Multiplicación (1/3)
La multiplicación es la operación más importante para los cuaternios, porque su sentido no es tan fácil de intuír como las sumas o restas, y de hecho a Hamilton le costó mucho trabajo lograr deducir las reglas para multiplicar a sus cuaternios.
Con el fin de ser congruente con los subconjuntos complejos y reales, la multiplicación debía cumplir con cinco propiedades principales, considerando que tenemos a los números aû y bê, donde a y b son reales y ê, û son unidades imaginarias cualquiera:
Sería deseable que los cuaternios en general fueran siempre conmutativos, distributivos y asociativos; sin embargo, la quinta condicion no pide tanto. Sólo necesita preservar las propiedades en el caso de números complejos formados por unidades imaginarias iguales, o de reales.
Afortunadamente, la asociatividad y la distributividad no representan ningún problema, y pueden generalizarse traquilamente a cualquier trío de cuaternios A, B y C. Entonces, siempre ocurre que AB + AC = A(B+C), y que A(BC) = (AB)C.
Pero la conmutatividad no es tan fácil de garantizar, y consideremos entonces el siguiente ejemplo:
El resultado debe ser un real puro, según las definiciones que aparecen
arriba. De acuerdo a la condición 5, el resultado debe ser el negativo
del cuadrado del valor absoluto, (pues );
y la parte real es consistente con esto, pero tenemos una parte imaginaria que
no podemos eliminar a simple vista. A menos que el par ij cancele
al par ji, el jk al kj y el ik
al ki. De aquí surge la anticonmutatividad, pues en general
para dos unidades imaginarias perpendiculares û y ê,
tenemos ûê = -êû.
Con estas dos condiciones, podemos llegar a la tabla de multiplicación que Hamilton empleó en 1847:
Sin embargo, notemos que esta otra tabla de multiplicar funciona exactamente igual que la anterior, y que es igual de consistente que la de Hamilton.
Si nos preguntamos, ¿cuál es la correcta? La respuesta es que las dos.
Debemos recordar que i, j y k son tres unidades imaginarias perpendiculares entre sí elegidas arbitrariamente, por lo tanto hay una infinidad de sistemas iguales. En todos estos sistemas, los productos ij y ji deben ser colineales a k, pues es la única dirección posible, sin embargo, podemos elegir cuál corresponde a k y cual a -k.
Sin embargo, esta elección automáticamente determina toda la tabla de multiplicar, por lo tanto sólo hay dos opciones para elegir, las cuales son idénticamente válidas; y por simple convención, llamamos a la primera: tabla de multiplicación de los cuaternios, y a la segunda: tabla de multiplicación de los anticuaternios.
A partir de ahora, no tiene caso seguir con esta dualidad, así que podemos olvidarnos de los anticuaternios por el momento, en la página correspondiente a propiedades de simetría reaparecen este sistema.
Producto de Grassman
A este producto que hemos estado analizando hasta este momento, lo llamamos producto de Grassman, y es la forma tradicional y normal de multiplicar cuaternios.
Siempre que se encuentre una multiplicación de cuaternios, complejos o reales, y no se especifique otra cosa, se entenderá que se está evaluando el producto de Grassman, y la manera de de evaluarlo es haciendo la multiplicación algebraica como si fueran polinomios, y luego hacer las sustiticiones indicadas por las ecuaciones de Hamilton:
Ejemplo:
(2 + 3i + 4j + 5k)(- 6 + k) | = | - 12 + 2k - 18i + 3ik - 24j + 4jk - 30k + 5kk |
= | - 12 + 2k - 18i - 3j - 24j + 4i - 30k - 5 | |
= | - 17 - 14i - 27j - 28k |
O para ser sintéticos, podemos usar la generalización de la siguiente fórmula:
Que escrita en un formato más compacto se puede representar así:
Recordemos que los cuaternios también se pueden representar como un número de la forma (w, V), donde w es la parte real, y V es el vector que corresponde a la parte imaginaria.
Consideremos que estamos multiplicando los cuaternios (w, x, y, z) y (w', x',
y', z').
Sea entonces V = [x, y, z] y V' = [x', y', z'].
Aplicando las definiciones de producto punto y producto cruz, tenemos:
Desarrollando la multiplicación de los cuaternios:
Reagrupando los términos:
Llegamos a la forma vectorial del producto de dos cuaternios, a partir del producto punto y el producto cruz ya conocidos.
Copyright © 1999-2001 Ricardo Arturo Espinoza Reyes