PARENTALS ADVISORY:

El siguiente Fan-fic es de naturaleza Yuri, o shoujo ai, es decir de origen Lésbico, puede o no contener escenas de sexo entre mujeres, claro, todo es parte de la trama, porque en si no es Hentai, es Lemonade, bueno, ya aclarado esto, paso a dar pie al inicio de:

Solo Un Momento...

 

       Un enorme panorama árido y estéril se abría ante la vista de Lucy quien no entendía por qué estaba en un lugar así...

       -¡¿Hay alguien mas aquí?! –gritó con deesesperación esperando una respuesta.

       -Si... solo yo... –se escuchó una femenina y sumisa voz apagada que se dirigía a ella.

       -¿Luz? –preguntó Lucy sin creer que la persona dueña de esa voz era Luz.

       -Si, Lucy, yo... –respondió la voz.

       -Pero pensé que tu... –murmuró Lucy.

       -¿Qué había desaparecido? No... recuerdda... entre en tu alma... pero yo no dejé de existir, sigo siendo parte de ti... mas eso no significa que haya desaparecido... aun siento... aun veo... aun oigo... aun te siento... aun me gustas... –dijo la voz en tono melancólico.

       -Luz, aparece... quiero verte...

       -¿Para que? ¿Acaso quieres finalizar loo que empezaste? ¿Acaso quieres matarme...?

       -No, Luz, quiero que hablemos, jamás puudimos hablar demasiado tiempo en Céfiro, quiero que hablemos de ti y de mí...

       -Esta bien... –susurró Luz apareciendo tímidamente frente a Lucy.

       -Luz... ¿qué te ocurrió? –Preguntó Lucyy viendo la demacrada cara de Luz de cuya fisonomía se había trastornado totalmente...

       -Lo único que me ocurrió fue tu olvido.... te olvidaste de mí... y eso... poro a poco me está matando...

       -Luz... yo...

       -No digas nada... –dijo Luz colocando ssu dedo índice en los labios de Lucy. –yo sé bien que tu no quisiste, que es tu intención...

       -Pero Luz...

       -Olvídalo, pero dime ¿querías hablar coonmigo?

       -Si, dime... ¿qué es este lugar?

       -Este lugar es el lugar que me diste enn tu corazón... –dijo Luz haciendo un enorme esfuerzo por sonreír... –Este lugar es en el que yo vivo...

       -Pero es muy frío, solitario, árido, muuerto...

       -Pues a esto llamo yo “hogar”...

       -Luz...

       -Cálmate, Lucy, cuando ambas volvimos aa ser una, me resigné a aceptar lo que tu quisieras darme...

       -Pero es que esto es horrible...

       -No lo creas, es apto para pensar...

       -¿Pensar?

       -Si... pensar en ti... en lo bello que debe ser el sol... lo hermoso que debe verse el cielo esmaltado de estrellas, brillantes como diamantes... lo divina que debe verse la luna llena... lo dulce que debe ser vivir...

       -Pero, Luz, aquí no hay nada de eso, nii sol, ni luna, ni estrellas ni nada...

       -Lo sé... pero estás tu... y eres más hhermosa que todo eso junto...

       -Luz...

       -Lucy... debes pensar que este lugar ess bastante triste... la verdad si lo es, pero como te dije antes, me resigno a recibir lo que tu me quieras dar... esto es lo que me diste... no debo quejarme... es mas de lo que merezco...

       -Pero, Luz... no puedo dejarte morir en este lugar...

       -Cómo te había dicho, este lugar está ddentro de ti... al igual que yo... tu ahora estas dormida, estas soñando y cuando despiertes... te olvidaras de mí... seguirás tu vida alegre... y yo seré feliz, porque tu lo serás, porque te amo... pero lo único que me dolerá será seguir muriéndome en este lugar que será mi eterna tumba... ¿sabes? Antes de morir me gustaría ver el cielo... oler las flores, ver la luna... ver las estrellas, -Luz sonreía, no obstante, lagrimas brotaban de sus ojos. –de ver lo bello que debe ser vivir...

       -Luz, yo no quiero que te mueras... –diijo Lucy a punto de soltarse a llorar.

       -Cálmate, Lucy, ¿acaso no recuerdas quee tu dolor es el mío también?

       -Pero, Luz, ¿cómo no iba a llorar? Me dduele verte así, estas mal, Luz, muy mal... no puedo dejarte morir aquí...

       -No hay nada que puedas hacer para cambbiarlo... será el final de una vida mas... déjalo así... dentro de poco ni siquiera recordaras que alguna vez existí... además, Será el fin de mi sufrimiento... será el fin de una vida llena de dolor... ¿sabes? Cuando yo nací, aparecí sola en medio de un desierto árido, frío y oscuro como este, llegué a pensar que nadie me quería... hasta que llegaste tu... tu me diste esperanzas de amar... porque yo te amé... te amo aún... después me diste este lugar para estar junto a ti... para estar a tu lado, hasta la muerte...

       Lucy no podía soportarlo, Luz le estaba agradeciendo todo el dolor que había recibido, le agradecía estar en ese infierno...

       -No aguanto mas, Luz, has cambiado... yy no me gusta... ¿dónde quedó tu espíritu indomable? ¿Dónde quedaron esos ojos que me miraban con sinceridad, deseo y que tan misteriosos eran? ¿Dónde quedó esa boca que ahogó mi corazón? ¿Dónde quedaron esos candentes labios que quemaban los míos cada vez que me besaban? ¿Dónde quedaron aquellos besos tan fuertes como truenos? ¿Dónde quedó tu vida, Luz?

       Luz escuchaba a Lucy boquiabierta, no podía creer que Lucy le decía eso...

       -Luz... dime por último... ¿dónde quedóó la Luz de la que yo me enamoré?

       Luz abrió los ojos tanto que parecían que iban a salirse de sus órbitas, Lucy e decía que no se diera por vencida... Luz era feliz escuchando a Lucy decirle eso... estaba llena de gozo y poco a poco su fisonomía demacrada fue cambiando hasta aparecer joven y bella nuevamente...

       -Luz, ahora si eres la misma Luz, de laa que alguna vez me enamoré...

       -Lucy...

       Lucy suavemente caminó hacia Luz hasta abrazarla, Luz no pudo evitar temblar un instante, era tan feliz... Lucy estrechaba fuertemente a Luz sin querer soltarla... Luz suavemente se separó lo suficiente de Lucy como para poder verla a los ojos...

       -Lucy... –susurró Luz mirándola a sus hhermosos ojos que simulaban dos lagos de sangre, bellísimos y profundos, en los que su voluntad se ahogaba lentamente en una muerte sublime...

       -Luz... –susurró Lucy a su vez mirándolla, Luz era divina, sus cabellos suaves, sedosos y largos, Lucy sentía que su corazón quedaba prisionero entre esos largos rizos y su voluntad quedaba a merced de ella...

       Sus alientos se fundían, sus miradas se extasiaban, no se gustaban, se adoraban... no sabían por qué, no les importaba... Lucy recordaba el primer beso que le dio Luz.

       Los cabellos de Luz caían sobre su rostro, produciéndole suaves caricias, ella entrecerró sus ojos y suavemente le impregnó un dulce y embriagador beso, Lucy no podía olvidarlo... era como si con la unión de sus labios, sus almas también se hubieran fusionado...

       Lucy inconscientemente abrazó mas fuerte a Luz y guió sus labios a los de Luz quien cerró los ojos esperando con ansia, hasta que suavemente se besaron, un beso suave y profundo, tierno al principio, pero desesperado al final... cuando sus bocas se separaron, tuvieron noción de su alrededor... y notaron que el árido y desértico lugar en el que estaba había cambiado, ahora tenía la apariencia de un hermoso jardín lleno de flores, sobre el cuál brillaba un hermoso sol en un firmamento azul donde flotaban algunas nubes...

       -E-es hermoso... –dijo Luz mirando a suu alrededor el hermoso paisaje.

       -Sí...

       -Lucy... gracias... –dijo Luz mirándolaa nuevamente.

       -No, Luz, gracias a ti...

       -Lastima que este instante no pueda durrar... esto es tan bello... por fin tengo todo lo que siempre quise tener... lo malo es que cuando despiertes te irás...

       -Luz, mi adorada Luz, yo deseé que estee jardín fuera de ti... el que yo quiera estar aquí... o mejor dicho... el que yo pueda estar aquí... solo lo decide una persona... tú...

       -Quiero que te quedes para siempre a mii lado...

       -Luz... ¿no hay modo de que vengas conmmigo?

       -¿Afuera?

       -Sí... a la vida...

       -Puedo... puedo salir... pero...

       -¿Pero qué?

       -Pero no me atrevo...>

       -¿Por qué no?

       -Porque tengo miedo... no conozco tu muundo...

       -Ven conmigo... no tengas miedo... yo tte cuidaré...

       -¿Para siempre?

       -Para siempre... y eternamente...<

       -Si... iré contigo...

       Luz se abrazó fuertemente a Lucy y la besó... mientras todo a su alrededor comenzaba a brillar con mas y más densidad hasta que Lucy abrió los ojos y miro a su alrededor, como lo había dicho Luz, todo eso era un sueño, cuando Lucy buscó a Luz no pudo encontrarla por ningún lado.

       Lucy tuvo miedo de que Luz no hubiese podido salir junto con ella, hasta que sintió movimiento a su lado, en su cama.

       Lucy levantó las sabanas y descubrió a Luz dormida a su lado, ella estuvo a punto de dar un grito de alegría, pero se contuvo, la miró dormir, ahí, tan hermosa, tan suave y tan amada como era... jamás había sido tan feliz como en ese instante...

       Lucy, aliviada por ese lado, abrazó a Luz y cerró sus ojos disponiéndose a dormir nuevamente, hasta que una idea la hizo levantarse bruscamente, ¿qué explicación daría de la presencia de Luz? Bah, eso ahora no importaba, era feliz de tenerla a su lado, así que se recostó sobre el cuerpo de su amada, acurrucó la cabeza en el pecho de Luz y lentamente quedó profundamente dormida, al lado de su adorada Luz.

A la mañana siguiente, cuando Lucy abrió los ojos, se encontró con la novedad de que Luz no estaba, se preocupó de nueva cuenta, ¿y si todo lo había soñado? No podía ser posible, olió las sabanas, tenían el aroma de ella, de su amada, un sueño no puede dejar su esencia convertida en un bello olor que impregnaba su alrededor, se vistió y bajó al comedor... solo para descubrir que Luz estaba preparando el desayuno.

       Luz vestía un bonito vestido azul cielo y un delantal de cocina, se veía divina, Lucy al verla no supo que hacer, caminó suavemente, sin hacer ruido.

       Luz aún no notaba la presencia de Lucy, quien suavemente rodeó la cintura de ella con sus brazos, fundiendo sus cuerpos en un bello abrazo... Luz, al sentir la calidez de Lucy en su espalda sonrió...

       -Buenos dias, Lucy. –dijo Luz cariñosamente.

       -Buenos dias, amor. –dijo Lucy besándole el cuello.

       -Lucy... tengo algo que decirte.

       -¿Qué?

       -Pues que me disculpes...

       -¿Por qué?

       -Porque al venir a este mundo, tuve que “meterme” en algún lugar...

       -¿Qué quieres decir?

       -Manipulé todo e hice creer a todos que yo soy... tu prima...

       -¿¡Mi prima?! –exclamó Lucy.

       -Si, aunque tu y yo sabemos que no es así, todos creerán que yo soy pariente tuyo...

       -¿Todos?

       -Sí...

       -En fin... lo bueno es que ahora estamos juntas...

       -Si... y que nos amamos... –dijo Luz dulcemente.

       -¿Qué te parece si hoy te presento al mundo?

       -Me agradaría...

       -Perfecto... oye, Luz, jamás pensé que supieras cocinar...

       -Hay muchas cosas que irás descubriendo de mí con el paso del tiempo...

       Luz se giró hacia Lucy y le dio un suave besito en los labios el cuál fue tan fugaz que Lucy la atrajo hacia sí para otro de mayor duración, pero Luz le dijo que no.

       Eso era justificable puesto que los hermanos de Lucy esperaban el desayuno que era preparado por su nueva familiar...

       Esa tarde, Luz conoció el mundo, conoció tantas cosas como pudo y se maravilló ante ellas y también se divirtió, Lucy, como le dijo, la llevó a muchas partes, entre ellas al cine, dónde vieron una película, era un melodrama.

       Luz lloró mucho, viendo la película, ella ingenuamente pensaba que todo lo que ocurría en la película pasaba realmente... Lucy se enterneció de su inocente estado, era como una pequeña niña y se sintió como si ella fuera la encargada de esa pequeña niña, de guiarla, de cuidarla, de adorarla por siempre... hasta el fin del tiempo...

       -Luz... –dijo Lucy dirigiéndose a su amada...

       -¿Sí, Lucy? –respondió Luz llorosa.

       -Pensaba en que... eres mi niña linda, y... que te adoro como a nadie, me encanta toda tu inocencia... por ello quiero cuidarte de todos y de todo, mi dulce bebé...

       Luz escuchaba atentamente lo que Lucy le decía y suavemente la besó...

       Lucy tenía hechizados sus sentidos, cualquier cosa que Lucy le dijera ella lo creería sin vacilar... y Luz ahora escuchaba lo que siempre quiso escuchar... protección... toda su vida ansió escuchar esas palabras... siempre quiso saber que era el amor... el ser amada enteramente... y quien mejor que Lucy para enseñarle el significado de ese bello, pero a la vez triste sentimiento...

       -Lucy, mi princesa, mi guardiana... mi sangre... mi existencia...

       -Luz... te amo con el aliento, las lagrimas y las sonrisas de toda mi vida, y aunque Dios me lleve te amaré aun más después de la muerte... –dijo Lucy al oído de Luz quien enloquecía ante tal muestra de amor... tan bellas palabras...

       -Lucy... yo... yo... ¿qué puedo decir si tú lo has dicho todo ya?

       -No digas nada... solo quiéreme, con eso me basta...

       Luz comprendió las palabras de Lucy y guardó silencio, solamente se contentó con besarla larga y dulcemente, y es que un beso es un instante de la eternidad que pasa tan rápido como estrella fugaz...

       Esa noche, Lucy reposaba en su cama, desnuda, cubierta solo por las suaves sábanas de seda las encargadas de cubrir aquella belleza, oculta para muchos, vana para los poetas, e inexistente para los materialistas, Lucy miraba extasiada el cielo a través de las ventanas, azul y esmaltado de estrellas, sentía correr a través de la atmósfera de su habitación el suave y perfumado aire que flotaba con suavidad atravesando de la hermosa noche.

       Lucy no podía creer en tanta felicidad; miró a su lado, en su cama, cubierta con las mismas sábanas de seda con las que ella estaba cubierta, se encontraba Luz, desnuda también.

       Lucy sonrió de verla profundamente dormida, después de haber consumado su amor... Lucy llevaba suelto el pelo, se veía hermosa, divina, mayestáticamente fina, su largo cabello rojo caía por sobre sus hombros.

       Lucy tenía su cabeza inclinada, miraba su cuerpo pequeño, su hermosa figura y no se explicaba porque Luz la amaba tanto... inclinó la cabeza y se quedó pensativa, pero sus pensamientos apuntaban a una misma respuesta... Luz; y ahora, Dios, ahora sabía que jamás dejaría de amarla... era un sentimiento que jamás, aunque se busquen por todos lados las palabras mas profundas, podría ser explicado, porque no es un sentimiento que se puede describir, solo sentirlo... y ya... nada mas...

       Lucy se recostó sobre Luz y acercó su rostro al de Luz, quien ya había despertado al instante de sentir la suave y delicada piel de su amada sobre su cuerpo frágil y descubierto, es como cuando los suaves pétalos de una rosa se posan sobre los de otra, invitando al amor, a la ternura, al cariño, a la pasión y al pecado...

       Los suaves rizos de Lucy caían en el rostro enrojecido de Luz y a su solo contacto se estremecía todo su ser.

       Lucy cerró sus ojos y suavemente se dejó llevar por sus sentimientos, la besó tiernamente al momento en que la luna las contemplaba con veneración.

       Lucy disfrutaba besarla dulcemente, todo estaba en silencio total, solo las sombras de ambas se movían con el mismo movimiento de una cortina al ser movida por el viento, el mismo movimiento del fantasma invisible que se había posesionado de ellas, cuando sus labios se separaron, un par de lágrimas cayeron de los ojos de Luz, mientras una bella sonrisa se asomaba en sus labios... Lucy la miró sorprendida, Luz siguió sonriendo pero mas lagrimas brotaban de sus ojos, estaba llorando...

       -¿Por qué, mi niña?

       -Es que soy muy feliz...

       -Yo... yo también...

       -Te amo...

       -Yo también, mi dulce princesa...

       -Bésame... y por favor... no me dejes sola nunca...

       -Nunca te dejaré sola, Luz.

       -Cuando estoy entre tus brazos me siento protegida, mi amada Lucy...

       -Yo nunca dejaría que te ocurriera nada malo, Luz...

       -¿De verdad?

       -Te lo prometo...

       Lucy la besó con gran cariño y ternura... ahora la amaba mas que nunca.

       Todo a su alrededor estaba oscuro y silencioso, y en medio de la oscuridad, sus dos cuerpos se volvieron a encontrar, sedientos el uno del otro, para unirse nuevamente en un bello baile silencioso, tierno y amoroso, para poseerse de nueva cuenta, para que los labios de una recorrieran a la otra desde la punta de los pies hasta el último cabello... del dedo índice de la mano derecha hasta el hombro izquierdo, para entregarse enteramente y sin reservas, sin miedos, sin nada que opacara el amor que sentían mutuamente... para explorar sus fisonomías, para que sus sentimientos cobraran vida y se conocieran para culminar con un dulce espasmo muscular y un dolor agradable, para finalizar con sus labios jadeantes y secos por tantos besos, para terminar entrelazadas... como dos pétalos de rosas...

 

,.-~*'¨¯¨'*·~-.¸†(_ El Fin..._)-†.-~*'¨¯¨'*·~-.¸

 

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