XXVII
Despierta,
tiemblo al mirarte;
dormida me
atrevo a verte;
por eso, alma
de mi alma,
yo vuelo
mientras tu duermes.
Despierta ríes
y al reír tus labios
inquietos me
parecen
relámpagos de
grana que serpean
sobre un cielo
de nieve.
Dormida, los
extremos de tu boca
pliega sonrisa
leve,
suave como el
rastro luminoso
que deja el sol
que muere.
-¡Duerme!
Despierta miras
y al mirar tus ojos
húmedos
resplandecen
como la onda
azul que cuya cresta
chispeando el
sol hiere.
Al través de
tus párpados, dormida,
tranquilo
fulgor vierten,
cual derrama de
luz templado rayo,
lámpara
transparente ...
-¡Duerme!
Despierta
hablas, y al hablar, vibrantes
tus palabras
parecen
lluvia de
perlas que en dorada copa
se derrama a
torrentes.
Dormida, en el
murmullo de tu aliento
acompasado y
tenue,
escucho yo un
poema que mi alma
enamorada
entiende ...
-¡Duerme!
Sobre el
corazón la mano
me he puesto
porque no suene
su latido, y de
la noche
turbe la calma
solemne.
De tu balcón
las persianas
cerré ya,
porque no entre
el resplandor
enojoso
de la aurora y
te despierte ...
¡Duerme!
G. A. Bécquer
Un nuevo
Despertar
Capítulo 9: Los preparativos para la fiesta.
Voz 1: -Pase.
Voz 2: -¡Guru Clef!
Guru Clef. -Nasha ... Que sorpresa ...
Nos
encontramos en la habitación de Guru Clef a la cual acaba de llegar Nasha, su
gran amiga, seguida por Caldina, que al ver al mago levantado le propinó un
buen reto.
Caldina: -¡¡¿Qué haces que no estás en la cama?!!
Guru Clef: -Caldina, ya me siento mejor, no debes
preocuparte.
Caldina: -Haber ... - se acercó y le tocó la frente - Pues,
ya no tienes fiebre y no estás tan
pálido
...
Nasha: -Guru Clef, toma - le da un sobre blanco - espero que
organices todo para poder asistir,
pero ya
debo irme.
Caldina: -¿Ya te vas?
Nasha: -Si, tengo muchos pendientes que atender en mi
planeta.
Guru Clef: -¿Qué es esto?
Nasha: -Ya lo sabrás, hasta luego - se retiró de la
habitación.
***
Unas cortinas se abrieron cuando todo estaba
en silencio; detrás de ellas apareció una joven mujer de no más de 17 años,
ataviada con un precioso vestido azul brillante, sandalias del mismo color con
poco taco y llevaba el pelo recogido en una larga trenza, que caía por delante
de su hombro.
Bajaba lentamente por una imponente
escalera mientras miles de pares de ojos se posaban sobre mi. Al terminar el descenso, un apuesto hombre,
alto, de contextura robusta y mirada penetrante, tomó mi mano, me acercó hacia
él y me besó ...
***
Lucy: -Estoy muy cansada.
Anais: -No puede ser que no la hayamos encontrado.
Lucy: -Si, su presencia, Latiz sigue sintiéndola, pero no
puede encontrar el lugar de donde
proviene.
La guerrera
del fuego y del viento se encuentran el en castillo, caminando por uno de los
tantos pasillos con poca luz y esporádicas ventanas.
La búsqueda de
unas horas antes no había tenido éxito, aunque se parearon por todo Céfiro y
revisaron hasta los más raros rincones, no encontraron a Marina por ningún lado
(pero parece que no buscaron lo suficiente porque Marina está más cerca de lo
que creen)
Las chicas se
dirigían al comedor para comer (viva la redundancia) y tomar algo, y al llegar
... escucharon algo que (según creo) no deberían.
Ascot: -Mi tía Miza me ha pedido que valla a Némesis y no
puedo decirle que no.
Nasha: -Será mejor que te apures, porque debo partir lo más
pronto posible, el viaje es largo
hasta Némesis.
Ascot: -Mi tía debe tener buenas razones para solicitar mi
presencia en su palacio después de
tantos
años.
Anais: -¿Lucy qué es esto? - susurró.
Lucy: -No se Anais ... no entiendo nada - le contestó - ¿Qué
haremos?
Anais: -Yo digo que entremos como si no hubiéramos
escuchado.
Lucy: -Bueno.
Las chicas
pusieron en marcha su plan y entraron al comedor como si no hubieran escuchado
la corta conversación, hablando, o mejor dicho, continuando con su conversación,
simularon sorpresa al encontrarse con Nasha y Ascot.
Lucy: -Hola.
Anais: -Sentimos interrumpir su conversación.
Lucy: -Solo venimos a buscar unas cosas la cocina.
Ascot: -No se preocupen, no interrumpieron
Nasha: -No estabamos hablando de nada importante. Debo irme
- le dijo a Ascot.
Ascot: -Te acompaño.
Los dos
salieron apresuradamente del comedor y se fueron por uno de los tantos corredores.
***
Al día
siguiente, una pequeña nave, aterrizaba en la plataforma de un gran
palacio. De ella descendieron dos
personas: uno era un hombre alto, robusto: el otro, una mujer de apariencia
adulta, que apenas puso un pié en tierra, empezó a dar órdenes como una
loca. los dos individuos entraron al
palacio, y solo entonces una segunda mujer bajó de la nave, a la que todos los
presentes le dedicaron grandes reverencias.
La mujer tenía el pelo largo, buena postura, pero un semblante triste al
que nadie encontraba razón.
Sin interrupciones
se dirigió a su habitación y cayó rendida sobre la cama, en un profundo sueño
...
***
Unos días
después, el Castillo Imperial de Némesis parecía un caos, lleno de gente que
iba y venía, con fuentes, distintos topos de flores y adornos de toda clase,
tamaño y color. Solo faltaban unas
cuantas horas para que los invitados empezaran a llegar y para que todo
aparentara orden cuando todo era un caos de sirvientes y personas, gritos y órdenes.
Nos
trasladamos a una lujosa habitación en donde una chica esperaba que las horas
pasaran, para por fin aparecer frente a una multitud de personas que esperaban
conocerla. Mientras tanto, se
preocupaba en arreglar su cabello en una larga y elegante cola de caballo, de
la cual, quitaría algunos mechones para ondularlos en grandes bucles, y el
resto caería como cascada de agua por su esbelta espalda.
En los últimos
minutos que le quedaban, se arregló el escaso maquillaje que llevaba en sus párpados
y mejillas, y volvió a pintarse los labios por décima vez.
***
En el gran salón,
los invitados convocados esperaban la aparición de la Princesa de Némesis, la
ahora llamada "Princesa de Agua", por la cabellera que parece una
cascada de agua azul y por la gran destreza en la natación y los deportes
relacionados con el agua, además de la danza.
Ya todos habían
llegado; los de Céfiro: Anais, con un vestido verde no muy oscuro, largo, de
mangas tres cuartos, escote redondo, y la espalda era una U que partía de los
hombros y caía hasta la cintura (espero hayan entendido); Lucy: tenía un
vestido rojo oscuro, a media pierna, mangas largas, con escote en V y la
espalda también era una V pero un poco más grande que la de adelante; Presea: un
vestido sencillo, cerrado, sin mangas y largo, color violeta claro; Caldina:
Portaba un top con mangas tres cuartos y una pollera corta, todo en blanco; Látiz,
Paris, que se cortó el pelo, Ráfaga, con su tradicional coleta rubia, y Guru
Clef, con su peinado habitual: tenían (vamos a divagar en cuanto a su ropa,
porque no tengo idea de como vestirlos) smokings negros, zapatos y corbata también
negros y camisas blancas.
CONTINUARA ...
CON LOS OTROS INVITADOS, SEGUIMOS EN LE CAPÍTULO QUE VIENE.
NOTAS DE LA AUTORA:
Hola querid@s
lectores, primero que nada, quiero avisarles que esta historia está a punto de
acabarse y les van a quedar muchos cabos sueltos, pero no se preocupen, la
continuación está por comenzar; segundo, quiero mandarles un saludito a todos
... Tercero, quiero decirles que estoy teniendo unos problemitas con mi dirección
de correo, así que voy a volver a cambiarla, si, si, no me maten, ya se que la
cambié hace poco pero que se le va a hacer.
Ahora deben escribirme a (no se rían) soy_una_loca@hotmail.com
y para los últimos chicos/as que me escribieron, no pude leer sus
mensajes, por los ya dichos problemas, si tienen ganas y/o tiempo, vuelvan a
escribirme ¿si?
Bueno, me
despido hasta la próxima, y ya saben a dónde escribirme.
M. Lu