Viaje en el tiempo
 

 

 

 

 


CAPÍTULO 04: El secreto de las armas

 

El muchacho de cabellos pelirrojos se dirigió hacía Matiz y le preguntó con mucha dulzura:

-         De verdad que estas bien? Nunca me perdonaría que una de mis mascotas te haya hecho daño.

-         Mascotas? Tu también puedes hablar con los animales? –dijo ilusionada Matiz.

-         Así es. Bueno, si me disculpan me tengo que ir.

-         Espera! Te quieres unir a nosotros? –dijo Celica.

Focus y Ebro hicieron un gesto desagradable, no les gustaba el extraño muchacho que había aparecido, no era de confianza.

-         Creo que sus amigos no me aceptan –dijo mirando a los dos muchachos.

-         Jajaja!! No les hagas caso. Ellos siempre son así de groseros! –dijo Matiz con ironía mirando a Focus.

-         A quien llamas grosero! Al menos yo no soy un pésimo cocinero! –replicó Focus.

-         Cállate!!! Ahora vas a tener que ser mi guardaespaldas durante toda tu vida por haberme vuelto a ofender!!

-         Que!!?? Durante toda mi vida!!??? –dijo sorprendido Focus.

-         Sí! –dijo Matiz con una sonrisa maliciosa.

-         Ya han acabado de discutir? –dijo el extraño muchacho sonriendo, parecía que le gustaba ver a Focus y Matiz pelearse.

-         Sí, discúlpanos. –dijo Matiz sonrojada.

-         Muy bien, entonces será mejor que me presente. Me llamo Vito y soy el príncipe de Cizeta.

-         Que!!!??? –todos miraban sorprendidos al muchacho, no parecía un príncipe. Aunque si se podía observar que era extranjero por su piel oscura y su extraña ropa.

-         En realidad... ya no soy el príncipe de Cizeta, fue destruido hace poco –dijo Vito con mucha tristeza- todos mis familiares, mis amigos, mi planeta...

Todos se quedaron en silencio para respetar la tristeza que sentía Vito. Para sorpresa de todo el mundo, el muchacho se abrazó a Matiz.

-         Que!? Que haces, Vito? –dijo la muchacha sorprendida.

-         Espera un momento... déjame un momento así... –susurró Vito a una sonrojada Matiz.

Nadie se podía creer lo que estaba haciendo el príncipe de Cizeta. Ebro miraba con curiosidad, en su cara se había borrado la cara de indiferencia que siempre hacía; a Focus parecía que le salía fuego de los ojos, no soportaba esa situación; y Celica también miraba sorprendida a Matiz y a Vito, pero dirigió su mirada hacia Focus y empezó a reír, le hacía mucha gracia ver a Focus completamente celoso de Vito.

 

A la mañana siguiente, todo ya había vuelto a la normalidad, bueno, casi todo. Focus todavía estaba enfadado con Vito (o era con Matiz?), Matiz estaba un poco sonrojada por lo ocurrido el día anterior, Vito ya estaba más calmado y los dos hermanos caminaban con paso ligero, pensando en conseguir las armas para matar al presidente Tacuma. Estuvieron durante todo el camino en silencio, nadie comentaba nada, se estaba creando un ambiente tenso hasta que llegaron a una pequeña casa. Ésta estaba medio destruida, pero aun se aguantaba de pie y seguramente la armera de Cefiro estaría viviendo ahí. Intentaron abrir la puerta, pero solamente pudo Ebro. Antes de entrar, preguntaron si había alguien, pero al no obtener respuesta, entraron a la casa. Por dentro no parecía tan pequeña, habían muchas puertas. Estuvieron abriendo las puertas, pero en su interior solamente habían libros y armas, hasta que llegaron a la última puerta. Esta puerta era distinta a los demás, era de color dorado y en el marco habían unas extrañas palabras escritas.

-         Que significa esto? –preguntó dudosa Matiz.

-         Creo que pone las palabras que se tienen que decir para hacer o deshacer el hechizo –comentó Ebro.

-         Hermano! Entiendes lo que hay escrito?? –preguntó sorprendida Celica.

-         Pues... mas o menos –Ebro empezó a tocar la puerta con mucho cuidado- creo que aquí pone...

Pero de pronto apareció una enorme jaula que dejó encerrados a Matiz, Focus, Ebro, Celica y Vito.

-         STOP!!!!! –gritó una muchacha que salía de las sombras- como se atreven a tocar la habitación más sagrada de mi casa?

Esta muchacha era alta, de cabellos largos y oscuros, y ojos verdes.

-         Perdónanos, pero estamos buscando a una persona que vive en el Bosque del Silencio –dijo amablemente Celica.

-         Es usted armera? –preguntó Vito.

-         Sí, llevo toda mi vida viviendo aquí y creando armas. Me llamo Leganza.

Matiz, Focus, Ebro, Celica y Vito también se presentaron.

-         Leganza, podrías sacarnos de esta jaula? –preguntó Matiz.

-         Ni hablar! –dijo la armera negándose- no pienso dejar libres a unos individuos que han entrado sin permiso en mi casa y querían entrar en la habitación donde están las armas de las Guerreras Mágicas.

-         Las Guerreras Mágicas!!?? –preguntaron a la vez Matiz y Celica.

-         Así es! Esas armas son mi mayor joya –a Leganza le empezaron a aparecer estrellitas en sus ojos- yo las he estado cuidando, limpiando y protegiendo desde hace años. Mi madre también hizo eso, y mis antepasados.

-         Entonces las Guerreras Mágicas existieron!!! –dijo ilusionada Matiz- ves como no era una tontería, Focus?

Leganza miró a Focus analizando sus movimientos. En silencio se dirigió hacía un mueble y apartó un jarrón, esto hizo que la jaula volviese a su posición inicial y dejase libres a nuestros aventureros.

-         Muchas gracias, señorita Leganza! –dijo Celica agradecida.

-         Mmm... en realidad no quería salvarles a todos –dijo mirándoles decepcionada- quería salvar a este muchacho tan atractivo.

Entonces se acercó a Focus y lo abrazó efusivamente.

-         Sabes que? Me gustas mucho –dijo Leganza sonriendo.

-         Vaya! Gracias!! –dijo Focus muy feliz, rascándose la cabeza con una gotita.

Ante esta imagen, todos tenían una imagen de sorpresa menos Matiz, que estaba muy furiosa.

-         Os ayudaré a todos porque Focus esta con vosotros! –dijo la armera.

-         Es una suerte que Focus tenga tanto éxito –comentó Vito- creía que nos íbamos a tener que quedar encerrados en esa jaula durante toda nuestra vida.

-         Yo también creía que nos iba a pasar eso –dijo Celica.

-         Matiz, te pasa algo? –le susurró Ebro.

-         No! No me pasa nada! –dijo intentando disimular su enfado.

-         Les guiaré hasta la habitación donde tengo todas las armas –dijo Leganza amablemente sin separarse de Focus- Síganme!

Entraron en la habitación que había cerca de la puerta dorada en la que estaban las armas de las Guerreras Mágicas. El marco de esta puerta era plateado y no habían palabras escritas. Cuando entraron, vieron muchas armas diferentes: espadas, dagas, lanzas, arcos y flechas, escudos,...

-         Ahora tenéis que elegir una arma –dijo Leganza.

-         Es muy difícil escoger una arma entre tantas. Todas las has hecho tu? –preguntó Vito.

-         Pues... no, yo solo he hecho una pequeña parte entre todas estas armas –dijo decepcionada– como ya dije, mis antepasados han sido unos grandes armeros.

-         Es increíble que alguien pueda crear armas mediante la magia –comentó Ebro.

Este comentario hizo que Leganza se sonrojase, pero movió frenéticamente la cabeza para disimular que se había sonrojado.

-         Elijan una arma, por favor –dijo amablemente la armera.

Todos empezaron a mirar las armas que habían en aquella habitación tan misteriosa.

-         Tenéis que mirar cada una de las armas con atención, y entonces podréis saber cual es la más adecuada para cada uno de vosotros. Sentiréis como si una en especial estuviera destinada especialmente para cada uno –informó Leganza muy seria.

Pasaron algunas horas, pero ninguno parecía que se sintiese atraído por ninguna arma. La armera empezaba a ponerse nerviosa con solo mirar como los jóvenes buscaban una arma adecuada y no se decidían. Ya no sabía que hacer para no aburrirse mientras esperaba, solamente le quedaba ir a limpiar la habitación donde estaban las armas de las Guerreras Mágicas.

-         Oigan, me voy un momento. Ahora vengo! –dijo Leganza- ustedes vayan buscando la arma que necesitan, de acuerdo?

Todos afirmaron con la cabeza mientras se concentraban en buscar. Leganza se dirigió a la cocina y cogió un trapo húmedo. Se dirigió hacia la puerta dorada y formuló algunas palabras mágicas para abrir la puerta.

-         Así que es así como se abre la puerta.

-         Ah!!! –chilló Leganza- Que haces aquí, Ebro?

-         Tenía mucha curiosidad para saber como se abre esta puerta –dijo el muchacho sonriendo- aquí es donde están las armas de las Guerreras Mágicas?

-         Si, intento que estén lo mejor cuidadas posible.

Los dos entraron en la pequeña habitación, en su interior habían más de 3 armas.

-         No se supone que aquí deberían de estar solamente las armas de las Guerreras Mágicas? –preguntó Ebro.

-         Si, pero también están las armas de alguno de sus amigos. Aquí esta el báculo de Guru Clef –dijo señalando un báculo muy bien cuidado.

-         Es... magnifico, es como si me estuviese llamando.

-         Que quieres decir?

De pronto, empezó a brillar el báculo de Guru Clef y apareció una piedra violeta en la mano derecha de Ebro. En ese momento, el báculo se introdujo en la piedra que había aparecido.

-         Que ha pasado? –preguntó el muchacho sorprendido.

-         Creo... que ya tienes una arma nueva.

-         Que ha pasado, hermano? –dijo Celica entrando rápidamente junto con los demás.

-         Nada, creo que ya tengo un báculo nuevo –dijo Ebro sonriendo a su hermana.

-         Que extraña es esta habitación –murmuró Matiz.

-         Tu también lo crees, Matiz? –preguntó Celica- yo siento... como si esas armas nos estuviesen llamando –señaló al lugar donde estaban las armas de las Guerreras Mágicas.

-         Ni hablar!!! Ustedes no se acercan a mis tesoros más preciados!! –dijo Leganza poniéndose delante de Matiz y Celica- esas armas tienen un gran valor para mi y no voy a consentir que se las lleven como cualquier cosa.

Leganza continuó hablando hasta que se dio cuenta que Focus tenia una piedra verde en la mano.

-         Que significa eso, Focus? –preguntó con cara de terror.

-         Esto? Ni idea, acaba de aparecer en mi mano y se ha introducido una de esas espadas –dijo sonriendo y con una gotita.

-         QUE!!!??? Quieres decir que la arma de la Guerrera Mágica del Viento la tienes tu?? –empezó a llorar desesperadamente Leganza- mi mayor tesoro se lo van a llevar!! Por que??

-         Tranquilízate, Leganza –le dijo Ebro lo mas calmado posible- cuando terminemos de matar a Tacuma te la devolveremos.

-         De acuerdo –se limpió las mejillas y miró hacia Matiz y Celica, en sus manos ya habían unas piedras roja y azul respectivamente. De nuevo, empezó a temblar y a llorar- Nooo!! Ellas también se van a llevar los dos mayores tesoros que quedaban de mi vida.

-         Lo sentimos mucho –dijeron las dos muchachas a la vez.

-         Ahhh!!!! También ha desaparecido la espada del Espadachín Mágico Latis!!!! –miró a Vito con odio- has sido tu!!!!

-         No, yo tengo estas piedras de color verde oscuro –dijo sonriente- creo que sirven para tener a mis mascotas junto a mí!

-         No puede ser! Esto tiene que ser una pesadilla!!!

-         Bueno, marchémonos hacia la Central!! –dijo animadamente Matiz.

-         Como!!!!???? Ni hablar, yo me voy con vosotros!!! Tengo que ir con vosotros para vigilar mis mayores tesoros!!!

A todos les apareció una gotita en la cabeza y afirmaron con la cabeza, no tenían mas remedio que aceptar, no sabían como iba a responder Leganza si se negaba.

Y así es como empieza el viaje hacia la Central, un lugar donde las personas capacitadas pueden ir a Autozam para prepararse como soldados del presidente Tacuma.

 

 

NOTAS DE ELE-CHAN!!!!!

 Hola!!! Creía que este capítulo me iba a salir mal, pero me ha gustado como a quedado! ^^ Ha sido divertido hacerlo! Aunque creo que el próximo será mas divertido. No se lo pierdan!!! (ejem... publicidad de mi capítulo? ^^UU)

Bueno, como siempre, si quieren enviar cualquier cosa lo pueden hacer a Eleone_chan@hotmail.com y intentaré responder lo mas pronto posible!

 

DATOS CURIOSOS!!!

Vito: Descendiente de Ascot y Tata. Príncipe de Cizeta, aunque ahora no lo es porque el planeta fue destruido. Puede comunicarse con los animales.

Leganza: Descendiente de Presea. La mejor armera de Cefiro, guarda como un tesoro las armas que tenían las Guerreras Mágicas y sus amigos.