JOSÉ - PRIMER CONDUCTOR DEL CITROËN CX 25 D José, mi padre, fue el único conductor de este CX, desde 1983 hasta 1994. Después compartiría conmigo los momentos de agradable conducción del vehículo hasta 1999, cuando ya paso a una utilización casi exclusiva por mi parte. Lógicamente, a fecha de hoy (año 2002), él todavía tiene acumuladas más experiencias al volante de este CX, algunas de las cuales voy a comentar en esta sección.
ZIG-ZAG
PARA EVITAR UNA COLISIÓN EN UNA CARAVANA Cuando el vehículo que estaba ejecutando la maniobra de adelantamiento estaba próximo a rebasar al 2º, éste no se percató del adelantamiento y comenzó su propia maniobra de adelantamiento (y se daría a la fuga). En ese momento, el conductor del vehículo que había visto truncada su maniobra perdió el control y comenzó a dar bandazos a izquierda y derecha a la vez que intentaba frenar. Dada mi distancia, yo ya estaba preparado porque vi venir la situación. No obstante, a pesar de la capacidad de frenada del CX, no tenía margen para parar, dada la violencia de las frenadas de los vehículos que había ante mí. Por tanto reaccioné zigzagueando en torno a todos los vehículos, que a su vez estaban intentando detenerse. Con un volantazo superé al primero de ellos (el 3º en la posición inicial), con otro volantazo al segundo (el que truncó su maniobra) que había quedado atravesado , y finalmente al vehículo lento que iba en primera posición, quedando únicamente ya por delante la carretera despejada. Entre maniobra y maniobra, entre cuneta y cuneta, siempre intenté frenar a fondo. ¿Donde está lo excepcional en cuánto a las maniobras con el CX? EN NINGÚN MOMENTO PERDÍ EL CONTROL. Incluso sacando una rueda a la cuenta, el CX salió de la calzada y volvió a entrar. A pesar de los giros violentísimos a izquierda y derecha el CX se mantuvo fiel. En suma, todos los vehículos quedaron desparramados, derrapando, atravesados o en las cunetas, pero el CX fue el único que se detuvo con normalidad tras esquivar a todos los demás. Sin duda, con otro vehículo, al menos considerando los vehículos de aquellos años, hubiera tenido un accidente grave o mortal. Pienso sin duda que me salvó la vida. De hecho, una persona que observó todos desde fuera, me comentó que pensó en todo momento que el CX no pasaría entre los vehículos, quedando totalmente asombrado. No tengo ni que comentar la descarga de adrenalina que sufrí".
FRENAZO
PARA EVITAR UNA COLISIÓN FRONTAL El frenazo que tuve que dar con el CX es de los más fuertes que recuerdo, o el que más. Fue violentísimo, para evitar el choque frontal, y esperar que me rebasara el camión al que estaba adelantado. En ese opotuno instante di un fuerte volantazo, muy brusco hacia la derecha para volver a mi carril. Con ese fuerte giro, el morro del CX apuntó directamente hacia la cuneta (¡os podeis imaginar lo que pasa si girais con fuerza el volante de un CX!). Tuve que corregir rápidamente hacia la izquierda, y el CX soportó ambos volantazos sin perder el control. Una vez detuve el CX, me fumé un buen cigarro para tratar de ralajarme. En esta ocasión, también fue el CX, con su frenada, estabilidad y rápida dirección, el que me salvo la vida." |