Dancing Elf
Un
Tacto De Humanidad
(Ein Hauch Von Menschlickeit)
Acto 4
(Búsqueda Parte 2)
(5:09)
“¿Y si te
abrazara de nuevo? Más unidas estaríamos por el espíritu”
“¿A mi
Luz tu último fuego negaba? Sólo en el silencio para mí llorabas… no se ha dicho
la última palabra… aún el gesto no interrumpido. Sólo esto es un regalo me
lleva al silencio y escucha.”
“Un tacto
de humanidad en ti aquí estoy buscándolo contigo”
“Los
dogmas húmedos de teorías sueltas, solamente en los labios se multiplican…
nunca nacidos de tu intención. Por lo que nunca has perdido ninguna pelea.”
“¿Y si en
tu huída yo te siguiera? ¿En la tormenta tu alma desearía? ¡¡¿¿Encontraría tus
dos manos listas para luchar por la vida antes del final??!!
“Un tacto
de humanidad en ti aquí estoy buscándolo contigo”
“TILO
WOLFF VON LACRIMOSA”
“Echos
Von Lacrimosa”
“Ein
Hauch Von Menschlickeit, Track 5”
ientras la suave música arrullaba a
todos los que asistían a esa elegante fiesta de mascaras, Anahís contemplaba en
silencio su copa de vino, Lucy a su vez no dejaba de bailar con Lantiz, Marina
se la pasaba fascinada con tantas obras de arte que colgaban en los muros, o
incluso con los mismos muros que estaban retocados con mosaicos de una belleza
y delicadeza insuperables, París había intentado sacarla a bailar, pero Anahís
continuaba con su melancolía silenciosa, no era su intención hacer sentir mal a
París, pero sin duda alguna, lo dejaba desconcertado la enigmática actitud de
Anahís, hasta que algo en el fondo de su corazón le indicó que algo iba a
ocurrir, comenzó a sentir un extraño cosquilleo en el pecho, en concreto muy
cerca del corazón, un calor agradable inundó su ser mientras miraba en torno a
ella para contemplar quien era la persona que causaba tan lindos sentimientos
en su persona…
No
pudo captar mucho, había muchos invitados, prácticamente era imposible
reconocerlos a todos así como iban de disfrazados y enmascarados, pero
instintivamente, Anahís supo que todo aquello se debía a una hermosa chica que
vestía un vestido corto de falda plisada azul que ostentaba una máscara que
simbolizaba dos rostros, uno feliz y el otro molesto, una larga cabellera rosa
caía por sobre sus hombros retocando su delgado cuerpo.
Anahís
supuso que aquella chica era Luz, era claramente su figura, si tan solo pudiera
asegurarse viendo el rostro de esta persona…
No
deliberó mucho, esta persona se le acercó sin ser notada entre tantas personas,
hasta llegar frente a ella…
~
Saludos, a una de las ilustres Guerreras que salvó nuestro mundo de la
destrucción. ~ Dijo aquella inconfundible voz que tantas cosas le había
susurrado a Anahís al oído en aquella cama entre galaxias.
~
L-Luz… ¿E-eres tú? ~ Murmuró Anahís nerviosamente.
~
Ah, me has descubierto antes de tiempo… pensé que todos debíamos
desenmascararnos a media noche, para nuestras personas especiales, en la
intimidad… ~ Dijo Luz retirándose a medias la máscara que cubría su rostro.
Luz
le guiñó el ojo a Anahís al momento que se colocaba el dedo índice en sus
labios que sonreían dulcemente, sólo para ella…
El
corazón de Anahís sonrió al igual que Luz al volver a verla, viva, sana y
feliz…
~
Luz… tú y yo tenemos tantas cosas que decirnos que…
~
Shhh… mi dulce Princesa… tenemos todo el tiempo del mundo… ~ Dijo Luz colocando
su dedo índice en los labios de Anahís quien enrojeció al sentirlos. ~ Vamos… vamos a un lugar más íntimo…
Anahís
estrechó la mano de Luz y salió junto con ella, mientras que Lucy las observaba
retirarse juntas, al fin, como tanto lo habían deseado.
~
Anahís… por favor… hazla muy feliz… sé que no te costará ningún trabajo…
Anahís
fue guiada por Luz hasta una de las tantas habitaciones que el Palacio tenía…
en la penumbra de la habitación, Luz y Anahís se miraron.
El
rostro en penumbras de Luz miró al de Anahís, quien sonreía dulcemente al estar
nuevamente junto a Luz, sin decirse muchas palabras, se estrecharon
amorosamente para darse un suave beso en la obscuridad, después guardaron mutuo
silencio y continuaron abrazadas en medio del silencio de aquella habitación…
Luz
miró con dulzura la cara de Anahís quien aún no creía que aquello en verdad
estuviera aconteciendo… no podía creer que verdaderamente estaba de nuevo con
Luz…
~
Dime, mi dulce Ángel de Amor, ¿Cómo es que estamos juntas nuevamente? ~
Preguntó Anahís a Luz.
~
Pues… Lucy tuvo una entrevista con Gurú-Clef después de la llegada de ustedes
tres a Zéfiro… ésta entrevista la hizo con el fin de saber si podría expulsarme
de su cuerpo y hacerme independiente de ella… pues… así fue… logré salir del
cuerpo de Lucy, por tiempo ilimitado… lógico que Gurú-Clef sabe de lo nuestro
porque él fue quien te guió a mi dimensión…
~
¿Eso quiere decir que tú y yo estaremos juntas a partir de hoy?
~
Sí…
~
No sabes cuán feliz soy, Luz…
~
Anahís… te amo tanto…
~
Aún tengo una duda…
~
¿Cuál?
~
Pues… tú me dijiste que habías sido creada única y exclusivamente para Lucy…
entonces… ¿Qué sientes por ella? ~ Murmuró Anahís bajando la vista y
sonrojándose.
~
Ah… cierto… ~ Dijo a su vez Luz girando su rostro y ruborizándose igual que
Anahís. ~ Yo me sentía muy atraída a Lucy, pero no por amor… tal vez… en ansia
de ser amada por ella… después de todo, me dijeron que sería recibida por una
chica cariñosa, dulce, tierna y amorosa que cuidaría de mí… ahora me doy cuenta
de que esa chica eres tú, Anahís…
Anahís
sonrió y se abrazó al cuello de Luz, sintiendo los latidos de su corazón muy
cerca de su pecho… sintiendo el aliento cálido de su amada muy cerca de sus
labios, así, nuevamente sus labios se volvieron a encontrar, en las penumbras
de aquella habitación.
No
obstante. Cerca de ambas, una sombra las contemplaba fríamente, pensando mil y
un cosas que sólo una mente marcada por el odio y la traición es capaz de
pensar.
~
Así que esa era la causa por la que no querías estar conmigo, ¿He? Bueno, me
parece perfecto…
Anahís
se estrechaba firmemente al cuerpo de Luz mientras la suave música tocaba una
melodía romántica sólo para el deleite privado y único de las dos.
~
Esto me parece un auténtico sueño… no quiero despertar jamás… ~ Dijo Anahís
ocultando su rostro ruborizado en el pecho de Luz.
~
Los sueños se tienen que terminar… hay que disfrutar las cosas mientras se
tengan… y yo seré tuya siempre, Anahís, siempre…
~
Te amo, Luz…
~
Y yo te amo a ti, Anahís…
Los
minutos en silencio transcurrían lentamente, mientras Luz y Anahís se besaban
en la obscuridad de aquella habitación.
~
Pude sentir claramente todo lo que tu sentías mientras permanecía en el
interior de Lucy… aunque no lo creas, los ojos de Lucy eran mis ojos, con el
permiso de Lucy podía ver todo lo que me rodeaba, conocer mundo místico, saber
leer, escribir, aprendí muchas cosas mientras estuve en Lucy… y una de ellas
fue… que ahora sé en dónde exactamente te gustaría ser acariciada, mi amada
Anahís…
Anahís
se ruborizó.
~
¿Qué quieres decir?
~
Nada… sólo que sé que lo que más has ansiado desde la última vez que nos vimos,
es hacerme el amor… y que yo te lo haga a ti…
~
Luz…
Con
mucho amor y cariño, Anahís fue recostada por Luz en la cama, suavemente fue
despojada de todas sus prendas, hasta sólo quedar en ropa interior.
A
su vez, ella también desnudó a Luz con mucho amor y deseo, hasta dejarla en
estado similar.
Luz
sacó de entre sus curiosidades unos antifaces, uno de ellos se lo puso ella y
el otro se lo cedió a Anahís.
Anahís
se vio en una de las fantasías sexuales que más había soñado desde que conoció
a Luz, sin decir nada tendió su semidesnudo cuerpo sobre la cama, y estiró sus
pechos cubiertos por un sostén negro satinado, pudo sentir los tibios labios de
Luz sobre su excitada y caliente piel, besándole con mucha ternura y cariño el
vientre, mientras sus manos recorrían los pechos de Anahís.
Suavemente
recorrieron la escasa distancia entre su vientre y sus pechos, para comenzar a
besarlo por encima de las copas del sostén de Anahís quien tiernamente jadeó al
sentir nuevamente aquellos cálidos labios de mujer sobre sus femeninos y
delicados pechos…
~
Espero que jamás nos volvamos a separar, Mi dulce Princesa… ~ Susurró Anahís en
medio del silencio.
Luz
tocaba con mucha suavidad los pechos de Anahís, su tacto era suave, tierno y
delicado, dócilmente, acarició los pechos de Anahís por sobre el sostén,
acariciando con mucha ternura sus erguidos pezones.
Anahís
tomó los tirantes de su sostén y los hizo a un lado, Luz besó sus delicados
hombros y sintiendo el broche en la parte de la espalda, lo desabrochó,
liberando así la presión en los pechos de Anahís.
Luz
se prendió a los suaves pechos de Anahís con gran deseo y amor, adhiriendo sus
labios a sus pechos, y aprisionando su pezón con la húmeda y ansiosa lengua.
Anahís
jadeó silenciosamente cuando sintió las caricias que Luz le proporcionaba a
todo su cuerpo, con dulzura tomó el rostro de su amada y besó sus labios con
todo el amor que tenía en el pecho.
Así
las dos continuaron encontrando sus húmedos cuerpos en medio de las penumbras
de la intimidad, mostrándose el verdadero significado que encierran las
palabras “Hacer el Amor”.
Fue
luego de varios minutos cuando las dos se miraron, abrazadas, desnudas, en
medio de la obscuridad de la noche.
~
Siempre que hago el amor contigo, soy tan feliz… ~ Murmuró Anahís abrazándola con
gran amor.
~
Yo siento lo mismo, Anahís, es como si junto a ti ascendiera a lo más alto del Paraíso
para después dejarme caer dulce y tiernamente a tu lado, mi dulce princesa.
~
Si en Mundo Místico nos oyeran hablar así… ~ Murmuró Anahís sonriendo.
~
¿Por qué? ¿Allá no sienten amor por nadie? ~ Preguntó Luz sin comprender.
~
No es eso, es sólo que… una relación amorosa… como la que nosotras llevamos
pues… no… no es bien vista por la gente… nos dirían que lo que hacemos está
mal… y nos censurarían… las dos seriamos excluidas de las demás personas… y eso
en verdad sería terrible…
~
¿Por qué? Mientras te tenga a ti, los demás no me interesan…
~
Alguna vez leí una frase en un libro… “Vivir en la sociedad es un drama, pero
vivir excluida de ella, esa sí que es una tragedia…”
~
Anahís… ¿Entonces para ti es más importante el qué dirán que el amor que yo
siento por ti?
~
No, Luz… no es así… te amo con toda mi alma, mi Princesa… y sé que por ti seria
capaz de enfrentarme a todo el mundo… por ti… mi dulce amor, por ti… nada más
por ti…
Anahís
se abrazó de Luz y le dio n largo beso en los labios…
~
Anahís… yo… alguna vez llegué a pensar que nunca podría sentirme humana de
nuevo, después de todo, al lado de Demonair aprendí a odiar a todos… y tener rencor
en contra de la vida, y aislarme de mis sentimientos, ahora que te tengo a ti…
sé que por ti he alcanzado un toque de humanidad sutil, pero sé que esto es sólo
el comienzo de algo grande… dime, mi amor… ¿Me enseñarías a ser realmente
feliz? ~ Preguntó Luz mirando a Anahís directamente a los ojos.
~
Sí, Luz. Me quedaré a tu lado… para mostrarte… cuán feliz puedo hacerte, mi
amada… mi niña… mi reina… mi princesa… mi todo…
Continuará en
el Acto 5