Episodio IV
A la búsqueda de las siete partes
Ella: ¿1000 años? ... En el futuro...
Maestro: ¿Acaso le sorprende?
Ella: Desde luego, no pensé que tendría que adelantarme al futuro, sólo para encontrarlas, ¿porqué no en la misma época en que viajaron las guerreras mágicas?
Maestro: La razón es simple, porque el dios Cilphield aún no ha despertado y sería inútil, ya que en ese tiempo y lugar esas partes no han sido detectadas y las guerreras anteriores a usted han adquirido nuevos poderes al salvar a ese mundo de la influencia maligna de Debonair.
Ella: Lo que perdería mi tiempo, ¿puedo hacerle otra pregunta?
Maestro: Desde luego.
Ella: ¿Cuánto tiempo dispongo para encontrar las partes antes de que el dios de la luz despierte y se inicie la guerra?
Maestro: Una semana.
Ella: Muy bien, entonces partiré enseguida.
Maestro: Espere, aún no he concluido, falta el resto del pasaje... Cada una de esas partes que componen a ese espectro oscuro, está albergada en igual número de demonios que le sirven, algunos de ellos no lo saben, pero los otros deben estar tendiéndole una trampa. Lo que tiene que hacer antes de encontrar esas partes, es vencer a los demonios y purificar las partes, el resto sólo tiempo lo dirá. Otra cosa muy importante, cuando llegue allí, debe buscar aliados para que la ayuden, un sitio de reunión y si es posible dinero para poder sobrevivir... Aquí tiene un programa especial para su ordenador, /(El maestro entrega un mini cd y el escudo)/ contiene información muy importante acerca de la historia de Céfiro y otras espeficicaciones que usted y Sólo usted debe tener, ¡ah! Y por último, lleve su equipo de batalla y sus apuntes, pues habrá peligro. Ten valor y encomiende su alma al Todopoderoso.
Ella: Muchas gracias... Maestro.
Maestro: No es nada. Ahora debe descansar, acabó de llegar y no sería justo agotarla con más trabajo del que tiene, María ya acomodó la habitación para huéspedes, si quiere también se le preparará algo de comer.
Ella: No, no es necesario. Buenos días y que descanse.
Maestro: Lo mismo.
La protagonista parte a su habitación acompañada por María, quien la escolta hasta la puerta. Unas horas después despierta feliz y saluda a todos los que están ahí, desayuna y conversa un rato con los chicos, mientras que el Maestro Sebastián recibe a alguien extraño por el portón principal de la casa...
¿? : Hace mucho que no lo veía... Maestro.
Maestro: ¿Katsuhiro? yo creí que...
Katsuhiro: Mi protegida está aquí.
Maestro: Pero ni siquiera la ha visto.
Katsuhiro: A pesar de que no me conoce directamente, he tenido trato mental y espiritual con ella.
Maestro: Pero no de la mejor forma, e incluso lo ha confundido con Satán por el modo tan maligno de que mira a las personas.
Katsuhiro: Eso no importa ahora, si se queda más tiempo (él se quita sus anteojos oscuros, haciendo que su mirada tan penetrante como la de un lobo se haga más sombría) podrían... (su expresión cambia a la de enfado) morir muchas personas. (se aleja del portón, vuelve a colocar sus anteojos, se sube a un convertible negro y se va)
Maestro: No puedo creer que haya venido solo para eso y ni siquiera se despidió, aún se comporta de la misma manera... (se escuchan risas) no está lejos de aquí, pero no hace falta avisar a Pedro para ver el enfrentamiento. (cierra el portón y se dirige al comedor)
Mientras tanto en ese lugar...
Pedro: ¿Por que no vienes con nosotros al Camp Nou? Sería interesante ver a mi equipo de mis amores entrenar antes del partido del domingo.
Ella: No estoy segura de que me quede tiempo para hacerlo.
Pedro: Eso lo sé, pero... te prometo que será por media hora.
Ella: De acuerdo, sin embargo, traeré las maletas y las subiré al automóvil; presiento que me marcharé tan pronto termine de ver las prácticas.
Voz 2: ¿De qué hablas exactamente?
Ella: Del recibimiento que tuvo el maestro en el portón.
María: ¿Se refiere a la visita recibida y por la que mi abuelo no nos permitió ni siquiera observar?.
Laura: Vaya, cada día hay nuevos misterios por resolver... Ella, ¿acaso lo conoces?
Ella: No lo creo... Tan solo mi abuelo, una vez lo vi; pero se me acercó demasiado que lo envíe con mis poderes mentales lejos del recibidor y se estrelló directo con el barandal de la escalera que conduce al segundo piso. Por fortuna no le pasó nada grave y le borré los recuerdos acontecidos por ese percance. Espero que se encuentre bien, pues desde ese día le ha dolido la cabeza. ( Que halla encontrado el modo de curarlo) y que no tenga ningún remordimiento por si llega a recordarlo, jejeje.
Voz 2: Pues en ese caso, prepárese para lo peor, quien sabe si ese individuo sea capaz de realizar cosas inimaginables para hacerte daño.
Pedro: Tranquilízate Pablo (Pedro levanta su taza de café y la bebe) para eso nos tiene a todos nosotros.
Todos los demás lo miran algo sorprendidos con la revelación, debido a que Pedro nunca se había mostrado tan entusiasmado con una misión de esa magnitud. Hay silencio, miradas nerviosas y luego más risas por parte de los comensales.
Pablo, María, Laura y Ella: Tienes razón.
Maestro: Veo que me he perdido de algo importante.
Pedro: No es nada abuelo, solamente he querido invitar a Ella a las prácticas del Barça [para los que no conocen la cuarta letra se pronuncia Barsa, si no estoy mal (Este es el apodo que le ponen al equipo del Barcelona Español todos sus hinchas y la prensa)] para que se relaje un poco antes de marchar al Japón.
Maestro: Me temo que eso no será posible, debido al invitado que recibí hace poco.
Pedro: ¿De quién se trata?
Maestro: Tu sabes perfectamente a quien me refiero exactamente.
Pedro: ¡Oh no! Abuelo, no me dé esa mala noticia.
Maestro: Si lo deseas, puedes llevarla, sin embargo, en caso de que encuentres con él; por favor intenta no hacer ningún enfrentamiento. Las consecuencias serían desastrosas para todos. (Observando a Ella y a todos los demás) Sobretodo en la misión en la que asigné a Ella por el bienestar de nuestro planeta... Y el futuro de buena parte de la galaxia. (los chicos le devuelven sus miradas en silencio)
Ella: Eso no será así.
Mientras tanto en un lugar a más de 250 millones de unidades astronómicas del Sol, tres jóvenes están a punto de revivir una aventura en la que tendrán que dar lo mejor de sí, para superar una nueva prueba, tan difícil como las primeras que vivieron cuando tenían catorce años. ¿Cómo son ellas? Digamos que no han cambiado mucho, pero si quieren detalles aquí los tienen: La primera joven lleva el cabello tan rojo como el fuego, largo y lacio[hasta la mitad de la rodilla], atado a una trenza rematada en un moño amarillo, unos enormes y rasgados ojos también del mismo color que su cabello, de estatura baja y delgada. Sus cualidades más sobresalientes son el valor, la alegría de vivir, su inocencia (que no es solamente su cualidad que le identifica sino su punto más débil) el optimismo y el altruismo (eso significa que piensa en los demás antes que en sí misma y protege a los más débiles) Su nombre es Hikaru Shidou; es la guerrera mágica del elemento del fuego y tiene 19 años. La segunda muchacha posee una linda cabellera azul celeste (más o menos del mismo color que el de Lía, sólo que el de la segunda tiende a un color hielo) más abajo de la cadera, como verán es más alta que las demás, casi siempre es de mal humor, aunque en el fondo es dulce y comprensiva, diríase que es una típica joven de clase alta que le encantan los helados, ir de compras y lucir ropa de marcas reconocidas, es la capitán del club de esgrima de la escuela. Algo más físico de ella... Un cuerpo de modelo, ojos azul aguamarina, un rostro tipo Nicole Kidman, otra de sus cualidades es que intenta ser madura[por lo menos desde la última vez que estuvo en Céfiro] y controla sus emociones por aquello de que es una mujer y no una pequeña niña, el nombre de esta preciosa versión japonesa de la muñeca Barbie es Umi Ryuuzaki, también tiene 19 años y es la guerrera mágica del elemento del agua. Y ya por último tenemos a la más racional, y por ende, a la más encantadora (por lo menos para mí) de las tres, su personalidad es tan arrolladora que ya tiene novio... El físico es lo que más cambiado en ella, cuando tenía catorce años poseía el cabello de color rubio verdoso [En este punto debo ser sincera pues mucha gente dice que lo tiene castaño extraclaro, pajizo, verde caña, rubio cobrizo e inclusive señoras y señores... ¡amarillo pollito! Debo terminar con esto antes de este tipo de comentarios canse a todos] corto, que apenas le sobrepasaba las orejas y ondulado, anteojos enormes enmarcados en sus ojos verde esmeralda, delgada, de piel blanca casi de porcelana. De cualidades internas: inteligente, amable, tan dulce como el almíbar, pero también es seria, se sabe respetar, algo estricta y pragmática en sus palabras, tímida y educada. Ahora a sus 19 añitos su cabellera la lleva hasta la mitad de la espalda con unas pequeñas trencitas, el resto lo lleva suelto y retirado hacia atrás con una diadema. Su cuerpo ya tiene las curvas de una mujer, pero como no le gusta mostrarlo y prefiere esconderlo bajo vestidos largos nadie se ha dado cuenta. Sus anteojos se han reducido un poco y tienen forma ovalada. El nombre de la última guerrera mágica es Fuu Hououji y maneja el elemento del aire.
Las tres jovencitas están flotando en el aire viendo un magnífico cielo azul, cuando divisan a un ser que les parece familiar. Parece un pez volador y lleva consigo una piedra en la frente... Apenas las ve, vuela a su encuentro con algo de afán.
Hikaru: Fyula, amigo. Nos alegra mucho que esté aquí.
Umi: Lo mismo digo, apuesto a que Guruclef te envió para que nos recibieras. Me encantaría verlo después de tantos años.
Fuu: Así es. Después de todo sería maravilloso encontrar a todos nuestros seres queridos, sobretodo a... Ferio.
Hikaru: Y yo a Lantis.
Umi: Muy bien chicas, será mejor que nos subamos antes de que nos caigamos.
Hikaru y Fuu: ¡De acuerdo!
Las tres guerreras se suben al pez y vuelan en dirección al castillo. Mientras tanto en el salón del trono, un hechicero con apariencia de niño las observa desde un de holograma. En su mano derecha porta un extraño báculo con una gema azul. Su semblante demuestra alegría, algo fuera de lo común en un hombre que casi nunca acostumbra a sonreír, debido a la seriedad de su cargo pues es el mago más poderoso de todo Céfiro (por ahora) A la derecha del hechicero está una mujer vestida con extrañas ropas, una cabellera larga y rubia levantada por una cola de caballo, piel blanca y ojos pardos. A su lado está un joven de complexión delgada, piel blanca, cabello corto negro, ojos grises y estatura alta, lleva una extraña armadura negra, una empuñadura de espada que va ceñida a un cinturón gris y una capa del mismo color de la armadura, de textura aterciopelada, en su frente trae consigo una tiara con una gema azul. Ahora vamos a la izquierda del mago, en esta posición están dos personas: Una de ellas es un joven mancebo rubio y de ojos azules, vestido con una armadura muy parecida a la usada por el primer hombre, la única diferencia es que es gris y que en su pantalón es azul y las botas tienen el mismo color que el ropaje (Hum, eso me recuerda a la armadura de Gowly Gabriev) al lado de él está una mujer de color y cabellos rosa que lleva una ropa árabe consistente en un bikini blanco con bordes dorados, unas zapatillas del mismo color del traje que van rematadas en una punta que nos recuerda bastante a la usada por los duendes ayudantes de Papá Noel, un camafeo hecho del mismo material del vestido; lo único que la cubre es un tul transparente que envuelve graciosamente sus brazos. Y por último al frente del holograma está un muchacho pelirrojo ataviado con un traje parecido al del hechicero, sino que es verde y blanco. Las botas son negras y también llevan la punta tan cómica. En su cabeza lleva un sombrero, muy parecido al usado por los panaderos, sino que es aplastado. Para terminar con las descripciones quiero decirles que es un ser muy tímido, parco en sus palabras y con semblante de una infancia aún no perdida. Sus ojos, pocas veces son vistos por el flequillo que lleva en su frente, son más oscuros que los de Fuu. Todos están muy concentrados y algo ansiosos por la llegada de las tres. Pasan 5 minutos cuando el mago decide abrir las enormes puertas del salón para salir al exterior
Todos lo siguen en silencio. De repente y antes de llegar al punto final del pasillo se aparece otro muchacho de cabellos verdes, ojos ámbar y cicatrices que casi le cubren por completo su rostro, parece angustiado... ¿acaso será por la visita de aquellas jóvenes? Dejemos este pasaje para concentrarnos en la llegada:
Fuu: Ya falta poco.
Umi: Eso veo, a propósito Hikaru ¿No olvidaste el medallón que te dio Lantiz, verdad?
Hikaru: No. Aquí está.
Fuu: ¿Ya vieron que el cielo de Céfiro es hermoso?. Desde aquí se pueden observar los acantilados y las montañas, el mar está en calma y el clima es perfecto para pasar las vacaciones de verano... No puedo creer que hayan pasado 5 años y nada ha cambiado desde la última vez que venimos.
Hikaru: ¡Miren allá abajo!
Umi: ¿Qué es lo que ocurre Hikaru?
Hikaru: Hay unas figuras esperando en la salida del castillo.
Fuu: ¿Serán ellos?
Hikaru: Acerquémonos un poco para verlas mejor.
Umi y Fuu: De acuerdo.
¿? : Hola chicas, hace mucho tiempo que no las veía. -Dijo una de esas figuras haciendo señas con los brazos para poder saludarlas.
De repente y sin previo aviso, Fyula pierde el control y las chicas por poco se van al vacío sino fuera por el aterrizaje estrepitoso por parte del ser mágico, quien como consecuencia de su acto (y de la frenada) expulsa a las tres, las hace caer con la cara abajo y las arrastra directo a los pies del hechicero. Este asustado, crea una barrera protectora para detenerlas y que no lo lleven consigo. Ya pasado el percance nuestro amigo sostiene a las chicas con cuidado y les pregunta angustiado:
Hechicero: ¿Se encuentran bien, mis niñas del mundo místico?
Hikaru: ¡Guruclef! ...- Hikaru lo mira con ojos de niña perdida y orejitas de gato, en formato superdeformed- Estamos bien, pero algo adoloridas.
Fuu: Esto nunca había pasado.
Umi: (con un gesto de enfado) Jamás volveré a subirme a esta cosa.
Fuu: (angustiada) ¿Umi, no te pasó nada?
Hikaru: (consolándola)No, tan sólo están los raspones y cortaduras de rigor; además, es no culpa de Fyula, lo que importa ahora es que estamos vivas y en Céfiro.
Guruclef: ¿De que hablan?
Hikaru: De un asunto muy delicado, será mejor que llames a los demás... Antes de que demasiado tarde.
Umi: Pero antes de eso quisiera verlos a todos.
Guruclef (En tono conciliador): Bueno, por lo menos no perderemos una ocasión tan especial. Ya tendremos tiempo para conversar más tranquilamente. Ahora deberán recibir todas las personas que las han extrañado por tanto tiempo.
Las figuras que han estado acompañando al hechicero en el salón del trono junto con el desconocido de las cicatrices en el rostro, corren hacia donde se encuentran las guerreras y Guruclef, sonríen aliviados al verlos con buen ánimo y sin heridas de consideración...
- Me alegro mucho de verlas niñas, ya hace muchos años que no las veía. Aún así, tengo la impresión de que no han cambiado nada - Dijo la mujer de la ropa árabe.
- Lo mismo digo aunque su aspecto físico ha cambiado un poco - Le responde el hombre de la armadura gris.
- Cierto - Replica la dama de la cola de caballo.
- Discúlpenme por haber hecho que Fyula pierda el control y hacerlas caer - Esta vez el desconocido de las cicatrices es el que ha hablado. Aparte de eso hace una reverencia como señal de desagravio.
- No es nada, Ferio - Puntualiza Fuu.
- ¿Estás segura de lo que dices Fuu? - Ferio se angustia un poco ante el hecho de que su novia sea algo fría.
- Claro que no. No te preocupes por mí. Además, estoy muy contenta por verte de nuevo. Tengo muchas cosas por contarte. Ante eso no deberías angustiarte. - Sonríe
- Vaya en eso no cambias. - Ferio levanta delicadamente a Fuu del piso.
- ¿Hablas en serio? - Fuu abraza suavemente al príncipe de Céfiro.
- No.
- Hikaru... No, no tengo palabras para decirte lo emocionado que estoy por verte - El hombre de la armadura negra se ruboriza al comentar esto.
- Lantiz... ¡no te reconozco! Pareces más tímido de lo que creí - Hikaru se levanta de un sólo tirón, corre hacia él y lo abraza con tal fuerza que ambos caen de nuevo al suelo, sin embargo, el guerrero la carga con cuidado y vuelve a alzarla con mucha ternura. En esta ocasión Hikaru es la que se ruboriza - ¿Estás bien?
- Claro que sí... Mi amada Hikaru.
- Lantiz.
- Pensé que este era el momento más adecuado para decírtelo. Te, te amo.
- Hace mucho tiempo que lo sabía...
- Eso lo sé muy bien. - Acto seguido la besa.
Al mismo tiempo, el muchacho de la extraña gorrita de panadero levanta a Umi con sumo cuidado, al terminar le pregunta casi lo mismo que los demás. Umi responde las preguntas con cortesía y ve con asombro, al igual que todos los presentes el acto de amor más hermoso que tienen dos personas en cualquier parte del universo... el primer beso de amor.
Mientras tanto en un lugar muy alejado de allí tanto en la distancia como en el tiempo, una mujer que sólo se ve el perfil de sus piernas está sentada en un enorme trono, parece enfadada ya que aprieta un abanico en la mano derecha. Al frente de ella está un espejo en el que se refleja la escena anterior.
¿? : Xelloss. ¿En donde estarás? Te necesito con urgencia y nada que apareces...
Un joven con aspecto de sacerdote y ojos malignos aparece.
Xelloss: ¿Desea algo mi señora?
¿? : Deseo que llames a dos de tus mejores generales, quiero que vayan al pasado, para que el despertar de nuestro señor sea más rápido de lo acordado.
Xelloss: En un momento los traeré. - Y se va -
En un cuarto oscuro, el sacerdote hace una invocación mediante un hexagrama...
Xelloss: Vengan aquí, mis generales del infierno.
Dos torbellinos oscuros rodean el sitio, al dispersarse aparecen unas figuras, se tratan de seres humanos al igual que el sacerdote.
Xelloss: Mi señora los necesita. Está muy inquieta por los acontecimientos vistos en nuestro pasado, ella desea que parta con ustedes a ese instante. Mardulamach, Erfenleed. De ustedes depende el éxito de nuestra misión.
Mardulamach y Erfenleed: Sí señor.
Xelloss: ¡Entonces partamos ya!
¿? : ¿Vinieron contigo?
Xelloss: Así es.
¿? : Espero noticias a la menor brevedad posible. Pero antes necesito que pasen al corredor del tiempo que comunica a las dos dimensiones, allí deben eliminar a su guardián, para que ustedes tengan libre el paso. Para eso ya envíe a alguien para facilitarles las cosas.
Xelloss: De acuerdo. Sí no es más, nos retiramos.
¿? : Muy bien.
Aquí se termina la escena. Ahora pasemos al momento del beso.
Umi: ¡Oigan! ¿Acaso no creen que ya es hora de terminar?
Hikaru y Lantiz: ¡Lo lamentamos mucho!
¿? : ¿ Te preocupa la demora de ambos? (El que habla es el muchacho con apariencia reservada)
Umi: No es así, Ascot.
Ascot: Entonces, ¿cuál es el problema?
Umi: Es que no nos queda tiempo para explicar todo lo que sucede, si no movemos con la suficiente rapidez nuestro mundo...
Ascot: Tranquila, para eso estamos aquí ¿no?
Umi: Bueno... Perdóname por ser tan áspera en el modo de tratarlos a todos. Estoy tan nerviosa y alterada que no puedo asimilar las cosas, lo siento tanto. En verdad.
Ascot: Está bien, Umi por eso no hay problema.
Guruclef: ¿Porque no vamos adentro? Las chicas necesitan descansar, el viaje fue agotador y deben reparar energías. Ya mañana hablaremos del asunto.
A la orden del hechicero todos se internan en el castillo y van a descansar. Casi al mismo tiempo en Barcelona, en la casa del maestro Sebastián una reunión está a punto de concluir. Todos acabaron de desayunar y ya, cuando estuvieron a punto de terminar de meter las maletas en el auto, el maestro con celeridad le da unos últimos consejos a Ella:
Maestro: Cuando llegues a un país extraño y no conozcas a nadie, busca ayuda en algún sitio en donde atienden a extranjeros o en las oficinas de turismo. En Tokyo, cerca de la torre se encuentra una en donde le pueden dar información en español, pero de todas maneras debes tener un sitio a donde llegar.
Ella: No debería preocuparse por mí... de ese modo.
Maestro: Lo sé, pero la última vez que nos vimos, estaba en lamentables condiciones. Y además, su abuelo me comentó que tiene serios problemas de salud.
Ella: Eso es verdad, pero también le comentó que yo sería capaz de resistir las enfermedades mejor que muchas personas.
Maestro: Pero tampoco es para abusar.
Ella: Perdón.
Maestro: Para eso es el dialogo, para aprender muchos puntos de vista.
Ella lo abraza y le agradece la angustia que siente el maestro.
Ella: Será mejor que me marche, hasta luego y muchas gracias por todo, y perdón una vez más por todas las molestias y el atrevimiento de venir de madrugada a su casa.
Maestro: Por nada, cuídese y que Dios la bendiga.
Ella: Lo mismo.
Pedro: Nos vemos más tarde abuelo.
Pablo: Hasta pronto maestro:
María: Adiós abuelito querido (lo besa en una mejilla)
Laura: Hasta pronto.
Maestro: Adiós a todos, cuídense.
Ella junto con los demás salen de la casa desde el garaje y parten directo al estadio. Este establecimiento deportivo con capacidad para más de 15000 hinchas, es el punto preferido de encuentro de mucha gente que ha asistido exclusivamente para ver el ensayo del equipo:
Pedro: Hoy es un día especial para mí, por fin después de tanto tiempo lo veré. Y mejor aún, Ella está para alegrar el día, aunque sea por pocos minutos.
Pablo: ¡Oye, pero no es para tanto!
Las chicas: Mejor entremos.
Ya al entrar todos se sientan en la primera fila de la gradería central, el equipo español, a pesar de que tiene jugadores de gran categoría, ha realizado una campaña regular a lo largo de la temporada y eso tienen preocupados tanto a los directivos como a los jugadores e hinchas entre ellos Pedro:
Pedro: Ojalá y ganen el próximo domingo.
Ella: Este estadio siempre es grande.
Pablo: Claro que sí, por eso es nuestro mayor orgullo.
María y Laura: Y por eso también, vamos a apoyar a nuestro equipo.
Ella: ¡Cielos!
Mientras que los muchachos proseguían en la conversación, el hombre que antes había visitado al maestro Sebastián los observaba desde la gradilla del frente con unos binoculares, apenas vio a Ella, se levantó y se fue. 10 minutos después, empezó el ensayo, que más parecía un partido de exhibición. Terminado el partido, más o menos a la 1 de la tarde del 4 de septiembre cuando a nuestro amigo Pedro se le ocurre salir para sacar el automóvil del parqueadero, cuando una figura siniestra, lo sigue sigilosamente. De repente Pedro (Quien es uno de los caballeros universales) se da cuenta de la presencia, gira lentamente y apunta con su espada láser al hombre quien ¡también sacó la suya!
Pedro: ¡Ya veo! ¡Así que has venido a cumplir tu objetivo!
¿? : ¿Y quién me impediría cumplirlo?
Pedro: Desde luego que yo.
¿? : ¿Sabes que visité a su abuelo esta mañana?
Pedro: ¡Infeliz! ¿Qué es lo que deseas de nosotros?
El hombre se acerca despaciosamente, guarda la espada, sonríe durante un buen rato, se quita sus anteojos oscuros; los guarda y observa a Pedro a la chita callando con sus ojos ambarinos y penetrantes como los de un lobo ¿No les mencioné también que eran rasgados? . Acto seguido y sin que Pedro tuviera tiempo de reaccionar, el hombre responde.
¿? : Nada en especial. Sólo que una persona parta hoy a su lugar de destino.
Pedro: ¿Quieres pelear?
¿? : ¿Acaso tu abuelo no te advirtió acerca de evitar las pugnas?
Pedro: ¿Pero cómo lo sabes?
¿? : Porque simplemente... Lo sé.
Pedro aprieta la espada con fuerza, poco a poco va perdiendo la paciencia. El oriental vuelve a sonreír con más descaro que antes. Cuando trataba de convocar un hechizo, escucha unos pasos y voces. El hombre al darse cuenta de esto se va teletransportándose hacia un lugar desconocido. Pedro guarda su espada y va al puesto en donde fue asignado el vehículo. Al colocar la llave para abrir la puerta, se pregunta:
- ¿Qué es lo que querrá en realidad?¿Destruir al mundo? ¿Deseará enfrentarse con Ella? ¿A mi abuelo? ¿O al enviado de nuestro planeta? No lo sé con seguridad, pero sospecho que sus intenciones no son del todo buenas ojalá y que no lo vuelva a encontrar en mucho tiempo; de lo contrario se las verá conmigo.
Rápidamente sale del lugar rumbo a la acera contraria. Unos minutos más tarde se encuentra con los demás y los hace subir con demasiada prisa, ya adentro intenta explicar la situación de un modo diplomático:
Pedro: Y eso fue todo lo que ocurrió.
Ella: (revisando su computadora) Ya veo. ¿Y que pasó con el hombre con quien se intentó enfrentar?
Pedro: Desapareció de un modo muy particular, jamás había visto tal modo de escapismo, literalmente se esfumó de mi vista. Y todo por la llegada de unas personas que vinieron a recoger su coche.
Pablo: De todas maneras la situación se ha complicado un poquito.
María: ¿Un poquito? Las cosas se han salido de nuestras manos, ¿qué hubiera pasado si mi hermano corriera peligro? Y luego ¿seguiríamos nosotros para que a lo último hubiera terminado con Ella?
Pablo: Tranquila María, nosotros no moriríamos tan fácilmente, y no creo que Ella sea tan débil para ser vencida por ese rufián.
Laura: Eso lo sabemos a la perfección, Pablito.
Pedro: Yo temo por ese lado.
Ella: ¿A qué se refiere?
Pedro: A que ese tipo, sí es que se puede llamar tipo. Se aproveche de nuestras fortalezas para poder debilitarnos con un poder tan oscuro como las fuerzas malignas a quienes combatimos sin cesar.
Ella: ¿Acaso le temen a nuestro futuro?
Todos la observan silenciosos...
Pedro, Pablo, Laura y María: ¡No!
Ella: Entonces no deben preocuparse por eso. ¿No lo creen así?
Los otros cuatro empezaron a tener un rostro lleno de sorpresa. Ya faltaba poco para llegar al aeropuerto de Barcelona y todos estaban esperando una respuesta concreta y concisa de la situación. Cuando llegaron al puesto de control y Ella compraba el pasaje restante para llegar al destino, se dieron cuenta que una mezcla de sentimientos encontrados empezaban a surgir desde el interior de sus corazones. ¿Se sentían mal por no poderla acompañar? ¿Acaso se sienten impotentes ante una situación extraña y fuera de toda comprensión humana? ... Una despedida inevitable aguarda a los cuatro caballeros, cuando su compañera se vaya, lágrimas en sus ojos, más recomendaciones y saludos. Por último el avión cuando despega de la pista de aterrizaje; Pedro presiente un tardío regreso.
Eran la 1:45 de la tarde del 4 de septiembre del año 1999, el vuelo 456 de la aerolínea Iberia, partía directamente a un lugar desconocido de este mundo, de allí a otro perdido en la inmensidad del cosmos. En pleno vuelo esa misma joven de cabellos del color de la tierra, quien hace más de 12 horas llegaba a esta misma ciudad, planeaba el momento más adecuado para proceder en la salvación del enviado de la Tierra con ayuda de un gran señor de la noche.
Fin de este episodio.