El día de San Valentín

 

 

Era ella, era Misa Nies, en persona. Guru Clef no podía creerlo. Su compañera de clase estaba allí. Pero su rostro estaba arrugado por la edad, sus ojos estaban opacos y su cabello era lo único que conservaba su antiguo esplendor. A Misa no le había funcionado el hechizo de Soames como a Clow o a Clef. Sus pies ahora eran raíces que se adherían al suelo.

El lago no eran sino las lágrimas de Misa. Sus mejillas aún estaban húmedas y sus ojos no podían creer lo que veían. Con un gran esfuerzo, no lo había hecho en mucho tiempo, al parecer, sonrió y abrazó a su amigo. Intentó hablar, pero no pudo.

-No, no te esfuerces- le dijo él, casi llorando de felicidad- Yo lo haré-

Con un hechizo, Misa recuperó el habla y el estado normal de sus pies. Su rostro recuperó su antiguo estado, y pudo abrazar fuertemente a Clef.

-Gracias, Zen, no sabes lo que te extrañé, pensé que habías muerto... – pudo articular entre sollozos.

-Yo pensé que tú estabas muerta por ése... Pero ahora soy feliz, estás aquí... – Clef sentía algo cálido en el pecho, y supuso que eran sus sentimientos, pero no le importaban. Estaba con la mujer que más había querido en su vida...

Y entonces recordó a Umi. ¿Realmente la amaba?

 

Láfaga se dijo que no ganaría nada con quedarse ahí arriba todo el día, así que bajó del árbol. Pensó que debía anochecer pronto, pero extrañamente parecía ser siempre mediodía. Láfaga no sentía hambre, y le extrañaba, pero así era mejor, ya que no parecía que ése fuera un bosque con árboles frutales.

Caminó de nuevo, ya que no podía hacer otra cosa, pero todo seguía igual; el bosque se repetía infinitamente. Láfaga comenzó a correr, y no supo cuánto tiempo permaneció corriendo, pero tampoco llegaba a ningún lugar. No se cansaba y no tenía noción del paso del tiempo.

Justo cuando estaba empezando a desesperarse, lo vio...

 

-Cerna, quiero que me hagas un favor... – le dijo Xamar- Ve y ultima a Misa, ya ha cumplido su cometido... -

-¿Está seguro, señor?-

-Te he dado una orden, y espero que la cumplas si sabes lo que te conviene... –

-Sí... señor-

 

Estaba amaneciendo en Céfiro. Ferio no se había acostumbrado del todo a su forma reducida, pero lo que más le molestaba era que Caldina se mostraba muy maternal con él, llegando a querer vestirlo.

-¡Caldina, yo puedo solo!-gritaba el príncipe.

-No, no puedes. Ahora eres un niño... – intentaba explicarle la bailarina.

-¡Ya es la segunda vez en la vida que paso por ésta etapa!- la interrumpió Ferio- ¡Caldina, déjame en paz de una buena vez!-

-Vamos, ponte los zapatos y no salgas a jugar por ahí que es peligroso-

-Auxilio... – intentaba decir Ferio, con cascadas en los ojos, intentando zafarse de su niñera.

 

-Debemos rescatar a Guru Clef cuanto antes, es seguro que Xamar lo capturó de alguna forma- les explicaba Lantis a Presea y a los jefes de los cefirianos, quienes se habían organizado en tropas rápidamente- El enemigo no sabe cuántos somos, pero aún no debemos demostrarle todas nuestras tropas; debemos dejar la mitad de reserva por si la otra falla-

Todos asintieron y se prepararon. Presea sacó la mitad de todas las armas que poseía, y algunas que jamás se habían usado porque ella no las juzgaba necesarias. Había toda clase de armas; desde las cefirianas netas hasta híbridas y algunas de otros mundos o dimensiones. Los maestros de Presea y de Diva, su hermana gemela, sabían mucho del tema, y no dudaron en asesorar a la gemela sobreviviente favorita de sus profesores, junto con Presea.

 

Hikaru, Umi y Fuu daban ánimos a todos, ya que no poseían ni sus armaduras ni sus brazaletes. Como eran muy queridas, todos se animaban y estaban seguros que la victoria sería suya.

Y el ejército de Cefirianos obtuvo lo que esperaba. Xamar atacó pronto, seguramente esperando que Céfiro no estuviera preparado ara un ataque tan pronto. Se encontró con una feroz resistencia, mayor de lo que hubiera esperado, y tuvo que retirarse con bajas considerables.

En todo el desorden, Cerna había desaparecido. Xamar creyó que había sido capturada por los cefirianos, pero...

 

-Debes irte ahora- dijo Cerna de repente.

-¿Qué?- preguntó Misa, separándose de Clef.

-Xamar quiere matarte. Me envió a eso, pero cree que me han capturado-

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Clef, receloso. No olvidaba su secuestro.

-Lo tuyo fueron órdenes, y no tengo ninguna relación contigo- respondió Cerna tajante- pero con Misa es diferente. Al ver que nos íbamos a separar, decidí ambarizarme hasta que nos volviéramos a ver... Pero e tiempo pasó y me uní a Xamar, esperando encontrarnos de nuevo... –

-Misa, eso quiere decir que tú y ella son... o eran... – Clef estaba algo aturdido.

-Sí- respondió Cerna, y Clef casi se cae- somos hermanas-

-¡¿QUÉ!?- preguntó Clef, pero luego se serenó- Ah, que alivio-

-¿En qué estabas pensando?- le preguntó Cerna, pero de inmediato agregó- Mejor no me digas nada, ya lo supongo-

 

-Cerna no se encuentra en el castillo de Céfiro, no la detectamos allí- le anunció uno de los soldados de Xamar a éste- No está en ningún lugar de los dos planetas-

-¡Es imposible!- chilló Xamar- Debe estar en algún lado... ¿Pero dónde?-

 

-¡Al fin!- exclamó Caldina- Te ves precioso-

Ferio se miró al espejo y no sabía si echarse a reír o a llorar. Se veía tan ridículo, y el gusto de Caldina para vestirlo era tan diferente a lo que él consideraba ideal, que parecía del siglo pasado.

-Caldina, creo que deberías haberme dejado opinar al respecto... – empezó Ferio, pero Caldina lo interrumpió.

-Eres un niño, aún no te sabes vestir como debes- sacó un peine e intentó pasárselo en el pelo- Quédate quieto mientras te peino, tu cabello es un desastre-

-Caldina- anunció Ascot detrás de la puerta- te buscan abajo-

-Diles que ya voy- le respondió Caldina- Y quédate aquí- le pellizcó una mejilla a Ferio- ya regreso-

Caldina salió, dejando la puerta abierta, y Ascot entra.

-Te debo una, quería peinarme ella sola- le agradeció Ferio.

-De nada, pero ahora ve a vestirte en serio, das un poco de risa así- Ascot se tapó la boca al hablar, ocultando una sonrisa.

-Ríete si quieres, hasta a mí me parece ridículamente ridículo-

 

-¿Dónde escaparemos?- preguntó Misa a Cerna, mientras corrían por el bosque con Clef.

-Vete a Pris, en ése planeta son muy amigables y te ayudarán- le respondió su hermana.

-¿Cómo llegará allá?- quiso saber Clef.

-Tengo una nave por aquí, la escondí cuando me desambarizaron y... –

-¿Desambarizar?- preguntó Clef.

-Sí, es como congelar a un ser, pero en vez de usa hielo, se utiliza una especie de ámbar extra fuerte de secado rápido. Así viví tantos años como quise, hasta que me cansé de soñar y alguien me desambarizó: era Xamar, y en agradecimiento le serví durante unos años. Pero creo que ya saldé mi deuda, y que debo tomar mis propias decisiones-

Llegaron a una cueva, tapada con vegetación. El trío entró, pisando algunos charcos. Era mediana, un poco más pequeña que el cuarto de Clef, pero era lo suficientemente grande para contener la nave de Cerna.

 

-Una de mis criaturas localizó el planeta Sev, el de Xamar y sus tropas- anunció Ascot a Láfaga- está cerca, pero se ha puesto un manto de invisibilidad. Podemos atacar cuando podamos, las tropas están listas-

-Ascot ¿puedes hacer que tus criaturas nos trasladen allá?- el hechicero asintió-Bien. Reúne a todos y avísales de lo sucedido, atacaremos en una hora-

 

La nave de Cerna era pequeña, sólo había espacio para tres personas.

-Antes que nada más pase- empezó Clef- ¿porqué no hay nadie aquí? No siento sus presencias en ningún planeta cercano-

-No estás en un planeta de tu dimensión. Es una dimensión de juguete dentro de una esfera de cristal que yo hice para Xamar. Utilicé todo mi poder para hacerlo, y como ves, a logrado engañarlos a los dos- sonrió con suficiencia, y siguió explicando- yo podré salir y entrar de aquí en cuanto pueda, pero ustedes sólo podrán salir de aquí cuando usen ésta nave. Uno de sus guerreros, Ráfaga o algo así, fue poseído por Xamar... Prométanme que lo rescatarán, se ve demasiado guapo para morir-

 

Láfaga miró el enorme lago que había delante de él. No había viento ni olas que agitaran las aguas. El guerrero observó más de cerca la superficie, acercándose, y advirtió algo que lo dejó muy sorprendido...

 

 

Bué, luego de un tiempo que me pareció terno, logré al fin concluir este capítulo... Como deben saber, éste Fic iba a tener otro final, pero lo dejé inconcluso. Luego decidí publicarlo y tenía cuatro capítulos hechos, pero sin final escrito. Los reformé un poco y éste es el resultado. Espero que les guste!

Ah, y lo más importante, muchísimas gracias a José Luis, ya que sin su ayuda jamás hubiera podido subir mi página a la web

Y ya lo saben: sugerencias, críticas, ideas, e teléfono y/o dirección de Ascot o Marron Glace a:

nakokun@yahoo.com.ar

Nos vemos!

Laura (Nakoruru)