Un Retorno a Céfiro
Cap. 9 “Se conoce a una Diosa, Por medio de una Carta”
 

-Yo te a...

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GURU CLEF!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Guru Clef y Marina voltean. Logran observa a Caldina que viene muy agitada, y lamentablemente para los admiradores de la pareja de Marina/Guru Clef (como Mi hermana) ha interrumpido la confesión de Marina.

-¿Que ocurre Caldina?- Decía Marina, mientras pensaba- Aparte de robar el momento perfecto para confesarle a Clef lo que siento... –medio enojada por dentro... (Hin: Solo medio??? yo la hubiera matado... y de paso a ti hermana... Sak: ajaja ^^U)

-Guru Clef, te necesitamos rápido en la sala del Trono, Mirra ha tenido otra decaída, pero antes de eso dijo que era urgente hablar contigo...

-Ahora mismo voy –toma la mano de Marina- Vamos, no pienso dejarte aquí...

Marina se sonroja al sentir la mano de Clef sosteniendo la suya. Caldina lo nota y solo sonríe para si misma, mientras dirige a ambos por la Salida.

-¿que fue lo que en realidad paso?- pregunta Clef...

-Pues no lo se bien... pero según lo que Ascot me contó...

-Flash back-

Ascot y Mirra estaban llegando al Palacio, montados en la piedra voladora de éste, Mirra aún sujetaba muy fuertemente a su maestro y su rostro todavía estaba teñido de rojo.

-En cuento bajemos, buscarás a Guru Clef y le explicarás el sueño De Acuerdo?- Dijo Ascot, a lo que la joven asentía-

Cuando bajaban de la piedra, Ascot fue el primero en bajar y le dio la mano a su alumna para que ella se apoyara, pero está tomando la mano, por accidente resbalo en la piedra y cayo directo a los brazos de Ascot.

-¿te encuentras bien?

-Si, -dice ella algo sonrojada- pero creo que...

De repente, imágenes, exactamente las mismas de la noche anterior comienzas a llegarle a la mente. Ve batallas, muchas muertes, guerra, y a las mismas tres jóvenes con las otras tres jóvenes conversando. Logra escuchar la conversación y es la misma... solo que ahora, las tres jóvenes aceptan unirse a ellas.

Después todo se ve negro ya la imagen de un Céfiro destruido llega de repente, con las, ahora, seis jóvenes riendo, observando la destrucción.

-¿Mirra? ¿Mirra? –Ascot estaba perturbado, su alumna no respondía, estaba como ida.

-¿ma.. maestro?- comenzó a razonar

-Si, soy yo... que te ocurre –noto Ascot entonces que la joven esta sudando, y su fiebre había vuelto.

-Necesito a Guru Clef... tengo que... ha.. hablar con él... –decía a todo lo que podía

-sobre tus sueños?

-Si, céfiro será destruido...

Esto fue lo último que dijo, después cayo inconsciente.

-Fin del Flash back-

-Ahora veo... –decía Clef entrando al salón del trono, donde se encontraba Ascot, sujetando a Mirra, con Latis detrás de él, y una asustada Lucy, abrazando a su hermano Masiel, junto a Cameo, Saturno y Albert a su lado. Ráfaga, acababa de llegar detrás de ellos.

-Guru Clef que bueno que llegas... –Ascot ni por un momento se separa de su alumna, esta tranquilo, pero aún así se le nota la preocupación en sus ojos- Ella tenia que hablar contigo...

Clef toca la frente de la chica y puede notar que la fiebre le ha vuelto. Con su otra mano toca el cabello de la chica, mientras comienza a brindarle un hechizo.

-Ahora se pondrá bien... Caldina, llevaba de nuevo a una habitación, yo iré en un momento-

-Si Guru Clef- Ráfaga toma a la joven y es dirigido por Caldina. Mientras ambos salen son seguidos por Ascot, pero este último es detenido por Clef.

-Ascot, tu tienes deberes que hacer, no te preocupes, nosotros nos encargaremos... -Dijo Guru Clef, denotando autoridad en sus palabras.

-Pero Guru Clef, es mi deber también cuidarla, además ella ha estado...

-Lo se, ella hablo conmigo hace una semana sobre sus sueños, pero como era tan solo el primero no le dimos importancia, ahora me temo que ese fue nuestro error.

-¿Hablo contigo primero?

-Si, y me prometió que si se repetía vendría a verme... al parecer por eso llego esta mañana tan agitada...

Ascot tuvo que ocultar sus emociones, se sentía devastado, molesto, enojado... quizás esto era poco para lo que sentía Ascot. Él, que siempre pensó que era el mejor amigo de su alumna, la persona a la que más confianza le tenía, a quien siempre le contaba todo primero, era casi imposible para el aceptar que Mirra, a quien tanto aprecio le tenia, había desconfiado de él por tan solo un momento, en el cual había hablado de sus sueños con Guru Clef.

Pero Ascot, siendo el un hombre por fuera y por dentro, no podía dejar que este pequeño incidente lo molestara, tenía que ser fuerte, no debía de demostrar su descontento porque si no, pensarían otra cosa con respecto a él y su alumna... Pero ¿por que le importaba tanto que pensaran otra cosa? Mirra era su alumna, solo así la había considerado durante este tiempo, solo eso, una niña a la que él educaba, pero pese a su comportamiento, ella no era una niña, sino una joven, responsable de ella misma y de sus abuelos, responsable ahora de sus malditos sueños que la condenaban a sufrir tanto. Esto último era lo que más molestaba a Ascot... por que ella era la única que recibía esos sueños... y además... por que ella contó primero sobre ellos a Guru Clef... ¿qué no era él la persona que aseguraba ella, como su mejor amigo? Pensó que después hablaría con ella... pues era cierto lo que decía Guru Clef, él tenía otras cosas que hacer.. y de seguro la joven no despertaría hasta sino dentro de 3 horas... Así que no le quedo de otra más que acatar las ordenes de Clef

-Esta bien Guru Clef, la dejo a tu cuidado, yo iré a la embajada. Si algo ocurre, mandas a alguien a buscarme de acuerdo?

-No te preocupes Ascot, nosotros cuidaremos de ella... –Diciendo esto Clef sale del salón, seguido de Ascot, pero ambos toman rumbos muy distintos...
 

Anais se encontraba en su cuarto descansando. Era algo raro en ella pues se había quedado dormida antes de comenzar a leer esa extraña carta. Comenzó a abrir los ojos y observo que la luz del día comenzaba a extinguirse. Pensó que había dormido mucho, y debían ser como las 6:30, pero recordó que estaba en Céfiro y ahí no se medía el tiempo del mismo modo.

Estiró un poco su brazo y logro ver que aún sujetaba la carta. Se frotó un poco los ojos y para su sorpresa encontró un rostro sonriente a solo unos 10 centímetros del suyo. Era un rostro de una joven que jamás había visto y esto la hizo exaltarse más de lo que ya estaba.

-Ahh!! ¿Que pasa?- comenzó a observar con detenimiento su habitación y era semejante más no la suya exacta-

-disculpa si te asuste- musitó la joven –Es que cuando apareciste tu, también me lleve un susto y la curiosidad me obligo a verificar si estabas viva o eras obra de mis ilusiones por conversar con alguien en estos momentos

Esta extraña joven era de unos 18 años, casi como ella, tenía el cabello color negro y los ojos de un tono esmeralda. Su rostro era muy blanco. Usaba un vestido de completamente blanco, con un cuello recto hasta los hombros y sin mangas. Por debajo era un poco volado y se extendía tanto, que por detrás se miraba una pequeña cola ser arrastrada.

-Por favor dígame ¿dónde me encuentro?- repuso Anais, mientras la joven sostenía dos vestidos en ambas manos y los miraba indecisa

-Estas en Céfiro, querida –la miro a los ojos- ¿o acaso pensaste que te encontrabas en tu hogar, la tierra?

-¿cómo supo?- repuso Anais asombrada

-¿Cuál crees que sea más apropiado? ¿el rosa? ó ¿el negro?- le pregunto la joven mientras le acercaba ambos vestidos. El primero era de cuello recto con mangas abombadas y algo suelo. El segundo era parecido al que lucía, a excepción de que no era tan largo ni tan volado.

-Bien creo que el.. –dijo Anais en forma de SD- Espera aún no respondes mi pregunta

-mmm... creo que tienes razón, el negro será mejor- tomo el rosa y lo guardo en un closet- ahora ¿qué joyas usare?

Anais la miraba confundida, de nuevo había actuado como si supiera sus pensamientos, como si los leyera. Sabía exactamente lo que pensaba, no había equivocación.

-No te preocupes querida, no me equivocaré cuando lea tu mente-

-Así que eso era... por eso es que sabía todo lo que pensaba...

-Fuiste rápida al deducirlo, eso me agrada... Bien, como ya conteste tu pregunta... ahora tu contesta una mía ¿eres del Céfiro del Futuro?

-Eh? No sé si sea del futuro, ni siquiera se en que época de Céfiro me encuentro...

-¿Sabes sobre los pilares?-pregunto la joven, tomando asiento junto a Anais y mientras la miraba tan fijamente que incomodaba un poco a la guerrera...

-Si –respondió muy secamente

-Entonces eres una guerrera mágica ¿verdad?- mientras Anais la miraba, la joven se exalto de repente -¡ERES VIENTO!

-Si- respondió de la misma manera anterior

-Entonces si eres del futuro, pues aquí aún no existe el pilar...

-¿Cómo es posible eso?- pregunto Anais intrigada- ¿céfiro no es regido por un pilar?

-No –respondió la joven y miro hacia la ventana- Solo hace falta la voluntad  de las personas de Céfiro para mantener a Céfiro hermoso... –volvió a mirar a Anais –Pero eso tu ya lo sabes, por que si no me equivoco, Eres de las Guerreras Mágicas de Esmeralda, quien fue el penúltimo pilar y de Lucy, el último ¿verdad?

-Si, pero ¿cómo es que tu sabes sobre eso? Yo no había pensado en Esmeralda o en Lucy en estos momentos...

-Eso querida, es por mi naturaleza... Yo soy una Diosa...

-¿que? ¿Una diosa?

-Si, -reflexiono un poco- pero que maleducada soy, ni siquiera me he presentado... Soy la Diosa Dea y tu ¿cómo te llamas?

-Perdone también mi imprudencia, Señora... Mi nombre es Anais Hououji, La Guerrera del Viento, pero eso usted ya lo sabe...

-Si... –sonrió- Ahora por favor dime Anais.. ¿Que haces aquí?

-No lo se... –miro melancólica- Tal vez usted me lo hubiera podido decir...

-Entonces dime ¿cómo es que llegaste aquí? ¿Que fue lo último que hiciste?- se levanto de la cama y le hizo señas a Anais para que le ayudara a quitarse los lazos del vestido

-Estaba en mi habitación leyendo esta carta- le extendió la carta- y de ahí me quede dormida y no recuerdo más...

La Diosa tomo la carta y se levanto ya con los lazos del vestido sueltos, después de solo ver la carta, se la regreso a Anais

-No debo leer esa carta-

-¿por que?- pregunto Anais, tomando la carta en sus manos nuevamente

-Por que esa carta la escribí yo...
 

Latis estaba en la Embajada de Ciceta, acompañado de Lucy y sus hermanos. Tenía que informarle a Ascot que las condiciones de su alumna no habían cambiado y seguía sin despertar.

Miró intrigado a Lucy y cuando ella le correspondió estuvo a punto de besarla, pero recordó la mirada de sus hermanos Cameo y Masiel, así que se reprimió.

-Entremos...

-Esta bi-bien Latis- dijo Lucy toda roja y camino junto a él, ingresando a la embajada.

Caminaron por unos 10 minutos y encontraron a Ascot en su oficina, con una pila de libros y papeles que lo cubrían y que solo permitían observar su cabello, y junto a él su gorro tirado en el suelo.

Estaba discutiendo con alguien, pero lo más extraño es que se encontraba solo en la habitación, a excepción de una pequeña pantalla que sobresalía entre tanto papeleo.

-“Me explique”

-No- decía Ascot- Otra vez tendremos que cancelar?

-“Es solo temporal Ascot, mañana te aseguramos que estaremos ahí... de acuerdo?

-Confío en ti Tatra...

-“¿Cuándo te he defraudado?”

-Tu no pero Tatta sí-

-“Desgraciado” –decía Tatta interrumpiendo a su hermana –ya veras...

-Ajaja...

-Ascot... también tuve la oportunidad de hablar con los otros planetas y están en las mismas condiciones que nosotros- Le comentó Tatra a Ascot, quitando a Tatta de su lado- Al parecer nuestros navíos no funcionan correctamente y llegaran también el día de mañana.

-Esta bien, yo informaré a Latis y Paris al respecto... –Ascot miro fijamente la pantalla por un momento –De verdad lamento que no puedan asistir hoy y espero que mañana sus problemas se hayan resuelto.

-“No te preocupes Ascot, no faltaremos... y por favor, discúlpanos con Guru Clef”- Terminó de decir Tatra antes de cortar la comunicación.

-Así lo haré- dijo Ascot tan solo para sí.

-¿Interrumpimos?- Pregunto Latis –Disculpa si así fue, pero Guru Clef nos envió a informarte que el estado de la joven Mirra es el mismo

-Se los agradezco... –vio a Latis seriamente- ¿Escuchaste?

-Si- respondió acercándose a Ascot- ¿Problemas con los navíos? Es extraño...

-Lo se- repuso Ascot –No hay de otra, el baile se pospone nuevamente hasta el día de mañana

-Vamónos, hay que informar a Guru Clef de inmediato- Diciendo esto, Latis tomo a Lucy del brazo y fue seguido por sus hermanos. Ascot cerró su oficina con llave y luego los siguió.
 

Anais estaba todavía sorprendida. Aquella joven que había conocido había resultado ser una diosa y aparte... era la autora de esa extraña carta.

-¿Cómo es eso posible?- pregunto incrédula la joven Guerrera.

-Te dije que vienes del Futuro. Yo misma escribí esa carta, bueno, estoy escribiendo en realidad... y pensaba en esconderla en ese closet, dime ¿es ahí donde la encontraste?

Anais miro a Dea, y luego al objeto por el que ella pregunto. Viendo un poco mejor, era el mismo, solo que más nuevo, así que no le quedo de otra que responder con una mueca afirmativa.

-Guerrera Anais... ¿Cuantas hojas tiene la carta?- Pregunto muy intrigada la Diosa, mostrándole la espalda a su nueva amiga y esperando una respuesta.

-Como 20 paginas, por ambos lados-

-Me alegro, eso significa que me queda mucho tiempo, pues apenas llevo 2 paginas por ambos lados... –sonrió Dea y volteó a ver a Anais –Te pido por favor que guardes muy bien esa carta, por ahora no sabemos cuanto tiempo te quedarás y será mejor que siempre la lleves contigo... además... así evitarás que yo intente leerla... –reflexiono un poco- Es bueno que uno sepa del futuro, pero siempre he opinado que uno no debe conocer su futuro –le sonrió-

-Si, -medito un poco- Disculpe... ¿cómo debo llamarla? ¿Princesa? ¿Diosa? ¿Señorita?

-Solo Dea- respondió ella- Pues en algún momento me temo que llegaremos a ser amigas... –luego se dijo a sí- o peor aún... seré tu enemiga...

Se escucho llamar a la puerta y Dea, mirando la nueva inquietud de Anais, le propuso.

-Debes vestirte bien, me acompañarás a un baile...

Tomo a la joven por el brazo y la obligo a ponerse un vestido negro, exactamente igual al de ella.

-Me parece que se te ve mejor a ti... –comentó Dea- Aunque lamento que nadie podrá admirarte, pues solo yo puedo verte... Como vienes del futuro, es una buena conclusión que tu espíritu se haya materializado aquí, por tanto solo los Dioses podemos verte...

-De verdad una lástima- sonrió Anais, concluyendo el comentario de la joven.

Ambas terminaron de arreglarse muy rápidamente y después bajaron al salón principal donde se llevaba acabo un baile. Esta reunión de Céfiro tenía un cierto aire a los cuentos que había leído Anais sobre princesas, caballeros y demás. Esto, por supuesto que la Guerrera lo había notado desde su primera visita a Céfiro, pero ahora se notaba más debido a los vestidos largos y finos, las máscaras que ciertas personas usaban, el tipo del salón en que se realizaba la reunión, que pese a ser del Castillo, era muy diferente a como ella lo recordaba en el futuro.

Noto también la Guerrera Mágica el nerviosismo de su acompañante, al comenzar a caminar por un corredor improvisado entre tantas personas que deseaban admirarla. Estaba siendo anunciada ante todo el salón y se lograba escuchar comentarios sobre la diosa, provenientes de las personas, que pese a ser cometarios secretos, eran de muy buen tipo.

Anais bajaba lentamente, siguiendo a la Diosa. Y como esta dijo, nadie notaba su presencia a excepción de ella. Miró al final del corredor a un joven, por su aspecto, era un espadachín. Tenía el cabello rojizo claro y unos ojos negros muy penetrantes, que fijaban su vista en la Diosa. Y mientras ella más se acercaba el final de corredor, junto a él, su nerviosismo aumentaba más. De una la Diosa sintió algo y sin que nadie se diese cuenta, se lo comentó a Anais, antes de terminar de llegar al final.

-Ya es hora... lo puedo sentir...

-¿hora de que?-preguntó Anais...

-Por favor si tienes dudas o problemas, confía en tu corazón... Es probable que la desconfianza te cause más problemas...

-¿A que se refiere, Señorita Dea?

-Anais, Hazme un favor... termina de leer esa carta y empléala en tu futuro... se que te servirá... –De un solo impacto, Anais comenzó a ver todo borroso y solo escucho la voz de la Diosa por última vez –Confía en ti, y cuídate mucho... pequeña Guerrera...

Ahora Anais despertaba, como si todo hubiese sido un sueño. Se encontraba en su cama, vestida exactamente con el traje que usaba desde la mañana y en la habitación no había rastro alguno de la Diosa o del vestido que ella uso.

Tomo la carta en las manos y se adelanto a la tercera hoja... donde comenzaba diciendo...

-“Ahora se a quien dirijo esta carta. Querida Anais me alegro mucho tu visita, aunque corta fue alentadora... El baile resulto muy bien... y espero que te haya agradado el joven que no pude presentarte pero que con tanto afán miraba... Su nombre es Somnus y si no me equivoco leerás más sobre él en esta carta... Solo quiero recordarte que tengas fe en ti misma... siempre confía en tu corazón”

Anais continuo hojeando la carta y al parecer había todavía algunas partes donde mencionaba su nombre, y que parecían estar dirigidas a  ella específicamente. Esto la hizo sentirse bien y ahora, regresando la carta a la primera hoja, comenzó a leer.
 

La conversación en otra de las habitaciones del palacio era tan monótona como repetitiva. Caldina estaba intentando “educar” más a fondo a sus discípulas, mientras ellas no le hacían en menor caso. Esta discusión había llegada hasta el salón del Trono, donde Guru Clef se encontraba, para descontento del mismo.

-Bien, ahora me dirán... ¿cuál es la principal fuente de energía mágica en Céfiro?- Repetía una y otra vez la pobre ilusionista

-Ahh... pregunta cosas con importancia... no pequeñeces- le contestaba Nare, mientras limaba sus uñas.

-Tienen que saber “pequeñeces” si quieren mi aprobación para asistir al baile de esta noche... por que puedo dejarlas castigadas en sus habitaciones estudiando... ¡¡¡ASI QUE CONTESTEN!!!

-No harías eso.. –contesto Nahe, cepillando el cabello de su hermana- Y si lo llegaras a hacer... ¿quien te haría caso?

-¡¡¡BASTA!!! Es suficiente... no daré mi aprobación para que asistan esta noche al baile... y como castigo, cuidarán dos de las habitaciones de los niños. Si no quieren sufrir nada de eso, tendrán que contestarme este cuestionario de 200 “pequeñeces”-dijo sacando dos pergaminos con 10 hojas cada uno, envueltos en unos pequeños lazos dorados- Son cosas que deben saber de Céfiro y otras tantas que debieron aprender de las visitas que hicieron a Ciceta, Farem y Autozam

-Claro que no harás eso... –dijo Nare, volteando hacia Caldina, para luego cambiar su tono y voltear directamente a –Clef!! No lo puede hacer ¿verdad?

-¡CLARO QUE PUEDO! –contesto Caldina, casi reventando de furia- ¡Y GURU CLEF ME APOYA! ¿Verdad? –le dijo en tono amenazante

-Pues la verdad... yo-

-Dilo Clefito- repuso Nahe, dejando su tarea a un lado y sonriendo muy alegremente- dile que no permitirías que tu prometida y adorada Nahe, junto a su linda hermana no asistieran esta noche... díselo...

-¡EL DIRA LO QUE TENGA QUE DECIR! ¡ÉL ME APOYARA POR QUE YO TENGO LA RAZÓN! ¡¡¡¿VERDAD QUE SI?!!!-

-¡¡¡CLARO QUE NO... VIEJA BRUJA!!!

-¡¡¡CALLATE NARE!!!

-En realidad yo... (-_-U) No daré mi opinión en esto, No me incluiré en esta decisión

-¡¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿QUEEEEEEEEEEE????????!!!!!!!!- reaccionaron las tres al mismo tiempo

-Ya lo dije... –dijo el Gran mago, al tiempo que se levantaba de su asiento.

-Clefito... –repuso Nahe, a punto del llanto- ¿por qué?
 
Pero la suerte ayudo a Guru Clef en ese momento. La puerta del gran salón se abrió, y casi se pudo escuchar a Clef alabar a todos los Dioses existentes por permitirle no responder esa pregunta y ninguna de las otras que le seguirían.

Latis entro al salón, seguido de Ascot y Lucy. Por último Cameo y Masiel quienes parecían hacerla de guardaespaldas.

-Guru Clef, traigo malas noticias- dijo Ascot acercándose hasta él- El planeta Ciceta solicita la suspensión del evento de esta noche hasta el día de mañana a la misma hora.

-Déjame adivinar... ¿sus navíos?

-Si, ¿cómo lo supiste?- Ascot no parecía asombrado, sino inquieto, y sé precisamente por el comentario del Gran Mago de Céfiro. Parecía que había otro pensamiento dentro de él.

-Algo me comento la Princesa Aska al respecto en su última visita. Al parecer sus navíos tenían muchos problemas, y era muy probable que estuvieran listos para estas fechas, pero si algo salía mal, podrían retrasarse con sus llegadas. Me imagine que lo mismo les ocurrió a las Princesas de Ciceta... ¿Es todo lo que te dijeron?

-Me comentaron también lo mismo que tu has dicho. Farem y Autozam tienen los mimos problemas, así que llegarán el día de mañana.

-Bien, Avisaré inmediatamente a las personas de Céfiro, para que no haya problema... En cuento a ustedes- señalo en su mirada a las gemelas- Quiero que contesten esos cuestionarios, y mañana mismo, a esta hora los quiero encima de mi escritorio para revisarlos, o sino, daré el permiso a Caldina-

-Pero Clefito- repuso angustiada Nahe

-Pero nada, tienen exactamente un día para contestarlos y si en dado caso, son demasiado complicados, yo mismo reprenderé a Caldina... –ahora miro a la Ilusionista- Espero no tener que hacerlo

-No te preocupes Guru Clef, esos pergaminos contienen las 200 preguntas más esenciales, que cualquier aprendiz a un nivel muy bajo sabría... –sonrió- Te lo aseguro, por que Mirra me ayudo a hacerlos antes de convertirse en aprendiz de Ascot,  días después de que descubrieras su gran potencial mágico.

-A propósito- Interrumpió Lucy- ¿Cómo se encuentra ella?

-Sin ningún cambio- le contesto Nare- La Guerrera del Agua esta cuidándola ahora

-Te tiene preocupada ¿verdad Lucy?- Le pregunto Latis, quien la miraba muy fijamente. Se podría decir que se perdía en sus ardientes ojos.

-Si, ella me inspira mucha bondad, me parece una persona maravillosa-

-Si que es encantadora la Divina... –sonrió Nahe- Desde que la conozco y mucho antes, por lo que me han contado...

-Ella siempre ha tenido el espíritu de ayudar a otros, aún sobre su propia seguridad- continuó la otra Gemela, sonriendo hacia su hermana

-Me recuerda a ti Lucy- le comento Latis- Siempre con la alegría de ayudar y la dicha de vivir...

-Latis...

-Muy bien Romeo, De ahora en adelante, nosotros nos encargaremos de nuestra hermana- le dijo Cameo, haciendo a Latis-

-Cameo, Masiel, ¿qué se traen?

-Estamos protegiéndote Pequeña Lucy, ningún canalla se acercara a ti, menos este... sujeto- repuso Masiel, haciendo un gesto de desaprobación a Latis- Que no te protegió hace 3 años y por eso tuviste que pasar muchas dificultades...

-Pero están locos... Yo daría mi vida protegiendo a Lucy, incluso mejor que ustedes que no pertenecen aquí...

-A sí... –Masiel, Seguido de Cameo, se puso en una pose de defensa- Pelea... vamos grandote... ¡¡pelea!!

-¡¡¡CAMEO!!! ¡¡¡MASIEL!!! Una voz, muy conocida, los hizo detenerse- Déjense de tonterías- Saturno que había entrado en el salón sin que nadie se percatara, estaba reprimiendo a sus dos hermanos menores- Ahora, vendrán conmigo y dejaran empaz  a Lucy y a sus amigos.

-Pero hermano- repuso Cameo, recibiendo una mirada de reproche de su hermano mayor- Por eso digo –continuo, algo nervioso- Ya vamos... jajaja

Ambos se fueron, siendo seguidos por Saturno, quien al alejarse de la vista de todos, dejo algo de intriga en el salón. Pero antes de que alguien pudiera reaccionar, el silencio fue roto por Marina que llegaba muy agitada, gritando algo

-¡¡¡ACABA DE DESPERTAR!!!

Ascot fue el primero que reacciono ante la noticia y salió corriendo, siendo seguido después por los demás.

Cuando llegaron a la habitación asignada para Mirra, la joven ya se encontraba cambiada, de pie, intentando no tambalearse al caminar. De una, Ascot la cargo y la volvió a colocar en su cama

-Pero Maestro... ya me tengo que ir...

-Pero nada, tu te quedas... y no me hagas amarrarte a la cama...

-¿y mis abuelos?

-Yo iré a avisarles y me asegurare que se encuentren bien y dejará a una de mis criaturas cuidándolos...

-que no sea Morphistra... –sonrió-

-claro que no- Ascot le devolvió la sonrisa- Ahora prométeme que te quedarás aquí y descansarás... de acuerdo?

-Esta bien- Marina y los demás llegaron en esos momentos y comprendieron lo que  Ascot acababa de hacer, también él porque. Caldina se ofreció a cambiar “de nuevo”a la joven y cuidarla por un rato, argumentando que no tenía nada que hacer, pues sus “alumnas” estarían ocupadas por un buen rato. Ellas comprendieron el mensaje y se retiraron a sus habitaciones.

Ascot también se fue, tenía algo que hacer. Le había prometido a Mirra encargarse de sus abuelos y no pensaba romper esa promesa.
 

El tiempo volvió a pasar y ya era de noche en Céfiro, Aproximadamente como las 11 de la noche. Guru Clef, por segunda vez había anunciado que el baile se pospuso para al día siguiente. Ascot ya había regresado de su visita a los abuelos de Mirra y ahora se encontraba en la cocina del palacio. Lucy y Latis paseaban por los jardines, conversando, de nada en particular, solo conversando. Marina estaba en su habitación, observando aquel vestido azul, pensando en quien se lo había mandado y por que de esa nota.

Anais estaba en su habitación, no había salido de ahí desde que comenzó a leer esa carta. Al parecer algo muy importante relataba la Diosa como para tenerla en suspenso. Pero poco a poco el sueño la iba alcanzando y sin más poder, dejo la carta a un lado.

Se levanto de la cama y busco su pijama. Encontró una nueva en el mismo lugar en el que había dejado esa mañana su pijama. Esta era muy parecida a la otra. Era de corte “V”, sin mangas y de una seda muy fina, pero esta seda era diferente a la del otro día, pues era blanca, pero más transparente. Sin poder objetar por su nueva pijama, se cambio y se recostó de nuevo en la cama, apagando la luz antes de hacerlo.

En ese momento, se escucharon golpes en la puerta continua, que dirigía al cuarto de Paris. Volviendo a encender la luz, Anais se levanto.

-¿Paris?- Diciendo esto se coloco una bata abierta encima de su traslucida bata

-Eh Si Anais, quería saber si te encontrabas despierta, no te he despertado ¿o sí?

-Claro que no- repuso Anais, abriendo la puerta- Apenas acabo de acostarme

Paris observo a la joven de arriba a abajo. Ella al darse cuenta de la mirada rara en Paris, amarro la bata y no dejo ver nada más.

-Son tan diferente- dijo Paris, quien al parecer estaba en otro lugar y sus pensamientos fueron transmitidos por sí solos a los oídos de Anais.

-¿Que dices Paris?

-Nada- se percato de su error y por un momento guardo silencio -Anais... tengo algo muy importante que hablar contigo...

-¿De que se trata?- dijo ella muy curiosa

-Pues veras... he pensado mucho en nosotros y...

La joven no pudo dominar más su cansancio y se vio obligada a bostezar, cosa que a Paris desconcertó.

-Discúlpame Paris, pero ha sido un día largo... lleno de sorpresas- sonrió al recordar su viaje al pasado- y el sueño me esta invadiendo... Pero por favor, continua...

-Si, entiendo- él pareció reaccionar ante aquel bostezo y creyó que esta no era la oportunidad correcta- Sabes, estas muy cansada, será mejor que mañana continuemos esto... De todas formas no era tan importante...

-Pero Paris...

-Ya, no pasa nada –Él la llevo hasta su cama, donde la recostó y le dio un beso en la frente –No es nada que no podamos hablar mañana- Comenzó a alejarse de la cama- Que descanses-

-Muchas Gracias... –sonrió ella- Hasta mañana Paris

-Hasta mañana... ya mañana hablaremos de esa cosa que no era tan importante... - Paris cerro la puerta y ya en su interior, continuo su frase- Solo hablaba de nuestro futuro...
 
 
 
 
 

C o n t i n u a r á...

nOtAs De LaS aUtOrAs

Saky: Listo!!! Al fin el capitulo 9 esta listo!!!!!

Hiny: Si, si, ya se que lo deseabas con tanta desesperación...

Saky: que tienes?

Hiny:  no te perdonare nunca!!! Clef merecía saber los sentimientos de Marina... eres tan mala...

Saky: Pero aún tenemos mucho que escribir... solo hago la escena muy interesante... además tu no te opusiste cuando te plante la idea, hace ya un año... así que no te quejes

Hiny: Abusas de mi nobleza... sabes que yo no sabía de que hablabas... estaba intentando vencer a ese Zoquete de A.L. en las maquinitas que no sabía lo que hacías...

Saky: Pues mientras tu lo derrotabas, se suponía que ambas planearíamos nuestro fic... para eso nos reunimos... así que ni modo... obtuviste la victoria de una batalla en las maquinitas, pero perdiste una guerra en el fic... jajaja

Hiny: -_-U mala.. te odio...!!!

Saky: si, si, pero verdad que yo no te reprendí cuando leíste mi diario la semana pasada? Fui muy buena contigo... a pesar que estaba muy mal que tu hubieras leído e irrumpido en mis cosas personales...

Hiny: no había nada interesante ahí... solo datos curiosos... jajaja, con los que te puedo sobornar...

Saky: No importa lo que hagas... lo que me importa ahora es... terminar este fic...

Hiny: Ok, pues empecemos... ¡¡¡ Como verán esta vez ingreso otro personaje... La grandiosa  “Gran” “diosa” Dea, Quien es uno de mis personajes favoritos...!!!

Saky: ¿Esas son todas las notas de las autoras?

Hiny: sip

Saky: entonces despidámonos ya... que tenemos que empezar el cap 10

Hiny: tienes razón... Ah y en el próximo cap. Habrá un descubrimiento genial... ya verán que les gustara... Se despide su amiga... Hiny...

Saky: se despide también desde aquí... Saky, deseando ahorcar a su hermana... -_-U

Ambas: Adiós!!!!!!

Hiny: Se me olvidaba... envíen sus mails a “Kimiserena(a roba)hotmail.com” y como nueva adquisición, tenemos nuestro nuevo correo, “Seiyasgirlfriend(a roba)hotmail.com” Para que también nos envíen ahí... Ahora si... se despide la grandiosa, magnifica, maravillosa, hermosa, modesta, sensata, inteligente, estupenda de...

Saky: Sakura!!! ay, gracias... por esa despedida tan apropiada para mi...

Hiny: si, tu, ándale modesta...!!!

Saky: Ahora si... Adiossss!!!!!

Hiny: ¡¡¡Cábulas!!! ya me volviste a dejar atrás... Hasta luego...!!!!! ^^