XIV
Te ví un punto, y flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura orlada en fuego,
que flota y ciega si se mira al sol.
Adonde quiera que la vista clavo,
torno a ver tus pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti, que es tu mirada:
unos ojos, los tuyos, nada más.
De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos, fantásticos lucir:
cuando duermo siento que se ciernen
de par en par abiertos sobre mí.
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer:
yo me siento arrastrado por tus ojos,
pero adónde me arrastran, no lo sé.
Bécquer
Un Nuevo
Despertar
CAPÍTULO 13: Un retorno, y tal vez, una partida
En el Castillo, se sentía la falta de las Guerreras Mágicas, todos estaban con caras largas, callados, sumidos en sus pensamientos ... Nadie habló durante la cena ...
La preocupación estaba matando a nuestros amigos, Paris no paraba de caminar de un lado al otro de la sala del trono, Guru Clef estaba sentado en el gran trono con la mirada perdida en el techo, y Latiz trataba que Paris se sentara, cosa que no había podido lograr.
De la nada, un gran resplandor apareció y dejó momentáneamente sin ver a los chicos; cuando abrieron los ojos, al irse la luz, se llevaron una grandísima sorpresa ... ¡¡Las chicas habían aparecido!! Pero no venían solas ...
La situación era extraña ... ¿quienes eran estas personas que acompañaban a las guerreras? ¿Por qué estaban con ellos? ¿Por qué vestían ellas de tan extraña manera? ¿Por qué tenían esas "pulseras" (que más bien parecían esposas) en sus muñecas? Demasiadas preguntas para contestarlas todas juntas ...
León, Fénix y Dragón: - Hemos venido al mundo mortal con un solo propósito.
Guru Clef: - ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué les han hecho a las Guerreras Mágicas? - dijo al
advertir que las chicas estaban en una especie de trance.
Paris: - ¿Por qué las secuestraron? ¿Qué quieren de ellas? - estaba muy nervioso, como los
otros dos.
Latiz: - ¿Por qué las eligieron a ellas? Déjenlas en paz!!!!! - se estaba saliendo de sus
cabales.
Fénix: - Tranquilos, jóvenes ... Ellas han sido convocadas para terminar su misión ...
León: - La misión que comenzó con la muerte de la Princesa Esmeralda ...
Dragón: - Que continuó con la batalla de Deboner ...
León: - Y aún no acaba ...
Guru Clef: - No lo entiendo ... La leyenda no habla de Deboner ni de eso que ustedes dicen.
Fénix: - Busca, Guru de Céfiro, busca en tus libros más antiguos y oscuros, aquellos
prohibidos hace miles de años ...
Dragón: - Allí hallarás tus respuestas ...
León: - Volveremos por ellas ...
Los tres extraños hombres desaparecieron tal como vinieron. Las chicas cayeron al suelo, inconscientes ...
Latiz llevó a Lucy a su habitación y la depositó suavemente en la cama. En ese momento, ella despertó, se asustó al encontrarse frente a él, porque lo último que recordaba era a aquel hombre de profundos ojos púrpura; abrazó fuertemente a Latiz y comenzó a llorar de felicidad. Se había sentido tan sola en aquel extraño lugar ...
Lucy: - Latiz, Latiz ... Latiz ... Te extrañé tanto ...
Latiz: - No llores, Lucy, por favor. ya todo terminó, estás aquí, conmigo, a salvo, nada va a
pasarte, lo prometo ...
Lucy: - Quédate siempre a mi lado, no me dejes nunca ... Te amo tanto ...
Latiz: - Y yo a ti, Guerrera del Fuego ...
Latiz se quedó abrazado a ella hasta que se durmió. Se quedó mirándola por largo rato hasta saciarse, luego, fue a la biblioteca en busca de Guru Clef.
***
Paris estaba con Anaís, ella seguía inconsciente, allí sobre la cama. Él no había querido acercarse mucho por miedo a que se despierte abruptamente y se asuste, aparte por la necesidad de ella que tenia; eso podía tener consecuencias aun mayores ...
No supo cuando se quedo dormido, pero al despertar, descubrió que Anaís no estaba en la cama; rápidamente se levanto y fue a buscarla al ano. La encontró allí, en la bañera ...
Paris: - Perdón ... yo no sabia que tu ... estabas ...
Anaís: - Paris ...
Paris: - Anaís, de veras ... no sabia ...
Anaís: - Esta bien, no te preocupes, pero ahora sal un momento para que pueda vestirme.
Paris: - Si ...
Anaís demoro una eternidad, según Paris, en vestirse, pero cuando salió, estaba bellísima con ese camisón que Caldina le había dejado para que usara; era de color verde claro, muy claro y transparente; ella estaba decidida a hacerle las cosas difíciles ...
Ansias: - Fue lo que encontré ... pero debería cambiarme ... creo, si – dijo al ver como la
miraba Paris, que estaba atontado por la visión que tenia delante “realmente era
Anaís?”
***
No tenia mucho tiempo, debía averiguar de que estaban hablando esos tres desconocidos ... rápidamente, había tomado a Marina en sus brazos y la había llevado a su habitación. Allí, con el mayor de los cuidados la había dejado en su cama, se detuvo para observarla un instante y sin pensarlo dos veces le dio un suave beso en sus labios, y salió de la habitación.
Ya en la biblioteca se detuvo en frente a aquella puerta, sellada por los Antiguos Magos hace mas de quinientos anos ... el conjuro debía ser pronunciado correctamente para que se abriera ...
***
Horas mas tarde, Latiz y Paris estaban esperando en el salón del trono a Guru Clef quien llego unos minutos mas tarde de lo previsto, cargando un gran libro negro, que deposito en una mesa, conjurada por el (como la silla luminosa de la segunda temporada cuando habla con Marina y le da una pócima para dormir), allí, abrió el libro y busco una pagina.
Los chicos se sorprendieron al ver el gran dibujo que había en ella ... Se trataba de tres mujeres recostadas cada una en un altar de diferente color, uno azul, otro rojo y el ultimo verde; cada una tenia en su frente un símbolo, que correspondía a uno de los genios ...
Ninguno entendía, el idioma en el que habían escrito el libro era extraño para los tres hombres, pero algo si les quedaba bien claro, el hecho de que las chicas hubieran desaparecido significaba que ellas corrían peligro.
CONTINUARA ...