CAPITULO 6
(CONFESIONES)
Guru Clef se había quedado muy pensativo en su estudio y se
paseaba de un lado a otro mientras reflexionaba.
Guru Clef:
¿Para qué quería Marina su guante?
No sé que le pasa a esa niña.
Bueno, en realidad no es más una niña..... ¿Qué estoy diciendo? Últimamente no se qué me sucede, no puedo
dejar de pensar en ella. Hasta digo
tonterías. Qué fue eso de “yo voy a
cuidarte siempre” Mi única obligación es
cuidar de Céfiro. No es conveniente que
me distraiga pensando en otras cosas. Y
sin embargo, no puedo apartar su mirada de mi mente. Últimamente se la ve tan triste.
Tocan a la puerta.
Presea:
Guru Clef ¿puedo
entrar?
Guru Clef:
Adelante. ¿Qué se te ofrece?
Presea:
¿Te pasa algo? Te vez preocupado.
Guru Clef:
No es nada.
Presea:
Dime Guru Clef, ¿a
qué crees que vinieron las Guerreras Mágicas?
Guru Clef:
He estado pensando en ello, y no lo sé.
Presea: Pero ¿te alegra que hayan regresado?
Guru Clef: Me alegra igual que todos. Las Guerreras Mágicas salvaron Céfiro en dos
ocasiones y les estoy muy agradecido por ello.
Además, Marina, Lucy y Anaís quieren mucho a este planeta y a sus
habitantes.
Presea: Las chicas han crecido y se ven
hermosas ¿no es cierto? Sobre todo
Marina, a pesar de no encontrarse bien.
Guru Clef: (desconcertado) Creo que si
Presea: Has estado muy preocupado por ella
¿Verdad Guru Clef?
Guru Clef: No se a qué te refieres. Estaría igual de preocupado por Lucy o por
Anaís. Y a qué vienen tantas preguntas.
Presea:
Recuerdas cuando te dije que me hermana estaba profundamente enamorada
de ti
Guru Clef:
Si, lo recuerdo, pero....
Presea:
Guru Clef, yo
también me enamoré de ti
Guru Clef: ¿Porqué me dices esto ahora?
Presea:
Solo quería que lo supieras
Guru Clef: Me apena
mucho escuchar eso Presea, pues yo no puedo corresponder a ese sentimiento.
Presea:
¿Por qué estas enamorado de Marina?
Guru Clef:
Claro que no. No sabes lo que dices.
Yo no estoy enamorado de nadie.
Mi único deber es cuidar de Céfiro, y eso es lo que hago, y te ruego que
me dejes solo.
Presea: No tienes que mentirme, te he estado
observando desde que llegaron. Iba a visitar a Marina a su habitación cuando te
vi entrar. Después vi que salió Caldina, y pude verte
a través de la puerta que no estaba bien cerrada.
Guru Clef:
No tenías porqué espiarme. Yo
solo estaba cuidándola.
Presea: Esta bien Guru
Clef. No
necesito explicaciones. Como te dije,
solamente quería que lo supieras.
También quería que supieras que mañana voy a regresar a mi casa en el
bosque del silencio.
Guru Clef:
Como desees. Ahora por favor
déjame solo.
Presea:
¿Sabes Guru Clef?
Sería muy triste que llegaras al final de tu vida, sin haber conocido el amor.
No te sacrifiques demasiado por este mundo.
Tu también tienes derecho a ser feliz, y aunque no sea a mi lado, me
sentiré dichosa de saber que al fin lo lograste. Como te dije.
Yo te amo incondicionalmente.
Nunca esperé ser correspondida, pero si como dices, no estás enamorado
de Marina, sabes que las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti, y
yo también.
Presea se retiró y Guru Clef se quedó más pensativo que antes.
Guru Clef: Presea…..
¿Cómo pudo suceder esto? ¿Será que he dado señales de algo que
no siento sin darme cuenta?
* * *
Por la mañana Ascot se presentó
temprano en la habitación de Marina.
Levaba un hermoso ramo de extrañas flores amarillas.
Ascot: Buenos días Marina ¿Cómo te sientes?
Marina:
Hola Ascot, me da mucho gusto verte. Pasa
Ascot: Espero que te gusten las flores. Voy a ponerlas en agua.
Marina:
Muchas gracias Ascot. Son muy lindas.
Ascot: Sabes Marina, hay algo que quisiera
decirte. Traté de hacerlo la última vez
que estuvieron aquí, pero no me atreví, y me he arrepentido durante todo ese
tiempo.
Marina:
Ascot....
Ascot: Por favor déjame terminar. Siempre recuerdo
que fuiste la primera persona que fue
amable conmigo además de Caldina. Me ofreciste tu amistad y ese sentimiento
poco a poco fue cambiando.
Marina:
Ascot yo..
Ascot: Yo me
enamoré de ti Marina. Por eso cambie mi
apariencia. Esperaba que te fijaras en
mí, pero siempre me evadías. Cuando
traté de decirte que te quería tu dijiste que también me querías, pero igual a
los demás.
Marina:
Ascot..
Ascot: No, espera.
Yo sabía desde entonces que tu no sentías lo mismo que yo, pero eso no
me importó, yo no dejé de quererte, por eso traté de rescatarte de las
princesas de Zizeta.
Cuando te fuiste pasó tanto tiempo que pensé que había logrado
olvidarte, pero no es así. Marina, yo te
sigo queriendo, y ya no puedo ocultarlo.
No me importa si tu no me amas, pero quiero que sepas que siempre puedes
contar conmigo, pase lo que pase.
Marina:
Muchas gracias, Ascot, yo...
Ascot: Por favor no me digas nada, no quiero que te
sientas mal por lo que acabo de decirte.
No lo hice para que te sintieras comprometida a darme una respuesta o
algo, solamente quería dejar descansar a mi corazón. Y ahora me voy.
(Al salir, Marina pudo ver lagrimas en los ojos de Ascot, y eso le causó una gran pena)
Marina:
Ascot, has madurado mucho, más que yo. Tuviste el valor de confesarme tus
sentimientos, aún sabiendo que probablemente te rechazaría. Gracias amigo, hoy me has enseñado una gran
lección. Quisiera tener tu valor y tu
entereza.
* * *