Parte 2

Marina se quedó petrificada al oír esto, ese no era Ascot, definitivamente no era él...

-¿Te sientes bien Ascot?-Preguntó ella

-¡No, no me siento bien! ¿Porque no me crees? Creo que es mejor que me vaya... -Dijo con tristeza

Deja a una Marina pensativa y algo triste, pero ella se marcharía de viaje por Céfiro al día siguiente

Y al día siguiente, Ascot era invitado por Tata y Tatra a visitar Chizeta

-Acepto-Dijo sin vacilar-Así despejaré mi mente

-¿Es acaso por Marina?-Dijo Tatra

-S... sí, ella no me ama-Dijo triste

-¿Estás seguro?-Preguntó Tatra

-Sí

-¡Está bien! ¡Partiremos mañana!-Dijo Tata

Marina viajó durante mucho tiempo por Céfiro, su mente y su corazón habían olvidad a Gurucleft, se había dado cuenta que el amor que había sentido por él no lo era, pero al recordar a Ascot... empezaba a extrañarlo mucho... él siempre había estado a su lado, recordó cuando la rescató de las garras de Debonair, recordó cuando se conocieron por ves primera...

-¿Porqué pienso tanto en él?-Se preguntaba a menudo

-¿Qué habrá pasado con él?

-¿Todavía piensa en mí? Porque yo sí...

Con esos pensamientos, decidió que su viaje a través de Céfiro había terminado, regresó al Castillo, Marina ya no era la misma chica, tampoco Lucy y Anahís, quienes ya se perfilaban como unas hermosas señoritas acompañadas de sus prometidos. Cuando Marina llegó todos se sorprendieron de los cambios que se habían dado en ella, ahora era más decidida, más abierta, más sincera... su físico también había cambiado... estaba delgada, todo una señorita, su cabello azul estaba más largo y el fleco se lo había dejado crecer, por lo que se mezclaba con su cabello largo, al momento de llegar al palacio, las primeras en recibirla fueron Lucy y Anahís, quienes también habían cambiado mucho, Lucy se dejó suelto el cabello,  sólo lo llevaba recogido con unas cintas, Anahís por su parte ya no usaba lentes, su cabello era largo, hasta la cintura, unas cintas evitaba que volara al viento.

-¡Me alegra verlas de nuevo chicas!-Dijo Marina-¡Cómo han cambiado! Por cierto ¿Y Gurucleft?

-Él, se ha casado con Presea y... tiene una niña

-¡Una niña! ¡Que emoción! ¿Dónde puedo verlos?

-Pero Marina... ¿Ya no sientes nada por Cleft?

-Nada, tarde me di cuenta de muchas cosas, ahora déjenme saludarlos

Se dirigieron a la sala principal, Presea cuidaba de la bebé, al verlas entrar, las recibió con una sonrisa

-Ella es tu tía Marina-Le dijo a la bebé

-¡Que preciosa niña Presea, me alegra que sean felices! Yo... si les llegué a incomodar lo lamento-Dijo Marina

-No tienes de qué preocuparte Marina-Dijo otra voz que entraba a la sala

-¡Cleft, felicidades! Por cierto ¿Cómo se llama?

-Marina, en honor a ti

Marina abrazó a la pequeña, después la depositó en los brazos de su madre

 -¿Y dónde está Ascot?

Todos bajaron la mirada

-¿¡Le pasó algo malo!?-Preguntó Marina

-No... es solo que... Después de que te fuiste, Ascot también se fue... dijo que no tenía nada que hacer aquí si tu te ibas...

-¿¡Adónde se fue!?

-A Chizeta-contestó Anahís

-Gurucleft, por favor, abre una puerta dimensional, me voy a Chizeta deséenme suerte

Gurucleft abrió la puerta, del otro lado se podía ver el mercado de Chizeta lleno de colores, ya del otro lado, Marina empezó a caminar entre las tiendas había mucho bullicio, sus ropas, eran extrañas ante los habitantes de Chizeta, nunca habían visto a una chica con una blusa blanca y una falda larga, cubierta por una túnica blanca y unas botas del mismo color, a lo lejos se divisó el Palacio de Chizeta, al llegar a sus puertas, un par de guardias evitó su entrada

-¿Quién eres?

-Soy Marina, Guerrera Mágica del mundo Místico-Dijo ella

-¿Guerrera Mágica?-Dijo un guardia-Yo creí que esas eran solo leyendas

-Ya ven que no es así... -Por favor necesito ver a Tatra y Tata

-¿Cómo es que osas hablarle así a  nuestras amadas princesas?

-Yo...

-¡No pasarás!

-Un momento-Dijo una voz masculina que salía del castillo-Déjenla pasar, ella no es de aquí-Era un joven de unos 20 años aproximadamente, vestía un pantalón verde con blanco y un chaleco verde, su cabello castaño largo le llegaba hasta la cintura y lo tenía sujeto con unas cintas de color verde, sus ojos eran tiernísimos, pero demostraban cierta tristeza...

-Príncipe... -pero el guardia fue cayado por la voz del joven

-Me da gusto conocerte-Dijo él

-Me llamo Marina Ryuzaki, Guerrera Mágica del agua

-¿Qué te trae por aquí?

-Yo... he venido en busca de alguien

-¿Qué te hace pensar que está aquí esa persona?

-Mis amigas me dijeron que aquí se encontraba

-Pasa, le avisaré a las princesas de tu llegada, espera por favor en la sala principal

Minutos después, el joven llegaba a las habitaciones reales

-Es Marina Ryuzaki-Dijo él-Nunca creí encontrarla de nuevo...

-¿No te parece que es coincidencia?-Preguntó Tatra

-No, no lo creo, viene a buscar a alguien...

-¿No serás tu?

-¿Yo? No, ella nunca me quiso...

-Tal vez sí... y nunca se dio cuenta... está bien iremos, ha cambiado mucho... ya no es la misma Marina

-Tata, despierta, que Marina viene de visita.

Minutos después, Tata, Tatra y el joven llegaban hacia donde se encontraba Marina

-¡Que alegría verte Marina!

-Igualmente

-Quisiéramos que te quedaras con nosotras durante un tiempo...

-Chicas ¿Saben algo de Ascot?-Dijo sin vacilar

El joven sintió que el corazón se le salía

-Luego regreso... -Dijo algo nervioso

Ambas princesas se quedaron viendo

-Ascot vino con nosotras... pero ha pasado mucho tiempo Marina... ¿Qué sucedió contigo?

-Yo... me di cuenta tarde que a quien realmente amo es a Ascot y no me importa cruzar todo Chizeta para encontrarlo...

-¿Es en serio Marina? ¿Cómo sabes que él te ama?-Preguntó Trata

-No me importa si él no me ama ya, solamente quiero que sepa que lo amo, si él ya encontró a alguien que lo haga feliz, me iré lo más pronto posible.

-Pues bien, te llevaremos adonde se encuentra Ascot, pero antes tienes que cambiarte de ropa, ya que hoy habrá una cena en honor a ti... de disfraces, así que ve con Tata a escoger el disfraz que más te guste-Dijo Tatra

Así, fue como Marina se pasó el día de compras, era divertido ir con Tata, ya que se probaban uno y otro traje, el día se pasó volando hasta la llegada de la noche, todo estaba dispuesto... Todos los invitados habían llegado, los disfraces eran estupendos, arlequines por allá, enmascarados por allá, muñecas por acá, pero Marina no encontraba aun a Ascot, de repente, entre la multitud, alcanzó a ver a un joven, era el mismo que en la mañana la había ayudado para poder entrar a Palacio... pero... un momento... ¡Ese traje! ¡Ese traje! Marina trató de alcanzarlo, pero el joven había desaparecido... triste, decidió ir a una de las terrazas de Palacio... estaba tan triste y desesperada... comenzó a llorar, no soportaba la idea que por su forma de pensar Ascot hubiera sufrido tanto y que además, el amor de su vida se esfumara

-Probablemente él ya es feliz con alguien más-Se dijo así misma

Del otro lado, un joven la observaba

-¿Qué te sucede?

-No me siento bien... yo... -Dijo entre sollozos

El joven la abrazó, ella empezó a llorar aun más

-No te preocupes, desde donde esté tu querido Ascot, te amará por siempre

Marina reaccionó ante esa respuesta

-¿Cómo era posible que él supiera lo de Ascot?

-¿Quién eres?-Preguntó ella

-¿Es que acaso no me recuerdas Marina?-Dijo el joven

La luz tocaba por completo su figura, era el joven de la mañana... pero... ¡un momento! Cuando Marina notó el disfraz que llevaba puesto, se dio cuenta que eran ¡las ropas de Ascot! Sorprendida por el hecho de verle así le provocó una tristeza más profunda

-Si él estuviera aquí... -Dijo ella- Vestido así te pareces tanto a él...

-¿Será acaso porque soy yo a quine buscas?-Dijo el joven-Yo soy Ascot, el Ascot que dejaste en Céfiro

Marina no lo podía creer, pero viéndolo detenidamente... sí, si era él ¡Era Ascot! Pero ahora que lo tenía enfrente de ella, la voz se le apagaba, no podía hablar... de donde pudo sacó fuerzas

-Ascot, te he estado buscando... para decirte que yo ¡Te amo! ¡Y no me importa que estés ya comprometido, yo te amo!

Ascot la miró con ternura y Marina no sabía que decir o hacer después de esa declaración...

-¿En que piensas mi querida Marina?-Dijo Ascot mientras la veía a los ojos-Mis sentimientos hacia ti no se han desvanecido, desde que vine aquí se han fortificado... es imposible que no te quiera...

Marina estaba nerviosa y emocionada

-Un año para ser exactos-Dijo Ascot

-Pero... tú si has cambiado Ascot... mucho... tu carácter... el chico dulce y tierno que conocí ya no está...

-Eso no es cierto, el chico dulce y tierno sigue aquí adentro... mi físico pudo haber cambiado, pero soy la misma persona que conociste en Céfiro... ahora tengo el valor necesario para decirte algo que te repetí por mucho tiempo y que no me canso de decirlo muchas otras veces más: Te amo Marina Ryuzaki y desearía que fueras mi esposa...

-Marina guardó silencio, no sabía cómo reaccionar, frente a ella se hallaba el chico que había ido a buscar, pero al mismo tiempo se hallaba un desconocido, hace un año que no se veían y el recuerdo del Ascot adolescente se había quedado en la mente de ella...

-“Todo cambia, incluso las personas”-Pensó ella -Ascot, no lo tomes a mal... pero... quisiera conocer más al nuevo Ascot, sé que eres el mismo, pero veo que ya has madurado bastante...

-Me parece bien... - Dijo él mientras la tomaba de la cintura y la abrazaba...

-¡Que bien se siente sentir la calidez del ser amado!- Pensó Marina

Ascot tomó su  rostro entre sus manos y.. Marina fue presa de los nervios... ¡era la primera vez que la besaban!

-¿Qué se sentirá?- Pensó en esos momentos

Lentamente Ascot se fue acercando, primero beso tiernamente su mejilla... recorriéndola hasta llegar cerca de sus labios

-Esta sensación... - Pensó Marina -Es... Ascot...

Por fin, los labios de Ascot rozaron con los de ella, fueron minutos, pero a ambos les pareció una eternidad...

-Te amo Marina y no dejaré que te vuelvas a ir, así me cueste la vida

-Y yo prometo no tomar decisiones tan a la ligera y pensar bien las cosas antes ¿Regresamos la fiesta?

-No, quedémonos otro rato aquí, mi amada Marina, mi  hermoso  mar azul...

-Dime Ascot ¿Porqué te hiciste pasar por un príncipe?

-Porque no sabía que hacer en ese momento

-¡Ascot!-Dijo Marina mientras lo abrazaba-¿Por qué no me dijiste nada cuando te vi en la entrada?

-Temí que ya no me amaras, que te hubieras casado con alguien más... pero aún así iba a confesarte mis sentimientos nuevamente...

Cuando Tata y Tatra llegaron a buscar a Marina, encontraron a ambos juntos

-Por fin encontró a Ascot- Dijo Tata

-¿Te acuerdas Marina lo que te dije alguna vez? El amor está donde menos te lo esperas

-Sí, así es, y lo encontré en Ascot

-¿Ya te das cuenta por fin Ascot?- Preguntó Tatra- El que persevera alcanza

-Así es- Dijo él sonriente

Bueno chicos, regresemos, que solicitamos la presencia de ambos

Esa noche, fue inolvidable para ambos, dos meses después Marina y Ascot se casaban en Céfiro.