¿QUIÉN ERES?





Al ir Marina corriendo hacia el comedor, observo en uno de los jardines del Palacio a París tomando de las manos a la joven con la que habían llegado a Céfiro, de inmediato se dirigió a la habitación donde estaba Lucy y Anaís y se sentó en una de las camas meditando si debía decirselo a Anaís finalmente pensó que lo mejor era hablar con París.

LUCY: Acaso no encontraste a Guru Clef y por eso estas así Marina, no te desanimes verás que pronto lo verás.

Marina negó todo con la cabeza.

MARINA: (sonrojada )Jajaja, no es eso Lucy, vengo a esperarlas a ustedes.

Vera se encontraba aún en el jardín, pensativa, y cabizbaja, cuando observo en el suelo la sombra de una persona que se paro frente a ella, observo una capa larga negra y unas botas negras, levantó la cabeza y se dibujo una sonrisa en sus labios y un nombre se escapo de ellos

VERA: Latís. (Ambos se abrazaron)

Y oh sorpresa quien cren que pasaba por ahí, si adivinaron Lucy, Anaís y Marina. La pobre Lucy, sintió que se moría al ver a Latís abrazar a aquella chica, y como ella acariciaba su rostro y como a él parecía gustarle la sensación de las manos de ella en su piel.

MARINA: (Marina muy enojada no contuvo sus palabras y..)¿Otra ves tú, y ahora con él?

ANAÍS: A que te refieres Marina, no ves como ha quedado la pobre de Lucy del impacto.

Las tres decidieron ir al comedor a pesar de que ya no tenían hambre por ls imágenes que habían visto, pero querían ver a los demás, así que siguieron su camino.

LATÍS: Sabía que algún día te volvería a ver aunque fuera en otro mundo, sabría que te encontraría no sabes cuanto te hemos extrañado todos.

VERA: Yo..., (se separa de él y baja la cabeza buscando una respuesta como si mas dudas hubieran aparecido en su cabeza) me siento extraña, algo me pasó cuando Zaga...

Vera se quedó pensativa no comprendía que estaba pasando por su mente, se retiro de inmediato de Latís y se dirigió a su habitación. Latís se quedó conmosionado por la actitud de Vera, no sabía por que había reaccionado así, no pensó que huiría de él.

Así todos llegaron al comedor y esperaron a Guru Clef, pero Guru Clef tardaba mucho, así que Marina decidio ir a buscarlo y lo encontro en su habitación, abrio la puerta pero escucho voces adentro y se detuvo, no la habrío toda, vió a la chica sentada a un lado de Guru Clef, y escucho a la chica hablar con Guru Clef.

GURU CLEF: Sabes que no te lo hubiera dicho de saber que sufrirías así, pero se que eres una buena persona, siempre me lo demostraste.

VERA: Lo sé Guru Clef y creeme que trato de entenderlo, y haré que te sientas orgulloso de mi sabes que te quiero mucho, siempre has significado mucho en mi vida.

GURU CLEF: Lo sé, se cuan confundida estas y creeme que poco a poco todos tus recuerdos volverán, no desesperes.

Y con su mano toco la mano de la chica que parecía muy atormentada, al sentir la mano de Guru Clef Vera se calmo y sintió un gran alivio en su corazón al saber que contaba con personas que la querían y la apoyarían siempre.

Pero Marina no sentía mucho apoyo hacia ella, mas bien le había tomado mucho coraje, pues para ella era incomprensible como esa chica había estado tan cercana a aquellos hombres que tanto amaban ellas, ¿es que acaso era esto una mala broma?, Marina notó que en el rostro de Guru Clef se observaba cariño para aquella joven, era muy hermosa, pero a Marina se le hacía horrible por los celos que traía dentro. Guru Clef jamás la había mirado así a ella ni a ninguna otra mujer y eso para ella significaba que su nueva rival le estaba ganando mucho terreno.

Y se pregunto, ¿quién era esta mujer?, ¿que quería con Guru Clef, París y Latís? Se marcho del lugar muy molesta al comedor y se sentó en la silla sin decir una palabra, mientrás todos la miraban consternados. Levantó la mirada y vió sentados a la mesa a Latís y a París que estaban en silencio, de pronto sintió ganas de pararse y decirles todas sus verdades a los dos, pero en aquel instante llegó Guru Clef, atrás cerca de él venía Vera.

GURU CLEF: Lamentó que hayamos tardado tanto, teníamos cosas de que hablar.

París se levantó tomó de la mano a su hermana y la sento a su lado. (Los demás se preguntaban ¿quien era aquella chica?, y ¿por que tantas atenciones con ella?

París se quedó de pie y empezó a hablar.

PARÍS: Escuchenme estos días son muy especiales para mí, por una parte estan aquí Anaís, Lucy y Marina y por otra Vera, que es originaria de Céfiro... Lucy y los demás se asombraron al escucharlo, no era posible que fuera de Céfiro, cuando ninguno de ellos tiene el poder de poder viajar a la dimensión de las guerreras magicas, como pudo haber sido que ella estuviera en aquel mundo..

PARÍS: Ella había desaparecido por mucho tiempo, Guru Clef, fue su maestro, Latís su compañero de clases y amigo y ella es mi.... hermana.

Todos en el comedor quedaron sorprendidos, pero aún mas las tres guerreras magicas, sentían haberse equivocado con respecto a ella, pero había algo mas, como decirle que ellas habían matado a Esmeralda, tal vez había regresado para una venganza, pero ¿por que no hacerlo desde el principio?, aunque por otra parte estaba en el planeta Tierra ¿que hacía allá?

Vera no pronuncio una sola palabra y todo quedó en silencio, si no fue por Caldina que rompió el hielo un poco.

CALDINA: Vaya claro, con razón tanto parecido con la princesa Esmeralda y con el galán de París, es igual de hermosa, pero muy callada.

RÁFAGA: No, no lo creas, eso demuestra a simple vista, pero en realidad, ella nos llenaba a todos de alegría, aunque era un poco problematica, preguntale a Latís, siempre se metia en problemas por tratar de cubrirla o por que ella lo obligaba a escapar de clases, no es así Guru Clef. Aunque creo que ya ha olvidado ha muchos de sus anteriores amigos. Vera, sonrió y miró a Ráfaga.

VERA: Eso es mentira Ráfaga, sigo recordandote muy bien, cuando simplemente eras un guardia mas al servicio de la princesa y ahora eres alguien importante aquí, pero comprende que tantos años sin haber estado aquí, y con los nuevos suscesos que han pasado, no tube cabeza para otra cosa.Pero me alegra estar en casa de nuevo.






¡fin de la parte cuatro!