VIDA
Permanezco sentado pensando..., ¡que fuerte es ser grande! Recuerdo en mi infancia..., lo admirable que fué aprender del ritual rutinario de todos los grandes. De pronto en mi mente, se encuentra el pudor de la pubertad, los consejos de un gran amigo, explicándome... que la reflexión nos provoca madurar. Ahora me siento triste, pues cerrado..., no entiendo..., ¿Por qué la rutina del día?... Acaso,... ¡ Estamos muriendo!... Sólo entonces... y después de saciar esa mediocridad de complejo, me libero de lleno. Sólo ahora que todo es amargo, aprecio lo dulce. Pues no doy abasto, de la gran valía que a diario recibo..., ¡ Esos pequeños detalles! La gente murmura con templadas máscaras..., la gente sonríe con todo carisma. Mis padres..., me obsequian su reencarnación, me enderezan con sus consejos, y... me enseñan con sus errores. Ahora que observo, con gran desafío los gratos recuerdos, las nubes se bajan, mi mente se acopla... pues..., grande es el que sabe apreciar, el que aprende, y no menos, el que enseña... esos pequeños detalles. Ahora de lleno comprendo teorías..., y se como usarlas. Como ejemplo murmuro, la relatividad es para principiantes... y su buen uso, !Sólo para maestros! Entonces..., aprendo que el arte esta en dar y nunca el tomar. Termino sonriendo con gran esperanza, pues..., se del misterio..., y ahora entiendo que... ! Vivimos y Viviremos por siempre!
Victor Hugo Martin S. |
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