Mozart, biografía
Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo.
Estudió con Leopold Mozart, su padre, conocido violinista y compositor
que trabajaba en la orquesta de la corte del arzobispo de Salzburgo. A
los seis años Mozart era ya interprete avanzado de instrumentos
de tecla y violinista, a la vez que hacía gala de una extraordinaria
capacidad para la improvisación y la lectura de partituras. En
1762 Leopold comenzó a llevar a su hijo de gira por las cortes
de Europa. Durante este periodo compuso sonatas, tanto para clave como
para violín (1763), una sinfonía (1764), un oratorio (1766)
y la ópera cómica La finta semplice (1768). En 1769 fue
nombrado Konzertmeister del arzobispado de Salzburgo, y en La Scala de
Milán el Papa le hizo caballero de la Orden de la Espuela Dorada.
Ese mismo año compuso Bastien und Bastienne, su primer singspiel
(tipo de ópera alemana con partes recitadas). Al año siguiente
le encargaron escribir su primera gran ópera, Mitrídates,
rey del Ponto (1770), compuesta en Milán. Con esta obra su reputación
como músico se afianzó todavía más.
Mozart volvió a Salzburgo en 1771. El cargo de Mozart en la ciudad
no era remunerado, pero le permitió componer un gran número
de obras importantes durante seis años, eso sí, en detrimento
de su situación económica. En 1777 obtuvo permiso para dar
una gira de conciertos, y se fue a Munich con su madre. A los veintiún
años Mozart buscaba en las cortes europeas un puesto mejor remunerado
y más satisfactorio, pero sus deseos no se cumplieron. Marchó
a Mannheim, capital musical de Europa por aquel entonces, con la idea
de conseguir un empleo en su orquesta, y allí se enamoró
de Aloysia Weber. Leopold envió a su esposa e hijo a París.
La muerte de su madre en la capital francesa en 1778, el rechazo de Weber
y el desprecio de los aristócratas para quienes trabajaba hicieron
que los dos años transcurridos entre su llegada a París
y su regreso a Salzburgo en 1779 fueran un periodo negro en su vida.
Ya en su ciudad natal, Mozart compuso dos misas y un buen número
de sonatas, sinfonías y conciertos. Estas obras revelan por primera
vez un estilo propio y una madurez musical extraordinaria. El éxito
de su ópera italiana Idomeneo, rey de Creta, encargada y compuesta
en 1781, hizo que el arzobispo de Salzburgo le invitara a su palacio,
en Viena, pero se sintió explotado y decidió marcharse.
Se dedicó entonces a dar clases en una casa que alquilaron para
él unos amigos. Allí compuso el singspiel, El rapto en el
serrallo, encargada en 1782 por el emperador José II.
Ese mismo año se casó con Constanze Weber, hermana menor
de Aloysia; juntos vivieron acosados por las deudas hasta la muerte de
Mozart. Las óperas Las bodas de Fígaro (1786) y Don Giovanni
(1787), con libretos de Lorenzo Da Ponte, aunque triunfaron en Praga,
no fueron bien recibidas en Viena. Desde 1787 hasta la creación
de Così fan tutte (1790, también con libreto de Da Ponte),
Wolfgang no recibió nuevos encargos de óperas. Para la coronación
del emperador Leopoldo II en 1791 compuso La clemenza di Tito, con libreto
de Metastasio. Las tres grandes sinfonías de 1788 nº 39 en
mi bemol, nº 40 en sol menor y nº 41 en do (Júpiter)
nunca se interpretaron bajo su dirección. Mientras trabajaba en
La flauta mágica (1791, con libreto de Emmanuel Schikaneder), el
emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó una misa de
réquiem. Esta obra, inacabada por la muerte de Mozart, fue su última
composición, que terminó Franz Süssmayr, discípulo
suyo. Mozart murió en Viena el 5 de diciembre de 1791, se cree
que por una dolencia renal crónica. Sólo unos pocos amigos
fueron a su funeral. La leyenda por la cual el compositor italiano Antonio
Salieri pudo haber asesinado a Mozart carece de todo fundamento.
Pedro Torres
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