¿ESTADO DE DERECHO O EL DERECHO DEL ESTADO?
Jorge Bolaños
Todos sabemos que en Nicaragua los poderes del estado están secuestrados por el Pacto entre las fuerzas políticas que responden a los intereses de sus caudillos, y no a los intereses del pueblo o del mandato para el cual fueron elegidos y a quienes están supuestos a servir.
Si el estado de derecho que se quiere mantener es el derecho de los poderes del estado, entonces quizá lo mejor es que le quiten la banda presidencial al Presidente Bolaños y se la entreguen al vicepresidente Rizo. Don Chepe ya ha dejado entrever que a él le quedaría muy bien la banda, ha mostrado más allá de toda duda ser un liberal de los de a veras y su presidencia sería la renovación de un nuevo pacto entre los poderes del estado. Incluso, no haría falta el último llamado a un tal diálogo de reconciliación. (Pero, fijénse, es un llamado a diálogo entre los poderes del estado, entre los elegidos. No es una diálogo entre los poderes del estado con su pueblo constituyente. Y eso que se aproxima una elección nacional este 7 de noviembre que le cuestan otros u$ 10 dólares per capita a Juan Pobre. ¿Qué mejor para comprobar que la opinión del pueblo aquí parece no importar mucho?)
Con Rizo como Presidente de seguro rápidamente los poderes del estado volverían a trabajar en armonía y se resolvería la última versión de esta otra supuesta crisis nacional. Rápidamente la Asamblea Nacional vería en nuevo Presidente a alguien está vez sí dispuesto a enfrentar los verdaderos asuntos que deberían ocupar la agenda nacional, nuevamente se emitirían leyes en ese acorde, y seguramente la Contraloría recibiría un mandato ampliado para perseguir todos los "supuestos" delitos de violación al orden constituticional del Presidente Bolaños. El "estado de derecho" no solamente se preservería sino que funcionaría mucho mejor al salir fortalecido por haber superado de forma constitucional la última crisis. Un pacto entre los poderes del estado nuevamente renovado. Incluso ya sin aquella enorme deuda externa y con una mucho mayor disponibilidad fresca de recursos, para esta vez poder verdaderamente impulsar lo pactado y negociado entre los poderes del estado.
Se dice a diario la importancia de preservar a toda costa el llamado estado de derecho, el orden constitucional, la institucionalidad democrática. Púchica, ¿no será más bien que los poderes del estado quieren ellos mismos preservar su derecho a seguir impunemente violando los preceptos para lo cual fueron electos? ¿Es eso el estado de derecho? Si este es el orden constitucional que hay que preservar a toda costa, el derecho de los poderes del estado, entonces lo mejor quizás es que le quiten la banda presidencial al Presidente Bolaños y se la pongan a Rizo.
Nicaraguenses todos, yo creo que no haya nada más urgente sobre que decidir este proximo 7 de noviembre y decidir por nosotros mismos los nicaraguenses sobre la Nicaragua en la queremos vivir, y no la Nicaragua que quieren hacer aquellos quienes tienen secuestrados los "poderes del estado". Obviamente, ellos son los menos interesados en la opinión del pueblo, son los que quieren seguir ocupando el poder. Pero ese es precisamente ese día, cuando los accionistas, el pueblo, como dueños de esta empresa que se llama Nicaragua lo podemos aprovechar para hacer oír nuestra voz y destituir a aquellos quienes ocupan los puestos de dirección de la empresa. Ese es el día cuando quienes ocupan los escaños del poder deben escuchar la opinión de su pueblo a través del voto.
Hago un llamado a una insurección democrática para que a través del voto decidamos si queremos la Nicaragua que representa Enrique Bolaños, la que representa Daniel Ortega o la que representa Arnoldo Alemán. Y con ese voto libre, popular y como expresión de la voluntad soberana del pueblo, redefinir democráticamente el pacto que domina los poderes del estado. La soberanía no se discute, se defiende. Somos nosotros, el pueblo, quienes mandamos en Nicaragua. Sino, ¿para qué estado de derecho? ¿Para qué democracia?
Managua. Octubre 21, 2004