio como algo platónico, pero ahora lo sentía más inalcanzable. De una volvió a recordar lo que escucho y no pudo evitar llorar sobre el hombro de Marina.
-Ya, ya, esta bien, tranquila- comenzó a dirigirse a la habitación de quien se encontraba en su hombro- Vamos, te llevare a tu habitación y podrás descansar ahí.
Minutos después ya estaban en la habitación de la joven aprendiz. Ella ya se encontraba un poco más calmada y había dejado de llorar. Marina la convenció para que se pasara esta noche en el castillo, diciéndole que no la dejaría sola hasta que estuviera mejor. Mirra, ya más tranquila acepto, se cambio de ropa y se acostó. Marina se sentó en la cama junto a ella.
-¿Me dirás lo que paso?
-Si, y muchas gracias por consolarme
-No hay de que...
-Es que cuando me levante, estuve caminando por los pasillos y escuche decir a la persona que yo amo... que el ama a otra persona...
-Ya veo... Te sentiste devastada –Mirra la observo por un momento, comprendiendo sus palabras- Entiendo como te sientes
-¿Tu también tienes un amor platónico?
-Mi amor por un hombre es inalcanzable- Marina comenzó a relatar con dolor en sus palabras- Él Jamás se fijara en mi. A su lado yo soy mucho menor que él –Mirra supo de quien hablaba y se sintió aún peor por Ascot, ahora era el dolor de él el que sentía y no el de ella- Y él sigue viéndome como una niña
-¿El gran Guru de Céfiro?- Marina reacciono asustada ante esa pregunta- ¿Es él tu amor platónico?
-Si, es él y ahora entenderás por que es inalcanzable para mí-
-No lo creo así. Si tu piensas eso desde el principio entonces no tienes ninguna oportunidad. Tienes que luchar por él, hacerle saber lo que sientes, tienes que hacer que su interés pon ti crezca hasta que tomo un punto de fijación y él comprenda que lo quieres.
-Por que me lo dices a mí, eso también deberías de intentarlo tu
-No- se entristeció- Conmigo es diferente, se que él ama a otra persona y con eso yo no podré confesarle mis sentimientos- giro su mirada hasta la ventana por donde observo las estrellas. De nuevo miro a Marina y regreso a su alegría –Pero eso no importará, yo are todo lo posible para que él sea feliz, si él es feliz su alegría será como mía. Lo apoyaré en todo momento y seguiré siendo su mejor amiga.
-¿aunque por dentro estés sufriendo?
-¿Que harías tú sino vez ya posibilidades? No me pondré a llorar, no después de esta noche. No odiaré a la persona que él ama, pues es la decisión de él y a esa persona le tengo un gran cariño. No le diré nada a él, para que no sienta la responsabilidad de darme una respuesta que yo no quiero escuchar. Todo será mejor si continua como ha sido hasta ahora.
-¿Con quien? ¿De quien te has enamorado?
-Eso tu lo sabes muy bien- le contesto
-Ascot –Ella afirmo con un suave movimiento de su cabeza-
-Pero aunque aprecio mucho a mi maestro y le tengo un gran respeto, eso no impidió que me haya enamorado de él. Pese a que me lo repetí mil veces y lo aleje de mí dejando de llamarlo por su nombre, no pude evitar que mi amor creciera
-¿Podrás soportar alejarte más para de él para no sufrir?
-Dime Marina... ¿te ha contado alguien mi historia?- La Guerrera negó aquella pregunta- Te la contare entonces.
Marina escuchó muy atentamente aquel relato.
-Yo nací aquí, en Céfiro, rodeada de mi familia, mis padres, mi hermano y mis abuelos. Pero cuando cumplí 3 años mi padre se fue a Ciceta a trabajar, un año después mi madre y yo lo seguimos. Mi hermano Hebrem se quedo con mis abuelos, ayudándolos a sembrar nuestras tierras y viendo por ellos. Allí en Ciceta la vida era maravillosa, es un pequeño planeta rodeado de vegetación y gente muy buena. Las princesas son muy apegadas al pueblo y por eso llegue a conocerlas. Desde niñas, ellas iban a los pueblos y jugaban con los niños de su edad, yo tengo tan solo 3 años menos que ellas y conmigo llegaron a establecer una buena amistad.
-Los años pasaron y recibía constantemente cartas de mi hermano. Él era 8 años mayor que yo y cuando yo tenia 9 años, él, con su gran potencial mágico, idéntico al que yo ahora poseo, se convirtió en discípulo de la Armera de Céfiro, Presea. Me contaba que en Céfiro era todo más cálido con la Princesa Esmeralda de Pilar. Que su entrenamiento era duro, pero valía la pena y que pronto yo podría ir a visitarlo y pasarías mucho tiempo juntos.
-Dos meses después, fui a Céfiro con mi madre. Allí estuvimos 3 meses, conociendo el nuevo Céfiro y alegrándonos por la dicha de mi hermano. Conocí en una visita a Presea, quien se porto muy amable, pero me di cuenta de una terrible noticia. Mi hermano le había comentado que yo quería ser ilusionista, quería aprender magia. Pero en cuanto me presente ante ella, le dijo a mi hermano que yo jamás podría aprender magia, que no tenía nada de poderes dentro de mí, ya que un virus me había atacado en Ciceta y si yo llegaba alguna vez a intentar magia podría ser muy peligroso para mi salud. Ellos creían que yo no había escuchado aquella platica, pero se equivocaban.
-Cuando regrese a Ciceta, las cosas fueron diferentes. Aprendí tipos de danzas exóticas, manejos de cuchillos, uso de diferentes armas mágicas, y otras cosas para llenar el vacío de la magia propia. Tenía 10 años cuando comencé estas actividades y las lleve tan lejos como pude. Sufrí quemaduras, golpes, cortadas, caídas y muchas clases más de mutilaciones en mi cuerpo, pero nada era peor de ver mi sueño frustrado por aquel virus.
-Pero usaste armas mágicas... eso tiene que ver con magia
-Aquí en Céfiro si, pero en Ciceta las armas mágicas dependen de sí mismas, no necesitan la magia de quien las utilice para funcionar. Son como cualquier otro tipo de arma.
-Ya veo...- Marina comenzaba a notar los ojos llorosos de Mirra, e intentaría que ella detuviera su relato, para que no sufriera, pero volvió a continuar con él.
-Los años de nuevo pasaron y mientras yo aprendía todo eso, el entrenamiento de mi hermano iba en progreso. Cuando él tenía 22 años recibí su última carta, donde me decía que me estaba construyendo un hermoso regalo para mis 15 años. Un mes después recibí una carta de la Armera. Me dijo que la Princesa Esmeralda había sido raptada por Zagato. Mi hermano con un brazalete mágico que él había construido estaba protegiendo a mis Abuelos en una cueva. Dijo que ni ella sabía exactamente donde estaban mis abuelos, que la magia de mi hermano era tanta que no llegarían a lastimarlos. Por último me dijo que mi hermano había protegido varias aldeas cercanas al bosque del Silencio, pero que en uno de sus viajes hacía una aldea, un animal convertido en monstruo lo había atacado, el se había librado fácil de él, pero no se dio cuenta que se regeneraba y siguió caminando. El monstruo lo ataco por detrás y termino con él. Ella se había enterado por su baja de magia y supo que mi hermano ya estaba muerto.
-En esos momentos yo era mesera en un restaurante de zona cuando recibí esa carta. Salí de allí llorando y llegue a mi casa, decidida a regresar a Céfiro pero ahí no acababan las malas noticias. Presea también informo a mis padres y ellos asumieron que yo no regresaría a Céfiro. Para protegerme me comprometieron con el hijo de un amigo de mi padre, así yo estaría en Ciceta y ellos dos regresaron a Céfiro. Pase mucho tiempo trabajando como mesera para mantenerme en lo que mis padres regresaban. Logre evitar mi matrimonio en 4 ocasiones, alegando que no me casaría sin mis padres. El padre de mi prometido estaba tan desesperado que mando 6 “profesionales” a darme una paliza. El no estaba enterado que yo no sabía defenderme y acabe con esos seis matones, pero me costó 2 semanas de fiebre, pues uno de ellos había utilizado magia sobre mí y eso fue casi fatal. Mi prometido se entero de lo que su padre hizo y anulo nuestro compromiso. Así que yo seguía esperando a mis padres.
-Un rumor corrió en Ciceta. La princesa Esmeralda estaba muerta y un nuevo pilar sería buscado, así que las Princesas fueron a atacar Céfiro, y yo no pude hablar con ellas antes. Intente entrar al navío de ellas, pero fui azotada por sus guardias, que me vieron como una nacida en Céfiro y no me permitirían acercarme a ellas y mucho menos ocupar un lugar en el navío. La gente de Ciceta estaba contra las personas de Céfiro, Autozam y Farem por estar establecida una guerra. Duró muy poco, pero estuve refugiada en mi hogar, sin salir hasta que el mismo pueblo proclamo la llegada de las Princesas. Ellas traían la paz a Ciceta y la amistad de los planetas.
No me costo mucho volver a Céfiro. Pero en cuanto llegue, algo se introdujo en mi pecho. Era una sensación cálida y me traía recuerdos hermosos. Fui a nuestra aldea y encontré ahí a mis abuelos, reconstruyendo nuestro hogar. Les pregunte por mis padres y ellos bajaron la mirada. Mi abuela me llevo hasta lejos de la aldea, pasamos a través de una cascada y por dentro un hermoso bosque. Allí, tres cruces. Entonces lo comprendí todo. Me arrodille, llore un poco y luego me fui con mi abuela.
-¿Tus padres y tu hermano?
-Si- respondió con suma tristeza- Mi abuela me contó que un día estando en la cueva, escucharon cerca una gran explosión. Mi abuelo fue a ver y regreso cargando a mi padre y con mi madre a su lado, muy herida. Mi madre logro reponerse un poco, pero mi padre estaba ya bastante mal herido. Murió dos días después de haberlos encontrado mi abuelo. Mi madre empeoró con la muerte de mi padre y falleció 1 semana después. Mis abuelos ya sabían de mi matrimonio y de todo lo que había pasado en Ciceta gracias a mi madre, así que ellos no podían morir y eso se propusieron, se daban fuerza por la muerte de su hija y de mi padre. No podían dejarme a mi sola, por eso lograron sobrevivir. Después de todo regresaron a su aldea, pero tuvieron que dejarla para irse a refugiar al palacio cuando estuvo la guerra.
-Mi abuela me contó que vio a las Guerreras Mágicas combatir y luchar por Céfiro. Eso le dio esperanzas para no dejarse vencer por el cansancio de la situación. Cuando todo acabo, regresaron a su aldea y comenzaron a reconstruir Céfiro. Fue ahí cuando yo llegue.
-Tu perdiste a tu familia por dos Guerras ocasionadas por Céfiro y donde yo tuve que ver- Comento con tristeza la guerra del Agua
-Vez ese anillo dorado que es también como un brazalete que siempre cargo- dijo señalando con la vista el objeto que estaba en una silla, al momento que Marina afirmaba- Eso es lo que protegió a mis abuelos en ambas batallas. Mi hermano lo construyó para mí. Entre sus muchos dones, mi hermano podía ver el futuro y él sabía que moriría. Él sabía que mis padres morirían y mis padres también lo sabían. Ese calor que sentí al llegar a Céfiro fue la bondad de mi madre, la fuerza de mi padre y la magia de mi hermano que entraban en mi. Ellos siempre me protegieron, era su destino morir y si yo en algún momento me siento mal o pierdo mis esperanzas, entonces ellos murieron en vano.
-Pero...- Fue lo único que marina logro decir
-Mi hermano me escribió una carta que guardo en el brazalete. Me decía que
no me desesperara por lo que ocurría, que él siempre me cuidaría y velaría por
mí. Que lamentaba mucho no estar el día de mi boda algún día, pero que
lamentaba más que yo llegara a casarme sin amar a esa persona. Me dijo que le
prometiera que solo me uniría a la persona que amaba para ser feliz. Que
practicaría mi sueño a toda costa, que por eso él me había dado sus poderes,
que los utilizará bien. Lamentaba lo de mis padres, pues en el momento en que
yo leyera la carta, ya sabría que ellos habían muerto. Pero que no me
preocupara, el y ellos me cuidarían desde donde están y velarían por mí. Que
siquiera siempre mis sueños y no me dejara vencer. Pero que jamás sufriera por
una cosa tan poco importante como una muerte o un desamor. Que viviera cada día
con la alegría que tenia de niña y que cuidara a mis abuelos, que ellos
vivirían mucho tiempo más conmigo. –se detuvo un momento y miro a Marina- Por
eso no puedo permitirme llorar por algo que no tiene arreglo, como el desamor
de Ascot, es mejor alejarme de él y desearle toda la felicidad que yo hubiera
querido darle.
-Eres muy fuerte, espero que si algo así me llegará a ocurrir, pueda tomar medidas tan drásticas en mi vida.
-No creo que llegues a ocuparlas...
-¿Por que?- esa afirmación intrigo más a Marina
-Por que a pesar de que el Gran Guru siempre ha sido así, hay algo que cambió con tu llegada.
-¿su aspecto? ¿A eso te refieres?- La guerrera continuaba muy intrigada.
-No solo a eso- sonrió la joven aprendiz- Él tiene mucho algo que esconde, y no es un peligro de Céfiro, es algo más sentimental. Lo he podido percibir desde que esta mañana, antes de irme a entrenar... te aseguro que el esta tan perdido como tu
Marina no comprendió lo ultimo, pues lo dijo con un tono muy bajo y volteada hacia el otro lado. Mirra tomo la mano de Marina y se recostó en la cama. Ya descansada, le dijo.
-Tienes que ser muy fuerte, muchas cosas malas vendrán a apoderarse de Céfiro y solo el poder de tu corazón te librara de ellas.
Esto fue lo último que le dijo, después le soltó la mano y cayo dormida. Marina no comprendía bien sus palabras, había algo que le decía que la chica sabía muchas cosas que ella ignoraba y que aquellas cosas serían de vital importancia para ella misma.
Dejo de preocuparse y opto dormir un rato. El sueño estaba comenzando a invadirla y como había prometido a la joven aprendiz no dejarla sola hasta que estuviera mejor, decidió dormir ahí. Se sentó en un sofá que estaba en la esquina de la habitación y estando cómodamente se durmió.
En el castillo el tiempo pasaba. Cada uno de los habitantes ya estaba dormido. Unos lo hicieron muy temprano, otros hasta media noche, pero ahora todos descansan. La noche comienza a desvanecerse entre rayo y truenos. Una tormenta se desato de repente, grandes muestras de viento, agua y frío corren por todo Céfiro. Todos los que se encuentran dormidos no se percatan de ello, pero tres chicas en especial sí.
De nuevo nos encontramos en un paraíso, lleno de muchos animales y plantas. En un rincón, observamos a tres jóvenes. Dos de ellas están sentadas, observando a otra, danzar.
-Deseo, ¿no crees que ya es mucha lluvia sobre Céfiro?- Esta chica observa a su hermana que esta sentada junto a ella, acariciando un pequeño conejo en sus piernas, mientras le hablaba a la otra, que danzaba enfrente de ellas.
La chica que Danza se llama Deseo, ya antes se había descrito. Sus cabellos eran rosas, sueltos, como si estuvieran despeinados. Usaba un vestido blanco que le cubría todo el pecho con mangas de tres cuartos, era pegado y un poco suelto de abajo. Tenia piel blanca y ojos negros.
-Calma Futuro, ya pronto terminaré- sonrió Deseo a su hermana, que permanecía sentada con un rostro interrogante.
Esta chica se llama Futuro. Su atuendo era un vestido también blanco con sus hombros descubiertos y mangas esponjadas. Del pecho era pegado, pero volado desde la cintura hacía abajo, donde se comenzaba a dividirse en patoles que ocultaban una tela más beige. Su cabello era muy azul, lo traía suelto. En algunas partes era lacio, mientras que en otras rizado. Su piel era blanca y sus ojos negros como su hermana Deseo.
-Futuro tiene razón, pequeña Deseo- Comentó la tercera- Ya es suficiente, mañana habrá otra tormenta y debes reponer fuerzas. No quiero que te agotes tan rápido, cuando ni siquiera hemos empezado.
La tercera chica, la que sostenía un conejo en sus piernas aparentaba uno o dos años mayor. Su rostro era blanco con unos hermosos ojos verdes esmeraldas, a diferencia de los negros ojos de sus hermanas. Su cabello era rizado, de color dorado. De enfrente parecía llegar un poco más abajo de los hombros, pero por detrás llegaban a su cintura. Su vestido era también blanco, con tirantes y cuello recto. Era pegado de pecho y en la cintura usaba un pequeño lazo para sujetarlo más del lado izquierdo (estilo gitana). El vestido no era pegado pero tampoco volado, sino más bien, entre ambos. Como accesorio usaba una tela delgada, casi transparente de color blanco alrededor de su espalda que se enlazaba en su brazos. El nombre de esta Chica era Destino.
-Esta bien- Sonrió Destino a sus hermanas- Dejaré algo de fuerzas para mañana- La chica dejo de danzar y se sentó al lado de sus hermanas.
-Bien- rió Destino- Ahora hay que planear lo que ocurrirá mañana. No podemos tener sorpresas –hizo un movimiento con su mano y apareció en ella un pergamino, junto a una pluma de color dorado- ¿Ya tienen su atuendo?
-Listo- sonrió Futuro, mientras su hermana escribía sobre el pergamino
-¿Poderes?- pregunto Destino
-Listo- Ahora fue Deseo quien le contesto
-¿víctimas?-volvió a preguntar Destino
-Listo- Dijeron las dos chicas al mismo tiempo.
-Ya no falta nada- de una el pergamino al igual que la pluma desaparecieron- Mañana será el día que hemos esperado por tanto tiempo. Mañana realizaremos los sueños de quienes nos han solicitado y cumpliremos nuestra misión.
De nuevo el cielo de Céfiro esta despejado, pero aún no ha amanecido. Son aproximadamente las 4 de la mañana. Guru Clef se levanta algo agitado, No ha podido dormir bien desde que ella regreso a Céfiro. Solo piensa en ella, sueña con ella, la ve en todas partes. Tiene que hacer algo pronto, su amor por ella lo esta matando.
Decide ir a darse un baño, esperando que eso sea tan relajante que pueda
olvidarla por un momento y concentrarse en sí mismo. Sale de su habitación y se
dirige al baño, donde se encuentra esa gran “tina” en forma de “taza”.
En el cuarto de Mirra, Marina comienza a despertarse. Se siente sin sueño y decide retomar lo que dejo en la noche. Toma su toalla y su cepillo y se dirige al baño.
Ya en el baño, específicamente en esa gran “taza”, Guru Clef se encuentra dándose un refrescante descanso. El agua no esta fría ni caliente, sino fresca. Se sumerge una y otra vez haciendo un efecto relajante al contacto con el agua. Se sumerge en el agua por mucho tiempo mientras se acerca al extremo de la tina, contrario a la puerta.
La puerta se abre y Marina entra. No decide encender la luz, por que le parece que las dos velas que se encuentran de ambos lados de la puerta son suficientes. Se quita su pijama y la deja en una silla, junto a su cepillo, sin darse cuenta que otras ropas se encuentran en el mismo lugar.
Envuelta en la toalla, Marina entra al agua. Clef estaba totalmente sumergido y no noto la presencia de Marina. Cuando emergió, observo una figura dándole la espalda. Sorprendido, pregunto.
-¿Quien?
-¿Eh?- Marina volteo al escuchar una voz -¿Quien es?
-¿Marina?- Clef reconoció al instante la voz de Marina- Soy Guru Clef
-¿Clef?- Marina se acerco un poco, no demasiado, hasta poder observarlo mejor- ¿qué haces aquí?- Con sus manos se tapo, mientras sujetaba la toalla, por si decidía desamarrarse.
-Eso mismo te iba a preguntar- Guru Clef la observo un momento. Casi dio gracias por que ella trajera una toalla, al igual que él, solo que la de él le cubría la parte de abajo nada más.
-Tuve un inconveniente y no pude venir antes- Marina lo miró seria- ¿y tu?
-Siempre acostumbro tomar un baño cuando estoy tenso- se defendió.
-¿tenso? ¿Tienes miedo de que algo pase? Ó ¿es por el baile?
-Marina, no creo que sea un momento muy oportuno para hablar ¿no opinas igual?
-Tienes razón, pero dado que yo no saldré primero y me imagino que tu tampoco, podrías conversar mientras ideamos como salir de aquí-
-Te apoyo en eso, conversemos... veamos- dijo pensando en algo apropiado- ¿Qué te ha parecido Céfiro?
-Ah ah –negó con la cabeza –yo pregunte primero...
-Creo que eso no es un tema apropiado- dijo un poco preocupado por esa pregunta
-Hagamos un trato, yo pregunto algo tú lo respondes, tú preguntas algo yo lo respondo, sin importar que sea ¿de acuerdo?- Marina estaba muy confiada en la situación de Guru Clef, parecía que le gustaba tenerlo angustiado. Miró al Mago, quien dudaba todavía un poco.
-De acuerdo- dijo sin poder negarse a la petición de la Guerrera
-Muy bien- sonrió Marina- ¿por qué estas tenso?
-¿por que tanta insistencia en saber sobre si estoy tenso?-Dijo Clef algo curioso
-Tu solo responde- le contesto Marina –Con la verdad- le recordó
-Ah-Guru Clef suspiro resignado- Esta bien. Estoy tenso por que mañana será un gran acontecimiento y quiero que todo salga bien
-¿solo por eso?- volvió a preguntar Marina
-Me toca preguntar a mí... –Sonrió- ¿te gusta la nueva vida de Céfiro?
-Si, es muy tranquila. Céfiro esta en un maravilloso esplendor en estos momentos. Todo es tan perfecto aquí y por lo menos, es como yo lo veo- miró a Clef- ¿Es por alguna chica?
-Este pues... en parte si- Clef ahora la miró. Era su turno de preguntar -¿Te quedarías en Céfiro?
-Pues... –esa pregunta había sorprendido a Marina –Si tuviera una razón muy fuerte para quedarme... sí- Ahora preguntaría ella- ¿Quieres a esa chica?
-Si, la he querido desde hace mucho tiempo, pero no parezco tener oportunidad con ella... ¿Qué tipo de razón fuerte?
-Una tan fuerte que me ate a este mundo... como el amor... ¿qué pasa con esa chica?
-Ella se aleja constantemente de mi lado. Creo que hay cosas de ella que nunca comprenderé. Ella tiene otra vida, una muy lejos de mí... por eso creo que no tengo ninguna oportunidad.
-Clef... –Marina siente algo muy grande por Clef, pero sus pensamientos la hacen recapacitar. Ella piensa al respecto- Él quiere a una chica que se aleja constantemente de él, que tiene otra vida... él, se refiere a Presea.
-Me toca preguntar- Sonríe Guru Clef -¿Por qué persona permanecerías en Céfiro?
-Por Ascot- Esta respuesta culmina a Clef –Él es mi amigo y no me gusta verlo sufriendo. Sé que él sufre por alguien y alguien sufre por él. También si Lucy y Anais decidieran quedarse, yo lo pensaría mucho mejor...
-Ya veo...
-Es mi turno- Sonríe Marina –Esta vez no te preguntare, sino te daré un consejo –Pero Marina hacía esto con todo el dolor de su alma, era algo que la comía por dentro- Tienes que decirle a esa persona lo que sientes. Si de verdad se quieren los dos nada será tan fuerte como para separarlos. Hay muchos obstáculos en el amor, pero él más fuerte de todos es el miedo. No temas al rechazo, te aseguro que no es tan malo –bromeo- Ten en cuenta que es mejor saber los sentimientos de esa persona y que esa persona conozca los tuyos a jamás expresarlos y guardarlos como un tesoro, te aseguro que ese tesoro no vale la pena. Tienes que tener fe en ti y en tu amor. Nunca temas o habrás perdido una gran oportunidad... ¿me prometes que se los dirás, Clef?
-Marina... –la mira y ve la confianza que ella le deposita- Esta bien, se lo diré
-Muy bien- Marina sonríe al tiempo que se acerca a él y le da una palmada en el hombro. Pero esta mal parada y se tropieza, Guru Clef la sostiene. Sus caras quedan muy cerca y ella esta sonrojada.
Lentamente, ambos de van dejando llevar. Cada uno cierra sus ojos, con una inmensa tranquilidad, pero al mismo tiempo un nerviosismo. Se acercan más y más hasta fundirse en un tierno beso que solo dura unos segundos.
Marina es la primera en reaccionar y se aparte bruscamente de Clef. Le da la espalda y comienza a hablar.
-Clef... De-de verdad lo siento... no sé que ocurrió-
-Me toca preguntar Marina- Guru Clef la obliga a verlo, volteándola hacia él con su brazo- ¿te gusto el beso?
Marina se exalta rápidamente y le da la espalda. Comienza a salirse de la tina, ante el asombro de Guru Clef, quien rápidamente se volteó para otro lado. Marina salió de “la gran Taza” y volteando a ver a Clef, continuó caminando, hasta colocarse su bata.
-Eso es algo inapropiado, que no discutiré contigo, Guru Clef. Y como ya resolvimos nuestro problema, me voy a dormir otro rato. Hasta luego- Clef volteó a verla, solo para observarla salir del cuarto. Convencido de que había hecho algo inapropiado, decidió resolver ese asunto más tarde, cuando le sol saliera y Marina despertara de nuevo.
En esos momentos, Marina llega a su habitación y se tiende en la cama. Aquel maravilloso bese le había encantado, esa era la respuesta que Guru Clef esperaba, pero Marina no había querido dársela por lo que Clef le había comentado esa noche.
-El ya ha elegido a quien querer, yo no puedo oponerme en su felicidad, solo puedo apoyarlo...- las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos azules- Sin embargo, snif... no puedo evitar llorar y no se porque... snif, snif, si ya lo comprendí muy bien y lo acepto...
Las lagrimas no dejan de brotar de los ojos de Marina. Ella continua llorando, convencida de que ha comprendido muy bien el amor de Guru Clef hacía otra persona. Sus sollozos fuero escuchados por Ascot, que se encontraba en su cuarto descansando, o mejor dicho, intentando descansar.
-¿Marina? ¿Estas bien?- Ascot tocaba la puerta, al tiempo que preguntaba a la joven sobre su estado de ánimo.
-Si, pasa por favor...
Así lo hizo Ascot, Abrió la puerta y entro al cuarto. Encontró a Marina recostaba sobre su cama, limpiándose los ojos, clara muestra de que había estado llorando.
-¿Te encuentra bien?
-Ya te dije que sí- intento sonreír
-Eres una mentirosa- Ascot se acercó a la cama y se sentó junto a Marina- Dime que te sucede... ¿Es sobre Guru Clef?
Marina se asombro un poco, pero después decidió contestar, ya un poco más calmada.
-Si- respondió recordando lo sucedido- Por accidente nos encontramos hace un rato. Estuvimos hablando y luego... –intento contener sus lágrimas, pero fue en vano –luego...
-Ya marina- la consoló, acercándola a él y abrazándola al mismo tiempo –¿te hizo él algo? ¡¡¡Por que si fue así te juro que...!!!
-No me hizo nada Ascot- lo corrigió la Guerrera del Agua – Solo que él... ya ama a una persona... Fui muy tonta en penar que tenia una oportunidad con Clef... –comenzó de nuevo a llorar
-Sabes Marina, Yo ya sabía que tu querías a Guru Clef. Desde la última vez que regresaron comencé a sospecharlo y lo he confirmado con el tiempo que ha pasado ustedes aquí. Me alegra mucho que tu hayas decidido a quien quiere...
-¿De que hablas Ascot?
-De seguro ya lo sabes gracias a Caldina, pero de todas formas te lo diré... Yo creí estar enamorado de ti, Marina
-Ascot... –Marina estaba consternada, no se esperaba eso de su amigo, su mejor amigo- Yo, no sé que...
-Shhh... notaste el “creí”- Miró a los ojos a Marina- Yo confundí mis sentimientos de admiración por ti, de amistad... por unos de un amor irreal...
-¿Así que ahora me dices que nunca estuviste enamorado de mí?
-Me cegaste desde niño, pero si, nunca estuve enamorado de ti... era solo una admiración y siempre quise verte feliz... hoy me alegro de que hayas encontrado a una persona a quien amar y te aseguro que pase lo que pase serás feliz... yo me encargaré de eso...
-Ascot... ¿por qué?
-Por que tú eres mi mejor amiga... pese a las pocas veces que hemos convivido, así lo considero...
-Yo también te considero mi mejor amigo...- sonrió-
-Y como tu mejor amigo... –rió- ¡¡¡Yo me encargaré de darle una paliza a Guru Clef!!! JAJAJA
-(U) No exageres Ascot, como te dije el no me hizo nada... él solo... –lo siguiente lo dijo en una voz muy baja- me beso...
-¡¡¡¿CONTRA TU VOLUNTAD?!!! ¡¡¡QUE CANALLA!!!
-En realidad Ascot (U) mi voluntad estaba muy de acuerdo con él en eso... –sonrió-
-¿Entonces? ¿Por que llorabas?
-Es solo que ahora siento que definitivamente he perdido alguna oportunidad con él...
-Ay Marina... Te aseguro que oportunidades habrá muchas, así como muchos otros muchachos que te quieran... solo tienes que esperar y mantener tu corazón abierto para recibirlos...
-Lo dices tan fácil... No te imagino enamorado... o mejor dicho “sufriendo de amor”
-Ahh, para todo hay tiempo... bella dama- hizo una voz como de francés- Ahora vallamos por algo de comer que me muero de hambre...
-Jajaja, de acuerdo...- rió Marina
Ya en la cocina de palacio, ambos tomaban Té y comían galletas (¿qué tengo yo por las Galletas y el Té?) Conversando de cualquier cosa, hasta que Ascot volvió a retomar un tema.
-Marina...- la joven le presto atención- ¿Cómo esta eso de que no me imaginas enamorado?
-“Sufriendo de amor”... –lo corrigió
-como sea...
-Es que me parece que eres un chico tan lindo y con tan buena suerte que eres incapaz de hacer sufrir a alguien o que alguien te haga sufrir a ti.
-Es solo que... ¿tu me imaginas enamorado? ó ¿de novio con alguna chica?
-Primero lo primero Ascot... ¿te gusta alguna chica?
-Bueno –dijo dudoso- es que... no lo sé...
-¡¡¿CÓMO ES ESO?!!- Se exalto la Guerrera- Tienes que confirmar tus sentimientos... saber si te gusta alguien...
-Pero ¿cómo lo hago?- el chico parecía un niño preguntando, con una abundante inocencia
-Pues dicen en mi mundo...
-¿En el mundo Místico?- volvió a preguntar el inocente Ascot
-Si, que puedes saber a quien amas, si pasas toda la noche observándolo dormir
-Que concepto tan raro... me da igual...
-No debe de ser así... tienes que observar a tu alrededor... te aseguro que el amor te esta buscando..
-¿De que hablas?- preguntó el ingenuo
-Ya fueron muchas lecciones amorosas por hoy- sonrío Marina y se levanto de su asiento- Continuaremos esta platica más tarde... pero por mientras, piensa en lo que te he dicho... el amor te esta buscando amigo y tienes que saber reconocerlo...
-Pero...
-Ah, ah,- negó Marina –Ya se acabo las clases... me voy a dormir otro rato...
-Esta bien... al rato continuamos nuestra conversación- se alejo de él
-Que descanses Marina
-Gracias... mi querido educando –se alejo de la vista de él.
-Pero que extraño ha sido todo esto- comenta Ascot para sí – Primero Caldina
me dice que según ella, me gusta Mirra, después que me gusta Marina... Luego me
encuentro a Marina llorando por Guru Clef y 5 minutos después sé esta riendo
conmigo... me dice que el amor me busca y se va llamándome educando... –hace
una voz cansada- ¡Pero que rara es la Gente!
C o n t i n u a r á ...
nOtAs De LaS aUtOrAs
Hin: -Cantando- ¡¡¡POR FIN!!! ¡¡¡POR FIN!!! ¡¡¡POR FIN!!! ¡¡¡SE ACERCA EL
DIA!!!
¡¡¡VOY A SER LIBRE!!!
Sak: quien la entiende... (-_-U) Hace unos días estaba muy triste por que me iba a ir a México y ahora esta alegre hasta los cuernos...
Hin: ¡¡¡QUE RICO SE SIENTE... LA LIBERTAD!!!
Sak: Así como “leyeron” Queridos Lectores... me iré a México de vacaciones... mi hermana esta muy contenta... –voz baja- pero no sabe que sin mí aquí no tendrá acceso a Internet por mi ausencia... jijiji
Hin: ¡¡¡¿¿¿QUEEEE???!!! ¿No tendré Internet? wuaaaaaaaaaaaaaa, snif, snif
Sak: jajaja... Pensabas entrar en mi habitación y usar mi computadora sin mi presencia.... jajaja que ilusa eres...
Hin: eso no es justo...
Sak: si, si, como quieras... En fin, Me iré este Martes 17 de Julio por la mañana y regresare aprox. Hasta Agosto 10... 3 días antes de entrar a la Prepa... wuu que miedo... la Prepa...
Hin: ¿te da miedo la Prepa?
Sak: solo el segundo año... osea... en 1 mes estaré en segundo año... wu... que miedo...
Hin: Ojalá te toque la maestra de Química que te da miedo... para que se te quite lo habladora...
Sak: shhhhhhhhhh no la invoques... capaz que se aparece por aquí y ya nos vemos fritas...
Hin: Como sea, el punto es que te vas... ¿y que va a pasar con el fic?
Sak: Muy sencillo... tengo el cap 9 y 10 listos... son los que enviaré.. aparte un especial...
Hin: ¿y lo demás?
Sak: Pues... lo dejaré para cuando regrese de México, tu mientras planeas todo lo que quieras, lo escribes... “en papel” y me lo das cuando regrese... luego veremos que sucede...
Hin: Ahora si te voy a extrañar –se abraza de Sakura- Tendré que escribir en papel en vez de usar el teclado.... WUAAAAAAAAAA!!!!
Sak: Me lo suponía... ^^ También les quiero pedir el favor de que si me van a enviar algo, lo hagan a
Seiyasgirlfriend(a roba)hotmail.com (la compu no sirve ^^)
Es mi nuevo correo, y también les pido que no envíen nada “Kimiserena” Por que no lo voy a poder abrir y puede que mi cuenta se sature... por please....
Hin: En fin.. me vas a dejar sola.. son tres semanas... a quien voy a molestar???
Latana: Ya volví de mis vacaciones.!!!!
Hin y Sak: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LATANITA!!!!!!!!!!!!!! –lanzándosele-
Latana: Ya suéltenme, hijas de Nakuru... –se las quita de encima- ¿que se traen?
Sak: en realidad yo soy Sakura...
Hin: Y yo Tomoyo...
Sak: Y tu serás...
Hin: la sustituta de Sak...
Latana: Ah, que bie... QUEEEEEEEEE????
Sak: Bueno, yo ya me voy... las dejo...
Latana: -siendo perseguida por Hin- Espera... ¡¡¡Ayudame!!!
Hin: Ven aquí nueva hermana... ¡¡¡VEN!!!
Latana: ¡¡¡AUXILIO!!!
Sak: Adiós a todos!!!!!!!! ^^