La "mistificación" del mito: Drácula
Por Oscar Portela
a Vicente Molina
Si, pero no: pues no estoy de acuerdo: si bien la genealogía
y el tratamiento estético que ésta haya dado a lo monstruoso"
como alteridad, los cambios de óptica según las épocas,
nos permiten hablar exageradamente de "intertextualidad”
, se trata simplemente de un tratamiento sencillista del mito: se debe
analizar sí la esencia del "mito" y no otra cosa: el
monstruo no constituye una simple trasgresión a la norma (esto
suena ya a tonto)...existen tantos monstruos en la calle diaria que
Drácula quedaría reducido a lo que Coppola y el Vampiro
Lestat de "Reportaje con un Vampiro", novela ligth con hermosos
y obviamente juveniles "chupasangres, son por oposición
-no romántica- sino descaradamente vendedoras, no obras sobre
vampiros, sino de sombras de "vampirillos" vacui.
Drácula es el antes del antes, lo que Blanchot llama sabiamente
la procreación sin engendramiento" o el caos primitivo carente
de genealogía y muerte. De ahí su búsqueda desesperada
del amor que significa romper la eternidad lineal e ingresar al tiempo
dinámico del engrendamiento y la muerte y de ahí la representación
del mal en el mito de su figura, y la pavorosa soledad de la intenta
huir.
Drácula es además una tragedia alegórica. Fijémonos
en un antiguo y muy antiguo film de contenido religioso como todas las
obras de Dreyer, titulado "Vampyr". Menos literaria que la
de Murnau, pero calando más hondo en la tragedia, aquí
se habla del mal, del destino del mortal sobre la tierra y de la profunda
soledad con la que debe enfrentarse el mortal frente a los "demonios
que lo acechan".
En una época que se ha librado de creer en el mal (" lo
propio del demonio es convencernos de que no existe": Papini) se
puede incluso utilizar éste horrendo mito como comedia, que es
lo que hace hoy el cine norteamericano.
La erudición simple no nos salva de banalizar ciertas cosas,
por ello solo el cine nórdico
(el último se llamó Herzog) pudieron darle a esta "historia"
las connotaciones religiosas e incluso políticas que tiene en
un mundo en el cual el horror - no el terror ha triunfado.
Solo el cine alemán y el sueco hasta hoy, pudieron enfrentar
éste tema de consonancias religiosas que aluden a una culpa -la
de la individiduación tal vez-propias de las religiones fundamentalistas
y maniqueas como el luteranismo y el calvinismo.
Oscar Portela.