El día de San Valentín
¡Lo que veía Láfaga era todo Céfiro! Podía ver en detalle cada rincón con sólo pensarlo, y así se enteró de la guerra que había entre Sev y Céfiro. Y al querer ver quién era su enemigo, casi se cae al lago; se veía a sí mismo.
-¡No es posible! ¡No es posible! ¡No es po...!-
Pero entonces uno de los soldados de Xamar habló, recordándole de dónde había sacado su cuerpo y Láfaga se llenó de ira.
-¡Mald...!-
-Suban a la nave y no retrocedan vean lo que vean. Su amigo, Láfaga, está al otro lado del planeta- les informó Cerna antes de cerrar la escotilla- Ah, Misa, será mejor que manejes tú, Clef no es muy bueno con eso de la tecnología... – soltó una risita.
-Muy bien, hazte a un lado, Clef, ahora manejo yo... –dijo Misa al tiempo que cambiaban lugares. Clef no tenía ni idea de cómo se manejaba una nave como ésa.
-¡Muchas gracias por todo!- le gritaron ambos cuando la ave empezó a elevarse. Cerna los saludó con la mano hasta que desparecieron y luego miró con nerviosismo a su alrededor. Se acercó al lago y pensó en su jefe, Xamar.
-¿Todos listos?- quiso saber Lantis -Bien, ¡ADELANTE!-
Las criaturas voladoras de Ascot se elevaron del castillo en grupos de cinco, en dirección al planeta Sev. Eran imponentes, y, además, especiales; podrían camuflarse con el ambiente, y sus jinetes también, por lo que les sería de mucha ayuda en la batalla.
Ferio iba vestido a su gusto, para fastidio de Caldina que ya lo había visto. Sospechaba algo de Ascot, pero él se hacía el distraído y les daba órdenes específicas a sus criaturas de no dejar que lastimaran o voltearan a sus jinetes.
-Realmente no sé cómo puedes manear ésta cosa... – admitía Clef observando a Misa-
-Es fácil cuando te gusta- respondió Misa con una sonrisa- Pero supongo que a ti te gusta más la magia... Creo ver un claro allá adelante-
Era cierto. Llevaban mucho tiempo allí, y lo más extraño es que no sentían hambre ni fatiga. Suponían que debían estar al otro lado del planeta, y vieron un claro con un lago enorme. Había una figura en la orilla; pero por la distancia no se podría saber si era un hombre o una mujer.
Al descender, se sorprendieron los dos; Clef y Láfaga.
-¿Eres tú o estoy soñando otra vez?- quiso saber el guerrero.
-Soy yo- respondió Clef- y ella es una vieja, er, compañera de clase, Misa Nies. Misa, él es Láfaga-
-Mucho... gusto- saludó Láfaga, un poco titubeante.
-Igualmente- respondió Misa sonriendo.
-Láfaga, debemos volar a Céfiro, están atacando el planeta y convirtieron a Ferio en un niño pequeño. Hikaru, Umi y Fuu volvieron por alguna razón, y... –
-Lo ví- le comunicó el guerrero rubio- por el lago. Lo pensé y aparecieron todos. Me enteré de quién es mi cuerpo ahora, y lo quiero de vuelta-
-¡¡¿¿Qué demonios fue eso??!!- chilló Xamar, hecho una furia. Habían recibido un impacto en su base, lo cual lo había hecho caer. Sus planos estaban desparramados sobre él y el tintero estaba roto en el suelo.
-No lo sabemos señor- le comunicó un guardia- no podemos ver nada, es como si el aire nos atacara-
-¡¡No me importa!! ¡¡Contraataque ahora!!-
-¿Contra qué, señor?-
-... –
-El radar no detecta ninguna nave espacial ni terrestre-
-Pero algo nos atacó y nos golpeó, así que lo único que pueden ser son criaturas vivas. Vuelve a ver y adopten posiciones ofensivas, no bajen la guardia ante nada-
-Sí... señor- el guardia saludó y se retiró.
-¡Buen golpe mis amigos!- Ascot felicitó a su criatura- ya no tienen defensa por el sur. ¡Lantis, ¿están listos?!-
-¡Listos para el ataque por tierra!- le respondió.
-¡Abajo, al ataque!- dijo Diva, y el ejército cefiriano, Diva y Caldina, se lanzaron al ataque.
La guardia aún no estaba preparada para otra ofensiva tan pronto, y los guardias que había allí no resistieron mucho. Pero el resto de los guardias sí lo notó, y se dirigió hacia ese punto, desprotegiendo el resto de las áreas. Eso era lo que Lantis quería. Algunas, pocas criaturas de Ascot se habían vuelto visibles y acompañaron al ejército de Diva, mientras que la mayoría permanecía en el aire, invisible. Cuando los guardias se retiraron de sus puestos, Lantis y la mayor parte del ejército atacaron del otro lado.
Atacados de ambos frentes, los soldados de Xamar tenían dos opciones; pelear hasta morir o rendirse. Xamar lo sabía, y ordenó que atacaran con todo las criaturas. Mala idea. A pesar de parecer pájaros indefensos crecidos, su plumaje era impenetrable.
-¿Estás segura de que puedes manejar esto?- le preguntó Láfaga a Misa, dudoso.
-Por que sea mujer no quiere decir que no pueda- respondió ella, sonriendo- vinimos hasta aquí en esto, y creo que sabes cuán sensible es Clef con esto de las naves... Pero llegó de una pieza, y en buen estado de salud. Tan mala no debo ser manejando-
-Ella es muy buena en esto de las máquinas, no sé cómo lo hace- le susurró Clef a Láfaga.
Clef y Misa iban delante y Láfaga iba atrás. Empezaron a subir por la atmósfera, atravesaron Céfiro y siguieron para arriba. Clef pudo ver que ago se alzaba frente a ellos, algo transparente algo así como si fuera vidrio o cristal. Ya estaban sobre él...
El ejército de Xamar se retiró, dejando a su líder en la ahora ruinosa fortaleza. Al revisar las habitaciones, Caldina se llevó una sorpresa: encontró a Xamar en una cuarto. Avisó a Lantis, y lo capturaron.
Xamar se negaba a decirles en dónde estaba Clef o el alma de Láfaga. Lantis lo tomó del hombro y lo azotó contra la pared.
-Dímelo ahora, si en algo aprecias tu vida- le advirtió, apuntándole con la espada al cuello.
-¿O qué?- preguntó Xamar, con aire sobador- Si me lastimas dañarás el cuerpo de tu amigo, y te aseguro que un espíritu no pede regresar a un cuerpo muerto. Matarás por u propia mano a Láfaga, y yo seré libre para poseer otro cuerpo... –
-No será necesario que pelees contra él, Lantis- anunció Fuu- creo saber en dónde tienen prisioneros a nuestros amigos- Umi y Hikaru la habían ayudado a buscar lo que ella suponía que sería la prisión de sus amigos y no tardaron demasiado en encontrarla...
En su mano tenía la esfera de cristal de Xamar.
Hola! Heme aquí de nuevo al pie para
comentarles lo hechos cercanos a a realización de ésta Fic... Ésta parte me tomó
más tiempo de lo que pensaba, pero hela aquí, bien o mal. El final no está muy
lejos, pero no se ilusionen, regresaré algún día, je, je, je, je, je, je...
Ah, y lo más importante,
muchísimas gracias a José Luis, ya que sin su ayuda jamás hubiera podido subir
mi página a la web
Y ya lo saben: sugerencias, críticas, ideas, el teléfono y/o dirección de Ascot o Marron Glace a:
Nos vemos!
Laura (Nakoruru)