Una nueva oportunidad para vivir

  

Capítulo 03: Laberinto diario

 

El sábado por la mañana el sol lucía reluciente, no parecía que hubiese llovido durante dos días enteros. Lucy miró al reloj y volvió la vista hacía los lados para ver si sus amigas llegaban, habían quedado delante de la puerta del instituto porque el departamento de Águila estaba muy cerca. De pronto, vio dos muchachas que caminaban hacia ellas, una de ellas llevaba un vestido largo de color azul con algunos adornos en las mangas, y la otra muchacha llevaba unos pantalones blancos con una camisa verde.

-       Buenos días!! –saludaron las dos a la vez.

-       Buenos días! Por que han llegado tan tarde? –preguntó Lucy preocupada.

-       Es que nos entretuvimos comprando algunas cosas –dijo Marina con una gotita en la cabeza y enseñando una bolsa llena de cosas.

-       Lo sentimos mucho, Lucy. Intente convencerla para ir más rápidas, pero ella decía que tendríamos tiempo suficiente –se disculpó Anaís haciendo una reverencia.

-       No se preocupen! Tampoco he estado tanto rato esperando, pero será mejor que comencemos a ir al departamento de Águila.

Las tres estuvieron caminando en silencio, estaban envueltas en sus pensamientos. Marina y Anaís miraban preocupadas a Lucy, desde que apareció Águila como una muchacha, Lucy se mostraba más ausente y pensativa, pero continuaba sonriendo con frecuencia.

Rápidamente, llegaron al departamento de Águila. Estaba formado por unos bloques de pisos que había construido hacía varias semanas para los alumnos extranjeros. Lucy entró por la pequeña puerta y se dirigió a la tercera planta, donde seguramente las estaría esperando Águila. Llamó a la puerta, pero nadie contestó.

-       Es extraño que no nos conteste –comentó Lucy girando la cara para mirar a sus amigas.

-       Quizás a salido a comprar –sugirió Anaís.

-       No lo creo, él... perdón, ella me dijo que estaría todo el día en casa y no saldría –dijo Lucy.

De pronto, la puerta se abrió lentamente. Esto asustó mucho a las tres muchachas y entraron haciendo el menor ruido posible en el departamento. Miraron la pequeña entrada y vieron una especie de figura en el mueble.

-       Buenos días!!! Buenos días!!! Buenos días!!! Buenos días!!! Buenos días!!! –gritaba eufóricamente la figura que estaba encima del mueble, parecía una especie de mini-robot.

-       Aaahhh!!! –gritaron asustadas las tres muchachas.

-       Que es esta cosa?? –preguntó Lucy aun temblando del susto.

-       Creo... que es un robot que no para de decir “Buenos días” –contestó Anaís poniéndose bien las gafas.

-       Eso ya lo sabemos Anaís –dijo Marina un poco enojada.

-       Buenos días!!! Buenos días!!! Buenos días!!! Buenos días!!! –continuó gritando el mini-robot.

-       Ah!! Por que no se callará?? Me duele la cabeza de tanto oír “Buenos días” –se quejó Marina poniendo su mano en la frente.

-       Buenos días –dijo Anaís amablemente.

En ese mismo instante, el mini-robot dejo de gritar y se mantuvo quieto.

-       Entonces solamente teníamos que contestar! –dijo Lucy sorprendida.

-       Hola –dijo Águila saliendo de una habitación.

Marina, Lucy y Anaís la miraron muy sorprendidas. Llevaba unos pantalones cortos y una camisa estrecha sin mangas, y además, llevaba el pelo suelto.

-       Vaya! Te ves muy linda así, Águila –sugirió Marina.

-       Gracias! –dijo Águila con una gotita- siempre me pongo así cuando estoy trabajando.

-       Y este mini-robot que es? –preguntó Anaís.

-       Ah! Lo construí yo –contesto Águila muy orgullosa- se llama Iron.

-       Como!!!??? Iron??? –preguntaron muy sorprendidas las tres muchachas.

Volvieron su mirada hacia el pequeño robot y observaron que era una copia exacta al robot que pilotaba Águila hacia mucho tiempo.

-       Voy a cambiarme de ropa y salimos a dar una vuelta, de acuerdo? –sugirió Águila con una agradable sonrisa.

-       Podríamos ir al karaoke!!! –grito entusiasmada Lucy.

-       Buena idea! –dijo Marina.

 

^*^*^*^*^*^*^*^*^*^

 

Lucy, Marina, Anaís y Águila entraron en una sala en la que habían dos sofás de color crema y varios micrófonos en la parte superior. Águila y Lucy quisieron ser las primeras en cantar una canción. Empezó a sonar la música y empezaron a cantar:

Lucy/Águila: Somos humanoides monstruosos!!! Debemos ocultarnos de la gente porque tenemos cuerpos horrendos!!!

Águila: Queremos ser humanos!!!

Lucy/Águila: Y escapar del horrible que destino que nos espera!!!

Águila: 1!!!

Marina: 2!!!

Anaís: 3!!!

Lucy: 4!!!

Lucy/Águila: Somos humanoides peligrosos!!!

 

^*^*^*^*^*^*^*^*^*^

 

Cuando terminaron de cantar en el karaoke, se dirigieron a una cafetería que estaba cerca de la Torre de Tokyo. Las cuatro muchachas se sentaron en una mesa en la que se podía ver la Torre de Tokyo perfectamente. Las cuatro empezaron a hablar sobre los hermanos de Lucy.

-    Y por poco no me dejan venir -dijo Lucy con varias gotitas- creían que tenía un novio en secreto.

-    En serio? -preguntó sorprendida Marina.

-    Es que vieron el medallón de Latis? -preguntó también Anaís.

-    Creo que no, o eso espero.

-    A quien se refieren? -preguntó Águila con curiosidad.

-    A mis hermanos Cameo y Maciel. Son un poco sobreprotectores.

-    Un poco? Vamos, Lucy, di la verdad! Tus hermanos son MUY sobreprotectores -refunfuñó Marina.

-    Yo creo que es bueno que tengas a alguien que te proteja -sugirió Águila.

Lucy, Marina y Anaís miraron sorprendidas a Águila, en la mirada de la muchacha se reflejaba mucha tristeza.

-    Y dinos, Águila. Tu tienes hermanos? -preguntó Anaís al ver el incómodo silencio que se estaba formando.

-    Yo... yo... -Águila sintió como en su mente aparecía una niebla que cubría sus recuerdos. Movió frenéticamente la cabeza y contestó- no tengo hermanos. Solamente tengo a mi padre, pero normalmente esta muy ocupado con su trabajo.

-    Y tu madre? -preguntó Marina conmovida por lo que había dicho su amiga.

-    Pues... -otra vez volvió la niebla que no dejaba ver sus recuerdos- mi madre murió... creo que en un accidente de coche o... con una nave.

-    Entonces trabajaba en la NASA? -preguntó Anaís muy seria.

-    Creo que si.

Estas respuestas no convencieron mucho a Lucy, Anaís y Marina, pero optaron por no preguntar más. El rostro de Águila se veía cansado por las preguntas que le habían hecho.

Lucy, Anaís y Marina volvieron la mirada hacia la Torre de Tokyo, sus pensamientos se llenaron de recuerdos pasados. Por un momento, las tres pensaron en una misma cosa:

-    POR QUE NO VAMOS A LA TORRE DE TOKYO?? -gritaron a la vez.

-    Yo no puedo ir -dijo Águila con una gotita.

-    Por que? -preguntó Lucy.

-    Es que... a mi me dan miedo las alturas -contestó Águila

Las tres se decepcionaron un poco, pero al ver el rostro sonrojado de Águila por la vergüenza que estaba pasando al revelar su mayor temor, pensaron que la mejor solución era no ir a Cefiro hasta que tuviesen una idea.

 

^*^*^*^*^*^*^*^*^*^

 

Pasaron varios días desde la llegada de Águila, solamente Lucy, Marina y Anaís sabían la existencia de la anterior vida de Águila. Éste hecho había influido mucho en la actual Águila, que se mostraba algo extraña: se vestía con el uniforme masculino y estaba en el equipo de béisbol, en el que solamente podían entrar los chicos. Todos los alumnos y alumnas se acostumbraron rápidamente al carácter abierto y sincero de Águila. 

-    Parece que Águila se acostumbró a vivir en Japón -dijo Anaís mirando a su amiga con una sonrisa.

-    Eso parece -rió Marina.

-    Pero... no creen que le deberíamos de decir la verdad? -preguntó Lucy.

-    Yo creo que mejor que no. De que nos serviría decírselo si no podemos ir a la Torre de Tokyo? -contestó irónicamente Marina.

-    En eso tienes razón. Tendría que ocurrir un milagro para poder obligar a Águila ir a la Torre de Tokyo -sugirió Anaís.

Alguien entró rápidamente en el aula donde estaban todos los alumnos.

-    Buenos días profesor -dijeron todos mecánicamente en sus sitios.

-    Buenos días -contestó el profesor- tengo que darles una noticia. Mañana por la mañana tienen que ir a la Torre de Tokyo con la materia de Sociales.

Todos miraron decepcionados al profesor. Menos Águila, que lo miraba con cara de terror y Lucy, Marina y Anaís que miraban con cara de felicidad por haberse cumplido un milagro.

 

NOTAS DE ELE-CHAN!!! ^^

Hola!!!!!!!!! Aquí va otro capítulo! ^_^ Este capítulo me costó más de lo que pensaba -_- Creía que lo tendría escrito rápidamente, pero... he tardado varios días en terminarlo (una de las razones es por los estudios -_-UU). 

Próximamente tendré terminados los demás capítulos (encontré el folio donde estaba el cuarto capítulo!!! ^___^ Creía que lo había perdido!)

Si quieren enviarme comentarios, sugerencias, dudas, insultos,... lo pueden hacer a Eleone_chan@hotmail.com y con gusto contestare! ^_^

Sayonara y beshitos!!!

ELE-CHAN

PD: Por si alguien tiene curiosidad por saber que canción es la que cantan Lucy y Águila, es una canción que cantan en Kare kano en un karaoke (ehm... se podría decir que lo copié! :p)