Desesperación
Lucy
la observaba complacida de saber que el sentimiento de amor era mutuo... se abrazaba
a su cuello una y otra vez, la besaba y Luz se sentía transportada a las
compuertas del paraíso terrenal llamado amor...
Al finalizar todo lo planeado ambas
abordaron el auto deportivo rojo de Luz... y emprendieron el viaje de regreso a
casa, pero en medio del camino, el auto se detuvo, Luz se bajó de este para
revisarlo.
-¡¡¡Maldita suerte!!! Creo que se
fregó una biela...
-¿Puedes arreglarlo?
-No, aquí no.
En eso estaban cuando un automóvil
negro como la noche que hacía surcó el aire impenetrable de la noche fría como
bala atravesando la sien de alguien, este mismo auto llegó a posarse delante de
el de ellas, voces roncas salían del interior de este, Luz levantó la vista al
percatarse de la presencia de este cuando los ocupantes de este auto lanzan una
botella de alcohol que se rompe justo a los pies de Luz haciéndose trizas al
contacto con el asfalto.
-¿Qué fue eso, Luz?
-Nada, cariño, solo unos viciosos.
-¿Viste eso, Trunks?
-Snnniiif, puedo olerlo desde
aquí...
-¿Quién tiene la droga?
-Latis, ¿tienes tú la droga?
Todos los ocupantes del auto negro
bajan de él y caminan hacia Luz quien los contemplaba acercarse tranquilamente,
aunque con cierto miedo a que pudieran hacerle algo a Luzy.
-Vienen hacia acá, Lucy.
-La tienes tú estúpido. –S oyó una
voz inconfundible de mujer que hizo estremecer a Luz sacudiéndola como si le
hubieran dado un golpe con un trozo de hierro.
-Lucy, quiero que cierres puertas
con seguro y que subas las ventanillas.
-¿Qué pasa, Luz?
-Todo estará bien...
-Pero Luz...
-Todo estará bien...
-Hola, ¿necesitan ayuda? –Dijo un
tipo alto, rubio y con el cabello erizado.
-No, gracias, lo tengo todo
controlado.
-¿Estas segura?
-Estoy segura.
-Vaya, vaya, vaya... –Dijo una de
las dos mujeres que acompañaban a los mal vivientes aquellos. –Si es nada mas
uy nada menos que mi buena amiga Luz...
-Anahís, no sabía que estuvieras
con ellos.
-Tú no sabes ni la millonésima
parte de lo que deberías saber
-Por favor, déjennos en paz...
–Dijo Luz.
-¿Me estas suplicando pedazo
inmundo de basura podrida? –Dijo el tipo Rubio. –Debería matarte solo por
eso... ¿Qué? ¿no tienes mas que decir?
-Lucy, enciende las luces. –Dijo
Luz.
Lucy hace al acto lo que Luz le
ordenaba.
-He, muchachos, ¿por qué no van a
ver si la mujercita del auto necesita que le echen una mano?
Todos los sujetos se lanzan directo
al auto de Luz, excepto alguno que otro que quería cerciorarse del destino de
Luz.
-Vamos, Luz, piensa bien esto...
Lucy está en tus manos...ahora... de ti depende salvarla o no...
-¡¡¡Apártate de mi!!! –Exclama Luz.
-¡¡¡Y apártense de ella!!!
-He, niña... –Dice Gokú(esta es el
nombre del tipo rubio) –Chúpate esa... –Exclama apuntándole y disparándole un
potente y certero fogonazo en la nuca tras del cuál la pobre Luz se tambalea.
-No... –Dice tambaleante. –La...
toquen... –Dice cayendo arrodillada.
-¡¡Eres un perro, Gokú!! –Gritó
Anahís. -¿por qué la mataste?
-Bah, no está muerta... esta nena
tiene una cabeza muy dura... mira... pero cuanta sangre es capaz de salir de tu
cabeza...
Lucy observaba eso sin poder
creerlo... Luz... su Luz estaba herida gravemente... por sus hermosos ojos
comenzaban a emanar lagrimas... en su boca una negativa que susurraba a cada
instante... unas palabras desgarradoras que solamente las almas muertas pueden
atreverse a maldecir.
-No... Dios mío no... Luz... por
Dios... no... no... –Cada palabra era pronunciada por Lucy con una voz
imperceptible. Hasta que un horrible grito salió de su boca para hacer
estremecer hasta el mismísimo Gokú. -¡¡¡¡Luz!!!! ¡¡¡¡No me puedes dejar!!!!
¡¡¡¡Me dijiste que estarías conmigo siempre!!!!
-¿Alguna palabra de despedida para
esta amiga tuya tan mona cariño? –Se burló Gokú.
-Vamos, Gokú... mátala de una buena
vez... demonios... odio las malditas lagrimas y los dramones en extremo. –Dijo
Latis, un sujeto alto, cabello negro, mirada profunda pero perdida, quien
fumaba un cigarrillo mirando toda esa escena.
-...Por favor... No la mate... por
favor... –Dijo Lucy con voz ahogada por las lagrimas de dolor y de miedo, miedo
a perder a ese alguien especial, miedo de morir en soledad, miedo de que Luz
muriera.
-Eso es todo lo que se te ocurre
¿verdad? Bueno...
-...No... –Murmura Luz levantando
la vista y clavando su moribunda mirada en Gokú.
-Muy bien... –Dice Gokú colocando
el cañón de la pistola en la sien de Luz y suelta un tiro tras del cuál ella
cae inerte...
-Mira, Gokú... su pelo arde.
-Hum, una nena ardiente...
-Eres un mal nacido, Gokú...
–Murmuró Anahís.
-Vamos ahora por la que aún
respira, Gokú. –Dijo Vegeta.
-Muy bien, sáquenla del coche antes
de que comience a llover...
Anahís caminó hasta quedar delante
del cuerpo de Luz, la toma entre sus brazos y la abraza como refugiándola de la
lluvia.
-Perdóname, Luz, no quise que esto
fuera así... –Anahís se inclina y besa los ensangrentados labios de Luz.
-Dios, estas enferma. –Escuchó una
voz.
-Eso no es de tu incumbencia,
Latis.
-Pero mírate, vas a lograr que
pierda mi cena...
-¡Cállate!
-Cállense los dos, los gritos de
ambos junto con los de esta maldita me estan volviendo loco. –Dijo Gokú.
En efecto, Lucy gritaba y gritaba,
lloraba y suplicaba, le gritaba al cuerpo inmóvil de Luz, la cuál
incomprensiblemente aún podía oírlo todo, verlo todo, por las mejillas
ensangrentadas de Luz corrieron dos lagrimas de desesperación.
-Diablos.... los gritos de esta
maldita me están aloqueciendo... –Dijo Vegeta.
-La haré callar. –Dijo Gohan, otro
de los sujetos ahí presentes.
Gohan sin ninguna misericordia se
pone a darle de patadas al rostro de Lucy hasta deformarlo con el único fin de
hacerla callar aunque lo único que lograba era lo contrario.
-Hazte aun lado, Gohan... –Dijo
Gokú acercándose a Lucy y le dispara en la cabeza.
-Eso lograra callarla un instante.
–Dijo Latis sonriendo complacido...
-Con un demonio, Gokú, me has
dejado los pantalones perdidos en sangre...
-¿Tienes algún problema con eso,
Gohan? Bueno, ¿tienen las carteras y los anillos?
-Si, Gokú, todo en orden...
-Genial, vamonos pues...
-Esperen, No podemos dejarlas
abandonadas así en la carretera.
-¿Por qué no?
-Porque no debemos...Todos los
hombres ahí presentes ignoran la petición de Anahís y abordan el auto negro y
se van dejándola sola con los cuerpos.
-Esperen... ¡¡¡Gokú!!! ¡¡¡Eres un
perro!!! Luz, perdoname por favor.
El cuerpo de Luz yacía en una
camilla de hospital, al lado de ella una botella de suero conectada a su brazo,
vendas en todo su rostro y delante de ella un hombre.
-Hola, Luz, gusto en conocerte, soy
el capitán Hook, de homicidios, el medico dice que tengo unos dos minutos antes
de que vuelvas a cirugía. Tengo que decirte que la cosa no pinta muy bien. El
medico dice que ingresaste muerta cerebralmente... Trauma Craneal creo... en
fin... han encontrado un latido pero... hu... tu casa no tiene desván por asi
decirlo... la verdad es que solo quría ver tu cara y decirte que... lo
siento... siento que hayan tenido que sufrir así... no se porque suceden estas
cosas, hacen que me asquée ser humano... lo bueno es que no lo viste...
bueno... –Dice dejándole una tarjeta entre los dedos de los pies. –Ahí está mi
tarjeta, háblame por teléfono y nos tomaremos un café... y espero que hayas
tenido una muy buena vida, hija... y lo siento...
-La obscuridad... –Dijo Luz.
-¡¡¡¿Qué?!!! ¡¡¡¿Qué has dicho?!!!
–Dijo el Capitán Hook que se retiraba lentamente de la sala.
-La obscuridad impidió que yo
mirara.
En la sala de operaciones... los
doctores daban su mejor esfuerzo para que Luz quedara al menos un poco bien...
-Que alguien apague esa maldita
Luz...
-Enfermera, bisturí, no, el 3/10.
Gracias, ho Dios mio, miren esto... no podrás volver a jugar tenis...
-Cuatro mil actores en paro y tu
haciendo chistes en el quirófano...
-Basta de plática, esta chica está
fatal...
-Peor que fatal, está para el
arrastre...
-¿Quién demonios murió en tu lugar?
-Dios... donde esta el otro trozo
de vértebra...
-Debe haber volado...
-No lo creo... el agujero de salida
no es muy grande...
-Aquí está... lo tengo...
-Así que como si estuviéramos
practicando ¿no?
-Bueno, enfermera, está limpio,
veamos que podemos hacer con la tercera y cuarta vértebras...
-Como está la zona de impacto.
-Dios mio... terrible... impacto de
bala en la sien izquierda, cráneo fracturado pero sin brecha.
El impacto destrozó el iris
izquierdo y arrancó la piel de la frente, atravesando el globo ocular y
torciendo a la derecha, a través de la nariz.
-El segundo disparo entró justo
por... aquí...
-Una chica con suerte, Hallowen
está a la vuelta de la esquina...
-JAJAJA.
-Hey ¡¡la estamos perdiendo!!
-¡¡¡Línea muerta!!! ¡¡¡Línea
muerta!!!
-Bueno, ya callate, por Dios...
-¿Alguien sabe rezar?
-¿Algún pariente?
-Su compañera de casa está en la
habitación de al lado...
-¿Histérica?
-No, muerta...
-Maravilloso...
Ahí se desvanece el final del
último dia de vida de Luz, en una sesión temprana, está observando la lluvia
desde su ventanal... la lluvia corriendo por afuera, inexplicablemente, Luz
retrocede, toma vuelo y se arroja contra la ventana haciendo trizas los vidrios
los cuales cortan su piel suave, blanca y tersa, dejándola bañada en sangre.
-Lucy... vuelve a casa... –Dice
mientras sus lagrimas caían de su cara hasta el piso.
Continuará...