VELOCIDAD

 

 

 

Luz atravesaba una calle envuelta en su gabardina, caminando, buscando... hasta que una pequeña niña se le queda viendo, llamada por la manera en que Luz iba maquillada, su manera de caminar... su forma de mirar, su manera sobrenatural...

-Oye... ¿Eres una payasa, señora? –Preguntó la niña sin poder controlar su curiosidad. A lo cuál Luz respondió con una dulce y hermosa sonrisa...

-Puedo serlo... ¿Me puedo sentar contigo, princesa?

-¡Claro! Estoy esperando a mamá...

Luz miró detenidamente a la niña, estaba vestida de manera andrajosa y tenía huellas de haber sido golpeada.

-¿Dónde podría estar tu madre, cariño?

-Patrick, el feo... no tenía medicina, así que mamá fue a ver al señor Latis...

-Yo también estoy buscando a Latis... ¿Cómo te llamas, hermosa?

-Susy...

-Que hermoso... yo conocí a una chica que se llamaba Lucy... pero ahora está en el cielo...

-A veces pienso que soy mala y que Dios me ha enviado al infierno...

-Esto no es el infierno, pero, desde aquí se puede ver...

-¿Por qué es todo tan duro...?

-La verdad es que no lo sé, princesa...

Tras un momento de silencio Luz voltea hacia donde estaba la niña...

-Oye, tengo un regalo para ti...

-¡¿De verdad?! ¡¿Qué es?! ¡¿Qué es?!

-Era de Lucy... pero creo que a ella le gustaría que lo tuvieses tu princesa...
Luz saca de su bolsillo un hermoso y brillante collar, que con su brillo iluminaba la emocionada cara de la pequeña... la cuál se lanza abrazando a Luz... después, Luz le pone el collar a la niña la cuál no podía contener las lagrimas de emoción que le causaba el regalo de Luz...

-Caray... nadie me había dado nunca nada...

-Ahora voy por tu madre, cariño...

-¿Volverás? ¡¡¡Por favor!!!

-Nos veremos de nuevo, Susy, te lo juro... ah, y mi nombre es Luz...

Y diciendo esto, Luz se encamina hacia donde podría encontrar a su presa, logra llegar hasta un hotel barato y subiendo las escaleras no puede menos que sentir un inexplicable escalofrío, al llegar hasta una habitación Luz abre. La puerta de una patada y logra ver en la cama a esa rata rastrera que andaba buscando junto a la madre de Susy...

-Bueno, bueno... ¿cómo andamos, Latis?

-¿Quién demonios te crees hija de tu...?

-Cierra el pico maldito,

-Oye, si Rafael te mandó a cobrar puedes decirle que...

-¿Son los huesos de tus pecados lo bastante afilados como para cortar tus propias excusas?

-Mira, chica, mas te vale que te largues de aquí... antes de que pase algo realmente horrible...

-Latis, me está asustando... –Dice la trémula voz de la madre de Susy...

-Hay un arma bajo la almohada, te mataré antes que llegues a tocarla... Latis, vístase, “señorita”, antes de que pase algo realmente feo...

La joven mujer se levanta de la cama y al pasar por la puerta Luz la detiene...

-Ven aquí... muchacha...

-Tengo miedo...

-Lárgate de aquí Sandy, yo me las veré con esta graciosa...

-Vete de aquí, Sandy, antes de que él te chupe toda la Luz de los ojos.. Susy te espera... ¡¡¡Madre es el nombre de Dios en los labios y corazones de todos los niños!!! ¡¡¡Comprendes!!! ¡¡¡Lo comprendes!!!

-Yo... y-yo...

La mujer al ver la expresión de Luz y al oír sus palabras sale del cuarto después de vestirse y deja solos a Luz y a Latis...

.Ah, bueno, Latis, ¿tienes aguante o solo eres un desecho de carne y nervios?

-Amiga, hay algo que no te funciona muy bien que digamos...

-Solo son los efectos de la atrocidad...

-Bueno, amiga, estoy en un buen lío, así que no creo que te sea de mucha ayuda... ¿Te conozco de algún lado? Creo que recuerdo tu cara... si... si te recuerdo...

-Pinchazos y ojos amarillentos... definitivamente es un mal viviente... pero tiene la piel limpia y los dientes no están grises... probablemente sea morfina...

-¿Me vas a echar un sermón o que?

-Y los que quedaban fueron muertos por la espada del que iba a caballo y esa espada salió de su boca...

-Así que tú eres la fantasma chiflada que mató a Sánchez, a Trunks y a Vegeta ¿verdad? Creo que Gohan tampoco anda muy bien que digamos... escúchame... yo estaba ahí cuando Gokú te disparó en la cabeza... dos veces... maldición... la pistola estaba tan cerca que tu pelo empezó a arder...

-...Y yo a los muertos... chicos y grandes delante del señor... vi la sangre de Cristo en su piel...

Luz se encamina hacia la cama y sosteniendo el rostro de Latis entre sus finos dedos le da un beso en la frente dejándole pintados sus labios por el labial... después abre un cajón del buró de al lado de la cama y dentro descubre tres pequeños frascos de morfina...

-Hum, te quedan tres dosis... me llevaré una y te dejaré las otras dos...

-Ho, eres un alma muy noble y generosa. –Dice Latis en tono burlón.

-¡¡¡En el Gin-Mill... aparece a medianoche... tráete unos amigos... celebraremos una fiesta... y no estés contento Latis... preocúpate...

 

Luz estaba sentada en un sillón admirando su recámara y recordando, como lo hacía desde que volvió a este mundo de infamia y horror.

-Ah, nuestra recámara... aquí es donde estábamos mas cerca, este lugar hace un daño terrible... no quiero estar aquí... aún recuerdo el aroma de su cabello... el amor, confianza... inocencia y respeto... para siempre..., duele mas que las palabras... me abrasaba tan fuerte que me dolían las costillas... era la mujer mas afortunada del mundo... aún recuerdo la suave Luz de la mañana en su piel blanca y suave... Dios... que hermosa era... tan dulce, amable... cariñosa... sensible... tierna... era perfecta... admirable... aún recuerdo las motitas cariñosas que me dejaba en la nevera... recuerdo como me despertaba de noche y la miraba dormir... Lucy... mi Lucy... te amo con el aliento, las lagrimas y las sonrisas de toda mi vida y aunque Dios me lleve te amaré aun más después de la muerte...

 

 

Continuará...