El FINAL DE LA VERGÜENZA


Afortunadamente la vergüenza de un ataque indiscriminado contra la población inocente iraquí, ha terminado y no tendrán que seguir soportando más bombardeos sobre sus cabezas de sus supuestos libertadores.
Las imágenes que todos hemos visto a través de las cámaras de televisión, aun a pesar de los bombardeos y cañonazos de los tanques americanos que han disparado contra los periodistas que estaban armados de la peor de las armas para los militares, un ojo por el que mostrar al mundo las barbaridades cometidas en nombre de no se sabe que libertad, con las consecuencias dolorosas para un periodista español y su familia, nos han demostrado fehacientemente cual era el motivo de esta guerra absurda de " liberación ".
Las imágenes de la población saqueando, destruyendo y cometiendo actos de pillaje con todo lo que se ponía a su alcance y que para ellos tuviera un mínimo de valor ante la mirada complaciente y complacida de los marines de la coalición que incluso con un aire de suficiencia y soberbia por cuanto eran unos muertos de hambre, ante la opulencia de los marines.
Lo peor ha sido el expolio del museo arqueológico, con la destrucción de todas las piezas allí expuestas, piezas procedentes de civilizaciones milenarias como la de los persas, de la biblioteca de Bagdad, con volúmenes antiquísimos procedentes de la misma época amen de todas las cosas que la censura no ha permitido filmar.
Sin embargo también hemos visto las imágenes de los soldados americanos defendiendo fuertemente armados los pozos petrolíferos de la ciudad, sin dejarse acercar a nadie por los alrededores, demostrando la verdadera naturaleza del afán de los promotores de esta invasión sin precedentes en la historia, que no era otra que el control de los mismos.
Enlazando con un eslogan muy coreado reciente y desgraciadamente :
NUNCA MAS LA GUERRA.


DESORDENES PUBLICOS


Siempre ocurre lo mismo, en cuanto se junta un numero considerable de personas, 100 mil según la organización, 40 mil según la policía, y 25 según la delegación del gobierno, un grupo minoritario de persona disfrazados de lo que sea necesario
(campesinos, sindicalistas, conductores de autobús, metro, y sobre todo estudiantes) , aprovechan la confusión reinante para dar rienda suelta a sus instintos de destrozar cosas, mobiliario urbano, pegarse con la policía y sobre todo y debido a su entrenamiento, escapar antes de que puedan ser detenidos o golpeados por parte de las fuerzas de orden público, siendo los pacíficos ciudadanos que no tienen nada que ver con esta gente, por llamarles de alguna manera , las que acaban sufriendo las consecuencias del mal comportamiento de estos individuos, ensuciando y difamando el motivo por el que la gran mayoría de la gente se había concentrado en ese lugar.
Sirva esta carta para dar mi más sincero apoyo a la gente humilde, normal y pacifica que se concentra en las manifestaciones en contra de la guerra, intentando hacer ver a nuestros gobernantes que la mayor parte de los ciudadanos está en contra de esta masacre sin sentido, y a la vez rogarles a estos grupitos de cobardes maleducados que se amparan en la seguridad y anonimato del grupo que se queden en sus casas y no aparezcan en las manifestaciones a favor de la paz.

R. Martínez

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