Fernando Carlos REDONDO Neri
Fernando Redondo nació en Adrogué, en 1969, cuando el frío
del otoño austral Con el Tenerife nunca terminó de jugar una
temporada completa a causa
Ramón Mendoza (ex presidente del Real
Madrid) ya intentó hacerse con sus servicios en el 92 y en el 93 pero sus
intentos fueron fallidos.
En la pretemporada del año 94, en San Mamés
(campo del Ath.Bilbao),
sufrió una grave lesión a causa de una entrada de Mendiguren, lo que le impidió
poder comenzar la liga con el equipo
En la temporada 96/97 llegaba Capello, que
después de una lesión en la pretemporada, parecía no contar mucho con él.
Tampoco pudo comenzar la liga, pero sin él , el equipo no funcionaba y todos
pedían a gritos su presencia en el once. Con su reaparición, el Real comenzó
a jugar mejor
Con
Heynckes , Redondo llega a un punto de gran madurez dentro de su carrera
deportiva;
BIOGRAFÍA
remoloneaba por las praderas de la inmensa y fértil provincia de Buenos Aires.
Ese día, don Fernando, próspero industrial, mostraba
orgulloso a familiares y amigos al primogénito recién
nacido. Alguien dijo:"este niño será Gardel o artista". Todos
sonrieron, pero no andaban muy convencidos. Entre apuestas interiores sobre si
sería catedrático, mago de las finanzas, Richard Gere o consumado político,
alguien se llevó la porra al augurarle gloria bendita en
fútbol. Siempre fue un chico aplicado y responsable. Don Fernando y Doña Luz
Cristina le inculcaron desde niño el sentido del deber y la disciplina. Siempre
ha roto moldes y bocetos: de buena planta, nunca ejerció de "guapo";
sacaba excelentes notas y, sin embargo, estaba en las antipodas del empollón;
gambeteaba a la manera del maravilloso "Beto", pero no necesitaba del
fútbol para sacarse las telarañas del estómago.
Se crió en un barrio noble de Buenos Aires
en una familia de clase media. Él es el
mayor de dos hermanos, el pequeño se llama Leonardo (Fernando le llama Leo en
sentido cariñoso) y trabaja en la empresa familiar. Cuando eran niños, su pasión
era el fútbol, y cuando terminaban de hacer los deberes se bajaban a jugar con
la pelota, como en Argentina hacen la mayoría de los niños . Para entonces,
Redondo ya tenía un ídolo propio; todos los niños de su época soñaban con
Kempes o con un joven que jugaba maravillosamente (Maradona),
pero Redondo admiraba a Bochini,
del cual destacaba su extraordinaria velocidad mental. Su padre le llevaba a ver
a Independiente, equipo
donde jugaba Bochini.
Sus primeros pasos futbolísticos los dio en
un equipo de fútbol sala, el Talleres de Escalada, en el
que ya comenzó a demostrar su valía. Más tarde, su padre lo llevó a hacer
pruebas con Argentinos
Juniors, donde quedaron asombrados de como la tocaba de dulce aquél
zurdito.
Debutó en la liga argentina con tan sólo 15
años de la mano de Yudica contra
Gimnasia y Esgrima. Con el técnico Nito Veiga vivió sus
mejores momentos como "cinco" de Argentinos. En 1.990, quedó libre
por una mala gestión de su club y fichó por el C.D.
Tenerife, a pesar de tener múltiples ofertas del Calcio italiano. Cuando
firmó por el Tenerife, decidió aparcar sus estudios, aunque asegura que cuando
se retire de la alta competición proseguirá con ellos.
de las malditas lesiones. Fueron varios los entrenadores que
tuvo allí, y todos quedaron pregnados de él. Primero fue Javier Azkargorta,
después llegó el "Indio" Solari (que más tarde sería su suegro)
con el que pasó una gran etapa. De esto se dió cuenta su presidente Javier Pérez
revisándole el contrato por cinco años y pasando a ser uno de los extranjeros
mejores pagados de la liga española, además de aumentar su clausula de
rescisión a 10 millones de dólares. Poco después Solari fue cesado y llegó
al banquillo isleño Jorge Valdano, con el que jugó a su más alto nivel,
participando en la copa de la UEFA. En la eliminatoria frente a la Juventus
de Turín
dejó con la boca abierta a toda la liga italiana; incluso varios equipos
intentaron hacerse con sus servicios.
Sin embargo, en 1.994, Valdano fichó por el Real
Madrid, y quería a Redondo en su nuevo proyecto con el equipo madrileño. En
junio de 1.994, Ramón Mendoza consiguió el pase de Redondo al Real
Madrid por algo más de 3 millones y medio de dólares,
Ramis y Víctor.
Redondo prefirió fichar por el Real Madrid
en lugar de aceptar ofertas más apetitosas económicamente de Olympique de
Marsella o varios equipos italianos. Desde entonces, cada día ya no disfruta de
la playa tinerfeña,
gasta más dinero en gasolina porque hay más tráfico y por cada periodista que
hay en Tenerife, en Madrid hay cinco, pero su tasa de felicidad no ha disminuido
ni ha perdido las amistades de aquella época.
merengue; Luis Milla ocupó su lugar en el
campo, y el equipo ganaba los partidos. Ésto provoco el debate de si debía
jugar Redondo o Milla, pero el día de su reaparición, precisamente en Bilbao,
Redondo salió en sustitución de Milla y se echó el equipo a las espaldas,
logrando remontar el partido. Ese año jugó 23 partidos y su equipo ganó la
liga. Al año siguiente (temporada 95-96) habían llegado refuerzos extranjeros
como Rincón o Esnáider, por lo que el puesto dentro del once titular se había
puesto muy caro, sin embargo Valdano seguía apostando por él. Pero cuando
comenzó la liga, el Real parecía que no funcionaba. En la tercera jornada el
Madrid se enfrentaba contra el Real Oviedo,
el equipo perdía, y el público comenzó a pitar a Redondo. Fueron sus peores días
como jugador madridista. A partir de aquí, Redondo comenzó a entonarse
conforme pasaban los partidos llegando un gran partido en el Real Madrid-Juventus
de Turín de la copa de Europa (actual Champions League). Redondo e
speraba
impaciente el partido de vuelta, hasta que tres días antes, en un partido de
liga contra el Albacete Balompié, un tal Josico (ver foto) se cargaba a Redondo
con una entrada propia de un jugador ruin, que dejaba al Real seriamente
mermado de cara al trascendental partido ante la Juve; partido trágico en el
que el Real Madrid quedó eliminado de la copa de Europa.
Esa temporada, Redondo terminó siendo el
mejor del Madrid junto con
Raúl,
jugando otros 23 partidos de liga.
y se hizo imprescindible en los esquemas de Capello. Su juego llamó
nuevamente la atención en equipos como el A.C
Milán, que dirigiría el año próximo el propio Capello, o la
Lazio, que le llegó a ofrecer una cantidad superior a los 3 millones de dólares
por temporada ( a razón de los apenas 1 millón que estaba cobrando con el
Madrid), pero él, ayudado por su representante y amigo Ricardo Luri, decidió
rechazar estas ofertas y actualmente ha ampliado su contrato con la casa blanca
hasta el año 2003, con una clausula de rescisión de 100 millones de dólares. En 1997 llegaba Jupp , tras la salida
de Capello del Real Madrid. El entrenador alemán apostó por un fútbol ofensivo,
mostrando en todo momento su máxima admiración por el juego de Redondo.
como de todos es conocido es la temporada en la que el Real Madrid se
proclama campeón de Europa con un Fernando Redondo que se erigió como
protagonista en la semifinal ante el Borussia y por supuesto en la final ante la
Juventus. Respetado por las lesiones, Fernando demuestra que se ha convertido
con el paso de los años en el mejor medio centro del mundo. En la temporada
98/99, nuevamente se produce un relevo en el banquillo madridista, el holandés
Guus Hiddink es el que se hace cargo del equipo tras el fugaz paso de José
Antonio Camacho por el banquillo madridista. El holandés también transmite su
admiración por el juego del argentino. La liga comienza bien para el Real
Madrid, que consigue proclamarse campeón del mundo, ganando la copa
Intercontinental frente al Vasco de Gama por 2-1; Redondo juega los 90 minutos
de la final cuajando una fenomenal actuación. La
destitución de Hiddink trae
al banquillo madridista al conocido John Toshack (temporada 99-00). Redondo se
hace con un puesto de titular indiscutible pero los resultados no llegan y el
Real se sitúa en la parte media-baja de la tabla. Va a ser con la llegada de
Vicente del Bosque cuando el Madrid empieza una impresionante escalada de
puestos, para terminar acabando la liga cuarto y ganando la segunda Copa de
Europa en tres años. Redondo es junto con Raúl el jugador con más partidos
acumulados. Su juego, como nunca. Pieza clave de la octava Copa de Europa.