Ascot y su sombra
Capítulo 5: Devoner en el castillo
Mink arremetió contra Guru Clef, quien estaba más cerca. El mago la esquivó, y ella furiosa, se abalanzó de nuevo, con una espada de hielo que había aparecido en sus manos.
Pero había olvidado a Hikaru y a Fuu. Ellas la tomaron cada una de un brazo mientras que Guru Clef se acercaba. Colocó una de sus manos en el pecho de Ceres y cerró el puño como si hubiera atrapado algo. Allí estaba Umi, asustada y sorprendida, pero viva.
Ceres no esperó. Liberándose de Windom y Rayearth, atacó a Clef con la espada. Él no pudo hacer nada más que darse vuelta y proteger a Umi, recibiendo el impacto de la espada en un hombro. Algo de color dorado semitransparente (sangre?) manaba de la herida.
Hikaru y Fuu no perdieron tiempo, y dado que Umi estaba a salvo, atacaron al oponente hasta que lo vencieron, dejándolo tendido en la zona que antes había destruido. Fue demasiado fácil. Todo había terminado...
Guru Clef intentó regresar al castillo, pero estaba débil, dado que la herida era muy grande y no cesaba de sangrar. Casi cayó, si no fuera por Hikaru y Fuu, quienes lo sostuvieron hasta llegar al castillo. Los mechas desaparecieron cuando tocaron el piso del palacio: mejor dicho, la plataforma del palacio.
Llevaron a Guru Clef y a Umi, quien estaba muy preocupada por la salud del mago, ya que según ella, estaba lastimado por su culpa, a una habitación. Umi tenía sólo heridas superficiales; pero el mago no había tenido tanta suerte; al no poder usar su magia para pelear, resultó más malherido de lo que pensaron. La espada debía tener una especie de veneno, ya que lenta, pero progresivamente, el cuerpo de Guru Clef, a partir de la herida, empezaba a congelarse. No parecía a primera vista; pero al tocarlo estaba frío y no podía mover los músculos de la zona afectada. Y aunque no lo dijera e intentara disimularlo, a veces no podía reprimir los gritos de dolor.
Medianoche
Umi se cuela en el cuarto de Guru Clef. Le habían sacado la tiara y la habían puesto junto con el báculo en la sala del trono.
-Umi, qué haces aquí?- quiso saber. Intentó continuar pero la herida volvió a dolerle y tuvo que callar.
-A dónde vamos?- quiso saber él cuando la chica lo hacía levantarse, estaba vestido con la misma ropa de siempre, con vendas en el hombro izquierdo, lugar de la herida.
Umi no contestó y siguió caminando con él, casi cargándolo, hacia la sala del trono. Guru Clef casi no podía ver nada, el dolor le impedía hacer casi todo, e incluso le dolía respirar.
Cuando llegaron a la sala del trono, Umi sonrió y se acercó a Devoner, quien estaba con la tiara y el báculo del mago, sentada en el trono. Guru Clef apenas podía mantenerse en pie, por lo que dos monstruos de Ascot tienen que sostenerlo para que quede frente a frente con Devoner.
Ascot, luego de terminar de destruir toda la tierra y proclamarla en nombre de Devoner, había entrado en el castillo, indicándole en dónde quedaba la sala del trono, pese a los reclamos de su alma. Allí había ordenado a Mink, que aún estaba en el cuerpo de Umi, que trajera a Guru Clef frente a ella.
Guru Clef tardó un poco en recuperarse. Respiraba agitadamente y gotas de sudor fío corrían por todo su rostro. Cuando por fin habló, lo hizo entrecortadamente.
-De... Devoner!... Qué estás?... Qué estás haciendo aquí?-
-Oh, mi querido Guru Clef, espero que tu herida sea muy dolorosa y que mueras poco a poco... Mink ha hecho un muy buen trabajo al hacerse pasar por tu amada Umi... –
-No... no es... posible!-
-Sí que lo es! A diferencia de Nova, un fracaso, Mink es una creación mía, junto con los poderes de Ascot, transformados en poderes del Lado Oscuro... Convencí a Zagato que se los quitara cuando Ascot tenía unos tres años de vida... Eso fue lo que me permitió sobrevivir... y llevar a cabo mi tan ansiada venganza... Tú morirás lentamente, viendo cómo destruyo y me apodero de Céfiro... La Tierra ya se ha rendido gracias a Ascot, y ahora, gracias a Mink, Céfiro será mío-
-NO!- gritó Guru Clef, pero tuvo que reprimir una mueca de dolor, y luego cayó debilitado en los brazos de los monstruos que lo sostenían.
-Pónganlo allá- dijo Devoner con desdén, indicando dos largas cadenas que descendían del techo. Los monstruos de Ascot le colocaron los grilletes. Las cadenas no llegaban al piso, les faltaban un metro, por lo que Guru Clef, estaba arrodillado.
-Ve- le dijo Devoner a Mink con una sonrisa- a divertirte.
Ella salió hacia la noche, invocando a Iseor, su genio. Comenzó a destruir el bosque del silencio, los árboles y animales volaban con sus ataques devastadores.
Hikaru y Fuu se habían despertado por el ruido, y al ver lo que estaba sucediendo, salieron a detener, nuevamente, a Iseor. Pero no era tan sencillo como parecía. Iseor era mucho más fuerte de lo que aparentaba, y sus ataques eran devastadores. En poco instantes había acabado con Windom y Rayearth, y volvía satisfecho al palacio.
-Muy bien querida... – la halagó Devoner cuando volvió la sala del trono – Ahora que has visto con tus propios ojos el fin de Céfiro y de la Tierra... ya no me sirves!!! – gritó Devoner hacia Guru Clef – Ascot, querido, encárgate del mago, pero muy lentamente...
Ascot sintió y se acercó a Guru Clef, pero a medio camino se detuvo.
-Qué es lo que te sucede?!!!- le chilló Devoner- Acaba con él!!!
Ascot llegó hacia donde estaba el prisionero, una esfera de energía surgió de sus manos y disparó hacia el cautivo. Guru Clef desapareció. Las cadenas humeaban. La esfera cayó en el bosque del silencio, o en lo que quedaba de él.
Ascot hizo una reverencia y volvió al lado de Devoner.
-Está bien, vayan a descansar, mañana empezaremos la conquista- dijo con voz autoritaria – Ascot, qué fue lo que te detuvo?- preguntó maliciosamente.
-Estaba eligiendo el hechizo que le causara más dolor, mi señora- respondió con voz silbante.
-Está bien. Vete ahora-
Ascot desapareció todo el día siguiente, arguyendo entrenamiento. Y era cierto. Practicaba algunos hechizos para perfeccionarlos, mientras Devoner lo observaba de tanto en tanto. Cuando llegó la noche, el hechicero había mejorado mucho, y se lo veía exhausto en la cena. Comió y se retiró, con permiso de la "nueva soberana" a su habitación.
Mink durmió muy bien, y seria la última noche que dormiría en ése cuerpo...
A la mañana siguiente
Cuando Devoner despierta, descubre que Windom y Rayearth están esperando afuera para pelear. Ordena a Ascot y a Mink que vayan a enfrentarlas. Iseor y las bestias de Ascot atacan brutalmente. Mink acierta muchas veces, pero el hechicero no tiene tanta suerte y es alcanzado por el ciclón verde de Windom. Cae con sus seres en lo que queda del bosque del silencio y desaparecen.
Mink ataca con toda su furia, y hiere gravemente a Fuu y a Hikaru. Y justo cuando estaba por darles el golpe de gracia, el genio de Guru Clef aparece y la detiene. Ascot surge del bosque del silencio y entre los dos separan a Mink e Iseor de Umi y Ceres.
Mink e Iseor intentan con sus últimas fuerzas, porque la separación quita mucha energía, Umi se ha desmayado y Ceres la sostiene, sus lados oscuros arremeten contra ellos, pero Guru Clef hace aparecer una botella y los encierra. El recipiente desaparece, dando fin a Mink e Iseor.
Continuará...
¿¿¿??? ¿Guru Clef está vivo??? ¿¿¿El alma de Ascot tomó el control de nuevo??? TODAS las respuestas en el siguiente y último capítulo...
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